Familia Incestuosa.
Capítulo I: La soledad de mamá, el primer roce.
Hola mi nombre es Víctor, en la actualidad tengo 23 años, estudio en una universidad prestigiosa de la ciudad de Toluca y vivo en un fraccionamiento que lleva por nombre “La Virgen”, irónico pues si…
Lo que voy a relatarles es como me convertí en el amante de mi Madre por principio de cuentas y de mis dos hermanas, para terminar de rematar las cosas. Mi madre lleva por nombre Citlalli quien actualmente tiene 40 años cumplidos, mis dos hermanas son mellizas, Tania y Brenda, quienes actualmente tienen 22 años cumplidos.
Todo comenzó con el divorcio de mis padres, hace ya 6 años, debido a que papá tenía otra familia en otra ciudad de la república, por tal motivo mamá cayó en una depresión muy grande, teniendo como resultado su descuido personal y emocional, a los 34 años de edad Citlalli mi madre pesaba casi 90 kilos, con apenas 1.56 de estatura. Mis hermanas y yo intentamos por todos los medios sacarla del hoyo, pero ella parecía que no quería salir de todo lo que el divorcio y la traición de papá le habían dejado a cuestas.
El primer año después del divorcio mamá se la pasaba acostada casi todo el día, se aseaba poco y siempre parecía una indigente, por las ropas que usaba. Eso tuvo como resultado el que lo hombres no se fijaran en ella, la mujer que en mi infancia me parecía las más hermosa del mundo, ahora me resultaba una desconocida por completo.
Hasta que a principios del segundo año desde su divorcio, la intervención de mi Tía Rocío, lo cambio todo por completo, La Tía Chío como la llamamos de cariño, es la hermana mayor de Citlalli mi madre. Ella jugo un papel muy importante en ese pasaje negro de la vida de mamá, ya que fue quien la llevo a rastras al médico y la puso hacer ejercicio. Con lo que en menos de un año mamá logro perder 30 kilos, con lo que la mujer que yo recordaba regreso de entre los muertos, aquella apariencia avejentada y maltrecha fue sustituida por una mujer delgada y con curvas prominentes. Con lo que mi manera de verla comenzó a cambiar, por completo…
Citlalli mi madre, en la actualidad pesa 60 kilos, como ya dije mide 1.56 de estatura, tiene cabello castaño obscuro ondulado hasta la mitad de la espalda, su cara es ovalada y sus facciones volvieron a ser definidas, una nariz respingada, ojos grandes y redondos color café, boca mediana con labios delgados, pero lo que más resalta en la actualidad son esos senos enormes que posee, siendo talla 36DD en brasier, un culo mediano y paradito, piernas cortas pero musculosas.
Con el regreso de la mujer atractiva que mamá es, en mi comenzó a surgir cierto deseo por ese cuerpo que miraba todos los días en casa. A veces fantaseaba con poseerla pero el miedo me ganaba y terminaba por olvidar esas fantasías, con forme el tiempo fue pasando las ganas y deseos de cogerme a mi madre, aumentaban. En innumerables ocasiones los hombres por la calle la miraban con deseo y uno que otro se animaba a decirle guarradas. Pero mamá se mantenía firme y jamás hizo por corresponder a dichos a lagos o vulgaridades.
El tiempo pasó y llego el tercer año después del divorcio, mamá cada día se sentía y se veía mejor, era excitante mirarla durante sus secciones de ejercicio en casa o mirar su bue culo y tetotas cuando se inclinaba para tomar algo del refrigerador o un estante.
Una tarde al regresar a casa, mire a mamá tomando agua en la cocina, después de una sección de bicicleta fija, su cabello al igual que su cara y pecho se notaban empapados, al entrar a la cocina me percate de algo que hizo endurecer mi pájaro, su entre pierna y trasero estaba igual de mojados que el resto de su cuerpo, sabía que la enorme erección que se formaba debajo de mis pantalones, sería imposible de ocultar uno segundos después por lo que me di la vuelta e hice que tomaba algo del refrigerador.
- Que paso papi?... como te fue! – dijo mamá –
- Bien ma! Todo bien! – respondí –
La imagen mental de ¿l cuerpo de mamá completamente desnudo y cubierto de sudor, no desaparecía de mi mente. Gire al tiempo en que mamá salía de la cocina y lo inevitable sucedió.
- Vic! En que estás pensando, papi? – exclamo mamá –
- Porque ma? – pregunte extrañado –
- Pues mira nada más ese bulto en tus pantalones! – dijo señalando mi entre pierna –
Me sentí avergonzado y no supe que responder.
- Jejeje! Mi niño ya no lo es tanto! Uuuhhmm!! – suspiro mamá y subió las escaleras –
Esa misma tarde mientras me duchaba fue la primera vez que me masturbe pensando en mi madre. Días más tarde mientras estaba con dos amigos jugando videojuegos, mamá entro sin avisar a mi habitación, los ojos de mis amigos se abrieron de golpe al ver el cuerpo de mi madre enfundado en unos pants de lycra negros, los cuales se ajustaban perfecto a sus curvas, un top deportivo color verde el cual dejaba poco a la imaginación.
- Vic! Voy a estar haciendo ejercicio, en el cuarto de arriba, ok… se portan bien niños he! – dijo mamá y cerró la puerta –
Mis amigos tragaban saliva muy rápido, debido a la excitación que mamá les había provocado. Casi una hora después de que mamá entrara a la habitación, tuve ganas de ir al baño, por lo que deje a mis amigos en mi habitación a solas. Fui al baño y a la cocina por unos jugos, al regresar y antes de entrar a la habitación pude escuchar a mis amigos hablar de mamá y mis hermanas pero no de manera normal si no sexualmente, cosas como:
- Wey no mames que buenota está la mamá del Vic! Viste esas tetotas? No mames que ricas y ese culito parado, mmm!! Se lo mamaba hasta dejárselo irritado!
- Si no mames, esta de lujo la doña! Esas tetas para una rusota hasta moquearle la jeta!
- Y sus hermanas wey! Pinches flacas sabrosas! Si me cojo a la que me dejes!
- La neta, la neta está más buena la mamá que las hijas, wey!
- Pues yo si me las cogía a todas…
- Eso si, te imaginas como la ha de mamar? Como ha de mover ese culito sabroso encima de la verga!... uy! Y no tiene viejo verdad wey?...
- - pues no que yo sepa?... se me hace que se la anda cogiendo el Vic!...
- Jajajajajajaja! Jajajajaja! No mames! Jajajajajaja!
Decían los dos, lejos de molestarme sus comentarios a cerca de mi madre y hermanas, hicieron volar mi imaginación, comenzando a fantasear de nuevo, imaginaba como seria si mamá me chupara el pájaro, o se montara en él.
Poco duraron las fantasías, ya que de pronto la voz de mamá dijo.
- Vic! Estas bien papi? Te ves algo raro!
Regrese a la realidad de golpe, gire la cara para ver a mamá, la imagen que mis ojos veían como siempre no tenía precedentes, su cuerpo empapado de sudor, su cabello recogido en una coleta, mientras se secaba con una toalla.
- Sí, estoy bien ma!... – respondí tartamudeando –
- Pues no me lo parece! Te vez raro! En fin! – dijo entrando a su habitación –
Mis amigos se marcharon horas más tarde no sin antes revisarle la carrocería a mi madre de nuevo. Esa misma noche mientras cenábamos no pude dejar me observar a mamá, de manera deseosa, por la noche me masturbe pensando en ella hasta que el pájaro me ardía por lo irritado, en todo momento recordando algo que mis amigos dijeron, “se me hace que el Vic se la chinga”. Pero como hacer para lograrlo, como una mujer hecha y derecha, se fijaría en un jovencito con apenas 19 años en ese entonces.
Por si no lo había mencionado, mi familia posee un negocio de ropa deportiva y suplementos deportivos del cual nos encargamos todos, aunque la mayor parte del tiempo lo hace mi madre. Cierta tarde era mi turno de quedarme con mamá en el local, por lo que al salir de la escuela me dirigí a encontrarme con ella, al entrar por el cancel la mire detrás del mostrador.
