Pasó una semana en la que ni hablamos, el día después de haberlo hecho, yo me fui antes de que se despierte, cuando estaba llegando el viernes, el me mensajeó para ver si iba a ir a su casa, no sabía que hacer, pero un polvo en pedo no podía cagar una amistad de toda la vida, así que junté coraje y le dije que si, al llegar el día, por la tarde, me tomé un remis a su casa y al llegar, el me saludó con un beso cómo siempre, fuimos directo a su habitación para poder hablar tranquilos, en cuanto entré y cerró la puerta, antes de que pudiera decir algo, el tipo ya estaba con el pantalón abajo y la pija dura, ahí no más el me dijo que quería hacerlo, que seamos garchaamigos, que no pasa nada, y en ese preciso instante, yo que ni había probado una pija en mi boca ni en mis manos, perdí toda la vergüenza y me arrodillé frente a el, comencé a besarsela, a pasarle la lengua suavemente por la cabeza y el cuerpo mientras que con la mano la pajeaba lentamente, luego empecé a meterla en mi boca y a dejarla entrar y salir con más velocidad, poco a poco mi saliva lubricó cada centímetro de su pija, brillaba esa hermosa verga que tenía adelante mío, y habiendo estrenado boca y mano, ahora si podía dejar que me penetre otra vez.
Me saqué la remera y me desabroché el corpiño, luego me desabroché el pantalón y me saqué la tanga, me acosté en su cama y el se puso sobre mi, me metió la pija adentro y me hizo gemir al apenas sentirla, sus manos recorrían su cuerpo mientras que su boca me chupaba la teta, su lengua y sus labios acariciaban mis pesones mientras su pene entraba y salía una y otra vez, no quería hacer mucho ruido porque su mamá estaba afuera, por lo que al oído le gemía suavecito mientras le mordía la oreja suavemente, al cabo de unos minutos, el me pidió si me ponía en cuatro y a mi me emocionó probar esa famosa posición por primera vez, me puse en cuatro y el se arrodilló atrás mío, tomando mis caderas me la metió bien hasta el fondo y me hizo gemir mucho, su verga entraba una y otra vez, estábamos alcanzando poco a poco el climax cuando me dijo “pará, no tengo preservativo”, a lo que yo le respondí “Estoy tomando pastillas”, en ese momento, soltando de un lado mi cadera, me tomó fuerte del pelo y me lo tiró hacía atrás haciendo que se encorve mi espalda, comenzó a hacerlo con más velocidad y llegado al punto, yo no me pude contener más, la sensación de placer me invadió por completo y tuve mi primer orgasmo, casi al mismo tiempo que sus jadeos se hicieron tan fuertes que el ya no pudo más y me acabó adentro.
Al sacarla, la leche aun le chorreaba a el mientras que también caía por mis piernas, en ese momento nos besamos apasionadamente, y al terminar el beso, acordamos que cogeríamos muchas veces más.
Me saqué la remera y me desabroché el corpiño, luego me desabroché el pantalón y me saqué la tanga, me acosté en su cama y el se puso sobre mi, me metió la pija adentro y me hizo gemir al apenas sentirla, sus manos recorrían su cuerpo mientras que su boca me chupaba la teta, su lengua y sus labios acariciaban mis pesones mientras su pene entraba y salía una y otra vez, no quería hacer mucho ruido porque su mamá estaba afuera, por lo que al oído le gemía suavecito mientras le mordía la oreja suavemente, al cabo de unos minutos, el me pidió si me ponía en cuatro y a mi me emocionó probar esa famosa posición por primera vez, me puse en cuatro y el se arrodilló atrás mío, tomando mis caderas me la metió bien hasta el fondo y me hizo gemir mucho, su verga entraba una y otra vez, estábamos alcanzando poco a poco el climax cuando me dijo “pará, no tengo preservativo”, a lo que yo le respondí “Estoy tomando pastillas”, en ese momento, soltando de un lado mi cadera, me tomó fuerte del pelo y me lo tiró hacía atrás haciendo que se encorve mi espalda, comenzó a hacerlo con más velocidad y llegado al punto, yo no me pude contener más, la sensación de placer me invadió por completo y tuve mi primer orgasmo, casi al mismo tiempo que sus jadeos se hicieron tan fuertes que el ya no pudo más y me acabó adentro.
Al sacarla, la leche aun le chorreaba a el mientras que también caía por mis piernas, en ese momento nos besamos apasionadamente, y al terminar el beso, acordamos que cogeríamos muchas veces más.
5 comentarios - El segundo polvo con mi mejor amigo
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