Bueno, mi nombre es Leandro, tengo 32 años y soy de una ciudad no muy grande del interior del país. Hace 7 años estoy de novio con Flor, el amor de mi vida y una putita insaciable que hace ya un tiempo largo no aguantó y me dijo que me amaba, pero que necesitaba otras pijas. En este camino, tengo muchas historias que quiero ir largando de a poco.
Les cuento un poco como es Flor, ella ahora tiene 27 años, es una mina re piola y siempre buena onda con todo el mundo. Si a esto le agregamos una cara de viciosa increíble, dos tetas naturales impresionantes (redonditas, grandes sin exagerar), una colita chiquita pero hermosa y todo esto contenido en apenas 1.60, se imaginarán. Además es morochita y le encanta andar bronceada. Es lo que por acá llamarían una mina de barrio.
Esta historia es de cuando fuimos a un camping en un pueblito de Entre Ríos, allá por el verano de 2016. Super enamorados, agarramos el auto en pleno enero y nos fuimos, en carpa, a pasar al menos una semanita lejos del ruido y de todo.
Cabe decir que aunque por aquella época yo ya había sido cornudo a pedido de ella (en otro episodio tal vez cuente sobre los inicios), no hubo en los días previos al viaje ninguna insinuación por parte de ella de que quería "portarse mal".
Así que bueno, viajamos tranqui y cerca del mediodía llegamos al camping que habíamos visto por Internet, pasamos por administración y todo lo de rutina hasta que elegimos nuestra parcela, armamos la carpa y desarmamos los bolsitos. Ella iba "normal" con un vestidito de verano floreado, estaba hermosa pero no puta (aún).
Estábamos algo cansados así que nos metimos a la carpa a dormir una siesta que se hizo bastante larga, ella para no sufrir tanto el calor se quedó en bolas y yo lo mismo pero no hubo intenciones de coger, la verdad es que ambos insisto veníamos cansados y la siesta se nos hizo larga. Elegimos un buen lugar, con sombra y al lado de una mesita y un asador, típico de camping.
A la tardecita nos levantamos y vimos que en la parcela de al lado se había instalado un grupito de tres pibes. A mí el morbo ya se me había despertado pero no me gustaba empujar a Flor a nada, todo lo contrario, ella le gusta sorprenderme y se enoja si la presiono. Le gusta ser naturalmente puta. Así que hicimos la nuestra y nadie dijo nada. Apenas si saludamos a los pibes, y yo me fui a comprar unas cosas a la proveduría para hacer un asadito a la noche.
Cuando volví Flor estaba charlando amistosamente con los pibes. Por supuesto. Nada fuera de lugar, de dónde eran, cuántos días se quedaban, etcétera. La verdad es que eran muy buena onda, tenían guitarra y se ofrecieron para lo que necesitemos, etc. Ella seguía con el vestidito floreado.
Yo arranqué el fuego, ya se hacía de noche y los pibes preguntaron si podían sumarse, que ellos tenían para tirar a la parrilla y que era al pedo armar dos fuegos. Ok perfecto. Además arrimaron un fernet, coca y hielo, el hielo en el camping es muy importante. Y así con buena onda nos pusimos a escabiar los cinco. Insisto hasta acá no había insinuación de nada raro por parte de mi novia.
Mientras iban corriendo los fernet y la charla de fútbol y otras cosas, Flor me dice "amor, me voy a bañar, ya vuelvo sabés?" y se va a las duchas con un pequeño bolsito con toalla, ropa y demás. Yo seguí en la mía, haciendo el fuego y con los muchachos que si a alguien le interesa el dato, estaban todos en cuero y malla. Yo también.
Flor habrá tardado unos 20 minutos pero volvió... Despampanante. Tenía el pelito mojado, obvio, y se había puesto un short de jean ajustadísimo, y arriba una remera blanca, nada raro pero... Claramente sin corpiño. Muy claramente. Se notaba la caída natural de sus tetas y, haciendo apenas un poco de fuerza con la vista, el contorno de sus pezoncitos marrones claros. Me da un pico y se suma a la mesita.
Yo noté que las miradas de los tres, y el semblante, cambiaron, ya se habían dado cuenta que Flor era una bestia que emanaba sexualidad de todos sus poros. Y ella también lo sabía, la conozco lo suficiente para darme cuenta que ya la situación le empezaba a calentar un poquito, estando ahí entre tantos machos.
Fernet va y viene, la pasamos realmente muy bien, comimos y noté que ella había pegado onda con uno en particular, Nico. Nico tenía 28 años, era porteño, flaco alto de barbita, pelo corto algo enrulado. Mientras comíamos estaba sentado al lado de Flor y había muy buena sintonía entre ellos, risas y demás.
