Todo comenzó cuando decidimos empezar las vacaciones, sentados con un mapa enfrente empezaron las propuestas.
Al no poder decidirnos pensamos que lo mejor, tanto para descansar como para llevar adelante nuestras fantasías, sobre todo las de Lorena.
Lorena es mi joven hija, que al día de ésta historia tenía 20 años y desde la separación con su madre vive conmigo, con todo lo que eso significa, tal lo contado en mi anterior post.
Mi hijita es una fanática y viciosa de las pijas y yo un fanático de verla chuparlas y éste viaje era la oportunidad perfecta para despuntar el vicio de ambos.
Salimos con rumbo sur y empezamos por la costa Atlántica, ya que era verano y las playas estaban llenas de gente, nos registramos en un hotel céntrico, salimos a cenar y a divertirnos un rato y alrededor de las dos de la mañana nos fuimos a bailar, Lorena estaba vestida con una pollerita muy corta y con una remera atada a la cintura que dejaba ver su delgada pancita con el aro que colgaba brillando de su ombligo, una botas blancas altas hasta la rodilla de tacos muy finos y altos.
Todos los pibes se daban vuelta para mirarla y se podía ver como babiaban pero ninguno se acercaba ni siquiera para sacarla a bailar, nosotros nos franeleábamos para insunuar y hacer que se acerquen pero nada, los pibes prefieren estar con sus celulares y hablar por whatssap que cogerse una mina. Pero por suerte en los boliches de verano están los veteranos gateros (no discrimino, soy uno de ellos) que están buscando pendejas putitas para coger.
Se nos acercó un tipo de unos 45 años y se puso a bailar muy cerca nuestro y no quitaba su mirada lasciva de las tetas, culo y piernas de mi nenita, entendiendo que no se iba a animar si yo estaba allí, le dije a Lore que iba a buscar un trago y la deje sola en la pista, al alejarme el tipo se tiro de cabeza y empezó a hablarle al oído, a los pocos minutos ya estaba tocándole el culo e invitándola para que salieran del lugar para estar solos, salieron y caminaron para la playa, al llegar a un sector donde hay una entrada a un muelle de pescadores, allí se pararon y Lore comenzó a masajearle la pija por encima del pantalón, yo que los seguí pase por atrás del tipo y me paré cerca de ellos para poder mirar pero esto no lo inmutó ya que su calentura era mayor, Lore saco su pija y empezó a chupársela y tragársela toda, cosa que hacia delirar al tipo que no dejaba de decirles cosas sucias a Lore, yo tenía una visión perfecta y sentía como me apretaba el pantalón por mi erección al ver como mi hijita se comía esa verga y chupaba con pasión sus huevos, en un momento el hombre la retiro y comenzó a pajearse frente a su cara y segundos después lanzó unos interminables chorros de leche hacia la boquita de Lore que trató recibirla toda pero gran parte cayó en su cara y pelo.
El tipo se fue y yo me acerque mientras Lore con cara de felicidad se limpiaba los restos de semen.
Con vos de nenita, como era su costumbre me dijo: - Gracias por éstas vacaciones papi.
Pasamos unos días en la playa donde Lore pudo chupar pijas de noche en un puesto del guarda vida, en el depósito de un supermercado a un repositor y al vendedor de fichas de una casa de videos juegos mientras éste le vendía a los pendejos.
Decidimos volver al viaje y nos fuimos a Córdoba (Villa Carlos Paz) ya que sabíamos por experiencia que podíamos tener más oportunidades.
Ya en el hotel se sentía una extraña tensión cuando estábamos en las zonas comunes y la gente nos veía, Lore siempre vestía provocativa y en la pileta usaba una bikini que no dejaba mucho a la imaginación.
En el centro de Carlos Paz tenemos un amigo que tiene un restaurante y decidimos ir a cenar allí, para visitarlo y porque él conoce lo que hacemos y nos ayuda.
