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Enfiestando novia ajena

¡Muy buenas! En esta oportunidad les traigo un relato que fue, en mi opinión, una de las mejores experiencias, ahí lo tienen, ¡disfrútenlo!


¡Gracias por sus comentarios positivos y sus puntos!


Otra experiencia de las épocas adolescentes y bien calentonas…

En el secundario tenía un grupo de amigos, el cual no era de los más populares, si no que éramos los mas reducidos y alejados, ya que escuchábamos rock pesado y teníamos otros ideales. Uno de ellos, Fernando, nos presentó a la chica nueva del curso, Flor, una gótica en pinta, se veía bastante buena, tetona y de buen volumen, petisita y con el pelo negro con un mechón rojo. Fue difícil entablar relación de amistad con ella, parecía no importarle mucho las demás personas, solamente un tipo, Matías.
Desde que conocí a Matías había cierto choque entre nosotros, siempre había algo que nos hacia pelear, nada externo, nosotros nos teníamos pica, bronca, con cualquier chispazo uno quería matar al otro y viceversa. Siendo sincero y sin agrandarme porque soy un tipo humilde, mi “amigo” tenía envidia de mi porque dos por tres me cogía alguna chetita (las minitas de clase alta) o las pibas que el nunca podría conquistar por ser demasiado flaco, pálido, adicto a los juegos y torpe a la hora de encarar mujeres. Pero ahí estaba, siendo el sueño de la gótica, yo quería a esa gótica, porque ese tipo de mujeres me encantan.
A las 2 semanas Matías me alardeaba su noviazgo con Flor, como siempre alardeaba sus logros en mi cara. A mi no se me movió un pelo y lo felicité.
-Ya te la voy a coger a tu noviecita.- Decía para mis adentros.
Flor se soltó mas al cabo de unos días, ya que los noviecitos formaban parte de mi circulo de amigos, y se relacionaba muy bien con nosotros, pero Matías la alejaba cada vez que entrelazaba mas palabras de las necesarias con alguno de nosotros.

Se me ocurrió buscar a Flor en facebook. Fue algo difícil encontrarla ya que las personas con ese estilo no tienen mucha socialización, pero suelen ser las más interesantes. Una vez que la encontré empezamos a hablar y me pasó la dirección de su casa luego de que yo le preguntara, estaba a la vuelta de la mía y nunca me había percatado de ello.

