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Compendio II
😕
Me bajó la pena cuando terminé de escribir el último, pero él me sube los ánimos.
Liz y yo nos empezamos a poner ansiosas porque vuelva del viernes en adelante.
A mí, me da por chupar mi lápiz mientras repaso y Liz se empieza a cruzar más de brazos y acariciarse suavemente, porque él siempre nos abraza y nos hace cariño.
😆
¡Ni que decir que anoche, se escuchaba el ruidito de su sabana sacudiéndose rápidamente y sus grititos apagados, mientras ella se da placer esperándolo!
La verdad, lo he pensado un par de veces si acaso le gustaría venirse a acostar conmigo y que juguemos solas.
Total, no es como si nunca nos hubiéramos visto desnudas y que no hayamos hecho algo entre nosotras.
Pero hoy me desperté de mejor humor (ya que vuelve mañana 😃 ) y quiero contar lo que pasó después, la noche de Halloween.
😊
Para que se hagan la idea, era lunes, tras una semana de no vernos por su trabajo. Yo estaba vestida de Sailor Jupiter y él se había vestido de “Bob el costructor” (O al menos, así me lo imaginaba) y habíamos tenido un encontrón pícaro en el baño del vecino.
Pues bien, cuando volvimos a la casa y revisamos que las peques estaban ok, lo obligué a que se sentara en la cama y me dejara darle una ansiosa mamada.
Le desabroché los pantalones, le bajé los boxers y me puse a degustar su bocadillo.
🤤
¡Riquísimo, brillante y pegajoso!
Me tiré sobre ella, como si estuviera bañada en crema, mientras él me acariciaba la cabeza.
Les confieso sin vergüenza que me encanta chupársela y es que se la conozco al revés y al derecho. Puedo pasar fácilmente 20 minutos con ella metida en la boca mordiéndosela, chupándosela, lamiéndole los testículos, besuqueando su puntita, metiéndola en mis mejillas (¡Que es algo que le encanta!), entre otras tantas cosas.
Él se queda tranquilito y aguantando, metiéndome conversa de tantas cosas, como el trabajo o cosas interesantes que vio por la red y esa noche se le ocurrió la “BRILLANTE IDEA” de hablarme de sus recuerdos de la serie de Sailor Moon.
😆
Que le gustaba la animación, los disfraces, el desarrollo de los personajes, la trama…
“¡Lo único malo era cuando se transformaban!” me dijo.
😓
“¿Disculpa?” pregunté, con las mejillas empezando a arderme.
Para ser un chico tan inteligente, parece no darse cuenta que yo soy la que mejor conoce su pene, porque sé todos los puntos que le dan placer.
👿
Lo que siempre olvida, es que también recuerdo cómo puedo causarle dolor y sufrimiento.
“¡Vamos, Marisol! Es sólo que se demoraban en transformarse y quedaban mucho tiempo expuestas…” me trataba de explicar nervioso, mientras yo me la había sacado de la boca y se la apretaba firmemente con mis guantes de cuero.
“¿En serio?” le pregunté yo, haciéndome la indolente a su sufrimiento.
“¡Siiii!... ¡Ayyyy!... ¡Vamos, ruiseñor!... ¡Suéltala un poco!... ¡Si un sujeto armado las encontraba… podría haberles disparado o algo más!” me pedía, pero yo no le soltaba.
“Entonces… ¿No eran débiles?” Le pregunté, amenazando con enterrarle los dientes de adelante en la puntita.
😂
¡Él pendía de la cuerda floja!
“¡Claro que no!... ¡Eran muy fuertes!... Incluso Sailor Jupiter era mi favorita… por el rayo que tiraba.”
😊
A lo mejor, para ustedes no les hace mucho sentido. Pero para mí, que soy otaku hasta los huesos, sus palabras me dieron vergüenza.
Mi color de pelo se parece a ella, sus ojitos, al igual que los míos, también son verdes y yo sé que a él le gustan las personas que manejan agua más que el viento o los elementos.
“¿No me mientes?” le pregunté, con mi corazoncito latiendo en emoción.
A lo mejor, creen que él mentía para salvar su virilidad.
Pero yo lo conozco bastante bien y me estaba diciendo la verdad, porque se nota en la profundidad de sus ojos.
