Amigo de papá pt 2

Me desperté después de unas horas, cerca de las 10 de la mañana, con el ruido del motor del auto de papá. Donde nos estábamos quedando era bastante rural y no había negocios cerca, por lo que todas las mañanas mis papas se iban a desayunar a una panadería del pueblo y después hacían las compras para traer a la casa. Siempre me preguntaban la noche anterior si los acompañaba, pero prefería quedarme durmiendo en casa.
Pasaron como unos 5 minutos hasta que me di cuenta que mi tanga estaba empapada, la toque y no era sudor por el calor era distinto y en ese momento me acordé de lo que pasó con Eric. Lo soñé?, Me pregunté. Mi corazón se empezó a acelerar y de repente sentí un calor que recorrió todo mi cuerpo. Estaba casi segura, que había pasado, pero me parecía muy irreal la situación, el mejor amigo de mi papá, siempre fue muy atento y me caía tan bien que no lo podía creer. Además sentí un gusto extraño en mi boca, si bien me había lavado bien la boca podía sentir ese sabor único de lo que Eric me hizo probar. Me destapé del calor y estaba en mi cama con una playera larga que era de mi papá que usaba de camisón y una tanga negra, la cual estaba completamente mojada.
Una fotito de mi colita con mi ramera y mi tanguita.


De repente sentí el picaporte de mi puerta abriéndose lentamente, en esos segundos, pensé de todo, se fue mi papá solo al pueblo y mamá se quedó con Eric, o quizás fue mamá y mi padre se quedó, o se quedó Eric solo conmigo? No sabía porque pero supuse que los tres se habían ido al pueblo y me quedé sola como de costumbre.

Al final, la opción correcta, era que Eric se quedó.

Me saludó como si nada, aunque ya era otra persona, podía ver esa cara de depravado, que sabía esconderla tan bien con todo el mundo, pero lo que mas me molestaba era como había traicionado a mi padre, abusando a la hija de su mejor amigo.

- Te traje esto. Sacó del bolsillo de su short de baño la parte de abajo de mi bikini rosa que había quedado en el almacén.
Lo tiró a la cama, cerca mio.

Me cubrí lo mas que pude con la remera y me senté en la cama, contra el respaldo de mi cama y con mis piernas flexionadas, cubriendo mi torso, pero al flexionar mis piernas, se podían ver mis piernas casi casi hasta mi vagina.

-Vine por mas putita.

Lo insulté y le grité que se fuera.

-No va a pasar, asi que hazte la idea nena.

Se me acercó por el lado izquierda de la cama, traté de levantarme pero me sujetó por el antebrazo, y me tironeó con tanta fuerza que me tiró fuera de esta, aunque sin dejar de agarrarme por el brazo.
Como si nada me levantó y me tiró contra la cama, se bajó el short, y vi su pija bien erecta, pude verla mejor, la noche anterior estaba bien oscuro cuando me la hizo tragar, era imponente, debería tener cerca de 23 cm, lo calculé en mi mente pensando en la regla que usaba en el colegio de 20 cm, era bastante gruesa, venosa, y muy cabezona, y estaba torcida levemente como una banana hacia abajo, me hizo sentir rara verle su miembro, quería seguir viéndolo, pero me puso boca bajo, con su mano izquierda me hundió contra el colchón y puso su pija contra mis nalgas, me la embarró un poco por mi cola, y buscó la entrada de mi ano, me resistí, apretaba mis nalgas lo mas que podía, y Eric luchaba por penetrarme sin éxito. Al no poder logarlo, me sujetó del antebrazo izquierdo, y me cruzó el brazo por detrás de mi espalda, produciéndome mucho dolor, y me lo estiraba mas y mas como torturándome, mientras con la otra mano me nalgueaba con una fuerza brutal, haciéndome dar pequeños brincos mientras soltaba gritos de dolor.



-Afloja el culito o vas a pasarla muy mal.

Traté de relajarme aunque no pude pero deje de apretar mis nalgas.
Empezó a buscar en mis cajones preguntándome por crema, vaselina o algo para untarlo en su pene y al abrir uno de mis cajones encontró aceite de coco, tomó el frasco y empezó a ponerse en todo su enorme pene.

