Como ya había comentado anteriormente, después de ver la peli de Netflix "Black Mirror: Bandersnatch" me sentí inspirada para realizar un relato de similares características, es decir al estilo de "Elige tu propia aventura" pero con diversos finales sexuales.
En este caso los protagonistas son ustedes, los lectores de mis relatos y a lo largo de los capítulos deben ir eligiendo entre diferentes alternativas con el fin de llegar a pasar una noche bien placentera.
Tengan en cuenta que los capítulos no van en orden cronológico por lo que al 1 no le sigue el número 2 y así continuamente, por lo que para llegar a los distintos finales deberán empezar nuevamente y elegir diferentes opciones. Por otro lado también debo advertirles que no todos los capítulos contienen escenas de sexo, por lo que espero sepan ser pacientes ya que al llegar al final se verán recompensados como corresponde.
Espero que disfruten esta nueva manera de leer relatos tanto como yo disfruté de escribirlos. Sin mas, vamos por el principio...
Viernes por la noche
Si alguna razón le quedaba a Luciana para venirse al trabajo con ropa aun más provocativa que la que usaba habitualmente, era pelearse con su novio. Llegó ese viernes a la mañana con una pollera negra corta, una camisa blanca con varios botones abiertos, el pelo recogido en un rodete y unos zapatos negros que estilizaban su figura. Luciana era la mina más yegua de toda la oficina y yo me la quería coger desde que había entrado hacía 5 meses. Ella me provocaba, me buscaba, solía hacer comentarios que me dejaban pensando, pero yo todavía no tenía la confianza para animarme a hacerlo.
El problema principal era que yo estaba de novio hacía mucho tiempo con Valeria, una chica muy linda, petiza de piel tostada, con pelo marrón clarito y ojos verdes. Divina, hermosa, pero no podía competir con Luciana. En la relación de varios años habíamos tenido altibajos y ahora particularmente estábamos en un bajón muy grande dado que nos estábamos mudando de departamento y eso la ponía muy nerviosa y de mal humor lo que significaba nada de sexo.
Por suerte yo tenía una salida a ese problema y la salida era Florencia, una morocha de ojos negros impresionante que había conocido hacía tiempo en un boliche y que estaba disponible cada vez que yo necesitaba sexo. Al parecer Florencia odiaba las relaciones y le encantaba el sexo casual y despreocupado. Pero no era suficiente para ella, ya que vivía mandándote fotos de ella en ropa interior, con algunas calzas ajustadas, algunas veces desnuda y si estaba muy caliente te podía llegar un video en el que te pedía que fueras a cogértela. Ese viernes era particularmente la última.
Cerca de las cuatro de la tarde me llegó un mensaje de Valeria preguntándome si cuando saliera del laburo yo podía ayudarla con algunas cosas de la mudanza porque su hermano, quien la iba a ayudar, justo estaba ocupado. “Me acomodo y veo de darte una manito amor” le respondí yo pensando en que no tenía nada para hacer más que juntarme con alguno de los chicos a tomar una cerveza. Fue en ese momento cuando las fotos empezaron a llegar.
Más de diez imágenes de Florencia completamente desnuda acostada sobre la cama, masajeándose las tetas, colándose los dedos y mordiéndose los labios iban seguidas de algunas palabras en las que me pedía que fuera a cogérmela cuanto antes, que estaba muy caliente y que quería mi pija. Era imposible negarse a eso, por lo que accedí en ir después del trabajo y cuando saliera iba directo a casa para darle una mano a Vale que seguramente debía estar echando humo por las orejas.
Sin embargo el destino me tenía una jugada preparada que iba a hacer que mi cabeza trabajara a mil esa tarde. Casi a la hora de salir del trabajo Luciana se me acercó para preguntarme que hacía esa noche. Yo enseguida le dije que no tenía nada pensado y ella me propuso de ir a tomar algo a un bar con ella y unas amigas para festejar que volvía a estar soltera. Cuando lo hizo pude ver como se agachaba sobre el escritorio y sus tetas se asomaban por la camisa. ¡Qué gomas increíbles que tenía! ¡Quería acabárselas todas! Sin pensarlo le dije que sí, que iba a ir con ella y sus amigas y que de hecho yo le invitaba un trago. Luciana esbozó una sonrisa y me dijo que mejor así, ya que era el único chico de la oficina que estaba invitado y eso era porque era el más lindo.