“¡No, Marisol! Esa chica, como tú, es espectacular…” me dijo y me dio un beso.
😍
Su saliva dulcecita y sus labios tiernos y tibios. Su respiración y esa mirada tan profunda y seria, que me entiende completamente, me hacían olvidar mi rencor.
“¡Pero tú no puedes pensar eso! A mí me encanta esa serie.” Le decía, mientras me dejaba desnudar por sus besos y caricias.
“¡No! Si los vestidos son hermosos… y las chicas muy sensuales. Pero esa parte no me convence… y me encantaría tanto tener una Sailor Scout conmigo, para que me explicara…”
😲
¡Ahí, yo me derretía!
Lo decía tan suave y lo último lo fue susurrando en mi oído, en un maravilloso abrazo envolvente, que cuando me descubrió la rajita bajo mi leotardo, yo estaba más que dispuesta.
“Entonces… ¿Cómo te convenzo?” le pregunté, con mis mejillas ardiendo de calor.
“Podría ser… si me hicieras el amor… creyéndote Sailor Jupiter…” respondió, medio masticándome los pezones.
😘
¡Me encanta disfrazarme y soy de las que se creen el cuento!
Si soy enfermera, actúo de enfermera. Si soy gata, me creo gata y si soy escolar… ¿Me entienden?
Pero ahora era mi responsabilidad, en nombre de todas las Sailors Scouts, castigar al malvado “Bob el constructor”, en el nombre de la Luna.
❤️ ❤️
Me puse de cuclillas, rozando su cosita con la humedad de la mía y le tomé de los brazos.
Quería que me viera a los ojos, la forma de mis pechos y sintiera mi cintura ansiosa por él.
Lo bañaba en besos por toda la mejilla, haciéndolo girar por respirar, mientras que sus manos firmes se agarraban del vuelito de mi faldita y me afirmaban rico de la cola.
😩
Y la empezó a meter, ensanchándome por enésima vez.
El riquísimo dolor de mi conchita estirándose ante esa estructura magistral, carnosa e imparable, me daba unos tremendos alivios.
Podía sentir las contracciones estrujándome por dentro, mientras él me meneaba lentamente sin soltar mi colita.
“¡Esa sonrisa, Marisol! ¡Ese cintillo y te ves como ella!”
😍
Cerraba mis ojos y lo besaba tiernamente en los labios, porque lo amo.
Porque él me entiende en todo.
🤤
Se sentía muy rico sus manitas recorriendo mi cintura y como dudando al llegar a mis pechos.
A mí, me encanta que él me los agarre.
Pero sigue siendo mi buen amigo respetuoso, que trata de contenerse en todo.
Le tomé sus manitas con mis guantes y le obligué a que me los apretara y los estrujara.
XP
Fue un placer para ambos.
“¡Marisol! ¡Siempre me imaginé que así sería hacerlo con Sailor Jupiter!” me confesó, mientras le llenaba los labios con saliva de deseo.
Mi cuerpo se contoneaba y mis pechos (¡Al fin, estoy feliz con mis pechos! XD) se sacudían hacia adelante y hacia atrás, como si estuviera montando al más veloz y poderoso de los caballos.
Lo tomé de los brazos y me cargué sobre ellos, porque quería cabalgarlo hasta el final.
Quería hacerlo mi prisionero.
Castigarlo en el nombre de la Luna, con un feroz orgasmo y que viera que yo, su esposa, su amiga y polola, soy dueña absoluta de él y de todo su cuerpo.
😫
Y llegamos a ese punto donde el tiempo se detiene y nos volvemos uno.
Que me lleva más allá de las estrellas…
Sentía su lechecita maravillosa escurrir desde mi ser, llenándome de ese calorcito agradable y tierno que siempre me da y lo besaba, perdidamente enamorada de mi cariñoso marido.
Me abrazaba y me besaba, diciéndome lo mucho que me amaba, mirándome con esos tiernos ojos.
“¡No es suficiente!” le alcancé a decir, esquivando ágilmente su besito, cuando pudimos despegarnos.
😮
Contemplaba que mis esfuerzos no habían resultado.
