( poné play plis …… )
link: <iframe width="640" height="360" src="https://www.youtube.com/embed/pzhgdsbTI5g" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Supo que había llegado de nuevo el otoño, porque Gato entró retozando en la casa, trayendo con él un refrescante olor a otoño. En cada uno de sus felinos pelos negros llevaba una muestra del otoño: tierra húmeda, con la humedad peculiar de aquella estación, y hojas secas, color de oro pajizo. El gato olía exactamente igual que el otoño.
García se incorporó en la cama y alargó una mano pálida. Gato ronroneó y exhibió una generosa longitud de lengua, la cual pasó una y otra vez por el dorso de la mano de él. Gato la lamía como si fuera una golosina. "A causa de la sal", declaró García, mientras Gato se encaramaba a la cama de un salto.
Hoy podía hacerlo.
Madam no estaba y nadie se lo iba a impedir .
Gato calentó el cuerpo de García con su calor gatuno. García aspiró intensamente el olor que se desprendía del gato, un olor a tierra húmeda y a hojas secas. No le importaba que Madam gruñera. Después de todo, Gato era un recién nacido. Recién salido de las entrañas del otoño.
-¿Qué viste por ahí, Gato? Contame.
Tendido allí, Gato se lo contaría. Tendido allí, García sabría qué aspecto tenía el otoño con su olor a tierra húmeda y a hojas secas, su color de oro pajizo.
-¿Dónde estuviste hoy, Gato?
Pero Gato no tenía que contárselo. García lo sabía. Había bajado hasta la acera por las escaleras externas hasta llegar al sendero tapizado de hojas secas, en Grand Park ,para maullar desde allí su felino deleite. Había vagabundeado por Grand Park pisando el barro formado por las intensas lluvias. Allí había estado Gato.
García está sin hacer nada esa noche, porque no hay nada que hacer, así que va y le golpea la puerta al Toti.
Vamos al Grand Park, Toti —le dice.
El Toti se pone contento.
¿Querés que lleve algo? —le pregunta.
Llevá —le dice.
Entonces caminan, una noche cualquiera, en el otoño suave, en medio de ese olor a pasto y mar, y un rato después llegan a la orilla .
El Toti arma un porro y fuman, despatarrados en el suelo. García se hace una almohadita con la campera y el tiempo pasa con esa libertad para pasar que no tiene casi nunca. En la calle al Toti a veces le gusta hacerse el guaso. Por eso le dice a los mirones que se llama Tota, “Yo soy la Tota, lindo”, les dice. Anda por @Mexiclon328 Road con los tacos altos y las medias negras y una tanguita invisible que le deja el culo al aire. Es increíble. Revolea el pelo y de lejos parece una potra fantástica. “A mí me gustan los tipos, es cierto”, me dice el Toti, “pero te juro que si alguno se me hace el vivo lo fajo”.
No te creo, Toti —le dice García porque está aburrido, y porque extraña mucho a Madam y porque tiene bronca y unos celos que vuela.
Sí —le dice el Toti—. Vos me crees. Vos estabas el día en que nos peleamos con el General.
García fuma. El humo de la chala le da vueltas suaves, felices y estúpidas por el balero.
¿Te acordás, no? Igual te lo cuento …
Sí —le dice—. Me acuerdo.
Se acordaba . Fue cerca de la casa del @brolypcs, para el sur, después de la avenida, hacía memoria García.
Vos sos un puto y un cagón —le había dicho el General en aquel entonces. Y entonces arremetió al Toti , lo enganchó y le hizo una pinza con los brazos. Le iba a romper todos los huesos.
El General…..Al General jamás se le ofrecía la más ligera objeción . Anthony «el Loco» Blackburn había rescatado a un destrozado joven teniente de un campo de prisioneros en Vietnam del Norte, librándolo de la tortura y de morir de hambre, para traerlo sobre sus hombros a través de la selva hasta las líneas amigas. Eso había ocurrido años atrás; ahora era presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Con frecuencia se escucha en conversaciones entre militares la trillada frase de que algunos jefes estarían dispuestos a ir hasta el infierno. Pues bien, el general Anthony “el Loco Blackburn” había estado en el infierno y había quién regresaría sin vacilar al infierno en cuanto el general se lo ordenara.
