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El primer trio con mi mujer

Mi primera experiencia de trio con mi mujer fue bastante loca.
Siempre tuvimos buen sexo y como parte de los juegos hablábamos de la posibilidad de sumar a uno más. Reconozco que me exitaba la idea y en cierta manera era una forma de "pagar" mis miles de infidelidades.
La cuestión es que un día probamos teniendo sexo adelante de mi compadre, el no participó y lo único que hizo fue verle y sentir con la mano la conchita húmeda de ella. Al tiempo la idea empezó a tomar más fuerza y quedamos en que ella buscara un posible tercero.
Así fue como eligió a un conocido, más amigo de ella que mio, no me cerraba del todo pero el trato estaba hecho, así que había que seguir. 
Tuvo varios encuentros con el en su oficina y le fue insinuando cosas, como para ver que decía y en uno de esos encuentros, en lo que yo no participaba, ella me contó que transaron y se metieron mano. Y en otro siguiente ella le hizo un pete (de acuerdo a lo que me contó el solo le chupo las tetas y le metió la mano debajo del pantalón, pero no garcharon) no era el trato, me sentía como un boludo porque estaba aceptando algo y estaba sucediendo otra cosa, pero me la banque.
Paso un tiempo y no se concretaba el trio, hasta que un día, yo estaba en el trabajo, mi mujer había salido con una amiga al centro y antes de que yo saliera me mando un mensaje diciendo que iba a la oficina del elegido y un rato más tarde me mandó otro diciendo que había aceptado la propuesta y que me iban a pasar a buscar. Sentí una sensación rara, entre extinción y nervios, pero teniendo en cuenta que si no me iba, ellos iban a terminar garchando (si es que ya no lo habían hecho) dije que sí. 
Como a la media hora me pasaron a buscar y fuimos a un telo.
Al principio era todo como muy raro, tenso. Decidí pedir una birra y fui a buscarla cuando la acercaron a la ventana y ellos quedaron sentados en la cama. Traje la birra, me prendí un pucho y la veo a ella que comienza a sacarse la camisa y quedo con el corpiño blanco, el flaco la comía con la vista, aunque no se soltaba. Yo los miraba y no puedo negar que estaba muy editado, aun con ropa.
La de la iniciativa fue ella. Se acercó al loco, le sacó la remera, me miró, como para saber que hacía y aproveche para tomar un trago de birra y hacerle un gesto cómplice como para que siguiera. 
Entendió al toque si empezó a desabrocharle el cinto. El loco seguía duro, sin hacer nada, entonces aproveche para darle un poco de birra y acercarme. 
Aproveche que ya estaba al lado de ellos y le desprendi el corpiño, quedo en tetas y ahí el invitado empezó a reaccionar. Le agarro las tetas mientras yo le desabrochaba el botón del.pantalon a mi mujer y le metía la mano para ver como estaba. Mojada era decir poco. Hacía mucho que no sentía tanta humedad entre las piernas, al punto que la tanga está estaba empapada. 
Me saque la remera mientras el loco le chupaba las tetas y ella metía mano en su pija. 
Sola se saco el pantalón, quedo con la tanga super mojada y le empezó a sacar el pantalón al flaco y viendo eso yo aproveche y quede en boxer también. 
Ella se acomodo en la cama de manera que nos tenía a los dos al alcance y casi al instante nos manoteo las pijas y las empezó a chupar. Al amigo no se le terminaba de parar la chota, su cara decía que lo estaba disfrutando pero no reaccionaba del todo, como si aun tuviera vergüenza. A mi la chota me latía muuuucho y la tenía durisima. 
Mientras ella se tragaba la pija de su amigo yo le saque la tanga y me metí entre las piernas a chuparle la concha. Era increíble sentir tanta humedad y calentura, mi señora estaba en llamas, yo en llamas y el flaco no terminaba de arrancar. 
Así estuvimos un rato, y al ver que no terminaba de exitarse el loco, les dije, quieren que los deje un ratito. Mi mujer me dijo que si con la cabeza en la pija de él y el flaco también asintió con la cabeza sin emitir sonido.
Me corrí, me senté con la birra, un pucho y la chota como roca a unos cinco metros. Los miraba y fue casi automático darme cuenta que al chabon se le comenzaba a parar la pija (entre nosotros, era normalito normalito, nada de otro mundo).
Como para no cagarla, los deje que siguieran. Yo estaba disfrutando mucho ver como ella disfrutaba del momento y como estaban a nada de coger. A esa altura mucho no me importaba participar, yo quería que ella gozara.
Minutos más tarde el flaco comenzó a chuparle la concha, abriendole las piernas y metiendole los dedos hasta el fondo. Mi señora gemia y se retorcía de placer.
Salió de entre las piernas, se puso un forro y la comenzó a garchar. Ella boca arriba, el agarrando las piernas le entraba duro y ella ya no gemia, emitía gritos de placer. Yo los miraba y me agarraba la chota que me iba a explotar. 
Cambiaron de posición. Ella se subió, dándole la espalda y mirándome a mi. Se agachaba, le mostraba el culo y él la agarraba de la cintura y la empujaba con fuerzas hacia abajo. La puso de cuatro. Ella levantó el ojete y se recostó en la cama. A cada embestida soltaba un gritito. Mi señora había acabado como tres veces. Así un par de minutos hasta que el loco acabó y mi mujer sintió eso y le empezó a mover el culo como para que siguiera. No pudo, pero al darse cuenta de esto ella se dio vuelta le sacó el forro y le volvió a chupar la chota, ahora con leche recién salida. Yo seguía mirando y tocándome. Después de un buen pete le volvió a hacer parar la pija. Se puso boca abajo levanto un poquito el orto y volvió a entrar. Le pidió que le lubricara el culo y que si quería se la meta despacito. Yo escuchaba, miraba y seguía hiper exitado y disfrutando de ver como la versión más puta de mi mujer le estaba pegando terrible cogida a su amigo.
Se la fue metiendo despacio hasta que le entró toda. El le daba por el culo y ella metió las manos por debajo y se tocaba la concha, gemia como loca y metía la cabeza entre las almohadas. Sin forro le lleno el culo de leche y ella quedó ahí tirada, boca abajo, cansada y satisfecha. Y yo cuando entro se preguntarán. No entre, ni me termine de pajear, ni nada. Solo los miré me conforme con el pete del principio, la chupada de concha y verla gozar como yegua.
Al rato ella se levantó, me miró y me dijo "no te imaginas lo que disfrute y te agradezco que me hayas dejado hacerlo, sin ponerte celoso y dándome espacio. Te prometo que la próxima vos vas a estar adentro mío". La miré y le dije que yo la acompañaba en lo que quisiera hacer.
Así fue como ella se fue a bañar, el loco la acompañó. Yo los miraba, me fume otro pucho, pedí otra birra. Nos quedamos un rato. Hablando de la vida misma y quedamos en que otro día lo íbamos a repetir, algo que nunca pasó, aunque vinieron otros trios que fueron épicos también, pero como ese primero no hubo otro igual. Por muchas cosas, pero principalmente porque mi mujer me mostró su versión más perra y se animo a mucho más a partir de ese día.

Acá dejo dos fotos de mi mujer
PD: espero que les guste y comenten
El primer trio con mi mujer
argentina

3 comentarios - El primer trio con mi mujer

AlfredoLeg +1
Hermosa puta!! Te felicito!! +10👏👏
Porongon327 +1
Muy buen relato, hermosa tu mujer, cuando gusten hacer un buen trio nos contactamos