Este es mi primer post. De hecho yo me uní a esta comunidad como un mero espectador, pero me picó el bichito por compartir. Espero les guste.
En mi último año de secundaria, luego de volver de viaje de egresados, conocí a una chica y con el correr del tiempo nos pusimos de novios y la fui iniciando en el mundo del sexo. Ella es de estatura promedio, pelo oscuro, tez clara, pechos pequeños pero bien adorables, con una cola grande y piernas bien formadas por una vida de gimnasia artística. Para el propósito del relato y de la discreción, la voy a llamar Candela.
Candela y yo somos de un pueblo en el interior de Argentina, bastante chico y atrasado en cuanto a la mentalidad. Yo por ese entonces era un joven bastante pajero si debo confesar y si bien yo si quería a Cande, no paraba de pensar cuando iba a tener sexo con ella. De hecho debido al atraso social de nuestra sociedad pensé que ella haría que yo espere muchísimo tiempo. Yo bromeaba con ella todo el tiempo sobre si aunque sea tendría sexo oral conmigo, a lo que ella si bien no enojada pero eufóricamente, me respondía que no.
Quedará para otro momento contarles sobre nuestra primera vez, ya que no lo considero muy primordial porque sinceramente no fue muy excitante, y por eso les cuento la primera vez que me practico sexo oral, que hasta el día de hoy recordarlo me saca una sonrisa y ocasionalmente también una erección.
Fue una noche en la que sus padres no estaban, ya que habían viajado, por ende teníamos la casa solos. Llegue esa noche calurosa de enero y nos pusimos a ver una película. Ella nunca me dejo terminar de ver ninguna peli, ya que en el medio se ponía a besarme y a calentarme (desde nuestra primera vez desperté a una bestia calentona e insaciable a veces). Esta vez no fue la excepción. Comenzaba a darme besos en el cuello y a masajear mis muslos, con lo cual ya me perdía.
En el medio del manoseo baja mi bermuda y empieza a tocarme la pija por encima del boxer a lo que yo empiezo a manosear sus pechos que me gustaban tanto. Seguí por sacarle el corpiño y chuparle sus tetas. Ella alocadamente baja mi short y comienza a pajearme desenfrenadamente (con su poca experiencia era medio torpe). En eso me apresuro a sacarme y sacarle lo que nos quedaba de ropa. empiezo a masturbar su conchita, concentrándome en su clítoris lo que a ella le volvía loca. Cuestión que cuando estaba bien mojadita empiezo a penetrarla bien suavemente, ya que su vagina seguía todavía bastante cerrada por el poco tiempo que había pasado desde que la había desvirgado.
De repente empece a hacer los embates cada vez mas fuertes y ella se volvió loca. Acabó esplendorosamente en mi pija, pero yo no paré. Aminoré la marcha un par de minutos para que descanse, pero luego seguí con mi marcha intensa, lo cual nos sumía a ambos en una marea de placer. Ella acabó de vuelta.
Luego de esto me pidió que pare porque estaba super agotada. Imagínense lo caliente que estaba yo. Pero ella no podía más y no podía paliar esa situación. Usualmente yo con saciar a mi pareja quedaba al menos contento. Teniendo esto en cuenta estaba algo molesto por parar y así lo mostraba en mi cara al ponerme el boxer.
Sin embargo, ella muy sonriente se recostó con su cara en mis muslos (considerablemente cerca de mi entrepierna) contemplandome, tirado, todo transpirado, después de hacerla acabar dos veces.
Yo le dije:
Yo- Que haces ahí?
Cande- Nada me gusta verte acostado.
Y- Es una zona peligrosa en la que estas.
C- Ah si?
Y- Sabes que si no me vas a darle un beso a mi pija no esta bien que andes molestando por esa zona.
C- Te molesta que haga esto entonces?
A lo que ella comenzó a besarme la pija sobre el boxer. Yo la miraba incrédulo ante la mayor provocación que me había hecho en mi vida. De más está decirles que mi pija se paro en medio segundo.
