Ésta segunda parte del relato también es real.
Cómo les conté en la primera parte, empecé a frecuentar la ferretería donde paso momentos morbosos de calentura.
Muchas de las veces que voy a la ferretería no voy a comprar nada pero igualmente me atienden con mucha gentileza y me hacen pasar a la parte de atrás del negocio.
El pendejo que me vuelve loca de calentura ya es un garche permitido por mí marido, así que no solamente puedo ir a verlo al negocio sino que tiene autorización para ir a cogerme en casa esté mí marido o no.
Este relato podría tener 100 partes si contara por ejemplo los tríos, las deliciosas doble penetración que me hacen pero ahora me voy a centrar en el pendejo y su compañero.
Ambos son los únicos dos empleados, como ya les conté uno tiene 27 y su compañero 30. Éste último está de novio, quiso ser fiel, pero la tentación no se lo permite.
Un día voy a la ferretería, trato de ir cuando están por cerrar, ya sea en la siesta o en la noche. Un día llego, los saludo a ambos, el pendejo pone carita de felicidad ya que sabía a qué iba y me hace pasar hacia la parte de atrás diciéndole al compañero que siguiera él atendiendo ya que yo iba a buscar el pedido que "estaba cargado" en el fondo. Obviamente cuando ya no estaba a la vista de las dos personas que quedaban por atender me empieza a comer la boca, a manosear el culo y a decirme que estuvo toda la tarde con la pija dura esperándome.
Apenas toco su pija por sobre el pantalón noto una terrible erección, meto la mano dentro del pantalón y mientras lo beso le toco la verga, se la saco, me agacho y empiezo a chuparle la pija, él me agarra la cabeza y como sabe que es algo que me encanta, comienza a dirigir la mamada.
Mientras yo le chupaba la pija desde los huevos hasta la cabeza, en momentos lo masturbaba mientras le chupaba los huevos, su compañero se encargaba de cerrar el negocio. Cuando va a la parte de atrás y me ve chupándole la pija, no pudo evitar calentarse. Lo miré y le dije: "vení, acércate".
Con una sonrisa maliciosa se acerca y saca su pija, ya la tenía erecta y debo decir de buen tamaño.
Empecé a chuparle la pija mientras pajeaba al pendejo, después alternaba, acercaban las pijas para que pudiera chuparlas juntas.
Yo ya estaba muy caliente y se vió reflejado en la humedad de mí concha.
Me levanto y uno me baja la calza y la tanga hasta las rodillas, toca mí concha y al notarla muy lubricada mete dos de sus dedos, los sacó y se los chupa saboreando mis fluidos.
En ese momento la calentura de los 3 era tal, que se reflejaba en nuestra respiración, nos comíamos la boca, me chupaban y manoseaban mis tetas y mí culo.
El pendejo hace que me agache y me apoye en el escritorio, yo hago caso, pero también arqueo la espalda y paró bien el culo para que ellos tengan mejor vista.
Siento como me empieza a pasar la lengua por mí concha y mí culo dejando todo bien mojado y dándome besitos en la entrada de mí culo.
Agarra su verga desde el tronco y comienza a pasarla por mi concha y el culo.
El compañero va al otro lado del escritorio y pone la verga en mí boca,mientras el pendejo seguía haciéndome desear pasando su pija.
Comienzo a chupar esa tranca que estaba enfrente mío, cuando siento como empiezan a llenarme la concha, mientras me daba por atrás me escupía en el culo y me metía un dedo en el orto, en un momento saca la pija de mi concha, la dirige a la entrada de mí culo y comienza a hacer presión, yo sentía delicioso, hasta que logró meter la cabeza y la fue incrustando de a poco hasta tenerla toda en el interior de mí culo. Comienza a darme de menos a más, el pendejo me estaba cogiendo de una manera desesperada dándome tan fuerte que se corría el escritorio y acompañaba su brutal movimiento con cachetones en mí culo.
Mientras yo estaba extasiada por cómo me estaban rompiendo el culo, el compañero me saca la pija de la boca, me agarra del pelo y me dice al oído: "también te la voy a meter por el culo y te lo voy a llenar de leche por qué mí novia no me deja que se lo haga y me voy a desquitar con vos.
Ya a esa altura me trataban como a una puta barata, cómo si fuera su depósito de semen y me encantaba.
El pendejo acaba adentro mío descargando muchísima leche y le deja paso al compañero quién aprovecha la lubricación de la leche de su amigo, me agarra fuerte se la cintura y me penetra hasta el fondo golpeando su pelvis contra mí culo, este me agarra del pelo mientras me dan por atrás sin compasión, también me manosea las tetas.
Después de bombear no aguantó más y me llenó de semen el culo, gimiendo y gritando del placer que le daba descargar sus huevos adentro mío.
Se sale se limpian los dos, se ríen y hacen comentarios mientras que yo estaba tendida sobre el escritorio, tratando de recuperarme, el semen escurría por mis piernas que quedaron temblando.
Después de tremenda cogida, nos despedimos. El pendejo se fue a su casa, el compañero a ver a su novia y yo me fui feliz a casa, con el culo abierto y lleno de leche, donde me esperaba mí marido quien no me iba a poder coger esa noche por el orto ya que había tenido demasiado por esa noche.