Se posicionó encima de mí y sentí su cabeza entrar apenas en mi ano, seguía luchando, me soltó el brazo que me quedó adolorido, se escupió las yemas de sus dedos y se pasó saliva por su pija, mezclando la con el aceite, la apoyó nuevamente contra mis nalgas, podía sentir su cabeza mojada con su saliva y el aceite y empezó a meterla, se notaba que el aceite ayudaba porque fui sintiendo como mi ano, se abría paso a su pija dura, costaba y mucho pero podía sentirla cada vez mas adentro, milímetro a milímetro, me hacía gritar de dolor, lo cual parecía excitarlo mas, me estaba doliendo demasiado que no pude controlar que se me salieran las lágrimas, para ese entonces yo era virgen, nunca había tenido sexo y mucho menos por detrás sólo algunos besos y bueno yo que me la pasaba picandome la cola ( masturbándome ) con los dedos, mis dildos, la regadera y verduras jeje.




Me decía:
-Te gusta putita?

-Disfrutala nena.

-Es toda tuya.

-No hay nada mejor que cogerse a una pendejita.

-Que cerraditas que son me encanta así.

Cuando la mitad de su pija estaba adentro, me tomó por la cintura, me acomodó mejor, con la parte de arriba de mi cuerpo sobre la cama boca abajo y mis piernas colgando de la cama. Sin soltarme de mi cintura me empezó a embestir, la sacaba apenas y volvía a meterla, al principio lentamente, pero fue subiendo la velocidad, no se porque lo hice pero fui contando cada vez que me embestía adentro de mi cola, fueron 26 veces.


En la embestida número 27, mi cola cedió y sentí como su pija se enterraba bien a fondo, grité muy fuerte, fue de dolor pero el susto fue peor, sentí como si algo se hubiera roto dentro mío, era un dolor insoportable, mis ojos estaban llenos de lágrimas.

Eric se tuvo que acomodar, no esperaba entrar bien adentro por lo menos en ese intento y perdió el equilibrio, aunque sin salirse de mi cola.
Apoyó su dos manos contra mis omóplatos, se terminó de acomodar, y saco su pija solo dejando su cabeza dentro y la enterró hasta el fondo, chocando su cuerpo contra mis nalgas, lo volvió a hacer una y otra vez, en un par de ocasiones su miembro salió de mi cola completamente y tuvo que volver a penetrarme, se mezclaban sus gemidos con mis gritos cada vez que la metía hasta el fondo, me asustaba que me rompiese por dentro o me perforara el intestino




Luego de varias embestidas, fueron 47 empezó a hacerlo mas fuerte y más rápido, fueron varias mas pero perdí la cuenta, sus embestidas tan violentas no dejaban cncentrarme, Eric dio un grito desgarrador, como si lo hubieran apuñalado o algo, un tipo de grito que escuchaba por primera vez y se vino dentro de mi cola, pude sentir como me llenaba en mi interior con su semen, la dejo bien en el fondo su pija, su cuerpo apretando mis nalgas con mucha fuerza, sentía su cuerpo temblar mientras vaciaba su líquido espeso en mi interior, su pene mientras vaciaba todo su líquido sentía en mi culito como se hinchaba más y palpitaba, eso se sentía muy raro, pero rico.

Su respiración estaba muy agitada, y sin moverse fue calmándose y se dejó caer sobre mi cuerpo sin sacarme su pija de mi cola, se quedó acostado sobre mi mientras acariciaba mi espalda y decía que rico está tú culito estrecho.
Su cuerpo era pesado, y me costaba respirar, podía sentir su sudor mojando mi cuerpo, y solo quería irme de ahí, alejarme de ese pervertido, aún podía sentir el olor a alcohol de su boca.

Pude sentir como su pija se achicaba dentro de mi cola hasta que dejó de estar dentro de mi interior.

No estaba segura si se había quedado dormido o solo estaba quieto, su respiración cada vez era mas relajada.

Traté de zafarme pero me fue imposible.

Tardó unos cuantos minutos hasta que se movió.

Se arrodilló en la cama, cerré mis ojos, no quería ni saber que pasaba, pero tenía la esperanza que se vaya.

Sus manos agarraron mis nalgas y las empezó a apretar, a amasar, y separaba mis nalgas, dejando bien expuesto mi ano. Estaba segura que se venía otra cogida por mi cola.

