http://www.poringa.net/posts/relatos/3499422/Nuestra-historia---Cap-I.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3499435/Nuestra-historia---Cap-II.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3499437/Nuestra-historia---Cap-III.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3499441/Nuestra-historia---Cap-IV.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3499449/Nuestra-historia---Cap-V.html
Había un chico que trabajaba con ella, Gabriel, bisexual pero, según le dijo a ella, le gustaba coger con mujeres como si fuera hombre y coger con hombres como si fuera mujer, no le gustaba cogerse pasivos. Cuando me lo contó, me reí pensando que era un chiste pero no lo era. Entonces le pregunté cómo sería la experiencia y me dijo que creía que igual que con Julián pero que no podía asegurarme que no buscara que yo lo penetrara o chuparmela. No me cerraba del todo la idea y la única condición que puse fue que no me acercara la pija ni a la boca ni al culo. Se echó a reir y me preguntó si tenía miedo que me guste, a lo que respondí casi sin pensar “vos deberías tener miedo de que me guste” y se echó a reir más aún. La verdad era que no había pensado bien mi respuesta.
Llegó el día en que Gabo vendría a nuestra casa. Llegó vestido normal, pensé que vendría disfrazado, una mala actitud mía el pensar que por ser gay o bisexual vendría vestido de transformista, tenía la mente más cerrada. Cenamos, conversamos, tomamos unos tragos, nos reímos mucho, mucha buena onda. Cuando llegó el momento, nos sentamos uno al lado del otro y Mariel comenzó a pajearnos y chuparnos la pija a los dos. Él no dejaba de mirármela pero disfrutaba de la chupada que le estaba dando mi novia. Pasamos a la habitación y cuando entramos me da un chirlo en una nalga y grita “vamos a cogerla toda” con voz gruesa. Me reí y nos dispusimos a lamer a Mariel. Alternábamos entre la concha, el culo, las tetas, la besábamos, ella nos agarraba la pija, le acercábamos la pija a la boca. Entonces le doy lugar a Gabo para que la coja primero y yo me dedico a disfrutar de otro pete. Cuando está por acabar, le acerca la pija a la boca y vacía toda su descarga. Ella traga con algo de dificultad por la cantidad y la posición, entonces la giro y comienzo a penetrarla desde atrás. Gabo si pone detrás mío y me chupa el culo, lo dejé continuar. Al rato intenta meter un dedo, lo dejé continuar. Cuando siente que estoy por acabar me pide que la tira en la espalda de Mariel y poniéndose enfrente, recibe una parte de mi descarga. Lame la espalda de mi novia tragando mi semen, se acerca a mi verga y me la chupa limpiando el resto. Le digo que si quiere seguir no tengo problemas, a lo que responde afirmativamente sin sacarse la pija de la boca. Me hace un pete tremendo y cuando se me para bien me pide que lo penetre. La verdad que tenía el culo tan abierto que no pude negarme y me lo cogí. Me pidió que le acabe adentro del culo y a Mariel que lo chupe para limpiarlo. La situación se estaba tornando muy excitante. Gabo le dice a Mariel que busque en su bolso un paquete. Había traído un arnés con un consolador, le dijo que era para que se lo ponga ella y lo penetrara.
Mariel se lo colocó y mientras ella lo cogía, lo pajeaba y yo me la cogía a ella por el culo. Mucho morbo. Acabamos y Mariel me miró agarrando la verga de goma diciendo “te animás a que te coja?” a lo que respondí que no y se rió contestándome que era una broma. Se estaba tornando peligrosa mi novia.
Cogimos unas veces más y nos dormimos. A la mañana me despertó Gabo con un pete y chupada de bolas que me hizo desear cogérmelo pero solo le llené la boca. Dejé que se coja una vez más a Mariel y se fue. Nunca más lo dejamos participar.