- Hola ma! Ya estoy aquí! – dije saludándola –
- Hola papa! Como te fue en la escuela? – respondió –
- Bien ma! Necesitas algo? – pregunte acercándome al mostrador –
- Ah! Si que crees que este mugre teléfono sigue desconectándose a cada rato! – exclamo señalando debajo del mostrador –
- Déjame echarle un ojo! – respondí dejando mis cosas en una pequeña bodega –
Me acerque al mostrador mientras mamá aún seguía de pie haciendo cuentas, lo que vi cuando me puse detrás de ella fue una de las mejores imágenes de mi vida. Su trasero paradito siendo apretado por unos jeans color negro, me quede mirándolo unos segundos hasta que mamá giro un poco y mirándome dijo.
- Que pasa? Te quedaste mudo? O qué?
Me despabile de inmediato pero no pude enfocar mi vista en esos dos melones que dios le dio. Ella lo noto y exclamo.
- Víctor! Despierta papa! Ya! Ándale revisa ese teléfono!
Sin ningún argumento valido me di a la tarea que me había asignado mamá, pero note que se dio cuenta de mis miradas a sus lolas gordas. Porque mientras me agachaba para revisar la roseta telefónica, movió la cabeza y una sonrisa pícara se dibujó en su rostro.
Al ponerme en cuclillas a un lado de mi madre sus nalgas quedaron justo frente a mí, revise la roseta telefónica, sin perder oportunidad de mirar las nalgas de mamá, el pájaro se me puso duro poco a poco fantaseando con darle una nalgada o sobárselas un poco. Mamá me miro de reojo percatándose en varias ocasiones de lo que hacía ahí abajo.
- Ya está listo necesito hacer una llamada! – exclamo –
- A ver prueba ahora! – dije mirándola según a los ojos pero lo que en verdad miraba eran esos melonsotes que sobresalían cubriendo parte de su rostro –
Mamá asintió con la cabeza y fue entonces que me levante de ese lugar, me puse a acomodar unas cajas de zapatos deportivos en los anaqueles, después entre a la bodega para tomar algunas cosas para acomodarlas, al salir mamá entraba, sus gordos y firmes melones se embarraron por completo en mi abdomen, los ojos de los dos se mostraron titubeantes, sin saber que hacer los dos nos zafamos como pudimos.
- Chamaco! Porque no te fijas! – exclamo mamá –
- Perdón! Ma! Lo siento! – dije apenado y muy excitado –
Cada quien se distrajo como pudo, pero en mi mente solo podía recordar la lo firmes que eran sus pechos. Mamá hizo su llamada, para después salir de detrás del mostrador, y caminar hasta donde estaba. Al llegar me ayudo con las cosas que había que acomodar, yo me encontraba arriba de una pequeña escalera de aluminio para alcanzar los ganchos superiores. Mamá me pasaba las cosas que había que colgar, cada vez que toma una de sus manos miraba la separación de sus tetas las cuales se mostraban por lo abierto de su blusa a cuadros.
- Deberías de buscarte una novia! – exclamo mamá –
Aquello me saco de onda.
- Porque lo dices ma? – pregunte –
- No te hagas, mira nada más otra vez andas pensando no sé qué cosa y tu amigo ya despertó! – dijo refiriéndose a la erección que se formó en mis pantalones –
Mire hacia mi entre pierna y pude comprobar que era cierto, muy apenado termine de acomodar la mercancía y baje de inmediato de la escalera. Mamá volvió detrás del mostrador y siguió con las cuentas, apuntes y atención a los clientes. Yo me hice pato en el baño y en la bodega hasta que llegó la hora de cerrar, coloque la alarma y los dos salimos del local.
De regreso a casa ninguno de los dos dijo nada, ni siquiera podíamos sostenernos la mirada. Esa noche algo cambio, ya que mamá durante la cena no dejo de mirarme como intentando averiguar algo más.
Nos fuimos a dormir a eso de las 22:30 horas, pero ya entrada la madrugada no pude aguantar las ganas de orinar, así que Salí al baño, después de tirar lo que me sobraba volví a mi habitación, pero un ruido en la planta baja me hizo bajar con temor las escaleras, al llegar al último escalón mire la silueta voluptuosa de mamá frente a la ventana que da al patio trasero, una humareda salía de su boca, mamá estaba fumando, hacía años que no lo hacía, porque ahora.
- Ma?... – dije llamando su atención –
Mamá volteo sin reparos me miro por un segundo y siguió fumando.
- Que paso? Te desperté? – respondió –
- No, más bien me asustaste! Pensé que se había metido alguien a la casa! – dije susurrando –
- Lo siento cariño! No era mi intención! Es solo que se me antojo un cigarrito y no podía dormir – respondió mamá –
Ella termino su cigarro y camino hacia mí. No pude creer lo que vi, mamá estaba vestida solo con una calzón tipo bóxer ceñido a sus nalgas y una playera de algodón vieja, la cual se levantaba por sus gordas tetas.
- Vamos a dormir, papi! – dijo tomándome del brazo y deteniéndome para que ella subiera primero –
El vaivén de sus nalgas al subir las escaleras era lo más divino del mundo. Sin soltarme la mano me llevo hasta la entrada de mi habitación, me beso la mejilla y entro a su habitación. Sentí que lo había hecho a propósito para que viera su culo al subir las escaleras. A la mañana siguiente mientras me encontraba en el baño orinando plácidamente, la puerta se abrió abruptamente al mirar de quien se trataba lo que vi me sorprendió por completo. Era mi mamá la que entraba al baño, por unos segundos me mantuve en la posición en la que estaba, los ojos de mamá se centraron en mi pájaro, hasta que gire para cubrirme.
- Maaa!!! Está ocupado!! – dije –
- Perdón, perdón!! – exclamo –
Cerro la puerta, dejándome solo. Me duche, vestí y baje para desayunar antes de irme a la escuela, durante el mismo mamá no me sostenía la mirada al referirse a mí. Toda la mañana no deje de pensar en que tanto había visto mi madre. Por la tarde no me tocaba ir al local, así que volví a la casa dormí casi toda la tarde, desperté cuando el teléfono de la casa sonó. Baje a la cocina para tomar algo de beber y me senté en la sala, la imagen de las tetas de mamá y sus nalgas de un día anterior y el recuerdo de sus mirada clavada en mi pene, no salían de mi mente, comencé a preguntarme porque había entrado al baño si ella tiene el suyo en su habitación, todo eso me puso caliente y provoco que me dieran ganas de jalármela ahí mismo. Y cometí un error garrafal, o tal vez no. Me baje los pantalones y la ropa interior hasta los muslos, comenzado a masturbarme poco a poco. Pasados unos 10 minutos mi pene estaba a tope, mi mano lo frotaba con ganas de querer arrancarlo de mi cuerpo, mientras miraba unas fotos de las tetas y el culote de mamá en mi celular, por lo que perdí la noción del tiempo y espacio.
No note que la puerta de la cochera se abría, indicando que mamá había llegado a casa, lo que me hizo volver a la realidad fue el sonido de la puerta de entrada cerrándose, abrí los ojos y mire a mamá, recargada sobre la puerta mirándome no sé si atónita o indignada.
- Víctor!! Que chingados haces! Vístete ya que tus hermanas vienes detrás de mí! – susurro molesta –
De inmediato me subí los pantalones y escape a mi habitación, de la que no Salí el resto de la noche. No podía dormir recordando la cara de mamá, al verme sentado con el pito de fuera totalmente erecto y dándole su merecido. De momento recordé que había olvidado mi celular en mi huida. Dios la muerte estaba cerca, si mamá se daba cuenta de sus fotografías en top deportivo o su culo en leggins, jeans y lycras me mataría. Cerca de las 12:30 de la madrugada unos ligeros golpecitos en la puerta hicieron saltar mi pecho.
- Si? – exclame –
- Abre la puerta! – dijo la voz de mamá molesta –
No me quedo más remedio que abrir la puerta o era capaz de tirarla. Al hacerlo sus ojos mostraban la furia de dios, sus mano extendida me entregaba mi celular.