El empezó a reír mientras decía mira putita como sale la lechita de tu culo, mmmm que rico te rompí la cola que hasta te está sangrando, que rico ver como se combina mi semen con la sangre de tu colita rota.
De repente me dio vuelta, y me dejó boca arriba.

Me sacó la remera, y me dejó completamente desnuda.

Me tapé la cara con mis manos, me dio mucha vergüenza quedar tan expuesta, algo tonto, ya había usado mi boca y mi culito, y me preocupaba que se vean mis pechos, pero en ese momento no lo pude manejar.

Me separó las piernas y su cabeza se colocó entre mis piernas y comenzó a olerme mi concha, con su nariz recorría mi parte íntima y me hacía cosquillas, trataba de cerrar mis piernas pero me las abría sin dificultad, y las sujetaba tan fuerte que me lastimaba mis muslos.
Luego su lengua empezó a lamerme, la parte interna de mis muslos, se fue acercando a mi parte íntima, y lamió mis labios rosados y sin pelitos, luego su lengua se concentró en mi rayita, y la deslizaba de abajo hacia arriba entre mis labios vaginales, podía sentir como se humedecía por su saliva y creo que con mis propios fluidos.




Con una de sus manos me separó los labios vaginales y la punta de su lengua comenzó a jugar con mi clítoris, estuvo unos cuantos segundos en esa zona, y comencé a sentir por primera vez una sensación de placer única, algo que no había sentido en mi vida, mi corazón se aceleraba, me sentía agitada, y comenzaron a brotar unos gemidos de mi interior que no podía contener, eran suaves, pero me hizo poner muy colorada, sentirme así, disfrutando de lo que me estaba haciendo Eric, y me dejé llevar, solté mis gemidos y el lo notó y siguió dándome placer en esa zona, tan desconocida para mi y que no quería que acabe, cada tanto dejaba de usar su punta de la lengua y me daba una lamida completa, con toda su lengua contra mi concha y volvía a centrarse en mi clítoris, me volvía loca, y me producía arquear mi espalda y cuello hacia atrás, hasta abría lo mas que podía mis piernas, era otra persona, una que deseaba ser usada por el mejor amigo de papá.
Para mi desgracia se detuvo, y se paró entre mis piernas, su pija estaba bien dura y erecta, me parecía imponente, y no veía la hora de sentirla nuevamente dentro de mi cuerpo.

Se la sujetó con la mano derecha, la acercó a mi conchita y comenzó a frotarla contra mis labios vaginales, se sentía delicioso, cada tanto su cabeza se metía apenas entre mis labios y me hacía asustar, temía que tanta carne me lastime a mi estrecha y virgen conchita, pero a la vez la deseaba y quería saber si la soportaría y si me daría tanto placer como el sexo oral.
Se afirmó bien, empezó a hundir su miembro duro, entre mis labios vaginales, lentamente, pero sin detenerse, se lo notaba bien concentrado, empecé a sentir una molestia, y cada vez se convertía en un dolor mas intenso, pero debo reconocer que lo quería, y se sentía a la vez agradable, en un momento se detuvo la penetración pero embistió mas fuerte y sentí como su pija se abrió camino dentro de mi ser, di un grito de dolor, me dio vergüenza haber gritado tan fuerte, y Eric, se detuvo, solo por un par de segundos y la siguió hundiendo, podía sentirlo como entraba milímetro a milímetro y me encanta, y me sorprendía como estaba soportando pedazo de miembro, no la metió hasta el fondo, y comenzó a sacarla, para luego volver a meterla, las primeras veces daba un gritito ahogado, pero luego de varias veces, mis gritos se convirtieron en gemidos y Eric comenzó a penetrarme bien fuerte, en pocas embestidas ya había logrado penetrarme completamente, sus huevos chocaban contra mi cuerpo una y otra vez, su sudor caían sin parar sobre mi cuerpo y esta vez no me molestaba, la cama se fue moviendo con cada embestida, hasta que Eric dio un grito de placer, me la enterró toda y la dejo bien adentro, y sin sacarla, pude sentir como se venía dentro de mi conchita, me descargó gran cantidad de semen, no paraba de temblar y de gemir. Me tomó del cuello con su mano derecha, y me lo apretaba fuerte mientras se venía dentro.