Llegamos y José, al vernos nos recibió con un fuerte abrazo y un brillo en los ojos que dejaba entrever la felicidad que sentía por la atención que iba a recibir. Nos preparó una mesa especial cerca de donde él estaba para poder conversar mientras controlaba lo que pasaba en el salón.
José es un hombre de 67 años y lo conocimos en un viaje que hizo a Bs. As. Luego de cenar fuimos con José hacia el fondo, un depósito detrás de la cocina, Lore luego de un beso de lengua con mucha saliva con José se agachó y empezó a chuparle la pija, José tiene una verga corta pero gruesa que hace que Lore tenga que abrir su boquita más de la cuenta, al cabo de un rato y con unos ronquidos que nacían del centro del pecho José acabó largo abundante leche espesa dentro la boquita de Lore y luego de mostrárnosla como una obediente putita se la trago toda.
José se fue y cuando nos quedamos solos le empecé a tocar la concha a mi hijita ya que al chupar pijas ella se calienta tanto que acaba ni bien se la toco, me dejó los dedos muy mojados los cuales inmediatamente metí en mi boca, y seguido a eso me agache para saborear la conchita mojada y caliente de mi nenita.
Al poco rato entro un muchacho joven, uno de los mozos, el cual sin mediar palabra se bajo los pantalones y metió su pija en la boca de Lore, se veía nervios y los pocos segundos acabó, y mientras tanto pajeaba a Lore y ella cavaba sin parar, una vez que éste salió vino otro y así pasaron 15 hombres de diferentes edades, comensales que José nos mandaba y éstos dejaban a sus esposas, novias o familias en la mesa para que mi hijita se las chupara, todos acabaron en la boca, tetas, cara y pelo de Lore que quedo llena de espeso y blanco semen.
Lore se lavo y volvimos a la mesa para el postre, al irnos, José nos dio unos datos de lugares camino al hotel donde podríamos parar y así lo hicimos, Lore chupó pijas en una estación de servicio, en un kiosco de dos vejetes de 70 años amigos de él y los patovicas de un boliche, por supuesto yo no solo miraba ya que Lore, como ya les conté me chupa la pija en el auto y cada noche.
Al no poder decidirnos pensamos que lo mejor, tanto para descansar como para llevar adelante nuestras fantasías, sobre todo las de Lorena.
Lorena es mi joven hija, que al día de ésta historia tenía 20 años y desde la separación con su madre vive conmigo, con todo lo que eso significa, tal lo contado en mi anterior post.
Mi hijita es una fanática y viciosa de las pijas y yo un fanático de verla chuparlas y éste viaje era la oportunidad perfecta para despuntar el vicio de ambos.
Salimos con rumbo sur y empezamos por la costa Atlántica, ya que era verano y las playas estaban llenas de gente, nos registramos en un hotel céntrico, salimos a cenar y a divertirnos un rato y alrededor de las dos de la mañana nos fuimos a bailar, Lorena estaba vestida con una pollerita muy corta y con una remera atada a la cintura que dejaba ver su delgada pancita con el aro que colgaba brillando de su ombligo, una botas blancas altas hasta la rodilla de tacos muy finos y altos.
Todos los pibes se daban vuelta para mirarla y se podía ver como babiaban pero ninguno se acercaba ni siquiera para sacarla a bailar, nosotros nos franeleábamos para insunuar y hacer que se acerquen pero nada, los pibes prefieren estar con sus celulares y hablar por whatssap que cogerse una mina. Pero por suerte en los boliches de verano están los veteranos gateros (no discrimino, soy uno de ellos) que están buscando pendejas putitas para coger.