Pero no quería hacerlo, en parte… la realidad es que no quería llevar toda la culpa si llegaba a romper una relación, porque siendo como soy, también tengo sentimientos y lástima, pero la otra parte de la realidad era que deseaba penetrar a esa muñeca oscura.
En una juntada en la cual estábamos Franco (uno de mi circulo de amigos) y algunos otros que no importan le saqué el tema.
-¿Qué opinas de Flor, la novia de Mati?.- Le pregunté mientras le pasaba una botella de cerveza.
-Se ve piola, pero no habla mucho, además el otro pajero es re cuida, no la deja relacionarse con nadie.
-¿Se la cojera lindo?
-No creo, el boludo este no se la da ni a gancho, a parte creo que es virgen la minita.
-¿Te dijo?
-Soy el mejor amigo, me cuenta todo.
Me acerqué un poco más a el para que los demás no escucharan lo que hablábamos.
-¿Y que te parece Flor? – Le pregunté casi en un susurro.
-La verdad que la tengo por platónica, desde que llegó me vuelve loco, pero no quisiera problemas con Mati…
-No se va a enterar, el sábado te la llevo a tu casa, me hablo con ella.
Sin preámbulos, el sábado por la noche pasé a buscar a Flor por su casa, le abrí la puerta desde adentro del Peugeot, y entro en el auto. Llevaba un collar negro elástico, delineador y sombra negra y los labios negros, una remera apretada que resaltaba considerablemente sus pechos, una pollerita negra y borceguís.
-¿A dónde vamos? – Me preguntó luego de saludarme con un beso en la mejilla.
-A lo de Franco, un amigo, ahí se arma joda, vamos a tomar algo con unos cuantos amigos.
- No traje nada de plata.
-No pasa nada, vos tomás gratis por ser mi nueva amiga.- Le dije guiñándole un ojo.
Ella se limitó a sonreír.
Una vez llegamos a la casa de Franco estaba todo preparado, ni los padres ni los hermanos estaban, no iba a ir más nadie, solo nosotros 3, la cosa era doblegar a la muchacha.
Al bajarnos Franco saludó afectuosamente a Flor con beso y abrazo y la hizo pasar, lo que si era verdad era el alcohol, en cantidad, fernet, vodka, gancia, entre otras cosas.
Nos sentamos en la mesa de la cocina y nos pusimos a charlar y a ver tele mientras tomábamos (Yo tomaba jugo porque tenía que manejar luego).
Franco parecía interesarse mucho en ella, le preguntaba si tenia hermanos, que era lo que le gustaba en cuanto a música, hobbies y muchas boludeces más, la cosa se estaba extendiendo y a pesar de todo el alcohol que se iban tomando la pendeja no daba el brazo a torcer. Le pegué una patadita a Franco por debajo de la mesa como para que le aflojara al chupe porque si no iba a terminar quebrando.
Cuando nuestra chica estaba ya entonada empezó a reírse, a moverse más, nos confesó que una vez se comió a una de sus amigas en una pijamada y que esa noche las 4 mujeres que había se destaparon y comenzaron a besarse entre todas, pero no pasó más que de unas chupadas de tetas y toqueteos de concha por encima de la bombacha. Eso me puso al palo, y al ver los movimientos nerviosos de Franco, noté que a el también.
- Vamos a tu habitación. – Le dije a Franco. – Se me endureció el culo de estar sentado en esta silla, quiero echarme un rato en la cama.
Mi amigo asintió y me guiñó el ojo disimuladamente, hicimos pasar a flor primero, esa falda si que le marcaba el culo apretadito. Nosotros nos sentamos en la cama y ella tímida se sentó en la silla de la computadora. Teníamos que encender un poco más el fuego.
-Voy a ver que hay en la tele. – Dijo Franco prendiéndola desde el control remoto.
Cambió unos canales y se detuvo en un canal porno en el cual había una rubia chupando una gran verga.
-Ah la mierda, pensé que se me había terminado el pack. – Dijo Franco.
Todos nos reímos y miramos durante unos minutos como la rubia de grandes pechos se deleitaba con la pija que tenía frente a ella.