- Mañana mismo quiero hablar contigo! Te pasaste de la raya niño! – dijo susurrando, dio vuelta y entro a su habitación –
No pegue el ojo en lo que resto de la noche. Por la mañana al bajar a desayunar mamá ni siquiera me dio los buenos días. Ese día por la tarde me tocaba estar con ella en el local, sabía que era mi fin. Llegue al local después de las 3:30 p.m. al entrar mamá hablaba por teléfono, al verme termino la llamada diciendo.
- Ya llego, te llamo después!
Deje mis cosas en la bodega como habitualmente hago. Al salir la mano de mamá detuvo mi camino haciendo entrar de nuevo a la bodega.
- Víctor! En que estabas pensando? Carajo, entiendo que explores tu sexualidad, pero no en plena sala! – arremetió mamá –
No supe que contestar, es más que podía decir, baje la cabeza y me concrete a escuchar.
- Que hubiera pasado si en vez de ser yo la que entrara, hubiera sido una de tus hermanas? Uh? Te pusiste a pensar en ello? – siguió diciendo ella –
- Y puedes explicarme porque demonios tienes fotos de mis nalgas y chichis en tu celular? – exploto mamá –
La vida llegaba a su fin, pero de pronto algo en mi cabeza se enchufo y me dije que si me iba a matar por lo que había hecho que lo hiciera con provecho. Así que respondí.
- Me gustas mamá! Te deseo cada día mas! Eres la mujer de mis sueños y no te cambiaría por ninguna niña de mi edad! Veo que has estado muchos años sola, desde el divorcio con papa, me doy cuenta que te falta un hombre, te he escuchado varias veces masturbarte en tu habitación, creo que eres un mujer desperdiciada, y me encantaría ser el hombre que te haga feliz! Desde hace mucho investigo en internet sobre relaciones entre madres e hijos, para saber si lo que siento por ti estaba mal! Pero me di cuenta que no soy el único, hay mucha gente que lo hace y no solo con su madre, existen toda clase de mesclas raras! Quien mejor que yo, que te conozco de toda la vida para reemplazar a papá! – dije sin parar –
Al terminar cerré los ojos esperando la bofetada, pero esta no llego. Al abrir los ojos mire a mamá recargada en la puerta de la bodega con los ojos llenos de lágrimas y una mano en la boca. No dijo más y salió de la bodega. Tome mis cosas avergonzado y triste y Salí del local, mamá ni se dio cuenta de mi partida, estaba catatónica. Vague por la ciudad hasta entrada la noche. Regrese a casa casi a las 12:00 a.m., mamá me esperaba en la sala de la casa con todas las luces apagadas. De inmediato me pidió.
- Siéntate aquí! Tenemos que hablar! – así lo hice sabiendo que ya no había más que decir –
- Mira Vic! Entiendo por lo que estás pasando, normalmente los hombres sienten que se enamoran de sus madres, porque son las primeras mujeres en sus vidas! Pero lo que me dices suena a locura! Papi! Date cuenta lo que me pides es una locura! Soy tu madre, te traje al mundo, podrías tener una relación con la chica que quisieras! Porque fijarse en un vejestorio como yo! Cariño, no puedes pretender que salte a tus brazos sin más, te has puesto a pensar que pasaría si tus hermanas, tu padre, tus abuelos, tus tías, se enteran de una locura como esta?... no verdad?
- Ahora, cuanta experiencia puedes tener, como hombre para satisfacer a una mujer de mi edad, si, talvez seas más viril que los hombres de mi edad, pero no creo que me aguantes el paso sexualmente hablando!
Mamá me tenía confundido, por un lado me decía que eso era una locura y por otro me hablaba de sexo con ella.
- No niego que tienes razón, en una cosa; he estado sola muchos años, sin un hombre a mi lado, y si tengo necesidades como cualquier mujer. Pero Vic! Lo que me pides es una locura! – sentencio mamá –
Tome valor y respondí.
- Primero, que nada quiero aclarar que para mí no eres un vejestorio, o algo parecido, eres una mujer hermosa, segundo, si esto te parece un locura por completo, porque nunca me llamaste la atención las muchas veces en que me sorprendiste mirándote las chichis o las nalgas, porque me hablas de que no podría satisfacerte sexualmente si no lo estuvieras meditando o al menos lo hubieras contemplado? – finalice mi argumento –
- No lo sé Vic! Debo admitir que todo esto es raro y estoy confundida, por lo pronto deja la idea de irte de la casa y ve a dormir. Hasta mañana! – dijo mamá subiendo las escaleras –
Durante casi dos semanas no hubo mayor palabra que los buenos días o alguna petición de ayuda mientras estábamos en el local. Pero eso si mamá se la pasaba hablando por teléfono por mucho tiempo con alguien, eso me tenía nervioso, ya que podría ser algún galán que la pretendía en secreto y mis ideas de ser el hombre de su vida se desvanecían. Un domingo por la tarde mientras mis hermanas habían salido con sus amigas y yo estaba encerrado en mi habitación, el timbre sonó, al asomarme por la ventana para ver quién era, pude ver a una amiga de mamá cargando una caja de galletas, mamá le abrió la puerta y la hizo pasar.
Me quede en mi habitación ya que no me sentía de ánimos para bajar a saludar. Habían pasado más de una hora desde el arribo de la amiga de mamá a casa, yo tenía hambre y sed, por lo que me vi obligado a bajar a la cocina, al escucharme bajar las escaleras las dos cambiaron la conversación rápidamente y al verme se quedaron en silencio.
- Hola buenas tardes Sofí! – dije saludando a la amiga de mamá –
- Hola Vic! Como estas? – respondió –
La mirada que Sofía me dedico por unos segundos, me hizo sentir incómodo. Mamá ni me volteo a ver.
- Bien gracias, solo vine por un sándwich y algo de tomar, no las interrumpo mucho tiempo! – dije apresurándome en mis labores –
Las dos permanecieron en silencio y el ambiente se tornó tenso, Salí de la cocina despidiéndome de Sofía con un beso en la mejilla, al tiempo en que miraba a mamá buscando sus ojos, ella me miro de forma rara, Salí y volví a subir las escaleras. Pero no sin antes sospechar que la plática tenía que ver conmigo, así que inteligentemente hice como que entraba a mi habitación y sin las sandalias de baño que me delataban regrese hasta el descanso de la escalera. La charla se reanudó pocos segundos después.
- Sofía: pues mira Citlalli, sé que todo esto es muy confuso, si lo sabré yo! Pero no tienes que verlo como algo malo! – dijo la amiga de mamá –
- Mamá: no se Sofí! No niego que me siento muy sola, y saber que mi hijo me ha escuchado mientras me masturbo por las noches! Hay dios me tiene muy sacada de onda!
- Sofía: dime la verdad! Te sientes atraída hacia tu hijo? En alguna manera?
- Mamá: la verdad, hasta hace unos días siempre lo vi como mi hijo, pero después de verlo con la verga de fuera, la primera en su estado pasivo y la segunda en todo su esplendor, ya no sé, es guapo, debo admitir que me recuerda mucho a su padre de joven, ya no sé si lo quiero como hijo o como hombre!
- Sofía: perdón por la tontería que voy a decir pero al menos tiene con que quererte? Jijiji!!!
- Mamá: y de sobra! Jajajajajajaja! La tiene más grande y gorda que su padre! Hay dios que estoy diciendo!
- Sofía: pues qué esperas mujer, que te importe un carajo lo que te dice tu cabeza, se feliz! Y muy cuidadosa, eso sí! Mírame a mi llevo más de 6 años con mi sobrino y nadie se ha enterado!
- Mamá: hay dios! En serio? Debo decirte que en las últimas semanas y después que vi a Vic, con la verga de fuera en plena sala, me he masturbado pensando en ese miembro joven y viril, varias veces!
Era suficiente, no había que saber más, sabía que mamá fantaseaba conmigo como yo con ella. Subí a mi habitación y me sentí más tranquilo. También me asombre de la confesión de Sofía, cogía con su sobrino desde hace 6 años, wow!...