C- Y que pasa si veo que hay debajo?
Y- ...
Saco mi pija que estaba como roca y comenzó a besarme mi glande y continuar por el tronco hasta la base. Le dio un beso a mis huevos y saco su lengua para hacer círculos sobre mi superinflamada cabeza.
Luego abre su boca para metérsela toda entera y como si supiera, empieza a subir y bajar haciendo succión. Sentía la inesperada electricidad recorriendo el cuerpo intensamente, ya que la situación escaló muy rápido. Impresionantemente ni rozo mi pene con sus dientes.
Debo confesar que en ese momento dude de que sea la primera vez que lo haga, porque, ya que mi experiencia no era muy amplia, fue el mejor pete que me habían hecho. Estaba delirando. Le pregunté como había aprendido y me confeso que había estado viendo muchos videos porno. La mina ya había planeado sorprenderme con esto.
Siguió su sube y baja sobre mi pene que estaba al rojo vivo. Yo le agarraba suavemente su cabeza y la dirigía, a lo que ella simplemente obedecía. En cualquier momento me venía, estaba al palo.
Cande repitió varias veces que no acabe en su boca. Me encantaría decirles que no hice caso, pero les mentiría.
En un momento ya estaba a punto de explotar, por lo que le aviso y ella saca mi pene de su boca y lo empieza a masturbar, hasta que salen chorros inmensos que cayeron sobre sus manos y sobre mi pelvis.
Ella vio que en uno de sus dedos había un poco de mi semen y lo metió en su boca.
C- mmmm. La verdad que no tiene gusto feo, la próxima vez capaz que te dejo que termines en mi boca.
Yo quede muy sorprendido con esta situación, realmente. Como les dije, abrí una caja de pandora el día que la desvirgue.
Continuamos un año más juntos y no dejamos nada sin explorar. Cosas que hasta el día de hoy me calientan.
...
Espero lo hayan disfrutado. Sinceramente escribí esto para mí, no con la intención de dedicarme, si no para contar una historia. No se si volveré a escribir. De todas formas, mil gracias por leer!
En mi último año de secundaria, luego de volver de viaje de egresados, conocí a una chica y con el correr del tiempo nos pusimos de novios y la fui iniciando en el mundo del sexo. Ella es de estatura promedio, pelo oscuro, tez clara, pechos pequeños pero bien adorables, con una cola grande y piernas bien formadas por una vida de gimnasia artística. Para el propósito del relato y de la discreción, la voy a llamar Candela.
Candela y yo somos de un pueblo en el interior de Argentina, bastante chico y atrasado en cuanto a la mentalidad. Yo por ese entonces era un joven bastante pajero si debo confesar y si bien yo si quería a Cande, no paraba de pensar cuando iba a tener sexo con ella. De hecho debido al atraso social de nuestra sociedad pensé que ella haría que yo espere muchísimo tiempo. Yo bromeaba con ella todo el tiempo sobre si aunque sea tendría sexo oral conmigo, a lo que ella si bien no enojada pero eufóricamente, me respondía que no.
Quedará para otro momento contarles sobre nuestra primera vez, ya que no lo considero muy primordial porque sinceramente no fue muy excitante, y por eso les cuento la primera vez que me practico sexo oral, que hasta el día de hoy recordarlo me saca una sonrisa y ocasionalmente también una erección.
Fue una noche en la que sus padres no estaban, ya que habían viajado, por ende teníamos la casa solos. Llegue esa noche calurosa de enero y nos pusimos a ver una película. Ella nunca me dejo terminar de ver ninguna peli, ya que en el medio se ponía a besarme y a calentarme (desde nuestra primera vez desperté a una bestia calentona e insaciable a veces). Esta vez no fue la excepción. Comenzaba a darme besos en el cuello y a masajear mis muslos, con lo cual ya me perdía.