En la sobremesa además uno de los pibes armó un porro y nos pusimos a fumar. La situación no se picó mucho, excepto cuando ellos empezaron a joder que seguramente nosotros íbamos a coger y que ellos nada, etcétera. La típica. A lo que simplemente nos reímos.
Yo esperaba que Flor me dijera la posta pero la verdad es que no me tiró ni un centro, aunque yo sabía que gustaba de Nico. Lo que sí hizo en un momento fue poner a secar la tanguita que había lavado en las duchas arriba de nuestra carpa. Una tanga de guerra tremenda, blanquita, ahí a la vista de todos. Estoy seguro que lo hizo a propósito. Mientras, cada vez que se movía o iba al baño el bamboleo de sus tetas era hipnótico para todos los presentes.
En fin, les juro que no pasó más nada durante ese asado y post asado. Con Flor nos fuimos a dormir y estábamos tan borrachos y cansados otra vez que ni intentamos coger, al menos yo no lo hice. También quería ponerla a prueba, ver y saber si ella estaba caliente. Pero no. Nos quedamos dormidos.
Hasta que en un momento de la noche, esa primera noche en el camping, me desperté y me di cuenta que Flor no estaba en la carpa. Se me paralizó el corazón. No supe qué hacer. Me imaginé "lo peor" y también pensé que simplemente podría haber ido al baño, y eso era todo. Pero pasaban los minutos, que yo registraba en la pantalla de mi celular, y ella no aparecía. El celular de ella estaba dentro de la carpa también.
En total pasaron más de 25 minutos. Cuando escuché pasos y me di cuenta que estaba regresando, me hice el dormido. No sé por qué. Me di vuelta contra un costado y me hice el dormido. Ella entró, se me tiró encima y echándome el aliento en la cara, dijo algo que nunca olvidaré: "Amor, sentís el aliento? Me acabo de tomar toda la lechita".
Me di vuelta desesperado, ya claramente despierto, ella se rió, me empezó a chapar a lo loco y mientras tanto me hizo una paja. Me acabé en cuestión de minutos. Tenía puesta la ropa de la noche, a pesar de que se acostó en bolas. "Mañana te cuento todo, amor", me dijo mientras limpiaba mi leche con papel higiénico. Se rió, y pidió: "ahora quiero dormir, sí? Después te cuento bien". No me quedó otra que intentar dormir, aunque no pude, y tuve que levantarme a hacerme una paja en el baño del camping, mientras ella dormía plácidamente.
Les cuento un poco como es Flor, ella ahora tiene 27 años, es una mina re piola y siempre buena onda con todo el mundo. Si a esto le agregamos una cara de viciosa increíble, dos tetas naturales impresionantes (redonditas, grandes sin exagerar), una colita chiquita pero hermosa y todo esto contenido en apenas 1.60, se imaginarán. Además es morochita y le encanta andar bronceada. Es lo que por acá llamarían una mina de barrio.
Esta historia es de cuando fuimos a un camping en un pueblito de Entre Ríos, allá por el verano de 2016. Super enamorados, agarramos el auto en pleno enero y nos fuimos, en carpa, a pasar al menos una semanita lejos del ruido y de todo.
Cabe decir que aunque por aquella época yo ya había sido cornudo a pedido de ella (en otro episodio tal vez cuente sobre los inicios), no hubo en los días previos al viaje ninguna insinuación por parte de ella de que quería "portarse mal".
Así que bueno, viajamos tranqui y cerca del mediodía llegamos al camping que habíamos visto por Internet, pasamos por administración y todo lo de rutina hasta que elegimos nuestra parcela, armamos la carpa y desarmamos los bolsitos. Ella iba "normal" con un vestidito de verano floreado, estaba hermosa pero no puta (aún).
Estábamos algo cansados así que nos metimos a la carpa a dormir una siesta que se hizo bastante larga, ella para no sufrir tanto el calor se quedó en bolas y yo lo mismo pero no hubo intenciones de coger, la verdad es que ambos insisto veníamos cansados y la siesta se nos hizo larga. Elegimos un buen lugar, con sombra y al lado de una mesita y un asador, típico de camping.
A la tardecita nos levantamos y vimos que en la parcela de al lado se había instalado un grupito de tres pibes. A mí el morbo ya se me había despertado pero no me gustaba empujar a Flor a nada, todo lo contrario, ella le gusta sorprenderme y se enoja si la presiono. Le gusta ser naturalmente puta. Así que hicimos la nuestra y nadie dijo nada. Apenas si saludamos a los pibes, y yo me fui a comprar unas cosas a la proveduría para hacer un asadito a la noche.