Sofía se marchó una hora más tarde, sin despedirse de mí. Ahora solo me quedaba esperar a que mamá tomara una decisión o atacarla cuando menos se lo esperara y ver qué pasaba. Y sobre mi pájaro, nunca me había interesado medírmelo hasta ese día, y el resultado fue 19 cm. De largo y 5 de ancho. La semana siguiente, las cosa o al menos la comunicación mejor entre mamá y yo, llego el viernes y me tocaba estar con ella en el local. Llegue temprano a eso de la 1:00 p.m. ya que las últimas tres horas se cancelaron en la universidad. Mamá atendía a un cliente, deje mis cosas y me quede detrás del mostrador.
- Como te fue? – dijo mamá después de que el cliente se marchó –
- Bien ma! Gracias! – dije respetuosamente –
- Ok qué bien! Me respondes algo? –pregunto –
- Claro! Dime? – revire –
- Cuantas veces has tenido sexo o has hecho el amor? – pregunto sin titubear –
Me quede helado por unos segundos y respondí.
- Hasta el día de hoy 6 veces y fue solo sexo! Tres con amigas y compañeras de la uni, y tres más con Yadira… - conteste –
- Yadira, la hija de Juan el amigo de tu padre?... wow!!! Vaya gustitos!!! – dijo en broma –
Al tiempo en que daba media vuelta y se adentraba en el baño. Después de eso mamá entro a la bodega, tomo la escalera y nuevos modelos de zapatos deportivos que acaban de llegar para colocarlos en los exhibidores, llego hasta donde los tenía que colocar al tiempo en que decía.
- Me ayuda, Vic!
Camine hasta su lado, ella subió a la pequeña escalera ayudada por mi mano. Uno a uno le fui pasando los zapatos deportivos para ser exhibíos. Casi estaba por finalizar pero por la necedad de no mover la escalera para colocar los dos últimos pares en sus exhibidores, mamá tambaleo en el peldaño de la escalera y se fue de lado.
No tuve más remedio que atajar su caída, pero el resultado fue que al abrazarla para evitar su caída termine por tomarla de las nalgas mientras mi cara quedaba en medio de sus tetas completamente embarrada en ellas, lo único que evito que los dos cayéramos al suelo fue la pared que nos devuto. Mamá no dijo nada al sentir mis manos en sus nalgas y mi cara en sus tetas, lejos de eso me agradeció.
- Hay papa! Por poco y me mato! – exclamo asustada –
- Estas bien mamá? – dije entre cortado por sus tetas embarradas en la boca y nariz –
- Si papi! Gracias! – dijo temblando por el susto –
La abrace y la lleve hasta el mostrador, ella me hizo una seña que la llevara a la parte de atrás, donde esta tanto la bodega como el sanitario. La vi realmente asustada, llegamos hasta la puerta del sanitario, me pidió con señas que entráramos, al hacerlo de inmediato se apoyó sobre el lava manos, dejo correr el agua y se enjuago la cara, como intentando reaccionar, mi mano sobaba su espalada en señal de consuelo.
- Hay dios! No sé qué hubiera hecho si esto me pasa con una de tus hermanas, papi! Yo creo que me mato! – dijo aun temblando –
- Ya paso ma! Lo bueno es que los dos estamos bien! Cálmate! – respondí sin dejar de frotarle la espalda –
Le alcance una toalla para que secara la cara, ella lo hizo; al terminar me abrazo y todo en la vida cambio para siempre. Cuando su cuerpo se fundió con el mío, su cara descanso en mi pecho sus ojos buscaron los míos y nos besamos por primera vez en los labios. El beso siguió y siguió, la manos de mamá pasaron por mi espalda hasta mis hombros, lentamente giramos hasta que yo quede dentro del sanitario caminando hacia atrás, logre sentarme sobre la tapa del inodoro, mamá soltó mis hombros y se sentó encima de mí, comenzando a mover su pelvis encima de mi pájaro el cual despertaba con cada movimiento, mis manos la tomaron por las nalgas, empezando a amasarlas suavemente, nuestras bocas se volvían locas, las manos de mamá revolvían mi cabellos mientras que sus tetas se frotaban en mi pecho. De pronto mamá interrumpió el beso.
- Shh!! Entro alguien! – dijo levantándose –
Salió del sanitario, pensé que hay había terminado todo; lo cual no fue así, al salir del sanitario y mientras me dirigía hacia el encuentro con mamá, ella apareció de frente a mí, su mano me tomo de la cintura empujándome hacia el interior de la bodega.
- Ma, que haces? – inquirí –
- Lo que desde hace unas semanas he querido hacer! – respondió volviendo a besarme –
La diferencia de estaturas era un problema ya que le saco casi 30 centímetros, así que de inmediato ella misma subió en un banco de plástico, con lo que logramos equiparar estaturas; misma manos de nuevo fueron hasta sus nalgas mientras que las de ella se dividieron, una en mi cabellos y la otra hizo el recorrido hasta mi pájaro palpitante, suave y sin quitarme el pantalón comenzó a frotarlo, decidí que su ella ya había cruzado el umbral de lo prohibido porque yo no hacía lo mismo, por lo que una de mis manos se dirigió hasta su pubis empezando a meterle mano.
Los suaves gemidos de los dos hacían aquello más excitante y lleno de morbo. Su boca dejo la mía y bajo por mi cuello, su mano ya intentaba desabotonar mi pantalón, pero se resistía de algún modo; mientras que las mías se deleitaban con su pubis y nalgas. De momento la mano que tenía en su nalga dejo la misma y subió por su espalda hasta llegar a sus tetas, la firmeza y suavidad mezcladas en esos melones es indescriptible, desabroche algunos botones de su blusa hasta darme el espacio necesario para maniobrar dentro de su brasier, los gemidos y las respiraciones se aceleraban de golpe.
Mamá no podía desabrocharme el pantalón así que decidí ayudarla con eso, zafé mi cinturón y botón, ella tomo la cremallera, bajándola. Tomo mis pantalones por la cadera y los bajo un poco junto con mi ropa interior. Haciendo que mi pájaro apareciera hasta la mitad, lo miro unos segundos.
- Vic! la tienes grande papi! – exclamo en susurro –
- Es toda tuya! Ma! – respondí jadeando –
En cuanto mamá escucho eso, me bajo los pantalones hasta dejarlos encima de mis muslos, tomo mi pene comenzando a masturbarme. Yo trate de hacer lo mismo pero mamá se resistía, comprendí que no debía forzar las cosas, así que deje que ella me diera la pauta de hasta donde quería llegar, decidí atacar por el lado de sus tetas metí la mano por debajo de su brasier sacando uno de sus melones de la copa que lo cubría. Su pezón y areola son rositas, contrario a lo que pudieran imaginar sus pezones son muy pequeños y casi pegados a sus tetas, mi lengua de inmediato lamio su pezón con lo que el primer comentario sexual llego.
- Ummh! Papi! Que rico! – gimió mamá –
Así estuvimos por espacio de unos minutos, la excitación y el morbo del momento hicieron que mi pene no aguantara mucho y m derrame sobre la mano de mamá, ella siguió jalándomela hasta sacarme la última gota de esperma de los huevos, mi boca soltó su melón, ella me beso de nuevo soltó mi reata, se acomodó el brasier y la blusa y salió de la bodega, yo me quede atónito y excitado por unos momentos más dentro de la bodega, Salí poco después me lave el pene en el lava manos y me acomode bien la ropa y cabello.
Salí a ver dónde estaba mamá, la mire atendiendo a un cliente como si nada. Durante el resto de la tarde las cosas fueron totalmente diferentes tanto ella como yo, no dedicábamos miradas sexys y nos rozábamos cada que podíamos, al llegar la hora de cerrar me llamo al mostrador.
- Vic! ni una palabra a nadie de lo que hicimos! Entendido? – exclamo mamá –
- Si ma! – respondí –
- Y por favor seamos cuidadosos y precavidos con esto! – dijo de nuevo –
Asentí con la cabeza mientras ella me besaba de nuevo ya con la cortina del local abajo. Puse la alarma, salimos del local y volvimos a casa. Después de esa tarde las cosas ya nunca más fueron las mismas…
Continuara…
Capítulo I: La soledad de mamá, el primer roce.