En el medio del manoseo baja mi bermuda y empieza a tocarme la pija por encima del boxer a lo que yo empiezo a manosear sus pechos que me gustaban tanto. Seguí por sacarle el corpiño y chuparle sus tetas. Ella alocadamente baja mi short y comienza a pajearme desenfrenadamente (con su poca experiencia era medio torpe). En eso me apresuro a sacarme y sacarle lo que nos quedaba de ropa. empiezo a masturbar su conchita, concentrándome en su clítoris lo que a ella le volvía loca. Cuestión que cuando estaba bien mojadita empiezo a penetrarla bien suavemente, ya que su vagina seguía todavía bastante cerrada por el poco tiempo que había pasado desde que la había desvirgado.
De repente empece a hacer los embates cada vez mas fuertes y ella se volvió loca. Acabó esplendorosamente en mi pija, pero yo no paré. Aminoré la marcha un par de minutos para que descanse, pero luego seguí con mi marcha intensa, lo cual nos sumía a ambos en una marea de placer. Ella acabó de vuelta.
Luego de esto me pidió que pare porque estaba super agotada. Imagínense lo caliente que estaba yo. Pero ella no podía más y no podía paliar esa situación. Usualmente yo con saciar a mi pareja quedaba al menos contento. Teniendo esto en cuenta estaba algo molesto por parar y así lo mostraba en mi cara al ponerme el boxer.
Sin embargo, ella muy sonriente se recostó con su cara en mis muslos (considerablemente cerca de mi entrepierna) contemplandome, tirado, todo transpirado, después de hacerla acabar dos veces.
Yo le dije:
Yo- Que haces ahí?
Cande- Nada me gusta verte acostado.
Y- Es una zona peligrosa en la que estas.
C- Ah si?
Y- Sabes que si no me vas a darle un beso a mi pija no esta bien que andes molestando por esa zona.
C- Te molesta que haga esto entonces?
A lo que ella comenzó a besarme la pija sobre el boxer. Yo la miraba incrédulo ante la mayor provocación que me había hecho en mi vida. De más está decirles que mi pija se paro en medio segundo.
C- Y que pasa si veo que hay debajo?
Y- ...
Saco mi pija que estaba como roca y comenzó a besarme mi glande y continuar por el tronco hasta la base. Le dio un beso a mis huevos y saco su lengua para hacer círculos sobre mi superinflamada cabeza.
Luego abre su boca para metérsela toda entera y como si supiera, empieza a subir y bajar haciendo succión. Sentía la inesperada electricidad recorriendo el cuerpo intensamente, ya que la situación escaló muy rápido. Impresionantemente ni rozo mi pene con sus dientes.
Debo confesar que en ese momento dude de que sea la primera vez que lo haga, porque, ya que mi experiencia no era muy amplia, fue el mejor pete que me habían hecho. Estaba delirando. Le pregunté como había aprendido y me confeso que había estado viendo muchos videos porno. La mina ya había planeado sorprenderme con esto.
Siguió su sube y baja sobre mi pene que estaba al rojo vivo. Yo le agarraba suavemente su cabeza y la dirigía, a lo que ella simplemente obedecía. En cualquier momento me venía, estaba al palo.
Cande repitió varias veces que no acabe en su boca. Me encantaría decirles que no hice caso, pero les mentiría.
En un momento ya estaba a punto de explotar, por lo que le aviso y ella saca mi pene de su boca y lo empieza a masturbar, hasta que salen chorros inmensos que cayeron sobre sus manos y sobre mi pelvis.
Ella vio que en uno de sus dedos había un poco de mi semen y lo metió en su boca.
C- mmmm. La verdad que no tiene gusto feo, la próxima vez capaz que te dejo que termines en mi boca.
Yo quede muy sorprendido con esta situación, realmente. Como les dije, abrí una caja de pandora el día que la desvirgue.
Continuamos un año más juntos y no dejamos nada sin explorar. Cosas que hasta el día de hoy me calientan.
...
Espero lo hayan disfrutado. Sinceramente escribí esto para mí, no con la intención de dedicarme, si no para contar una historia. No se si volveré a escribir. De todas formas, mil gracias por leer!
3 comentarios - Primer experiencia oral de mi novia.