Me encontraba en una encrucijada y no sabía muy bien qué hacer. Valeria era mi novia, la amaba a pesar de todo, vivía con ella hacía cuatro años y sabía que era la persona indicada para mí. Sin embargo Florencia era garantía de buen sexo, con ella disfrutaba de unas increíbles chupadas de pija así como de muy buen sexo, algo difícil de negarse a tan increíble hembra. Luciana por su parte era el tesoro al final del arcoíris, una mujer hermosa con mucha actitud y que seguramente quería acostarse conmigo y esa podía ser mi oportunidad. Sin dudas la decisión tenía que dejarme muy bien parado frente a las 3.
Los minutos iban avanzando y los mensajes no paraban de llegar. El primero fue de Florencia donde me decía que esa noche podía ir a la casa de ella tipo 11 y cogerla como yo quisiera, una propuesta terriblemente tentadora. El segundo fue de Vale que me pedía que consiguiera algunas cajas más para la mudanza y donde después aclaraba que necesitaba una ducha fría. El tercero fue nuevamente de Flor, con una foto de ella acostada en la cama boca abajo resaltando la cola y exhibiendo una tanga negra hermosa que me la puso bien dura. El último mensaje fue de Vale que me dijo que ya eran 7 las amigas que iban a ir esa noche y que yo era el único hombre entre todas ellas.
Faltando un minuto para que termine el día Flor me manda el último mensaje, un audio muy caliente diciéndome todas las coas que quería hacer conmigo esa noche. Me puso totalmente al palo. Sin embargo enseguida me llegó un mensaje de mi novia que me pedía que fuera cuanto antes así llevábamos las cajas que ella había separado durante todo el día y así podíamos dormir esa noche en el nuevo departamento. Cuando estaba a punto de contestarle Luciana abrió la puerta de mi oficina y me preguntó si estaba listo para tomar algunas cervezas. Atrás se asomaban dos compañeras más del trabajo. Luciana tenía un botón más abierto de la camisa y se le veía el corpiño.
Me quedé mudo. Tenía el celular en la mano y con el mensaje que estaba a punto de mandarle a Valeria a medio escribir. No supe que hacer y tenía que decidir rápido, tenía que contestarle urgentemente a alguna de las dos. Podía irme con Luciana y arriesgarme a tener sexo con ella o podía volver a casa y disfrutar de una noche con mi novia en nuestro nuevo departamento. Que debía hacer?
Responderle a Luciana
Mandarle un mensaje a Valeria
En este caso los protagonistas son ustedes, los lectores de mis relatos y a lo largo de los capítulos deben ir eligiendo entre diferentes alternativas con el fin de llegar a pasar una noche bien placentera.
Tengan en cuenta que los capítulos no van en orden cronológico por lo que al 1 no le sigue el número 2 y así continuamente, por lo que para llegar a los distintos finales deberán empezar nuevamente y elegir diferentes opciones. Por otro lado también debo advertirles que no todos los capítulos contienen escenas de sexo, por lo que espero sepan ser pacientes ya que al llegar al final se verán recompensados como corresponde.
Espero que disfruten esta nueva manera de leer relatos tanto como yo disfruté de escribirlos. Sin mas, vamos por el principio...
Viernes por la noche
Si alguna razón le quedaba a Luciana para venirse al trabajo con ropa aun más provocativa que la que usaba habitualmente, era pelearse con su novio. Llegó ese viernes a la mañana con una pollera negra corta, una camisa blanca con varios botones abiertos, el pelo recogido en un rodete y unos zapatos negros que estilizaban su figura. Luciana era la mina más yegua de toda la oficina y yo me la quería coger desde que había entrado hacía 5 meses. Ella me provocaba, me buscaba, solía hacer comentarios que me dejaban pensando, pero yo todavía no tenía la confianza para animarme a hacerlo.
El problema principal era que yo estaba de novio hacía mucho tiempo con Valeria, una chica muy linda, petiza de piel tostada, con pelo marrón clarito y ojos verdes. Divina, hermosa, pero no podía competir con Luciana. En la relación de varios años habíamos tenido altibajos y ahora particularmente estábamos en un bajón muy grande dado que nos estábamos mudando de departamento y eso la ponía muy nerviosa y de mal humor lo que significaba nada de sexo.
Por suerte yo tenía una salida a ese problema y la salida era Florencia, una morocha de ojos negros impresionante que había conocido hacía tiempo en un boliche y que estaba disponible cada vez que yo necesitaba sexo. Al parecer Florencia odiaba las relaciones y le encantaba el sexo casual y despreocupado. Pero no era suficiente para ella, ya que vivía mandándote fotos de ella en ropa interior, con algunas calzas ajustadas, algunas veces desnuda y si estaba muy caliente te podía llegar un video en el que te pedía que fueras a cogértela. Ese viernes era particularmente la última.