Estaba paralizada, pero sin miedo, como si fuese una película disfrutando todo lo que sucedía, no dejaba de ver sus expresiones mientras sentía como se descargaba dentro de mi cuerpo. Creo que me dejé llevar y era como si estuviera viendo una película porno, no se sentía que fuese yo la protagonista.

Cuando terminó de descargarse, sacó su pija de mi cuerpo puede ver que la tenía cubierta de semen y sangre, me asustó un poco pero sabía que podía pasar la primera vez. Aparte pues ya también me había roto el culo y también salió sangre, sangraba de mis dos jueguitos que me habían roto

Y se recostó a mi lado, nos quedamos los dos, boca arriba mirando el techo, sin hablar, solo escuchando nuestras respiraciones agitadas.

Quería decir algo, pero tenía miedo de decir algo tonto y estropear el momento por lo que preferí callarme.

Al rato Eric se puso de costado y comenzó a acariciar mis pechos, se acercó a mi boca, sin dejar de acariciar mis pechos, tocó sus labios contra los mios, y esta vez abrí mi boca, y Eric metió su lengua, y buscó la mía y me besó, trataba de moverla también pero me sentía muy torpe por lo que dejé que el haga todo el trabajo. Terminó besando mis labios y se levantó de la cama.
Se puso el short.

- Como me dejaste la pija, pero fue la mejor cogida de mi vida.

No estoy segura, pero creo que le sonreí con mi cara enrojecida.

- Después que te fuiste me divertí con tu bikini.

No entendí que quiso decir con eso, en ese momento.

- Tienes tangas usadas?

- Si, en el cajón de abajo. Le respondí como si nada, como si fuese algo normal, aunque no sabía para que la quería.

Se lo puso a revisar, buscó entre un par de tangas, las olió, y tomó una, era rosa lisa, no era de mis mejores tanguitas.

- Me la regalas?

- Si, le dije. Aunque pensé en mamá que me lavaba la ropa si se daría cuenta que me falta una.

- Gracias.

Se fue caminando, sujetándose la pija por sobre el short, no sabía si le dolía o se estaba acomodando.

Cerró la puerta y me levante, estaba como emocionada, me sentía bastante adolorida, sobre todo mi cola, mi abdomen también me dolía demasiado, pero no me importaba, pensaba en la próxima vez que venga Eric y que me haría o enseñaría, hasta la noche del Domingo era una virgen, sin deseo ni nada, y ahora solo deseaba seguir teniendo sexo y ser usada por todos mis huequitos.

Me vi en el espejo, estaba toda despeinada, y con varios moretones en mis muslos, mis nalgas y brazos, chupetones en las bubis. Además tenía rastros de sangre en mis labios vaginales, en la entrada de mi culito y entre mis muslos. Y me encantaba, me sentía como su putita.
Les dejo una foto que me tomé ese día con mis nalgas moradas de los azotes que me dió, espero les guste y me dediquen unas cuantas lechadas.


Sentía su leche dentro de mí, alguna de ella saliendo y escurriendo por mis piernas, me excitaba como se sentía su leche transcurriendo por mis muslos

Me limpié con una toalla, pensé en bañarme pero quería sentir su aroma en mi cuerpo y su semen dentro de mí un poco mas, me peiné y me vestí con una calza negra y una remera manga larga rosa, mas que nada para cubrir los moretones y las marcas que me había dejado.

Al rato escuché el auto de papá llegando, y entró Eric apurado a mi cuarto.
- Para tí, lo traje de Cuba que no lo vean tus padres. Quizás me puedas invitar luego.

Lo escondí rápido en la cajonera, no sabía que era, estaba en una caja de regalo.

Mis padres trajeron comida hecha, para el almuerzo, nos sentamos los cuatro en la mesa, me senté sobre una de mis nalgas y cruzada de piernas, porque me dolía bastante la cola, era un dolor muy intenso, parecía que me la había desgarrado, dependiendo como me sentaba. Pasamos un muy buen momento, Eric podía esconder increíblemente bien sus dos personalidades no dejaba de mirarlo, era el mejor amigo de papá, y por otro lado disfrutó a su hija como quiso y ahí estaba sentado con mis padres y conmigo como si nada.
Después del postre me fui de la mesa porque seguía muy adolorida, y me sentía empapada mi entrepierna.

