Responder a Luciana
Decidí responderle a Luciana primero, era la opción más sensata, al fin y al cabo no iba a poder acompañarla esa noche. “Perdón, mi novia me necesita con la mudanza” le dije y a pesar de su cara de desilusión se acercó para darme un abrazo y decirme que esa noche yo era el hombre ideal para cualquier chica, cosa que sin dudas me dejó con aun más bronca de no poder ir. Después le contesté a mi novia para confirmarle que estaba yendo a ayudarla.
Cuando llegué el panorama era peor de lo que me esperaba puesto que había más cajas vacías y más cosas desordenadas de lo que yo me imaginaba. Estuvimos casi una hora guardando todo en las cajas que yo llevé para poder después subir todo lo que nos entraba a la camioneta y así irnos a pasar nuestra primera noche en el nuevo departamento. Esta casa era mucho más grande que la anterior y tenía muchísimo más espacio por lo que el orden iba a llevar más tiempo. Ni bien llegamos ella empezó a guardar las cosas de la cocina mientras que yo fui acomodando algunas cosas de nuestra pieza.
En eso me llega un mensaje de Luciana mandándome una foto en la que pude ver como ella y algunas de sus amigas celebraban su nueva soltería. En la mesa de atrás se veía a cuatro hombres que miraban fijo a las chicas. “Suertudos” pensé yo al ver que ellos podían llegar a terminar la noche con ellas. Justo en ese momento entró Valeria a la pieza y me preguntó que estaba haciendo y yo disimuladamente dejé el celular en la mesita de luz y seguí con lo que estaba haciendo. Le comenté que una de las chicas del trabajo me había invitado a tomar algo y le dije que podíamos ir los dos cuando termináramos de hacer un poco de orden.
¿En que estaba pensando? ¿Por qué había invitado a Valeria al bar en donde estaba Luciana y sus amigas si yo quería ir ahí solo? Sin dudas la jugada no me salió bien ya que Vale aceptó la propuesta siempre y cuando no terminara muy cansada. Era evidente que no había pensado del todo bien la respuesta rápida y que me había dejado llevar por la presión del momento. Necesitaba empezar a pensar mejor mis decisiones porque por lo visto tener sexo esa noche era algo muy poco probable. Mientras seguía guardando algunas de mis cosas en el placard mi mente pensaba en la foto que acababa de ver, Luciana con sus amigas divirtiéndose y pasándola bien, mandándome una foto a mí, pensando en mí.
Valeria se fue a bañar y aproveché para responderle a mi compañera de trabajo, mandándole un mensaje en el que decía que tenía las re ganas de estar acompañándola en este momento que por lo visto era muy doloroso, en tono irónico obviamente. Ella me dijo que quería que estuviese a su lado para tener un hombro donde llorar y después me mandó una nueva foto de su cara sonriente al lado de una cerveza. En ese mismo instante me llegó un mensaje de Florencia que lo abrí de apurado. “Tengo muchas ganas de que me chupes el culito esta noche” decía su mensaje y la pija me empezó a latir. Le respondí que yo también tenía muchas ganas y que iba a ver de qué manera podía escaparme de mi casa para estar con ella.
Mi novia salió de la ducha y volví a dejar el celular en la mesita de luz rápidamente para terminar de acomodar las cosas de mi placard. Vale se empezó a secar en frente mío y eso no ayudó en nada, ya que verla completamente desnuda, pasándose la toalla por todo el cuerpo me calentó aun más. En ese momento me di cuenta que estaba organizando para verme con dos minas a la vez mientras que estaba en mi casa con mi novia, sin dudas una locura. Tenía que encontrar la forma de salir de esa casa para poder estar con Luciana y luego irme del bar a la casa de Florencia y terminar la noche cogiendo con ella.
- ¿Podés ir a buscar la caja con mi ropa?- Me preguntó Valeria que se dio cuenta que no tenía nada limpio para ponerse en la pieza.
Salí apurado y empecé a revolver las cajas que había buscando las que tenían ropa de ella. Tuve que abrir más de una hasta darme cuenta que eran las que estaban debajo de todo. Las agarré rápido y entonces me di cuenta que nos había quedado en el otro departamento las cajas con todas las ollas y cacerolas. Había encontrado mi boleto de salida. Era obvio que no iba a darme tiempo de ir hasta el bar para encontrarme con Luciana, pero sin dudas iba a poder darme una vuelta por la casa de Flor para echarme un rapidito con ella y después volver. Entré a la pieza y me quedé quiero al ver que Valeria estaba parada de mi lado de la cama frente a mi mesita de luz y tenía mi celular en la mano.
- ¿Quién es Florencia? Te acaba de mandar un mensaje.- Me preguntó.
Nuevamente me quedé inmóvil. Tenía que hacer algo, tenía que responderle rápidamente y estaba en una situación muy complicada. ¿Cómo podía haberme olvidado el celular arriba de la mesita de luz? Tenía que hacer algo ya que Valeria me miraba fijo en busca de una respuesta. ¿Debía hacerme el distraído o debía tratar de encontrar una mentira para salir rápido de ese problema?