Por ese entonces el ayudante decano del presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas acostumbraba estacionar el Mercedes en un espacio predeterminado enfrente de un edificio, y a vigilar , mientras el general se bajaba del coche y subía los escalones hasta la entrada.
Nunca decía nada, pero un profundo sentimiento de tristeza embargaba al ayudante mientras esperaba. Una vez por semana, como un ritual , se preparaba para conducir un automóvil alquila - do, civil, al Barrio Rojo, de modo que el general pudiera entregarse a sus juegos.
Un burdel. Despojado de adornos verbales, de eso se trataba.
¡El presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas iba a visitar un burdel! Y como iba a haber juegos, el ayudante de más confianza del general tenía que estar allí para poner orden en el desorden cuando se acabaran los juegos. Recoger, ordenar, vigilar hasta la mañana siguiente en algún oscuro motel y asegurarse bien de que nadie supiera de qué juegos se trataba ni quién estaba implicado. Y para mañana al mediodía, el presidente reasumiría su porte marcial, emitiría órdenes, y la velada y el desorden quedarían olvidados.
Y una vez allí una mujer esbelta, con oscuro vestido largo de seda y un collar de diamantes, volvería abrir la puerta en tres o cuatro horas y encendería y apagaría intermitentemente las luces de la entrada. Esa sería la señal para que el ayudante fuera a recoger a su pasajero.
—¡Hola, Tony! —entonces la mujer cruzaba rápidamente el vestíbulo levemente iluminado y besaba la mejilla del general—. ¿Cómo estás, mi amor?— le decía, acariciando con los dedos el collar mientras se inclinaba hacia él.
—Tenso —replicaba Blackburn, despojándose de su abrigo de paisano con la ayuda de una sirvienta uniformada. Miró a una muchacha; era nueva y encantadora.
La mujer había observado su mirada.
—No está aún lista para ti, querido —comentó mientras lo tomaba del brazo—. Tal vez en uno o dos meses. Ahora ven conmigo, veremos qué podemos hacer acerca de esa tensión. Tenemos todo lo que necesitas. El mejor hachís de Ankara, ajenjo de los más finos alambiques de Marsella, y precisamente lo que ordenó el doctor, de nuestro catálogo especial. A propósito, ¿cómo está tu mujer?
—Tensa —contestó el general calladamente—. Te manda recuerdos.
—Le das cariños de mi parte, querido.
Caminaron a través de un arco hasta llegar a una gran sala iluminada por suaves luces de diversos colores, cuyo origen no se podía precisar; círculos de azul y magenta giraban lentamente por el techo y las paredes. La mujer volvió a hablar:
—Hay una muchacha que quiero que se junte contigo y con tu compañera de costumbre. Sus antecedentes están hechos a la medida, mi amor. No podía creerlo cuando la entrevisté; es sensacional. Acabo de recibirla . Te va a encantar.Le gusta que le digan la Tota.
Y allí estaba entonces …. con su porte marcial , la chaqueta puesta con las medallas y , había que reconocerlo , excelente estado físico y bien dotado …..
Ahora al suelo 30 flexiones !!, le espetó.
Mientras caminaba alrededor como intentando verla desde todos los ángulos, de repente se le colocó encima La tomó de la cintura y levantó hasta dejar bien embutido su pene contra las nalgas, haciéndolo sentir bien caliente y duro.
Luego giró ,agarró bruscamente su cabeza y le enterró el pene hasta la garganta, comenzó un mete saca al principio rápido, pero que después se convirtió en un lento movimiento donde él disfrutaba más, entonces la Tota se lo sacó de la boca y lo tomó con sus manos haciendo círculos con su pulgar en el glande mientras lo miraba a los ojos, comenzó a masturbarlo y a darle besos, ese pene era suyo en ese momento suyo, lo tendría en sus manos en su boca y donde quisiera estar, era su manjar y lo disfrutaría al máximo, lo metió en su boca de nuevo cerrando los ojos lamiendo cada centímetro, agarró al general de las nalgas y lo acercó más al tiempo que las apretaba, tomó su pene y comenzó a chuparle las bolas mientras lo masturbaba.
Se tragó toda su leche como sí fuera la medicina que necesitaba. Lamió todo su pene hasta dejarlo limpio y se separó de él.
El general la tomó debajo de las axilas y la levantó .
- Culeame la boca , suplicó ….