Ese villano, lejos de amilanarse, seguía luciendo rosado, apetitoso y apuntando al techo.
Furtiva como una ninja y precisa como una arquera, besé con mis suaves y delgados labios aquel majestuoso bocado.
Y en un suspiro intenso y maravilloso, lo sepulté hasta la punta de mi garganta, degustando su viscosidad y salado sabor, entremezclados con los míos.
😮 😋 😮 😲
Era mi misión personal transformar al “Malvado Bob”.
Pero como él mismo me lo había advertido, mi retaguardia quedaba expuesta.
Una suave lengua se enseñoreaba de mi vagina y relamía la baba de mi botón.
Pero mi determinación como Guerrera de Luna no cesaba ante sus esfuerzos.
Apliqué mi técnica de los “15 besos incesantes de cabeza” y mi ataque de “40 mordiditas por los lados”, que me ayudaron a comprar un poco de tiempo.
Pero el “malvado Bob” se seguía resistiendo.
Tuve que usar mi “Baba Lunar”, lamiéndolo imparable por toda mi boca.
Bob era un oponente fuerte, porque sin importar lo rápido que subiera y bajara mi cabeza, seguía duro, parado y liberando “juguito maligno”, que era absorbido por mi mágica boca.
Tras una fiera batalla, el cuerpo de Bob empezó a ceder y cuando mis labios se apegaban con toda su fuerza a la base de su imponente rabo, nuevamente lanzó su ataque mortal en lo más profundo de mi garganta.
💦 💦 💦 💦
Ahogada y falta de respiración, mi boca de guerrera hizo lo que toda guerrera de la Luna habría hecho ante semejante evento: Beber el cálido caldo completamente.
😮 😲 😩 😂 😘 😋
Seguí limpiando al malvado Bob, sabiendo que se volvería a levantar.
No pasó mucho rato para que así lo hiciera.
“¡Sailor Jupiter, quiero hacerlo otra vez!” me avisó su otra cabeza.
Levanté mi cola blanquecina y nuevamente, el malvado “Bob” no respetaba mi uniforme de guerrera.
Pero no importaba, porque no le daría tregua esa noche.
No podía darme por vencida. Mi orgullo de Sailor Scout estaba en juego.
Me levantó de las caderas y deslizando suavemente su pegajoso pene por el contorno de mi cola (amenazando su próximo ataque), la tomó con fuerza y la empujó de un viaje.
🤤
Nuevamente, el interminable mete y saca comenzaba por entre medio de mis piernas, con la diferencia que la fuerza era amplificada por 4 y cada arremetida, me hacía tocar las estrellas.
“¡Qué lindo es tu trasero, Sailor Jupiter!” me decía el malvado “Bob”, mientras que sus manazas me apretaban firmemente de la cintura.
Me empezaron a levantar despacio, sin perder el ritmo y se posaron en mis pechos, una vez más.
😩 😖 😮 😫
Entonces, ante un ataque tan ruin, el malvado “Bob” deslizaba su calurosa lengua sobre mi cuello, dándome besos apetitosos y pellizcando cruelmente mis fresitas, estrujando mis pechos y aplastándolos, haciendo que mi lechecita se derramara incontrolablemente en mi uniforme de guerrera.
“¿Lo ves, Marisol? ¡Mucho tiempo quietas y quedan expuestas! ¡Cualquiera puede atacarlas de esta manera!”
Mis manos no reaccionaban ante tan inevitable ataque y lo único que podía hacer era morder mi guante, mientras sentía esa enorme roca ardiente entrar y salir de mí, sin detenerse.
Mi cuerpo seguía sacudiéndose y sentía que mis fuerzas empezaban a flaquear, mientras que la neblina del placer incesante me envolvía más y más.
💦 💦 💦 💦
Me sentía cansada y contenta, echa una bolita en la cama, mientras sus juguitos escurrían fuera de mi vagina.
Pero las manos de “Bob” no me paraban de acariciar.
“¡Eres mía, Sailor Jupiter! ¡No puedes moverte!” dijo el malvado “Bob”.
😮
No podía oponerme ante el ataque final de “Bob”.
Sabía que entraría por mi otro agujero y lo único que deseaba era tener fuerza suficiente para resistirlo.