- ¿Te molesta? – Le pregunto mi amigo a la chica. – Si no lo cambio.
-Ah no quedate tranqui, no es nada que yo no haya visto antes. – Dijo sonriendo.
A la rubia ya se la estaban cogiendo con esa gran pija y pegaba semejantes gritos de placer.
-Esta haciendo calor. – Dije. – ¿Te molesta que con Fran nos pongamos un poco más cómodos Flopy?
Ella tragó saliva.
-No no, adelante, Franco es el dueño de la casa así que tranqui.
Sin perder tiempo, mi amigo y yo nos sacamos las camisas, ella nos miraba atentamente, pero trataba de desviar la mirada.
-Apa apa… están bastante marcaditos ustedes eh… - Salió ella de la nada. – Nada que ver con mi novio, cero músculos el pobre, no va a soportar una mujer como yo el día que me coja.
-Bueno, nosotros si podemos soportar a una mujer como vos. – Se adelantó Franco, que se estaba frotando la verga por encima del pantalón.
La escena cambió, ahora era una morocha chupándose dos vergas.
- Uh loco estoy re duro, no aguanto más. – suspiró mi amigo. - ¿Te molesta que saque el muñeco Flor? Se me va a reventar el jean y no te quiero matar con el botón.
Ella se rió algo nerviosa.
-Si claro… No hay drama.
Franco desabrochó su jean y lo bajó junto con su bóxer, dejando al aire su tremendo pedazo.
-Bueno, yo te sigo. – Le dije haciendo lo mismo, sacando mi verga afuera y quitándome el pantalón, estábamos desnudos.
-¡Hey vos no me pediste permiso! – Exclamó Flor como chiste, riendo muy nerviosa.
-Perdón. – Me disculpé riéndome. - ¿Querés que la meta adentro?.
-Nono… esta bien así. – Dijo suspirando.
Sus manos comenzaban a dejarla en evidencia, quería llevárselas a sus tetas, a su vagina, tocarse el cuerpo, la excitación y su temperatura aumentaba, su blanco rostro comenzaba a sonrojarse, sus cachetes estaban al rojo vivo.
-Bueno, nosotros ya te mostramos todo… - Dijo Franco – Vos nos obligaste.
-¡Yo no los obligue! – Rió.
-Ahora te toca a vos mostrar… - Le dije.
Ella tragó saliva.
-¿Qué quieren ver? – Su voz temblaba.
-Queremos ver esas tetas que están algo apretadas debajo de tu remera ¡Jajá!
Ella no se rió, si no que bajó la vista y se quitó su remera lentamente, llevaba un corpiño negro y sus tetas se asomaban por encima de el. Se llevó las manos hacia atrás y desprendió el corpiño, se lo atajó y lo apretó contra sus pechos.
-¿Están listos? – Preguntó.
-Por favor… - Suplicó Franco acariciando su verga.
Ella quitó su corpiño y lo dejo en el suelo, sus pechos se hallaban bien firmes y sus pezones estaban duros, eran unas tetas perfectas, su aureola mediana y color rosa me hizo poner la pija todavía más al palo.
-¿Les gusta?- Preguntó sonrojada.
-Estas buenísima. – Le contestó Franco.
-Ay gracias…
-Ahora sos nuestra esclava. – Dije – Sacate la falda, ahora.
Pensé que había mandado todo a la mierda y mi amigo me miró como si lo hubiera hecho.
-Si amo…- Dijo ella poniéndose de espaldas y bajándose la falda hasta el piso, dejando ver una tanga negra y un tremendo culo redondito.
-Por dios…- Dijo mi amigo pajeandose.
Flor volvió a mirarnos de frente y comenzó a tocar sus pechos y apretar sus pezones, su labio inferior era mordido constantemente.
-Ahora vení… ayudanos un poquito, mirá como estamos. – Le dije.
-Chicos… tengo novio, y es amigo suyo.
-¿El la tiene así como nosotros? – Se adelantó Franco.
-Por lo poco que vi… no, la verdad que no.
-¿Lo poco que viste? – Pregunté. -¿Que no te cogió?
-No todavía, le dije que necesitaba mi tiempo…
Me paré y me acerqué a ella, mientras caminaba el pene me iba de derecha a izquierda.
-No vas a tener otra oportunidad como esta en tu vida, tu novio no va a compartirte, y ahora no se va a enterar de lo que pase acá.
-Mmm, no sé…
-Tocala un poco si querés, si te arrepentís nos vestimos y te llevo.
-Bueno…