Hacerse el distraído
Inventar una mentira
Decidí responderle a Luciana primero, era la opción más sensata, al fin y al cabo no iba a poder acompañarla esa noche. “Perdón, mi novia me necesita con la mudanza” le dije y a pesar de su cara de desilusión se acercó para darme un abrazo y decirme que esa noche yo era el hombre ideal para cualquier chica, cosa que sin dudas me dejó con aun más bronca de no poder ir. Después le contesté a mi novia para confirmarle que estaba yendo a ayudarla.
Cuando llegué el panorama era peor de lo que me esperaba puesto que había más cajas vacías y más cosas desordenadas de lo que yo me imaginaba. Estuvimos casi una hora guardando todo en las cajas que yo llevé para poder después subir todo lo que nos entraba a la camioneta y así irnos a pasar nuestra primera noche en el nuevo departamento. Esta casa era mucho más grande que la anterior y tenía muchísimo más espacio por lo que el orden iba a llevar más tiempo. Ni bien llegamos ella empezó a guardar las cosas de la cocina mientras que yo fui acomodando algunas cosas de nuestra pieza.
En eso me llega un mensaje de Luciana mandándome una foto en la que pude ver como ella y algunas de sus amigas celebraban su nueva soltería. En la mesa de atrás se veía a cuatro hombres que miraban fijo a las chicas. “Suertudos” pensé yo al ver que ellos podían llegar a terminar la noche con ellas. Justo en ese momento entró Valeria a la pieza y me preguntó que estaba haciendo y yo disimuladamente dejé el celular en la mesita de luz y seguí con lo que estaba haciendo. Le comenté que una de las chicas del trabajo me había invitado a tomar algo y le dije que podíamos ir los dos cuando termináramos de hacer un poco de orden.
¿En que estaba pensando? ¿Por qué había invitado a Valeria al bar en donde estaba Luciana y sus amigas si yo quería ir ahí solo? Sin dudas la jugada no me salió bien ya que Vale aceptó la propuesta siempre y cuando no terminara muy cansada. Era evidente que no había pensado del todo bien la respuesta rápida y que me había dejado llevar por la presión del momento. Necesitaba empezar a pensar mejor mis decisiones porque por lo visto tener sexo esa noche era algo muy poco probable. Mientras seguía guardando algunas de mis cosas en el placard mi mente pensaba en la foto que acababa de ver, Luciana con sus amigas divirtiéndose y pasándola bien, mandándome una foto a mí, pensando en mí.
Valeria se fue a bañar y aproveché para responderle a mi compañera de trabajo, mandándole un mensaje en el que decía que tenía las re ganas de estar acompañándola en este momento que por lo visto era muy doloroso, en tono irónico obviamente. Ella me dijo que quería que estuviese a su lado para tener un hombro donde llorar y después me mandó una nueva foto de su cara sonriente al lado de una cerveza. En ese mismo instante me llegó un mensaje de Florencia que lo abrí de apurado. “Tengo muchas ganas de que me chupes el culito esta noche” decía su mensaje y la pija me empezó a latir. Le respondí que yo también tenía muchas ganas y que iba a ver de qué manera podía escaparme de mi casa para estar con ella.
Mi novia salió de la ducha y volví a dejar el celular en la mesita de luz rápidamente para terminar de acomodar las cosas de mi placard. Vale se empezó a secar en frente mío y eso no ayudó en nada, ya que verla completamente desnuda, pasándose la toalla por todo el cuerpo me calentó aun más. En ese momento me di cuenta que estaba organizando para verme con dos minas a la vez mientras que estaba en mi casa con mi novia, sin dudas una locura. Tenía que encontrar la forma de salir de esa casa para poder estar con Luciana y luego irme del bar a la casa de Florencia y terminar la noche cogiendo con ella.
- ¿Podés ir a buscar la caja con mi ropa?- Me preguntó Valeria que se dio cuenta que no tenía nada limpio para ponerse en la pieza.
Salí apurado y empecé a revolver las cajas que había buscando las que tenían ropa de ella. Tuve que abrir más de una hasta darme cuenta que eran las que estaban debajo de todo. Las agarré rápido y entonces me di cuenta que nos había quedado en el otro departamento las cajas con todas las ollas y cacerolas. Había encontrado mi boleto de salida. Era obvio que no iba a darme tiempo de ir hasta el bar para encontrarme con Luciana, pero sin dudas iba a poder darme una vuelta por la casa de Flor para echarme un rapidito con ella y después volver. Entré a la pieza y me quedé quiero al ver que Valeria estaba parada de mi lado de la cama frente a mi mesita de luz y tenía mi celular en la mano.
- ¿Quién es Florencia? Te acaba de mandar un mensaje.- Me preguntó.
Nuevamente me quedé inmóvil. Tenía que hacer algo, tenía que responderle rápidamente y estaba en una situación muy complicada. ¿Cómo podía haberme olvidado el celular arriba de la mesita de luz? Tenía que hacer algo ya que Valeria me miraba fijo en busca de una respuesta. ¿Debía hacerme el distraído o debía tratar de encontrar una mentira para salir rápido de ese problema?
Hacerse el distraído
Inventar una mentira
0 comentarios - Elige tu propia aventura sexual 1.2