Cuando teníamos 24 nos mandamos a una fiesta swinger para conocer otras parejas. Nos faltaba hacer una orgía con mucha gente. En realidad nos faltaban varias cosas pero era lo que queríamos hacer. En esa fiesta conocimos a Gastón y Julieta, otra pareja jóven, nos contaron que habían hecho un trío con una amiga de ellos y otro con un amigo pero que preferían hacerlo de a dos, o sea que con ellos solo haríamos intercambio. Los dejamos como opción.
También conocimos a Pablo y Andrea, ellos eran más experimentados, nos presentaron a otras cuatro parejas que la verdad eran mucho nombres y no los recordamos. En total éramos 6 parejas. Nos fuimos a la casa de uno de ellos, creo que Paula y Marcos, una rubia espectacular y un tipo con mucho gimnasio encima. Su casa era grande, tenían una habitación llena de almohadones en el piso alfombrado, casi preparada para éstas fiestas. Nosotros éramos los debutantes en todo ese grupo y nos hicieron sentir muy bienvenidos.
Luego de unos tragos, un poco de música y explicarnos sus reglas, comenzamos. Primero cada pareja empezaba por su lado, a ésta se le podían ir sumando otras o solo uno de la pareja, sentíamos que todos nos miraban a nosotros. Comenzamos a besarnos, desnudarnos, hicimos un 69, yo estaba acostado. Las otras parejas estaban en algo parecido, mucho sexo oral. En un momento siento que se suma otra boca a mi verga, al rato otra y ya eran tres con la de Mariel. Ya se había sumado uno de los hombres a lamer el ano de mi novia tratando de no tocar mi lengua. Comenzó a meterle un dedo, de a poco otro y al rato otro más. Yo sabía que ella se ponía muy caliente con ésto y se dejaría coger el culo en unos instantes. Se apartó y lo entregó por completo al lado mío mientras las otras dos mujeres se dedicaban a lamer mi pija, una de ella me ofreció la concha, la cual lamí deliciosamente. No podía ver lo que hacían las otras parejas, sí vi como otra verga se acercaba a la boca de Mariel mientras el otro le cogía el culo. La estaba pasando de maravilla y yo también aunque aún no había penetrado a nadie. La que estaba dándome su concha para lamer se sentó sobre mi verga y me cabalgó muy despacio mientras la otra acariciaba sus pechos. Intenté no acabar, lo logré por algunos minutos hasta que llené su concha con mi semen.
Los que estaban cogiendo a Mariel habían intercambiado posiciones, pero no le estaban dando por el culo. Lo supe porque mientras miraba, el que estaba detrás se acomodó debajo de ella y otro vino para cogerle el culo. Mi novia estaba disfrutando de tres pijas ajenas. Yo tenía tres mujeres ajenas que me acariciaban y lamían ayudando a que regrese al combate. Lo consiguieron fácilmente, tenía bocas, conchas y tetas por todos lados, metía y sacaba mis dedos de varios orificios, al rato se sumó la cuarta y poco después la quinta. Se alternaban para montarme y paraban casi en el momento justo, haciendo durar mi erección por bastante tiempo. No dejaban de tocarse y lamerse entre ellas, el espectáculo era completo. Pero cada mujer que se sumaba a mí equivalía a un hombre que se sumaba a Mariel, por lo que a esta altura estaba disfrutando de cinco pijas y las manejaba muy bien. Todos la penetraban por ambos orificios, le pasaban la verga por la cara, ella disfrutaba sentirse así.
Cuando se acercó el momento del final, me hicieron poner de pie y masturbaron todas esperando mi descarga, la cual recibieron en sus rostros. Se besaron entre ellas, limpiándose sus caras con la lengua, tragando todo. Me dejaron disfrutar del final de Mariel, ella arrodillada mientras los cinco hombres se masturbaron y fueron descargando uno a uno su semen en el rostro de mi novia. Al terminar, se acercaron las otras mujeres y compartieron el semen de sus parejas mientras besaban otras partes de su cuerpo. Fue esa la primera vez y también la última que participamos de una orgía.
Ahora que cumplimos, prácticamente, todas nuestras fantasías, nos dedicamos a nosotros. Cada tanto invitamos a alguna amiga para hacer un trío pero es menos frecuente. Y Mariel no volvió a probar otra verga… hasta ahora.