Cuando finalmente la Tota se vino se corrió con varios chorros quedando algunos goteando de sus labios, él se paró la abrazó de la cintura restregando su pene contra el suyo y comenzó a besarla, pero ………
Pero al General Anthony Blackburn el odio le renace y lo vuelve loco. La agarra del pelo, le sacude la cabeza y le escupe en la cara. Después la suelta y da un paso atrás, resopla , cierra los puños amenazantes y le espeta:
“Vos sos un puto y un cagón ”
Entre los vahos del recuerdo y del momento a García la voz del Toti lo rescata hacia el presente :
“ …..no sé cómo hice , conseguí zafar, estaba parado, furioso, y cuando el General amagó de nuevo le acerté un cabezazo: le rompí la nariz, le volé tres dientes, y el hijo de puta quedó revol - cándose en el suelo.
Bueno…….. Vos sabés que si alguno se me hace el machito lo surto. A mí los machitos me gustan para que me hagan otra cosa. Me gusta que sean dulces y enérgicos, que la tengan dura, me gusta que sepan lo que tienen que hacer... Si son así les banco todo. Pero a los guarangos, a los turros y a los nazis me los saco de encima, como sea.
¿Vos extrañas? —le pregunta García mientras tira la colilla ya insignificante del porro chisporro - teando en el agua quieta .
¿A los tipos que me gustan?
Sí.
Claro que extraño.
Yo no sabía que se extrañaba —le dice.
Sos tan tonto, vos…….”
Felicitaciones por el ascenso @KaluraCD !!!![/color]
CUÁNTO CUESTA UNA ALEGRÍA ?
POSDATA : Publico este post en la categoría Gay en un acto de autocensura paradójicamente basada en el respeto a los mods y los queridos protagonistas y suponiendo que la “página” se “debe” a nuestra sociedad como se manifiesta en este momento .
Espero lo sepan interpretar y sino ……. no sé.Gracias.
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Supo que había llegado de nuevo el otoño, porque Gato entró retozando en la casa, trayendo con él un refrescante olor a otoño. En cada uno de sus felinos pelos negros llevaba una muestra del otoño: tierra húmeda, con la humedad peculiar de aquella estación, y hojas secas, color de oro pajizo. El gato olía exactamente igual que el otoño.
García se incorporó en la cama y alargó una mano pálida. Gato ronroneó y exhibió una generosa longitud de lengua, la cual pasó una y otra vez por el dorso de la mano de él. Gato la lamía como si fuera una golosina. "A causa de la sal", declaró García, mientras Gato se encaramaba a la cama de un salto.
Hoy podía hacerlo.
Madam no estaba y nadie se lo iba a impedir .
Gato calentó el cuerpo de García con su calor gatuno. García aspiró intensamente el olor que se desprendía del gato, un olor a tierra húmeda y a hojas secas. No le importaba que Madam gruñera. Después de todo, Gato era un recién nacido. Recién salido de las entrañas del otoño.
-¿Qué viste por ahí, Gato? Contame.
Tendido allí, Gato se lo contaría. Tendido allí, García sabría qué aspecto tenía el otoño con su olor a tierra húmeda y a hojas secas, su color de oro pajizo.
-¿Dónde estuviste hoy, Gato?
Pero Gato no tenía que contárselo. García lo sabía. Había bajado hasta la acera por las escaleras externas hasta llegar al sendero tapizado de hojas secas, en Grand Park ,para maullar desde allí su felino deleite. Había vagabundeado por Grand Park pisando el barro formado por las intensas lluvias. Allí había estado Gato.
García está sin hacer nada esa noche, porque no hay nada que hacer, así que va y le golpea la puerta al Toti.
Vamos al Grand Park, Toti —le dice.
El Toti se pone contento.
¿Querés que lleve algo? —le pregunta.
Llevá —le dice.
Entonces caminan, una noche cualquiera, en el otoño suave, en medio de ese olor a pasto y mar, y un rato después llegan a la orilla .
El Toti arma un porro y fuman, despatarrados en el suelo. García se hace una almohadita con la campera y el tiempo pasa con esa libertad para pasar que no tiene casi nunca. En la calle al Toti a veces le gusta hacerse el guaso. Por eso le dice a los mirones que se llama Tota, “Yo soy la Tota, lindo”, les dice. Anda por @Mexiclon328 Road con los tacos altos y las medias negras y una tanguita invisible que le deja el culo al aire. Es increíble. Revolea el pelo y de lejos parece una potra fantástica. “A mí me gustan los tipos, es cierto”, me dice el Toti, “pero te juro que si alguno se me hace el vivo lo fajo”.