Ella se acercó a mi y comenzó a tocármela torpemente con su mano derecha, le hice señas a Franco para que se parara y se acercara. El se acercó y llegó con su miembro parado al lado de ella, ella le sonrió tímidamente y lo agarró con la otra mano. Nosotros comenzamos a acariciarla, le tocamos el pelo, los brazos, el abdomen y Franco fue el primero en agarrarle una teta, ella ni se inmutó, le agarré el culo y tampoco, ya la teníamos, había sido un éxito.
-¿Te querés ir? – Le susurré.
-No…- Dijo ella – Me quiero quedar.
-Agachate…
Ella se agachó con nerviosismo y sin que le dijéramos nada se llevó mi verga a la boca mientras pajeaba la de Franco. La chupaba suavemente y luego comenzó a cabecear con más ritmo. Mi amigo le agarraba una teta y yo la otra, y eso le encantaba porque le metía más intensidad al pete, se la quiso tragar toda, pero en la mitad le agarró una arcada y tosió, escupiendo gran cantidad de saliva, por lo cual se sacó mi verga y se metió la de Franco y reanudó su trabajo. El la llevó hasta la cama y se sentó, ella se puso encima de la cama y se la siguió chupando, luego llegué por detrás y la hice arrodillar, sus movimientos eran torpes, pero estaba muy caliente.
Le baje la tanga y asomó su linda conchita rosada, su tanga estaba muy mojada, se la pasé a mi amigo y el la olió, me guiñó el ojo y empujó la cabeza de ella contra su verga, ella tosió, pero no dejó de chupársela. Yo le abrí las piernas y me metí entre ellas, me ubiqué de manera de dar mi cara frente a su vagina y comencé a chupársela, en el primer contacto con mi lengua ella largó un suspiro hermoso y empujó mi cabeza contra su concha, yo le metí un dedo despacio y se la comencé a lamer, ella gemía como una loca, pero la verga que tenía en su boca le obstruía su expresión. Franco largó un suspiro, por lo que ella había aumentado el ritmo de sus chupadas.
Me incorporé y comencé a frotar la cabeza de mi verga contra su clítoris, esto la hizo temblar y gemir hasta sacarse la pija de mi amigo de la boca.
-Ay no… la concha no que mi novio se va a dar cuenta, soy virgen…
-¿En serio? – Le pregunté incrédulo, Franco tenia razón, la minita era virgen y nosotros nos la estábamos enfiestando.
-Si… pero no me voy a quedar sin verga, quiero que me den por la colita…
Esto me calentó demasiado. Comencé a chuparle el año, apretando sus nalgas y pasándoles la lengua. Le introducí un dedo y lanzó un gemido, seguí trabajándole la cola con mi lengua y le introducí el segundo, como costaba entrar se los saqué.
-Pasate la saliva por la cola. – Le ordene.
Ella agarró saliva de su boca y del pene de mi amigo y se la pasó por el ano, metiéndose los dedos y dejándola entrar en su culo. No me fue muy trabajoso meterle dos dedos, ya estaba lubricado. Me arrodillé y apreté la cabeza de mi pene contra su año, esta entro sin trabajo debido a la perfecta lubricación, fui introduciéndosela muy lentamente.
-Ay dios… les confieso que mi fantasía era tener dos pijas para mi sola, no puedo creer que la este cumpliendo… Ay me duele, despacito… Ay que rico es sentirte adentro mío…
Ella gemía con la pija de mi amigo en la boca a medida que se la iba metiendo, y Franco le empujaba la cabeza haciéndosela tragar, se sacó la pija de la boca y lo besó, se estuvieron besando unos segundos y ella comenzó a gemir muy fuerte, le estaba rompiendo el culo. Le bombeaba moderadamente ya que no estaba acostumbrada y fui aumentando el ritmo a medida que ella me pedía más. Le saqué la verga y le dejé el lugar a Franco, este la penetró lentamente y una vez entró empezó a bombearla, la putita seguía gimiendo como una zorra. La acomodé desde delante de modo que se pusiera bien en cuatro, mi amigo comenzó a bombearla nuevamente y gemía con mas placer, yo me le puse enfrente y le puse la verga adelante, que agarró con desesperación y comenzó a chuparla casi con violencia. Se me escapó un suspiro y ella siguió chupándomela, intentó tragársela, llegando un poco mas de la mitad y ahogándose, cuando se quiso retirar hacia atrás yo sostuve su cabeza y empujé mi verga, de manera que entrara completa, ella comenzó a gemir, la solté y se retiró hacia atrás, de su boca le colgaban estelas de baba y su pintura de ojos se había corrido, sus lagrimas negras quedaron pintadas en sus cachetes.