Muchas gracias por leer nuestra historia y por los puntos! Abrazos a todos!
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Había un chico que trabajaba con ella, Gabriel, bisexual pero, según le dijo a ella, le gustaba coger con mujeres como si fuera hombre y coger con hombres como si fuera mujer, no le gustaba cogerse pasivos. Cuando me lo contó, me reí pensando que era un chiste pero no lo era. Entonces le pregunté cómo sería la experiencia y me dijo que creía que igual que con Julián pero que no podía asegurarme que no buscara que yo lo penetrara o chuparmela. No me cerraba del todo la idea y la única condición que puse fue que no me acercara la pija ni a la boca ni al culo. Se echó a reir y me preguntó si tenía miedo que me guste, a lo que respondí casi sin pensar “vos deberías tener miedo de que me guste” y se echó a reir más aún. La verdad era que no había pensado bien mi respuesta.
Llegó el día en que Gabo vendría a nuestra casa. Llegó vestido normal, pensé que vendría disfrazado, una mala actitud mía el pensar que por ser gay o bisexual vendría vestido de transformista, tenía la mente más cerrada. Cenamos, conversamos, tomamos unos tragos, nos reímos mucho, mucha buena onda. Cuando llegó el momento, nos sentamos uno al lado del otro y Mariel comenzó a pajearnos y chuparnos la pija a los dos. Él no dejaba de mirármela pero disfrutaba de la chupada que le estaba dando mi novia. Pasamos a la habitación y cuando entramos me da un chirlo en una nalga y grita “vamos a cogerla toda” con voz gruesa. Me reí y nos dispusimos a lamer a Mariel. Alternábamos entre la concha, el culo, las tetas, la besábamos, ella nos agarraba la pija, le acercábamos la pija a la boca. Entonces le doy lugar a Gabo para que la coja primero y yo me dedico a disfrutar de otro pete. Cuando está por acabar, le acerca la pija a la boca y vacía toda su descarga. Ella traga con algo de dificultad por la cantidad y la posición, entonces la giro y comienzo a penetrarla desde atrás. Gabo si pone detrás mío y me chupa el culo, lo dejé continuar. Al rato intenta meter un dedo, lo dejé continuar. Cuando siente que estoy por acabar me pide que la tira en la espalda de Mariel y poniéndose enfrente, recibe una parte de mi descarga. Lame la espalda de mi novia tragando mi semen, se acerca a mi verga y me la chupa limpiando el resto. Le digo que si quiere seguir no tengo problemas, a lo que responde afirmativamente sin sacarse la pija de la boca. Me hace un pete tremendo y cuando se me para bien me pide que lo penetre. La verdad que tenía el culo tan abierto que no pude negarme y me lo cogí. Me pidió que le acabe adentro del culo y a Mariel que lo chupe para limpiarlo. La situación se estaba tornando muy excitante. Gabo le dice a Mariel que busque en su bolso un paquete. Había traído un arnés con un consolador, le dijo que era para que se lo ponga ella y lo penetrara.
Mariel se lo colocó y mientras ella lo cogía, lo pajeaba y yo me la cogía a ella por el culo. Mucho morbo. Acabamos y Mariel me miró agarrando la verga de goma diciendo “te animás a que te coja?” a lo que respondí que no y se rió contestándome que era una broma. Se estaba tornando peligrosa mi novia.
Cogimos unas veces más y nos dormimos. A la mañana me despertó Gabo con un pete y chupada de bolas que me hizo desear cogérmelo pero solo le llené la boca. Dejé que se coja una vez más a Mariel y se fue. Nunca más lo dejamos participar.
Cuando teníamos 24 nos mandamos a una fiesta swinger para conocer otras parejas. Nos faltaba hacer una orgía con mucha gente. En realidad nos faltaban varias cosas pero era lo que queríamos hacer. En esa fiesta conocimos a Gastón y Julieta, otra pareja jóven, nos contaron que habían hecho un trío con una amiga de ellos y otro con un amigo pero que preferían hacerlo de a dos, o sea que con ellos solo haríamos intercambio. Los dejamos como opción.