No te creo, Toti —le dice García porque está aburrido, y porque extraña mucho a Madam y porque tiene bronca y unos celos que vuela.
Sí —le dice el Toti—. Vos me crees. Vos estabas el día en que nos peleamos con el General.
García fuma. El humo de la chala le da vueltas suaves, felices y estúpidas por el balero.
¿Te acordás, no? Igual te lo cuento …
Sí —le dice—. Me acuerdo.
Se acordaba . Fue cerca de la casa del @brolypcs, para el sur, después de la avenida, hacía memoria García.
Vos sos un puto y un cagón —le había dicho el General en aquel entonces. Y entonces arremetió al Toti , lo enganchó y le hizo una pinza con los brazos. Le iba a romper todos los huesos.
El General…..Al General jamás se le ofrecía la más ligera objeción . Anthony «el Loco» Blackburn había rescatado a un destrozado joven teniente de un campo de prisioneros en Vietnam del Norte, librándolo de la tortura y de morir de hambre, para traerlo sobre sus hombros a través de la selva hasta las líneas amigas. Eso había ocurrido años atrás; ahora era presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Con frecuencia se escucha en conversaciones entre militares la trillada frase de que algunos jefes estarían dispuestos a ir hasta el infierno. Pues bien, el general Anthony “el Loco Blackburn” había estado en el infierno y había quién regresaría sin vacilar al infierno en cuanto el general se lo ordenara.
Por ese entonces el ayudante decano del presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas acostumbraba estacionar el Mercedes en un espacio predeterminado enfrente de un edificio, y a vigilar , mientras el general se bajaba del coche y subía los escalones hasta la entrada.
Nunca decía nada, pero un profundo sentimiento de tristeza embargaba al ayudante mientras esperaba. Una vez por semana, como un ritual , se preparaba para conducir un automóvil alquila - do, civil, al Barrio Rojo, de modo que el general pudiera entregarse a sus juegos.
Un burdel. Despojado de adornos verbales, de eso se trataba.
¡El presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas iba a visitar un burdel! Y como iba a haber juegos, el ayudante de más confianza del general tenía que estar allí para poner orden en el desorden cuando se acabaran los juegos. Recoger, ordenar, vigilar hasta la mañana siguiente en algún oscuro motel y asegurarse bien de que nadie supiera de qué juegos se trataba ni quién estaba implicado. Y para mañana al mediodía, el presidente reasumiría su porte marcial, emitiría órdenes, y la velada y el desorden quedarían olvidados.
Y una vez allí una mujer esbelta, con oscuro vestido largo de seda y un collar de diamantes, volvería abrir la puerta en tres o cuatro horas y encendería y apagaría intermitentemente las luces de la entrada. Esa sería la señal para que el ayudante fuera a recoger a su pasajero.
—¡Hola, Tony! —entonces la mujer cruzaba rápidamente el vestíbulo levemente iluminado y besaba la mejilla del general—. ¿Cómo estás, mi amor?— le decía, acariciando con los dedos el collar mientras se inclinaba hacia él.
—Tenso —replicaba Blackburn, despojándose de su abrigo de paisano con la ayuda de una sirvienta uniformada. Miró a una muchacha; era nueva y encantadora.
La mujer había observado su mirada.
—No está aún lista para ti, querido —comentó mientras lo tomaba del brazo—. Tal vez en uno o dos meses. Ahora ven conmigo, veremos qué podemos hacer acerca de esa tensión. Tenemos todo lo que necesitas. El mejor hachís de Ankara, ajenjo de los más finos alambiques de Marsella, y precisamente lo que ordenó el doctor, de nuestro catálogo especial. A propósito, ¿cómo está tu mujer?
—Tensa —contestó el general calladamente—. Te manda recuerdos.
—Le das cariños de mi parte, querido.