Se nos acercó un tipo de unos 45 años y se puso a bailar muy cerca nuestro y no quitaba su mirada lasciva de las tetas, culo y piernas de mi nenita, entendiendo que no se iba a animar si yo estaba allí, le dije a Lore que iba a buscar un trago y la deje sola en la pista, al alejarme el tipo se tiro de cabeza y empezó a hablarle al oído, a los pocos minutos ya estaba tocándole el culo e invitándola para que salieran del lugar para estar solos, salieron y caminaron para la playa, al llegar a un sector donde hay una entrada a un muelle de pescadores, allí se pararon y Lore comenzó a masajearle la pija por encima del pantalón, yo que los seguí pase por atrás del tipo y me paré cerca de ellos para poder mirar pero esto no lo inmutó ya que su calentura era mayor, Lore saco su pija y empezó a chupársela y tragársela toda, cosa que hacia delirar al tipo que no dejaba de decirles cosas sucias a Lore, yo tenía una visión perfecta y sentía como me apretaba el pantalón por mi erección al ver como mi hijita se comía esa verga y chupaba con pasión sus huevos, en un momento el hombre la retiro y comenzó a pajearse frente a su cara y segundos después lanzó unos interminables chorros de leche hacia la boquita de Lore que trató recibirla toda pero gran parte cayó en su cara y pelo.
El tipo se fue y yo me acerque mientras Lore con cara de felicidad se limpiaba los restos de semen.
Con vos de nenita, como era su costumbre me dijo: - Gracias por éstas vacaciones papi.
Pasamos unos días en la playa donde Lore pudo chupar pijas de noche en un puesto del guarda vida, en el depósito de un supermercado a un repositor y al vendedor de fichas de una casa de videos juegos mientras éste le vendía a los pendejos.
Decidimos volver al viaje y nos fuimos a Córdoba (Villa Carlos Paz) ya que sabíamos por experiencia que podíamos tener más oportunidades.
Ya en el hotel se sentía una extraña tensión cuando estábamos en las zonas comunes y la gente nos veía, Lore siempre vestía provocativa y en la pileta usaba una bikini que no dejaba mucho a la imaginación.
En el centro de Carlos Paz tenemos un amigo que tiene un restaurante y decidimos ir a cenar allí, para visitarlo y porque él conoce lo que hacemos y nos ayuda.
Llegamos y José, al vernos nos recibió con un fuerte abrazo y un brillo en los ojos que dejaba entrever la felicidad que sentía por la atención que iba a recibir. Nos preparó una mesa especial cerca de donde él estaba para poder conversar mientras controlaba lo que pasaba en el salón.
José es un hombre de 67 años y lo conocimos en un viaje que hizo a Bs. As. Luego de cenar fuimos con José hacia el fondo, un depósito detrás de la cocina, Lore luego de un beso de lengua con mucha saliva con José se agachó y empezó a chuparle la pija, José tiene una verga corta pero gruesa que hace que Lore tenga que abrir su boquita más de la cuenta, al cabo de un rato y con unos ronquidos que nacían del centro del pecho José acabó largo abundante leche espesa dentro la boquita de Lore y luego de mostrárnosla como una obediente putita se la trago toda.
José se fue y cuando nos quedamos solos le empecé a tocar la concha a mi hijita ya que al chupar pijas ella se calienta tanto que acaba ni bien se la toco, me dejó los dedos muy mojados los cuales inmediatamente metí en mi boca, y seguido a eso me agache para saborear la conchita mojada y caliente de mi nenita.
Al poco rato entro un muchacho joven, uno de los mozos, el cual sin mediar palabra se bajo los pantalones y metió su pija en la boca de Lore, se veía nervios y los pocos segundos acabó, y mientras tanto pajeaba a Lore y ella cavaba sin parar, una vez que éste salió vino otro y así pasaron 15 hombres de diferentes edades, comensales que José nos mandaba y éstos dejaban a sus esposas, novias o familias en la mesa para que mi hijita se las chupara, todos acabaron en la boca, tetas, cara y pelo de Lore que quedo llena de espeso y blanco semen.
Lore se lavo y volvimos a la mesa para el postre, al irnos, José nos dio unos datos de lugares camino al hotel donde podríamos parar y así lo hicimos, Lore chupó pijas en una estación de servicio, en un kiosco de dos vejetes de 70 años amigos de él y los patovicas de un boliche, por supuesto yo no solo miraba ya que Lore, como ya les conté me chupa la pija en el auto y cada noche.
0 comentarios - Lore, Adicta Insaciable a las pijas