Hola mi nombre es Víctor, en la actualidad tengo 23 años, estudio en una universidad prestigiosa de la ciudad de Toluca y vivo en un fraccionamiento que lleva por nombre “La Virgen”, irónico pues si…
Lo que voy a relatarles es como me convertí en el amante de mi Madre por principio de cuentas y de mis dos hermanas, para terminar de rematar las cosas. Mi madre lleva por nombre Citlalli quien actualmente tiene 40 años cumplidos, mis dos hermanas son mellizas, Tania y Brenda, quienes actualmente tienen 22 años cumplidos.
Todo comenzó con el divorcio de mis padres, hace ya 6 años, debido a que papá tenía otra familia en otra ciudad de la república, por tal motivo mamá cayó en una depresión muy grande, teniendo como resultado su descuido personal y emocional, a los 34 años de edad Citlalli mi madre pesaba casi 90 kilos, con apenas 1.56 de estatura. Mis hermanas y yo intentamos por todos los medios sacarla del hoyo, pero ella parecía que no quería salir de todo lo que el divorcio y la traición de papá le habían dejado a cuestas.
El primer año después del divorcio mamá se la pasaba acostada casi todo el día, se aseaba poco y siempre parecía una indigente, por las ropas que usaba. Eso tuvo como resultado el que lo hombres no se fijaran en ella, la mujer que en mi infancia me parecía las más hermosa del mundo, ahora me resultaba una desconocida por completo.
Hasta que a principios del segundo año desde su divorcio, la intervención de mi Tía Rocío, lo cambio todo por completo, La Tía Chío como la llamamos de cariño, es la hermana mayor de Citlalli mi madre. Ella jugo un papel muy importante en ese pasaje negro de la vida de mamá, ya que fue quien la llevo a rastras al médico y la puso hacer ejercicio. Con lo que en menos de un año mamá logro perder 30 kilos, con lo que la mujer que yo recordaba regreso de entre los muertos, aquella apariencia avejentada y maltrecha fue sustituida por una mujer delgada y con curvas prominentes. Con lo que mi manera de verla comenzó a cambiar, por completo…
Citlalli mi madre, en la actualidad pesa 60 kilos, como ya dije mide 1.56 de estatura, tiene cabello castaño obscuro ondulado hasta la mitad de la espalda, su cara es ovalada y sus facciones volvieron a ser definidas, una nariz respingada, ojos grandes y redondos color café, boca mediana con labios delgados, pero lo que más resalta en la actualidad son esos senos enormes que posee, siendo talla 36DD en brasier, un culo mediano y paradito, piernas cortas pero musculosas.
Con el regreso de la mujer atractiva que mamá es, en mi comenzó a surgir cierto deseo por ese cuerpo que miraba todos los días en casa. A veces fantaseaba con poseerla pero el miedo me ganaba y terminaba por olvidar esas fantasías, con forme el tiempo fue pasando las ganas y deseos de cogerme a mi madre, aumentaban. En innumerables ocasiones los hombres por la calle la miraban con deseo y uno que otro se animaba a decirle guarradas. Pero mamá se mantenía firme y jamás hizo por corresponder a dichos a lagos o vulgaridades.
El tiempo pasó y llego el tercer año después del divorcio, mamá cada día se sentía y se veía mejor, era excitante mirarla durante sus secciones de ejercicio en casa o mirar su bue culo y tetotas cuando se inclinaba para tomar algo del refrigerador o un estante.
Una tarde al regresar a casa, mire a mamá tomando agua en la cocina, después de una sección de bicicleta fija, su cabello al igual que su cara y pecho se notaban empapados, al entrar a la cocina me percate de algo que hizo endurecer mi pájaro, su entre pierna y trasero estaba igual de mojados que el resto de su cuerpo, sabía que la enorme erección que se formaba debajo de mis pantalones, sería imposible de ocultar uno segundos después por lo que me di la vuelta e hice que tomaba algo del refrigerador.
- Que paso papi?... como te fue! – dijo mamá –
- Bien ma! Todo bien! – respondí –
La imagen mental de ¿l cuerpo de mamá completamente desnudo y cubierto de sudor, no desaparecía de mi mente. Gire al tiempo en que mamá salía de la cocina y lo inevitable sucedió.
- Vic! En que estás pensando, papi? – exclamo mamá –
- Porque ma? – pregunte extrañado –
- Pues mira nada más ese bulto en tus pantalones! – dijo señalando mi entre pierna –
Me sentí avergonzado y no supe que responder.
- Jejeje! Mi niño ya no lo es tanto! Uuuhhmm!! – suspiro mamá y subió las escaleras –
Esa misma tarde mientras me duchaba fue la primera vez que me masturbe pensando en mi madre. Días más tarde mientras estaba con dos amigos jugando videojuegos, mamá entro sin avisar a mi habitación, los ojos de mis amigos se abrieron de golpe al ver el cuerpo de mi madre enfundado en unos pants de lycra negros, los cuales se ajustaban perfecto a sus curvas, un top deportivo color verde el cual dejaba poco a la imaginación.
- Vic! Voy a estar haciendo ejercicio, en el cuarto de arriba, ok… se portan bien niños he! – dijo mamá y cerró la puerta –
Mis amigos tragaban saliva muy rápido, debido a la excitación que mamá les había provocado. Casi una hora después de que mamá entrara a la habitación, tuve ganas de ir al baño, por lo que deje a mis amigos en mi habitación a solas. Fui al baño y a la cocina por unos jugos, al regresar y antes de entrar a la habitación pude escuchar a mis amigos hablar de mamá y mis hermanas pero no de manera normal si no sexualmente, cosas como:
- Wey no mames que buenota está la mamá del Vic! Viste esas tetotas? No mames que ricas y ese culito parado, mmm!! Se lo mamaba hasta dejárselo irritado!
- Si no mames, esta de lujo la doña! Esas tetas para una rusota hasta moquearle la jeta!
- Y sus hermanas wey! Pinches flacas sabrosas! Si me cojo a la que me dejes!
- La neta, la neta está más buena la mamá que las hijas, wey!
- Pues yo si me las cogía a todas…
- Eso si, te imaginas como la ha de mamar? Como ha de mover ese culito sabroso encima de la verga!... uy! Y no tiene viejo verdad wey?...
- - pues no que yo sepa?... se me hace que se la anda cogiendo el Vic!...
- Jajajajajajaja! Jajajajaja! No mames! Jajajajajaja!
Decían los dos, lejos de molestarme sus comentarios a cerca de mi madre y hermanas, hicieron volar mi imaginación, comenzando a fantasear de nuevo, imaginaba como seria si mamá me chupara el pájaro, o se montara en él.
Poco duraron las fantasías, ya que de pronto la voz de mamá dijo.
- Vic! Estas bien papi? Te ves algo raro!
Regrese a la realidad de golpe, gire la cara para ver a mamá, la imagen que mis ojos veían como siempre no tenía precedentes, su cuerpo empapado de sudor, su cabello recogido en una coleta, mientras se secaba con una toalla.
- Sí, estoy bien ma!... – respondí tartamudeando –
- Pues no me lo parece! Te vez raro! En fin! – dijo entrando a su habitación –
Mis amigos se marcharon horas más tarde no sin antes revisarle la carrocería a mi madre de nuevo. Esa misma noche mientras cenábamos no pude dejar me observar a mamá, de manera deseosa, por la noche me masturbe pensando en ella hasta que el pájaro me ardía por lo irritado, en todo momento recordando algo que mis amigos dijeron, “se me hace que el Vic se la chinga”. Pero como hacer para lograrlo, como una mujer hecha y derecha, se fijaría en un jovencito con apenas 19 años en ese entonces.
Por si no lo había mencionado, mi familia posee un negocio de ropa deportiva y suplementos deportivos del cual nos encargamos todos, aunque la mayor parte del tiempo lo hace mi madre. Cierta tarde era mi turno de quedarme con mamá en el local, por lo que al salir de la escuela me dirigí a encontrarme con ella, al entrar por el cancel la mire detrás del mostrador.