Cuando volví Flor estaba charlando amistosamente con los pibes. Por supuesto. Nada fuera de lugar, de dónde eran, cuántos días se quedaban, etcétera. La verdad es que eran muy buena onda, tenían guitarra y se ofrecieron para lo que necesitemos, etc. Ella seguía con el vestidito floreado.
Yo arranqué el fuego, ya se hacía de noche y los pibes preguntaron si podían sumarse, que ellos tenían para tirar a la parrilla y que era al pedo armar dos fuegos. Ok perfecto. Además arrimaron un fernet, coca y hielo, el hielo en el camping es muy importante. Y así con buena onda nos pusimos a escabiar los cinco. Insisto hasta acá no había insinuación de nada raro por parte de mi novia.
Mientras iban corriendo los fernet y la charla de fútbol y otras cosas, Flor me dice "amor, me voy a bañar, ya vuelvo sabés?" y se va a las duchas con un pequeño bolsito con toalla, ropa y demás. Yo seguí en la mía, haciendo el fuego y con los muchachos que si a alguien le interesa el dato, estaban todos en cuero y malla. Yo también.
Flor habrá tardado unos 20 minutos pero volvió... Despampanante. Tenía el pelito mojado, obvio, y se había puesto un short de jean ajustadísimo, y arriba una remera blanca, nada raro pero... Claramente sin corpiño. Muy claramente. Se notaba la caída natural de sus tetas y, haciendo apenas un poco de fuerza con la vista, el contorno de sus pezoncitos marrones claros. Me da un pico y se suma a la mesita.
Yo noté que las miradas de los tres, y el semblante, cambiaron, ya se habían dado cuenta que Flor era una bestia que emanaba sexualidad de todos sus poros. Y ella también lo sabía, la conozco lo suficiente para darme cuenta que ya la situación le empezaba a calentar un poquito, estando ahí entre tantos machos.
Fernet va y viene, la pasamos realmente muy bien, comimos y noté que ella había pegado onda con uno en particular, Nico. Nico tenía 28 años, era porteño, flaco alto de barbita, pelo corto algo enrulado. Mientras comíamos estaba sentado al lado de Flor y había muy buena sintonía entre ellos, risas y demás.
En la sobremesa además uno de los pibes armó un porro y nos pusimos a fumar. La situación no se picó mucho, excepto cuando ellos empezaron a joder que seguramente nosotros íbamos a coger y que ellos nada, etcétera. La típica. A lo que simplemente nos reímos.
Yo esperaba que Flor me dijera la posta pero la verdad es que no me tiró ni un centro, aunque yo sabía que gustaba de Nico. Lo que sí hizo en un momento fue poner a secar la tanguita que había lavado en las duchas arriba de nuestra carpa. Una tanga de guerra tremenda, blanquita, ahí a la vista de todos. Estoy seguro que lo hizo a propósito. Mientras, cada vez que se movía o iba al baño el bamboleo de sus tetas era hipnótico para todos los presentes.
En fin, les juro que no pasó más nada durante ese asado y post asado. Con Flor nos fuimos a dormir y estábamos tan borrachos y cansados otra vez que ni intentamos coger, al menos yo no lo hice. También quería ponerla a prueba, ver y saber si ella estaba caliente. Pero no. Nos quedamos dormidos.
Hasta que en un momento de la noche, esa primera noche en el camping, me desperté y me di cuenta que Flor no estaba en la carpa. Se me paralizó el corazón. No supe qué hacer. Me imaginé "lo peor" y también pensé que simplemente podría haber ido al baño, y eso era todo. Pero pasaban los minutos, que yo registraba en la pantalla de mi celular, y ella no aparecía. El celular de ella estaba dentro de la carpa también.
En total pasaron más de 25 minutos. Cuando escuché pasos y me di cuenta que estaba regresando, me hice el dormido. No sé por qué. Me di vuelta contra un costado y me hice el dormido. Ella entró, se me tiró encima y echándome el aliento en la cara, dijo algo que nunca olvidaré: "Amor, sentís el aliento? Me acabo de tomar toda la lechita".
Me di vuelta desesperado, ya claramente despierto, ella se rió, me empezó a chapar a lo loco y mientras tanto me hizo una paja. Me acabé en cuestión de minutos. Tenía puesta la ropa de la noche, a pesar de que se acostó en bolas. "Mañana te cuento todo, amor", me dijo mientras limpiaba mi leche con papel higiénico. Se rió, y pidió: "ahora quiero dormir, sí? Después te cuento bien". No me quedó otra que intentar dormir, aunque no pude, y tuve que levantarme a hacerme una paja en el baño del camping, mientras ella dormía plácidamente.
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