Cerca de las cuatro de la tarde me llegó un mensaje de Valeria preguntándome si cuando saliera del laburo yo podía ayudarla con algunas cosas de la mudanza porque su hermano, quien la iba a ayudar, justo estaba ocupado. “Me acomodo y veo de darte una manito amor” le respondí yo pensando en que no tenía nada para hacer más que juntarme con alguno de los chicos a tomar una cerveza. Fue en ese momento cuando las fotos empezaron a llegar.
Más de diez imágenes de Florencia completamente desnuda acostada sobre la cama, masajeándose las tetas, colándose los dedos y mordiéndose los labios iban seguidas de algunas palabras en las que me pedía que fuera a cogérmela cuanto antes, que estaba muy caliente y que quería mi pija. Era imposible negarse a eso, por lo que accedí en ir después del trabajo y cuando saliera iba directo a casa para darle una mano a Vale que seguramente debía estar echando humo por las orejas.
Sin embargo el destino me tenía una jugada preparada que iba a hacer que mi cabeza trabajara a mil esa tarde. Casi a la hora de salir del trabajo Luciana se me acercó para preguntarme que hacía esa noche. Yo enseguida le dije que no tenía nada pensado y ella me propuso de ir a tomar algo a un bar con ella y unas amigas para festejar que volvía a estar soltera. Cuando lo hizo pude ver como se agachaba sobre el escritorio y sus tetas se asomaban por la camisa. ¡Qué gomas increíbles que tenía! ¡Quería acabárselas todas! Sin pensarlo le dije que sí, que iba a ir con ella y sus amigas y que de hecho yo le invitaba un trago. Luciana esbozó una sonrisa y me dijo que mejor así, ya que era el único chico de la oficina que estaba invitado y eso era porque era el más lindo.
Me encontraba en una encrucijada y no sabía muy bien qué hacer. Valeria era mi novia, la amaba a pesar de todo, vivía con ella hacía cuatro años y sabía que era la persona indicada para mí. Sin embargo Florencia era garantía de buen sexo, con ella disfrutaba de unas increíbles chupadas de pija así como de muy buen sexo, algo difícil de negarse a tan increíble hembra. Luciana por su parte era el tesoro al final del arcoíris, una mujer hermosa con mucha actitud y que seguramente quería acostarse conmigo y esa podía ser mi oportunidad. Sin dudas la decisión tenía que dejarme muy bien parado frente a las 3.
Los minutos iban avanzando y los mensajes no paraban de llegar. El primero fue de Florencia donde me decía que esa noche podía ir a la casa de ella tipo 11 y cogerla como yo quisiera, una propuesta terriblemente tentadora. El segundo fue de Vale que me pedía que consiguiera algunas cajas más para la mudanza y donde después aclaraba que necesitaba una ducha fría. El tercero fue nuevamente de Flor, con una foto de ella acostada en la cama boca abajo resaltando la cola y exhibiendo una tanga negra hermosa que me la puso bien dura. El último mensaje fue de Vale que me dijo que ya eran 7 las amigas que iban a ir esa noche y que yo era el único hombre entre todas ellas.
Faltando un minuto para que termine el día Flor me manda el último mensaje, un audio muy caliente diciéndome todas las coas que quería hacer conmigo esa noche. Me puso totalmente al palo. Sin embargo enseguida me llegó un mensaje de mi novia que me pedía que fuera cuanto antes así llevábamos las cajas que ella había separado durante todo el día y así podíamos dormir esa noche en el nuevo departamento. Cuando estaba a punto de contestarle Luciana abrió la puerta de mi oficina y me preguntó si estaba listo para tomar algunas cervezas. Atrás se asomaban dos compañeras más del trabajo. Luciana tenía un botón más abierto de la camisa y se le veía el corpiño.
Me quedé mudo. Tenía el celular en la mano y con el mensaje que estaba a punto de mandarle a Valeria a medio escribir. No supe que hacer y tenía que decidir rápido, tenía que contestarle urgentemente a alguna de las dos. Podía irme con Luciana y arriesgarme a tener sexo con ella o podía volver a casa y disfrutar de una noche con mi novia en nuestro nuevo departamento. Que debía hacer?
Responderle a Luciana
Mandarle un mensaje a Valeria
6 comentarios - Elige tu propia aventura sexual 1.1
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