- Hola ma! Ya estoy aquí! – dije saludándola –
- Hola papa! Como te fue en la escuela? – respondió –
- Bien ma! Necesitas algo? – pregunte acercándome al mostrador –
- Ah! Si que crees que este mugre teléfono sigue desconectándose a cada rato! – exclamo señalando debajo del mostrador –
- Déjame echarle un ojo! – respondí dejando mis cosas en una pequeña bodega –
Me acerque al mostrador mientras mamá aún seguía de pie haciendo cuentas, lo que vi cuando me puse detrás de ella fue una de las mejores imágenes de mi vida. Su trasero paradito siendo apretado por unos jeans color negro, me quede mirándolo unos segundos hasta que mamá giro un poco y mirándome dijo.
- Que pasa? Te quedaste mudo? O qué?
Me despabile de inmediato pero no pude enfocar mi vista en esos dos melones que dios le dio. Ella lo noto y exclamo.
- Víctor! Despierta papa! Ya! Ándale revisa ese teléfono!
Sin ningún argumento valido me di a la tarea que me había asignado mamá, pero note que se dio cuenta de mis miradas a sus lolas gordas. Porque mientras me agachaba para revisar la roseta telefónica, movió la cabeza y una sonrisa pícara se dibujó en su rostro.
Al ponerme en cuclillas a un lado de mi madre sus nalgas quedaron justo frente a mí, revise la roseta telefónica, sin perder oportunidad de mirar las nalgas de mamá, el pájaro se me puso duro poco a poco fantaseando con darle una nalgada o sobárselas un poco. Mamá me miro de reojo percatándose en varias ocasiones de lo que hacía ahí abajo.
- Ya está listo necesito hacer una llamada! – exclamo –
- A ver prueba ahora! – dije mirándola según a los ojos pero lo que en verdad miraba eran esos melonsotes que sobresalían cubriendo parte de su rostro –
Mamá asintió con la cabeza y fue entonces que me levante de ese lugar, me puse a acomodar unas cajas de zapatos deportivos en los anaqueles, después entre a la bodega para tomar algunas cosas para acomodarlas, al salir mamá entraba, sus gordos y firmes melones se embarraron por completo en mi abdomen, los ojos de los dos se mostraron titubeantes, sin saber que hacer los dos nos zafamos como pudimos.
- Chamaco! Porque no te fijas! – exclamo mamá –
- Perdón! Ma! Lo siento! – dije apenado y muy excitado –
Cada quien se distrajo como pudo, pero en mi mente solo podía recordar la lo firmes que eran sus pechos. Mamá hizo su llamada, para después salir de detrás del mostrador, y caminar hasta donde estaba. Al llegar me ayudo con las cosas que había que acomodar, yo me encontraba arriba de una pequeña escalera de aluminio para alcanzar los ganchos superiores. Mamá me pasaba las cosas que había que colgar, cada vez que toma una de sus manos miraba la separación de sus tetas las cuales se mostraban por lo abierto de su blusa a cuadros.
- Deberías de buscarte una novia! – exclamo mamá –
Aquello me saco de onda.
- Porque lo dices ma? – pregunte –
- No te hagas, mira nada más otra vez andas pensando no sé qué cosa y tu amigo ya despertó! – dijo refiriéndose a la erección que se formó en mis pantalones –
Mire hacia mi entre pierna y pude comprobar que era cierto, muy apenado termine de acomodar la mercancía y baje de inmediato de la escalera. Mamá volvió detrás del mostrador y siguió con las cuentas, apuntes y atención a los clientes. Yo me hice pato en el baño y en la bodega hasta que llegó la hora de cerrar, coloque la alarma y los dos salimos del local.
De regreso a casa ninguno de los dos dijo nada, ni siquiera podíamos sostenernos la mirada. Esa noche algo cambio, ya que mamá durante la cena no dejo de mirarme como intentando averiguar algo más.
Nos fuimos a dormir a eso de las 22:30 horas, pero ya entrada la madrugada no pude aguantar las ganas de orinar, así que Salí al baño, después de tirar lo que me sobraba volví a mi habitación, pero un ruido en la planta baja me hizo bajar con temor las escaleras, al llegar al último escalón mire la silueta voluptuosa de mamá frente a la ventana que da al patio trasero, una humareda salía de su boca, mamá estaba fumando, hacía años que no lo hacía, porque ahora.
- Ma?... – dije llamando su atención –
Mamá volteo sin reparos me miro por un segundo y siguió fumando.
- Que paso? Te desperté? – respondió –
- No, más bien me asustaste! Pensé que se había metido alguien a la casa! – dije susurrando –
- Lo siento cariño! No era mi intención! Es solo que se me antojo un cigarrito y no podía dormir – respondió mamá –
Ella termino su cigarro y camino hacia mí. No pude creer lo que vi, mamá estaba vestida solo con una calzón tipo bóxer ceñido a sus nalgas y una playera de algodón vieja, la cual se levantaba por sus gordas tetas.
- Vamos a dormir, papi! – dijo tomándome del brazo y deteniéndome para que ella subiera primero –
El vaivén de sus nalgas al subir las escaleras era lo más divino del mundo. Sin soltarme la mano me llevo hasta la entrada de mi habitación, me beso la mejilla y entro a su habitación. Sentí que lo había hecho a propósito para que viera su culo al subir las escaleras. A la mañana siguiente mientras me encontraba en el baño orinando plácidamente, la puerta se abrió abruptamente al mirar de quien se trataba lo que vi me sorprendió por completo. Era mi mamá la que entraba al baño, por unos segundos me mantuve en la posición en la que estaba, los ojos de mamá se centraron en mi pájaro, hasta que gire para cubrirme.
- Maaa!!! Está ocupado!! – dije –
- Perdón, perdón!! – exclamo –
Cerro la puerta, dejándome solo. Me duche, vestí y baje para desayunar antes de irme a la escuela, durante el mismo mamá no me sostenía la mirada al referirse a mí. Toda la mañana no deje de pensar en que tanto había visto mi madre. Por la tarde no me tocaba ir al local, así que volví a la casa dormí casi toda la tarde, desperté cuando el teléfono de la casa sonó. Baje a la cocina para tomar algo de beber y me senté en la sala, la imagen de las tetas de mamá y sus nalgas de un día anterior y el recuerdo de sus mirada clavada en mi pene, no salían de mi mente, comencé a preguntarme porque había entrado al baño si ella tiene el suyo en su habitación, todo eso me puso caliente y provoco que me dieran ganas de jalármela ahí mismo. Y cometí un error garrafal, o tal vez no. Me baje los pantalones y la ropa interior hasta los muslos, comenzado a masturbarme poco a poco. Pasados unos 10 minutos mi pene estaba a tope, mi mano lo frotaba con ganas de querer arrancarlo de mi cuerpo, mientras miraba unas fotos de las tetas y el culote de mamá en mi celular, por lo que perdí la noción del tiempo y espacio.
No note que la puerta de la cochera se abría, indicando que mamá había llegado a casa, lo que me hizo volver a la realidad fue el sonido de la puerta de entrada cerrándose, abrí los ojos y mire a mamá, recargada sobre la puerta mirándome no sé si atónita o indignada.
- Víctor!! Que chingados haces! Vístete ya que tus hermanas vienes detrás de mí! – susurro molesta –
De inmediato me subí los pantalones y escape a mi habitación, de la que no Salí el resto de la noche. No podía dormir recordando la cara de mamá, al verme sentado con el pito de fuera totalmente erecto y dándole su merecido. De momento recordé que había olvidado mi celular en mi huida. Dios la muerte estaba cerca, si mamá se daba cuenta de sus fotografías en top deportivo o su culo en leggins, jeans y lycras me mataría. Cerca de las 12:30 de la madrugada unos ligeros golpecitos en la puerta hicieron saltar mi pecho.
- Si? – exclame –
- Abre la puerta! – dijo la voz de mamá molesta –
No me quedo más remedio que abrir la puerta o era capaz de tirarla. Al hacerlo sus ojos mostraban la furia de dios, sus mano extendida me entregaba mi celular.
- Mañana mismo quiero hablar contigo! Te pasaste de la raya niño! – dijo susurrando, dio vuelta y entro a su habitación –
No pegue el ojo en lo que resto de la noche. Por la mañana al bajar a desayunar mamá ni siquiera me dio los buenos días. Ese día por la tarde me tocaba estar con ella en el local, sabía que era mi fin. Llegue al local después de las 3:30 p.m. al entrar mamá hablaba por teléfono, al verme termino la llamada diciendo.