😩 😖
Solté un gritito leve, al sentir la puntita.
Pero después, a medida que se acomodaba, mi cuerpo se relajaba maravillosamente en ese masaje interno.
Mi colita, para variar, ardía un montón.
Pero en vez de hacerme nanas, como lo hizo ese collar, la de él se amoldaba a mi cuerpo y resbalaba suavemente dentro de mí, por sus juguitos y los míos.
😩 😲 😩 😖
¡Por eso, él me encanta!
Porque cuando ya no puedo sentir más placer por mi rajita, a él nunca le faltan las fuerzas para romperme la cola.
Y si fuera por mí y él me dijera “Marisol, ¿Sabes qué? Esta noche quiero puro darte por la cola.”, créanme que yo quedaría súper contenta.
🤤
Incluso, si al día siguiente no me pudiera sentar.
Pero él, como buen marido, me atiende por todos mis agujeros que feliz de la vida le entrego.
Y me iba quejando y quejando, moviéndome con sus movimientos, mientras que sus manos tiránicas se afirmaban de mi cintura, obstinadas por darme un castigo tan grande y tan pesado.
Yo, agradada hasta la medula, disfrutando que él me deseara tanto todas las noches para probarme de todas las maneras posibles.
Aparte que su cosa se hincha más y más.
¡Gorda!
¡Imparable!
😍
¡Me vuelve loca!
Y es que me hace llegar a ese punto donde no puedo aguantar el placer.
Siento el corazón desbocado y cada vez que lo entierra, se siente más rico y más profundo.
Quiero que se venga y me llene, pero al mismo tiempo, quiero que aguante y le siga dándome.
Y sus manos ardientes en mis pompas, bombeándome y bombeándome, sin parar.
Cada vez más rápido, más violento y más fuerte.
El sudor es espeso, pegajoso y el aire se siente pesado, ácido y con olor a todo.
No me sentía como Sailor Scout para nada en esos momentos.
Era simplemente, su puta viciosa, adicta a que su marido le dé por la cola hasta el fondo.
😂
¡Lloraba de alegría al sentir sus bolitas y el dolor era tan maravilloso, que se entremezclaba con mi placer!
Me costaba un montón afirmarme.
Cada segundo, sentía que me iba a botar.
Hasta que de repente…
💦 💦 💦
Y después, el cuerpo se me relaja completamente.
El corazón lo siento en la garganta.
Y él sigue, botando magistralmente más jugo en mi cola, como si fuera leche espesa o crema.
😲
Ya no puedo más.
Estoy exhausta.
“¡Ah, Marisol! ¡Ya no doy más!” le escuché decirme.
😳 😂 😂
“¿De verdad? ¿No me mientes?” le pregunto, tratando de darme vuelta.
Pero su misma cosita, que me ha dado tanto placer esa noche, no me deja ver sus ojitos.
“Si, Marisol. Estoy muy cansado… lo único que quiero es dormir. ¿Quedaste bien?”
😭
¡Yo siempre quedo bien!
Pero no puedo creerle que esté cansado él, porque siempre me gana por la noche.
Pasan unos 10 minutos y lo veo…
😍
¡Ahí están sus ojitos! ¡Medio cerrados de sueño!
Lo beso, lo re beso y me lo termino comiendo a besos.
“¿De verdad? ¿Ya no quieres más?” le pregunto, agarrándosela suavemente.
😕
Su pene sigue parado y duro. Pero son sus ojos los que me dicen la verdad.
“¡No, no puedo, Ruiseñor! ¡Lo hiciste muy bien!”
Lo empiezo a besar y besar, aunque él se queja.
Me siento tan contenta, porque es la primera vez que lo he dejado a él en la lona y lo único que se me ocurre (¡Loca de mí!) es hacer el amor para celebrar.
Por supuesto, él se ríe y me dice que le deje descansar.
Que “A lo mejor, en una hora, me puede dar la felicidad que yo deseo…”
😆
Pero me acuesto a su lado satisfecha y me duermo firmemente abrazada a él.
Después de todo, Bob finalmente ha sido castigado.
En el nombre de la Luna.
😉
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2 comentarios - Castigado, en el nombre de la Luna…