Cómo les conté en la primera parte, empecé a frecuentar la ferretería donde paso momentos morbosos de calentura.
Muchas de las veces que voy a la ferretería no voy a comprar nada pero igualmente me atienden con mucha gentileza y me hacen pasar a la parte de atrás del negocio.
El pendejo que me vuelve loca de calentura ya es un garche permitido por mí marido, así que no solamente puedo ir a verlo al negocio sino que tiene autorización para ir a cogerme en casa esté mí marido o no.
Este relato podría tener 100 partes si contara por ejemplo los tríos, las deliciosas doble penetración que me hacen pero ahora me voy a centrar en el pendejo y su compañero.
Ambos son los únicos dos empleados, como ya les conté uno tiene 27 y su compañero 30. Éste último está de novio, quiso ser fiel, pero la tentación no se lo permite.
Un día voy a la ferretería, trato de ir cuando están por cerrar, ya sea en la siesta o en la noche. Un día llego, los saludo a ambos, el pendejo pone carita de felicidad ya que sabía a qué iba y me hace pasar hacia la parte de atrás diciéndole al compañero que siguiera él atendiendo ya que yo iba a buscar el pedido que "estaba cargado" en el fondo. Obviamente cuando ya no estaba a la vista de las dos personas que quedaban por atender me empieza a comer la boca, a manosear el culo y a decirme que estuvo toda la tarde con la pija dura esperándome.
Apenas toco su pija por sobre el pantalón noto una terrible erección, meto la mano dentro del pantalón y mientras lo beso le toco la verga, se la saco, me agacho y empiezo a chuparle la pija, él me agarra la cabeza y como sabe que es algo que me encanta, comienza a dirigir la mamada.
Mientras yo le chupaba la pija desde los huevos hasta la cabeza, en momentos lo masturbaba mientras le chupaba los huevos, su compañero se encargaba de cerrar el negocio. Cuando va a la parte de atrás y me ve chupándole la pija, no pudo evitar calentarse. Lo miré y le dije: "vení, acércate".
Con una sonrisa maliciosa se acerca y saca su pija, ya la tenía erecta y debo decir de buen tamaño.
Empecé a chuparle la pija mientras pajeaba al pendejo, después alternaba, acercaban las pijas para que pudiera chuparlas juntas.
Yo ya estaba muy caliente y se vió reflejado en la humedad de mí concha.
Me levanto y uno me baja la calza y la tanga hasta las rodillas, toca mí concha y al notarla muy lubricada mete dos de sus dedos, los sacó y se los chupa saboreando mis fluidos.
En ese momento la calentura de los 3 era tal, que se reflejaba en nuestra respiración, nos comíamos la boca, me chupaban y manoseaban mis tetas y mí culo.
El pendejo hace que me agache y me apoye en el escritorio, yo hago caso, pero también arqueo la espalda y paró bien el culo para que ellos tengan mejor vista.
Siento como me empieza a pasar la lengua por mí concha y mí culo dejando todo bien mojado y dándome besitos en la entrada de mí culo.
Agarra su verga desde el tronco y comienza a pasarla por mi concha y el culo.
El compañero va al otro lado del escritorio y pone la verga en mí boca,mientras el pendejo seguía haciéndome desear pasando su pija.
Comienzo a chupar esa tranca que estaba enfrente mío, cuando siento como empiezan a llenarme la concha, mientras me daba por atrás me escupía en el culo y me metía un dedo en el orto, en un momento saca la pija de mi concha, la dirige a la entrada de mí culo y comienza a hacer presión, yo sentía delicioso, hasta que logró meter la cabeza y la fue incrustando de a poco hasta tenerla toda en el interior de mí culo. Comienza a darme de menos a más, el pendejo me estaba cogiendo de una manera desesperada dándome tan fuerte que se corría el escritorio y acompañaba su brutal movimiento con cachetones en mí culo.
Mientras yo estaba extasiada por cómo me estaban rompiendo el culo, el compañero me saca la pija de la boca, me agarra del pelo y me dice al oído: "también te la voy a meter por el culo y te lo voy a llenar de leche por qué mí novia no me deja que se lo haga y me voy a desquitar con vos.
Ya a esa altura me trataban como a una puta barata, cómo si fuera su depósito de semen y me encantaba.
El pendejo acaba adentro mío descargando muchísima leche y le deja paso al compañero quién aprovecha la lubricación de la leche de su amigo, me agarra fuerte se la cintura y me penetra hasta el fondo golpeando su pelvis contra mí culo, este me agarra del pelo mientras me dan por atrás sin compasión, también me manosea las tetas.
Después de bombear no aguantó más y me llenó de semen el culo, gimiendo y gritando del placer que le daba descargar sus huevos adentro mío.
Se sale se limpian los dos, se ríen y hacen comentarios mientras que yo estaba tendida sobre el escritorio, tratando de recuperarme, el semen escurría por mis piernas que quedaron temblando.
Después de tremenda cogida, nos despedimos. El pendejo se fue a su casa, el compañero a ver a su novia y yo me fui feliz a casa, con el culo abierto y lleno de leche, donde me esperaba mí marido quien no me iba a poder coger esa noche por el orto ya que había tenido demasiado por esa noche.
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