- Ya llego, te llamo después!
Deje mis cosas en la bodega como habitualmente hago. Al salir la mano de mamá detuvo mi camino haciendo entrar de nuevo a la bodega.
- Víctor! En que estabas pensando? Carajo, entiendo que explores tu sexualidad, pero no en plena sala! – arremetió mamá –
No supe que contestar, es más que podía decir, baje la cabeza y me concrete a escuchar.
- Que hubiera pasado si en vez de ser yo la que entrara, hubiera sido una de tus hermanas? Uh? Te pusiste a pensar en ello? – siguió diciendo ella –
- Y puedes explicarme porque demonios tienes fotos de mis nalgas y chichis en tu celular? – exploto mamá –
La vida llegaba a su fin, pero de pronto algo en mi cabeza se enchufo y me dije que si me iba a matar por lo que había hecho que lo hiciera con provecho. Así que respondí.
- Me gustas mamá! Te deseo cada día mas! Eres la mujer de mis sueños y no te cambiaría por ninguna niña de mi edad! Veo que has estado muchos años sola, desde el divorcio con papa, me doy cuenta que te falta un hombre, te he escuchado varias veces masturbarte en tu habitación, creo que eres un mujer desperdiciada, y me encantaría ser el hombre que te haga feliz! Desde hace mucho investigo en internet sobre relaciones entre madres e hijos, para saber si lo que siento por ti estaba mal! Pero me di cuenta que no soy el único, hay mucha gente que lo hace y no solo con su madre, existen toda clase de mesclas raras! Quien mejor que yo, que te conozco de toda la vida para reemplazar a papá! – dije sin parar –
Al terminar cerré los ojos esperando la bofetada, pero esta no llego. Al abrir los ojos mire a mamá recargada en la puerta de la bodega con los ojos llenos de lágrimas y una mano en la boca. No dijo más y salió de la bodega. Tome mis cosas avergonzado y triste y Salí del local, mamá ni se dio cuenta de mi partida, estaba catatónica. Vague por la ciudad hasta entrada la noche. Regrese a casa casi a las 12:00 a.m., mamá me esperaba en la sala de la casa con todas las luces apagadas. De inmediato me pidió.
- Siéntate aquí! Tenemos que hablar! – así lo hice sabiendo que ya no había más que decir –
- Mira Vic! Entiendo por lo que estás pasando, normalmente los hombres sienten que se enamoran de sus madres, porque son las primeras mujeres en sus vidas! Pero lo que me dices suena a locura! Papi! Date cuenta lo que me pides es una locura! Soy tu madre, te traje al mundo, podrías tener una relación con la chica que quisieras! Porque fijarse en un vejestorio como yo! Cariño, no puedes pretender que salte a tus brazos sin más, te has puesto a pensar que pasaría si tus hermanas, tu padre, tus abuelos, tus tías, se enteran de una locura como esta?... no verdad?
- Ahora, cuanta experiencia puedes tener, como hombre para satisfacer a una mujer de mi edad, si, talvez seas más viril que los hombres de mi edad, pero no creo que me aguantes el paso sexualmente hablando!
Mamá me tenía confundido, por un lado me decía que eso era una locura y por otro me hablaba de sexo con ella.
- No niego que tienes razón, en una cosa; he estado sola muchos años, sin un hombre a mi lado, y si tengo necesidades como cualquier mujer. Pero Vic! Lo que me pides es una locura! – sentencio mamá –
Tome valor y respondí.
- Primero, que nada quiero aclarar que para mí no eres un vejestorio, o algo parecido, eres una mujer hermosa, segundo, si esto te parece un locura por completo, porque nunca me llamaste la atención las muchas veces en que me sorprendiste mirándote las chichis o las nalgas, porque me hablas de que no podría satisfacerte sexualmente si no lo estuvieras meditando o al menos lo hubieras contemplado? – finalice mi argumento –
- No lo sé Vic! Debo admitir que todo esto es raro y estoy confundida, por lo pronto deja la idea de irte de la casa y ve a dormir. Hasta mañana! – dijo mamá subiendo las escaleras –
Durante casi dos semanas no hubo mayor palabra que los buenos días o alguna petición de ayuda mientras estábamos en el local. Pero eso si mamá se la pasaba hablando por teléfono por mucho tiempo con alguien, eso me tenía nervioso, ya que podría ser algún galán que la pretendía en secreto y mis ideas de ser el hombre de su vida se desvanecían. Un domingo por la tarde mientras mis hermanas habían salido con sus amigas y yo estaba encerrado en mi habitación, el timbre sonó, al asomarme por la ventana para ver quién era, pude ver a una amiga de mamá cargando una caja de galletas, mamá le abrió la puerta y la hizo pasar.
Me quede en mi habitación ya que no me sentía de ánimos para bajar a saludar. Habían pasado más de una hora desde el arribo de la amiga de mamá a casa, yo tenía hambre y sed, por lo que me vi obligado a bajar a la cocina, al escucharme bajar las escaleras las dos cambiaron la conversación rápidamente y al verme se quedaron en silencio.
- Hola buenas tardes Sofí! – dije saludando a la amiga de mamá –
- Hola Vic! Como estas? – respondió –
La mirada que Sofía me dedico por unos segundos, me hizo sentir incómodo. Mamá ni me volteo a ver.
- Bien gracias, solo vine por un sándwich y algo de tomar, no las interrumpo mucho tiempo! – dije apresurándome en mis labores –
Las dos permanecieron en silencio y el ambiente se tornó tenso, Salí de la cocina despidiéndome de Sofía con un beso en la mejilla, al tiempo en que miraba a mamá buscando sus ojos, ella me miro de forma rara, Salí y volví a subir las escaleras. Pero no sin antes sospechar que la plática tenía que ver conmigo, así que inteligentemente hice como que entraba a mi habitación y sin las sandalias de baño que me delataban regrese hasta el descanso de la escalera. La charla se reanudó pocos segundos después.
- Sofía: pues mira Citlalli, sé que todo esto es muy confuso, si lo sabré yo! Pero no tienes que verlo como algo malo! – dijo la amiga de mamá –
- Mamá: no se Sofí! No niego que me siento muy sola, y saber que mi hijo me ha escuchado mientras me masturbo por las noches! Hay dios me tiene muy sacada de onda!
- Sofía: dime la verdad! Te sientes atraída hacia tu hijo? En alguna manera?
- Mamá: la verdad, hasta hace unos días siempre lo vi como mi hijo, pero después de verlo con la verga de fuera, la primera en su estado pasivo y la segunda en todo su esplendor, ya no sé, es guapo, debo admitir que me recuerda mucho a su padre de joven, ya no sé si lo quiero como hijo o como hombre!
- Sofía: perdón por la tontería que voy a decir pero al menos tiene con que quererte? Jijiji!!!
- Mamá: y de sobra! Jajajajajajaja! La tiene más grande y gorda que su padre! Hay dios que estoy diciendo!
- Sofía: pues qué esperas mujer, que te importe un carajo lo que te dice tu cabeza, se feliz! Y muy cuidadosa, eso sí! Mírame a mi llevo más de 6 años con mi sobrino y nadie se ha enterado!
- Mamá: hay dios! En serio? Debo decirte que en las últimas semanas y después que vi a Vic, con la verga de fuera en plena sala, me he masturbado pensando en ese miembro joven y viril, varias veces!
Era suficiente, no había que saber más, sabía que mamá fantaseaba conmigo como yo con ella. Subí a mi habitación y me sentí más tranquilo. También me asombre de la confesión de Sofía, cogía con su sobrino desde hace 6 años, wow!...
Sofía se marchó una hora más tarde, sin despedirse de mí. Ahora solo me quedaba esperar a que mamá tomara una decisión o atacarla cuando menos se lo esperara y ver qué pasaba. Y sobre mi pájaro, nunca me había interesado medírmelo hasta ese día, y el resultado fue 19 cm. De largo y 5 de ancho. La semana siguiente, las cosa o al menos la comunicación mejor entre mamá y yo, llego el viernes y me tocaba estar con ella en el local. Llegue temprano a eso de la 1:00 p.m. ya que las últimas tres horas se cancelaron en la universidad. Mamá atendía a un cliente, deje mis cosas y me quede detrás del mostrador.