-Ay dios… - Exclamó. – Métanmela por la conchita, que se cague el cornudo, quiero que me metan pija por todos lados…
-¿Te gusta cornear a tu noviecito? – Le preguntó Franco dándole una nalgada.
-Ay si me encanta… me encantan sus vergas…
Franco la colocó boca arriba y abrió las piernas.
-¿Alguno de los dos en especial para perder la virginidad?- Preguntó Franco.
-Cualquiera, me encantan los dos…
-Vos estas ahí ya Fran, rómpesela vos. –Le dije.
-Será un honor. – Dijo, y los tres reímos.
Mi amigo frotó su cabeza con el clítoris de Flor y ella gemía, le hice una seña a Fran y la acomodó más al borde de la cama, a ella se le cayó la cabeza hacia el borde.
-Ay pero me voy a c…
No le di tiempo y de prepo le metí la pija en la boca, ella dio un gemido de satisfacción y comenzó a chupármela boca abajo.
Franco la penetró lentamente, ella gemía y se quejaba con la pija en la boca, y cuando mi amigo le rompió la tela yo le mandé la verga hasta la garganta, de modo que no pudo gritar, pero si se ahogó y cuando se la saqué lanzó un gran gemido, la baba se le chorreó por su cara hacia el piso.
-Ay por dios… son unos animales, quiero que me re cojan...- Gemía.
Franco siguió bombeándole la conchita, le agarraba las tetas y se las chupaba, ella le agarraba la cabeza mientras recibía mi verga en la boca. Mi amigo la bombeó con más fuerza y ella me agarró las piernas gimiendo como loca, en un lapso le tembló todo el cuerpo y saltó un chorro de flujo de su vagina. Cuando le saqué la pija lanzó un grito de satisfacción.
-¿Probamos la doble penetración? – Preguntó Fran.
-Por mi esta bien.
-¿Flor?
-Con ustedes todo…
Franco se puso boca arriba en la cama, ella se puso encima y se metió la verga de el en la conchita, cuando se sentó lanzó un gemido, yo me acerqué por detrás e introducí la cabeza de mi verga en su culo. Se la fui metiendo lentamente y ella no sabía de donde agarrarse, gritaba y gemía desesperadamente cuando la comencé a bombear. Franco le agarraba las tetas y yo la nalgueaba, la pendeja estaba en la cima del mundo, en un éxtasis tremendo, echó hacia atrás su cabeza y gimió fuertísimo, se había acabado nuevamente.
-Quiero que me acaben…- Pidió Flor.
Le saqué la verga y se bajó de encima de Franco, se arrodilló en el piso esperando la lechita. Empezamos a pajearnos.
-¿Te gustó?- Le preguntó Franco
-Ay por dios si, me encantó…-Se apretaba las tetas y se pasaba la lengua por los labios. – Quiero la lechita…
-¿Te gusta la pija del cornudo o la nuestra?- Pregunté
- Ay la de ustedes mil veces… me encantó cornear a ese estúpido… que rico que me cogieron.
Franco acercó su verga a la cara de Flor y le acabó toda la cara con una cantidad considerable de semen, yo aceleré el ritmo y me acerqué le acabé un poco en la cara y lo demás cayó en las tetas.
-Ay… que rica la lechita. – Dijo mientras se frotaba las tetas y se empujaba el semen de su cara con los dedos hacia su boca.

Me había cogido a la novia de mi “enemigo”, fue la mejor venganza que experimenté.

PD: Nos la cogimos de nuevo en otra oportunidad, mi amigo se la encaró y se pusieron de novios, y como buen garca no me la volvió a compartir.

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3 comentarios - Enfiestando novia ajena

Yosoy277 +1
Uuuuuffff muy bueno!
ElPanditaPerver
Gracias por tus comentarios locura!!
sobralargo +1
Q lindo!! Yo quiero amigos así
gonzalogchu
Muy buenoooo.. felicitaciones.... falta el video ejjejejejjeje sigan asi!!!