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Nuestra historia - Cap. V

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Continuamos con la historia, gracias por el tiempo y los puntos!

Daniela era la bartender de un bar que empezamos a frecuentar, solíamos ir los viernes para relajar de toda la semana, conocer gente nueva y volver a casa con muchas ganas de comernos. Mariel se vestía muy puta, le invitaban tragos, le decían cosas y cuando llegábamos a nuestra casa, estaba hecha un fuego. Yo me divertía con éste juego aunque era bastante peligroso. Daniela empezó a regalarnos tragos, nos avisaba de eventos especiales, nos invitó cuando participó y ganó un concurso del mejor bartender del país. La final fue en Rosario, nos hospedamos en el mismo hotel y para festejar nos invitó a su habitación, que al ser paga por los organizadores del concurso, era bastante más grande que la nuestra. Esa noche tomamos mucho champagne, comimos unas frutillas deliciosas, y entre las burbujas y lo afrodisíaco de las fresas, nos desatamos. Ella era hermosa, unos pechos deliciosos, muy grandes, naturales, el culo no era tan parado como el de Mariel pero tenía unas piernas muy entrenadas. Comenzó conmigo, dejó caer la bata que tenía puesta luego de un baño, no traía otra cosa, me desnudó por completo y empezó a chuparme la verga. Mariel me tiró en el pecho un poco de champagne que empezó a bajar por vientre y llegó a la pija, Daniela lo tomó deliciosamente mientras seguía chupándomela. Nos metimos los tres en el yacuzzi, nos besamos y lamimos todo. Cuando estábamos listos para empezar a coger, nos frena y dice “quiero verlos coger a ustedes. Si me gusta, me engancho”. Sabía que debía lucirme para poder cogerla. Eso hice, me cogí a Mariel de una forma brutal pero romántica. Mientras embestía a Mariel de perrito, la miraba a Daniela masturbarse y lamerse los pezones. Sus tetas eran tan grandes que podía llevar sus pezones a la boca. Eso me calentaba mucho y cogía con más fuerzas a mi novia. Hasta que Daniela se subió a la cama, puso la concha a la altura de mi cara y me vació su acaba. Abría mi boca para tomar sus deliciosos jugos, era la primera vez que una mujer me eyaculaba en la cara, me calentó tanto que se la saqué a Mariel de la concha, lubriqué mi pija con los jugos que salieron de Daniela y se la metí en el culo para descargar toda mi leche. Mi novia gritó unos segundos por el dolor pero luego fue todo placer.
Le pregunté a Daniela si le había gustado, me dijo que sí y que al regresar a Bs. As. tendríamos nuestro trío. Y lo tuvimos pero solo tres veces. Ella decidió que no lo haría más entonces dejamos de ir a ese bar.

Llegó el día del cumpleaños 22 de Mariel y ya habíamos cogido con tres mujeres. Sentía que le debía algo. Le pregunté qué quería y me dijo que la sorprendiera. Entonces hablé con Julián, un amigo que conocemos desde chicos. Siempre me dice que Mariel es muy linda, que tengo mucha suerte y su novia, Carla, está muy buena. Siempre tuve ganas de cogerla, entonces mi intención era ver si Mariel y Carla congeniaban como lo habían hecho con Natalia. Para mi sorpresa, se llevaba mucho mejor con Julián que con su novia. Mariel creyó que su regalo de cumpleaños sería coger con Julián, no pude decirle ni hacerle entender que no, que su regalo sería Carla. Entonces no tuve alternativa que proponer un intercambio de parejas y ver si salía un cuarteto, para poder controlar qué hacían Julián y Mariel. Mi plan parecía no haber resultado hasta que Mariel tomó la iniciativa y empezó a chuparme la pija delante de Julián y Carla. Esto hizo que el ambiente se pusiera caliente, ellos empezaron a besarse cada vez más apasionados, Carla hizo que Julián se sentara a mi lado, le empezó a chupar la pija a Julián y en un momento, acercándose a Mariel, entre las dos me la chuparon, mientras Carla pajeaba a su novio, luego hicieron lo propio con él. Esta sería la primera vez que veía a mi novia con otra pija en la boca pero la boca de Carla hacía que sobrellevara la situación. Julián y yo nos separamos un poco uno del otro y la novia de cada uno se sentó en la pija del otro. Carla me montaba con muchas ganas, Mariel hacía lo propio con Julián. Si no me había mentido, era la segunda verga que probaba.

Pasamos a la habitación y seguimos cada uno con la pareja del otro, hasta que Mariel dijo “momento, es mi cumpleaños y yo quiero recibir la atención de todos”. Se dispuso a chupar la pija de Julián mientras mientras hacía un 69 con Carla y yo la cogía casi de perrito. Sentía como Carla pasaba su lengua por mis huevos cada vez que arremetía a Mariel. Me pidió que le preparara el culo para mi pija y eso hice. Cuando lo tuvo lubricado y listo para recibirla, se sentó encima de Julián metiéndose su pija en la concha y me dijo que el culo era mío. Carla se quedó viendo el espectáculo mientras se pajeaba. Luego de varios minutos y varios orgasmos de ella, con Julián acabamos casi al mismo tiempo. Luego de eso, nos fuimos duchando por parejas y ellos se fueron. Al otro día Julián me escribió para decirme que se sentía mal por haber hecho lo que hicimos pero se dejó llevar por la situación. Le respondí que estaba todo bien pero le aclaré que eso no le daba derecho a tirarle palos a Mariel, que si había otra oportunidad, sería conmigo presente, no ellos solos. Hubo dos oportunidades más, una con los dos y otra solo con Julián. Con Carla sin Julián tuvimos tres oportunidades más. Mariel era una cazadora de mujeres y eso me estaba beneficiando.

Pero no solo de mujeres era cazadora...

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