- Como te fue? – dijo mamá después de que el cliente se marchó –
- Bien ma! Gracias! – dije respetuosamente –
- Ok qué bien! Me respondes algo? –pregunto –
- Claro! Dime? – revire –
- Cuantas veces has tenido sexo o has hecho el amor? – pregunto sin titubear –
Me quede helado por unos segundos y respondí.
- Hasta el día de hoy 6 veces y fue solo sexo! Tres con amigas y compañeras de la uni, y tres más con Yadira… - conteste –
- Yadira, la hija de Juan el amigo de tu padre?... wow!!! Vaya gustitos!!! – dijo en broma –
Al tiempo en que daba media vuelta y se adentraba en el baño. Después de eso mamá entro a la bodega, tomo la escalera y nuevos modelos de zapatos deportivos que acaban de llegar para colocarlos en los exhibidores, llego hasta donde los tenía que colocar al tiempo en que decía.
- Me ayuda, Vic!
Camine hasta su lado, ella subió a la pequeña escalera ayudada por mi mano. Uno a uno le fui pasando los zapatos deportivos para ser exhibíos. Casi estaba por finalizar pero por la necedad de no mover la escalera para colocar los dos últimos pares en sus exhibidores, mamá tambaleo en el peldaño de la escalera y se fue de lado.
No tuve más remedio que atajar su caída, pero el resultado fue que al abrazarla para evitar su caída termine por tomarla de las nalgas mientras mi cara quedaba en medio de sus tetas completamente embarrada en ellas, lo único que evito que los dos cayéramos al suelo fue la pared que nos devuto. Mamá no dijo nada al sentir mis manos en sus nalgas y mi cara en sus tetas, lejos de eso me agradeció.
- Hay papa! Por poco y me mato! – exclamo asustada –
- Estas bien mamá? – dije entre cortado por sus tetas embarradas en la boca y nariz –
- Si papi! Gracias! – dijo temblando por el susto –
La abrace y la lleve hasta el mostrador, ella me hizo una seña que la llevara a la parte de atrás, donde esta tanto la bodega como el sanitario. La vi realmente asustada, llegamos hasta la puerta del sanitario, me pidió con señas que entráramos, al hacerlo de inmediato se apoyó sobre el lava manos, dejo correr el agua y se enjuago la cara, como intentando reaccionar, mi mano sobaba su espalada en señal de consuelo.
- Hay dios! No sé qué hubiera hecho si esto me pasa con una de tus hermanas, papi! Yo creo que me mato! – dijo aun temblando –
- Ya paso ma! Lo bueno es que los dos estamos bien! Cálmate! – respondí sin dejar de frotarle la espalda –
Le alcance una toalla para que secara la cara, ella lo hizo; al terminar me abrazo y todo en la vida cambio para siempre. Cuando su cuerpo se fundió con el mío, su cara descanso en mi pecho sus ojos buscaron los míos y nos besamos por primera vez en los labios. El beso siguió y siguió, la manos de mamá pasaron por mi espalda hasta mis hombros, lentamente giramos hasta que yo quede dentro del sanitario caminando hacia atrás, logre sentarme sobre la tapa del inodoro, mamá soltó mis hombros y se sentó encima de mí, comenzando a mover su pelvis encima de mi pájaro el cual despertaba con cada movimiento, mis manos la tomaron por las nalgas, empezando a amasarlas suavemente, nuestras bocas se volvían locas, las manos de mamá revolvían mi cabellos mientras que sus tetas se frotaban en mi pecho. De pronto mamá interrumpió el beso.
- Shh!! Entro alguien! – dijo levantándose –
Salió del sanitario, pensé que hay había terminado todo; lo cual no fue así, al salir del sanitario y mientras me dirigía hacia el encuentro con mamá, ella apareció de frente a mí, su mano me tomo de la cintura empujándome hacia el interior de la bodega.
- Ma, que haces? – inquirí –
- Lo que desde hace unas semanas he querido hacer! – respondió volviendo a besarme –
La diferencia de estaturas era un problema ya que le saco casi 30 centímetros, así que de inmediato ella misma subió en un banco de plástico, con lo que logramos equiparar estaturas; misma manos de nuevo fueron hasta sus nalgas mientras que las de ella se dividieron, una en mi cabellos y la otra hizo el recorrido hasta mi pájaro palpitante, suave y sin quitarme el pantalón comenzó a frotarlo, decidí que su ella ya había cruzado el umbral de lo prohibido porque yo no hacía lo mismo, por lo que una de mis manos se dirigió hasta su pubis empezando a meterle mano.
Los suaves gemidos de los dos hacían aquello más excitante y lleno de morbo. Su boca dejo la mía y bajo por mi cuello, su mano ya intentaba desabotonar mi pantalón, pero se resistía de algún modo; mientras que las mías se deleitaban con su pubis y nalgas. De momento la mano que tenía en su nalga dejo la misma y subió por su espalda hasta llegar a sus tetas, la firmeza y suavidad mezcladas en esos melones es indescriptible, desabroche algunos botones de su blusa hasta darme el espacio necesario para maniobrar dentro de su brasier, los gemidos y las respiraciones se aceleraban de golpe.
Mamá no podía desabrocharme el pantalón así que decidí ayudarla con eso, zafé mi cinturón y botón, ella tomo la cremallera, bajándola. Tomo mis pantalones por la cadera y los bajo un poco junto con mi ropa interior. Haciendo que mi pájaro apareciera hasta la mitad, lo miro unos segundos.
- Vic! la tienes grande papi! – exclamo en susurro –
- Es toda tuya! Ma! – respondí jadeando –
En cuanto mamá escucho eso, me bajo los pantalones hasta dejarlos encima de mis muslos, tomo mi pene comenzando a masturbarme. Yo trate de hacer lo mismo pero mamá se resistía, comprendí que no debía forzar las cosas, así que deje que ella me diera la pauta de hasta donde quería llegar, decidí atacar por el lado de sus tetas metí la mano por debajo de su brasier sacando uno de sus melones de la copa que lo cubría. Su pezón y areola son rositas, contrario a lo que pudieran imaginar sus pezones son muy pequeños y casi pegados a sus tetas, mi lengua de inmediato lamio su pezón con lo que el primer comentario sexual llego.
- Ummh! Papi! Que rico! – gimió mamá –
Así estuvimos por espacio de unos minutos, la excitación y el morbo del momento hicieron que mi pene no aguantara mucho y m derrame sobre la mano de mamá, ella siguió jalándomela hasta sacarme la última gota de esperma de los huevos, mi boca soltó su melón, ella me beso de nuevo soltó mi reata, se acomodó el brasier y la blusa y salió de la bodega, yo me quede atónito y excitado por unos momentos más dentro de la bodega, Salí poco después me lave el pene en el lava manos y me acomode bien la ropa y cabello.
Salí a ver dónde estaba mamá, la mire atendiendo a un cliente como si nada. Durante el resto de la tarde las cosas fueron totalmente diferentes tanto ella como yo, no dedicábamos miradas sexys y nos rozábamos cada que podíamos, al llegar la hora de cerrar me llamo al mostrador.
- Vic! ni una palabra a nadie de lo que hicimos! Entendido? – exclamo mamá –
- Si ma! – respondí –
- Y por favor seamos cuidadosos y precavidos con esto! – dijo de nuevo –
Asentí con la cabeza mientras ella me besaba de nuevo ya con la cortina del local abajo. Puse la alarma, salimos del local y volvimos a casa. Después de esa tarde las cosas ya nunca más fueron las mismas…
Continuara…
7 comentarios - Familia Incestuosa.Cap. I: el primer roce.
pásate por mi relato en:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2712905/Historia-de-un-Enfermero.html
y me dices que tal..
http://www.poringa.net/posts/relatos/2716876/Familia-Incestuosa-II-historia-sexual-y-el-primer-oral.html