También conocimos a Pablo y Andrea, ellos eran más experimentados, nos presentaron a otras cuatro parejas que la verdad eran mucho nombres y no los recordamos. En total éramos 6 parejas. Nos fuimos a la casa de uno de ellos, creo que Paula y Marcos, una rubia espectacular y un tipo con mucho gimnasio encima. Su casa era grande, tenían una habitación llena de almohadones en el piso alfombrado, casi preparada para éstas fiestas. Nosotros éramos los debutantes en todo ese grupo y nos hicieron sentir muy bienvenidos.
Luego de unos tragos, un poco de música y explicarnos sus reglas, comenzamos. Primero cada pareja empezaba por su lado, a ésta se le podían ir sumando otras o solo uno de la pareja, sentíamos que todos nos miraban a nosotros. Comenzamos a besarnos, desnudarnos, hicimos un 69, yo estaba acostado. Las otras parejas estaban en algo parecido, mucho sexo oral. En un momento siento que se suma otra boca a mi verga, al rato otra y ya eran tres con la de Mariel. Ya se había sumado uno de los hombres a lamer el ano de mi novia tratando de no tocar mi lengua. Comenzó a meterle un dedo, de a poco otro y al rato otro más. Yo sabía que ella se ponía muy caliente con ésto y se dejaría coger el culo en unos instantes. Se apartó y lo entregó por completo al lado mío mientras las otras dos mujeres se dedicaban a lamer mi pija, una de ella me ofreció la concha, la cual lamí deliciosamente. No podía ver lo que hacían las otras parejas, sí vi como otra verga se acercaba a la boca de Mariel mientras el otro le cogía el culo. La estaba pasando de maravilla y yo también aunque aún no había penetrado a nadie. La que estaba dándome su concha para lamer se sentó sobre mi verga y me cabalgó muy despacio mientras la otra acariciaba sus pechos. Intenté no acabar, lo logré por algunos minutos hasta que llené su concha con mi semen.
Los que estaban cogiendo a Mariel habían intercambiado posiciones, pero no le estaban dando por el culo. Lo supe porque mientras miraba, el que estaba detrás se acomodó debajo de ella y otro vino para cogerle el culo. Mi novia estaba disfrutando de tres pijas ajenas. Yo tenía tres mujeres ajenas que me acariciaban y lamían ayudando a que regrese al combate. Lo consiguieron fácilmente, tenía bocas, conchas y tetas por todos lados, metía y sacaba mis dedos de varios orificios, al rato se sumó la cuarta y poco después la quinta. Se alternaban para montarme y paraban casi en el momento justo, haciendo durar mi erección por bastante tiempo. No dejaban de tocarse y lamerse entre ellas, el espectáculo era completo. Pero cada mujer que se sumaba a mí equivalía a un hombre que se sumaba a Mariel, por lo que a esta altura estaba disfrutando de cinco pijas y las manejaba muy bien. Todos la penetraban por ambos orificios, le pasaban la verga por la cara, ella disfrutaba sentirse así.
Cuando se acercó el momento del final, me hicieron poner de pie y masturbaron todas esperando mi descarga, la cual recibieron en sus rostros. Se besaron entre ellas, limpiándose sus caras con la lengua, tragando todo. Me dejaron disfrutar del final de Mariel, ella arrodillada mientras los cinco hombres se masturbaron y fueron descargando uno a uno su semen en el rostro de mi novia. Al terminar, se acercaron las otras mujeres y compartieron el semen de sus parejas mientras besaban otras partes de su cuerpo. Fue esa la primera vez y también la última que participamos de una orgía.
Ahora que cumplimos, prácticamente, todas nuestras fantasías, nos dedicamos a nosotros. Cada tanto invitamos a alguna amiga para hacer un trío pero es menos frecuente. Y Mariel no volvió a probar otra verga… hasta ahora.
Muchas gracias por leer nuestra historia y por los puntos! Abrazos a todos!
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