Me estaba por ir a duchar pero vi la cama tan tentadora, que dije, cinco minutos y me baño.

Me acosté boca abajo y me perdí el conocimiento.

Me desperté atontada, escuché gritar a mamá como nunca, escuchaba otras voces, no entendía nada, no sabía si seguía durmiendo o que pasaba, me levanté de la cama, mientras iba a la puerta, me detuve.

Se habrá enterado mamá de lo que pasó, me pregunté. Se me hizo un nudo en el estomago, y perdí el equilibrio, se me aflojaron las piernas y caí sentada contra el suelo.

Me quería matar, de fondo escuchaba a mis padres, a Eric, discutiendo, gritando sobre todo mamá que se la escuchaba desquiciada. Que van a pensar mis padres de mi, mi papá va a pensar que soy una puta. Fue el peor momento de mi vida.
Escuché un portazo y volvió el silencio.

No me animaba a salir.

Me recosté y pensé que decir, como defenderme, negar todo.

Hasta que entró mamá con cara de loca.

- Pasó algo con Eric, te hizo algo, te hizo sentir incómoda, algo raro hizo?

- Que me estas preguntando? No te entiendo ma. No pasó nada, me trató como siempre.

Mi mamá respiro, se la notaba muy aliviada.

- Segura hija?

- Si ma, todo bien. Que pasó con Eric?

- Nada hija, discutió con tu padre, nada grave.

Me dio un beso y se fue, seguramente a contarle a mi papá.
Me recosté, traté de pensar como se habían dado cuenta o si fue otra cosa, o tal vez hice algo mal y lo descubrieron por mi culpa.

Pasaron los días, había un ambiente muy raro en casa. Pero seguían sin decirme nada.

Finalmente tuve una idea, y le revisé el celular a mis padres, del de papá no descubrí nada, había audios de Eric pero llegaban hasta el Domingo a la tarde que le avisaba que llegaba esa noche.

Pero en el celular de mamá estaba la respuesta.

Su mejor amiga Carla, que también es mi Madrina, era con la que compartía todo, se la pasaban hablando día y noche, se contaban todo, asi que no dudé y me puse a escuchar sus audios de mensajería.

En los audios, se escuchaba a mamá llorando, arrepentida de haberme dejado sola con Eric, hizo una introducción muy larga, culpándose de lo que pudo haber ocurrido, de lo mala madre que era, ……………………………………….. no les quiero mentir pero era un audio de unos 15 o 20 minutos por lo menos, igual era común que mamá haga mensajes largos con Carla, y ella respondía igual.
Hasta que finalmente le contó que había descubierto en su cuarto bajo las sábanas una tanga mía, cuando fue a limpiar su cuarto, la que le había dado hacía pocas horas, y lo peor era que había acabado en esta, aún estaba pegoteada con su semen decía mi mamá indignada y asqueada.

Le siguió contando que no me había hecho nada, pero estaba segura, que en unos días terminaba violada por el.

Me hizo sentir muy buena actriz, y eso que no tuve tiempo de prepararme.

Sentí un gran alivio que no fue mi culpa, aunque me seguía sintiendo mal por Eric y el momento que pasó.
Ya en mi cuarto, trabé la puerta, saqué la caja que me regaló Eric y la abrí. Había una botella de licor, la cual nunca abrí la escondí y me la guardé de recuerdo y adentro había un papel doblado, con varios billetes, dólares estadounidenses, eran 1000 en total, dentro, aunque fue lo que menos me importó.

El papel doblado tenía escrito algo a mano que decía:

“Para mi putita especial, probé muchas putas en mi vida pero eres única, nunca pagué tanto por una, es mi forma de decir que eres la mejor”. Tu primer hombre.

Me excito, si bien no sabía si era verdad, o se lo decía a todas, decidí creerle. Me apoyé la carta contra el pecho. Me recosté en la cama. Me puse de costado sobre mi hombro izquierdo, metí mi mano derecha bajo mi tanga y me di placer pensando en el y como me había cogido .

Espero que les haya gustado como me convirtieron en putita, después de ahí no paré de probar penes.