Caminaron a través de un arco hasta llegar a una gran sala iluminada por suaves luces de diversos colores, cuyo origen no se podía precisar; círculos de azul y magenta giraban lentamente por el techo y las paredes. La mujer volvió a hablar:
—Hay una muchacha que quiero que se junte contigo y con tu compañera de costumbre. Sus antecedentes están hechos a la medida, mi amor. No podía creerlo cuando la entrevisté; es sensacional. Acabo de recibirla . Te va a encantar.Le gusta que le digan la Tota.
Y allí estaba entonces …. con su porte marcial , la chaqueta puesta con las medallas y , había que reconocerlo , excelente estado físico y bien dotado …..
Ahora al suelo 30 flexiones !!, le espetó.
Mientras caminaba alrededor como intentando verla desde todos los ángulos, de repente se le colocó encima La tomó de la cintura y levantó hasta dejar bien embutido su pene contra las nalgas, haciéndolo sentir bien caliente y duro.
Luego giró ,agarró bruscamente su cabeza y le enterró el pene hasta la garganta, comenzó un mete saca al principio rápido, pero que después se convirtió en un lento movimiento donde él disfrutaba más, entonces la Tota se lo sacó de la boca y lo tomó con sus manos haciendo círculos con su pulgar en el glande mientras lo miraba a los ojos, comenzó a masturbarlo y a darle besos, ese pene era suyo en ese momento suyo, lo tendría en sus manos en su boca y donde quisiera estar, era su manjar y lo disfrutaría al máximo, lo metió en su boca de nuevo cerrando los ojos lamiendo cada centímetro, agarró al general de las nalgas y lo acercó más al tiempo que las apretaba, tomó su pene y comenzó a chuparle las bolas mientras lo masturbaba.
Se tragó toda su leche como sí fuera la medicina que necesitaba. Lamió todo su pene hasta dejarlo limpio y se separó de él.
El general la tomó debajo de las axilas y la levantó .
- Culeame la boca , suplicó ….
Cuando finalmente la Tota se vino se corrió con varios chorros quedando algunos goteando de sus labios, él se paró la abrazó de la cintura restregando su pene contra el suyo y comenzó a besarla, pero ………
Pero al General Anthony Blackburn el odio le renace y lo vuelve loco. La agarra del pelo, le sacude la cabeza y le escupe en la cara. Después la suelta y da un paso atrás, resopla , cierra los puños amenazantes y le espeta:
“Vos sos un puto y un cagón ”
Entre los vahos del recuerdo y del momento a García la voz del Toti lo rescata hacia el presente :
“ …..no sé cómo hice , conseguí zafar, estaba parado, furioso, y cuando el General amagó de nuevo le acerté un cabezazo: le rompí la nariz, le volé tres dientes, y el hijo de puta quedó revol - cándose en el suelo.
Bueno…….. Vos sabés que si alguno se me hace el machito lo surto. A mí los machitos me gustan para que me hagan otra cosa. Me gusta que sean dulces y enérgicos, que la tengan dura, me gusta que sepan lo que tienen que hacer... Si son así les banco todo. Pero a los guarangos, a los turros y a los nazis me los saco de encima, como sea.
¿Vos extrañas? —le pregunta García mientras tira la colilla ya insignificante del porro chisporro - teando en el agua quieta .
¿A los tipos que me gustan?
Sí.
Claro que extraño.
Yo no sabía que se extrañaba —le dice.
Sos tan tonto, vos…….”
Felicitaciones por el ascenso @KaluraCD !!!![/color]
CUÁNTO CUESTA UNA ALEGRÍA ?
POSDATA : Publico este post en la categoría Gay en un acto de autocensura paradójicamente basada en el respeto a los mods y los queridos protagonistas y suponiendo que la “página” se “debe” a nuestra sociedad como se manifiesta en este momento .
Espero lo sepan interpretar y sino ……. no sé.Gracias.
18 comentarios - El vecino de garcia
Excelente relato amigo, muy bien metido en la piel de unos y otros.
Me encantó ❤️
Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los mios.
Está bien escrito y punto. Y usted es un amigazo. Casi cuñado diría... 😀
La Tota es el fiel reflejo de la mayoría de travestis que conozco, con respeto todo y sin respeto a bancarse las consecuencias !!!
Muy bueno el relato amigo !!!
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
Un abrazooooo !!
( Gracias )
Capo!!! nos hacés reír mucho Amigo 😀 😀 😀 😀
_PUNTOS para VOS
( jajajajaaaaa !! )