este relato esta para calentarse copmo nadie
Aún no ha llegado y ya siento excitación por todo mi cuerpo… Quiero poder estrenarme, que por fin alguien me susurre al oído mientras yo grito de placer…
Muchas son las horas de satisfacción culminadas con un grito ahogado, silencioso, mirándome fijamente en el espejo de la habitación de mis padres… sudorosa, desnuda… pero siempre sola…
Y ahora, por fin podía tener la oportunidad de estrenarme. A mis 18 años, aún era virgen, nunca había besado a ningún chico y era algo que realmente me trastornaba, me hacía darle vueltas a mi joven cabecita y en más de una ocasión era el motivo de cambios de humor, de mis respuestas bordes y fueras de lugar, de mi mal temperamento…
Me había vestido especialmente para esa ocasión: vaqueros, como a ti te gusta, camiseta ajustada, sujetador y unas braguitas blancas con corazoncitos de colores, infantiles, algo que siempre te ha atraído de mí…
No puedo evitar tener que bajar mi mano a ese coñito tan cuidado para acariciarme… Me excita la sola idea de estar siendo penetrada y al mismo tiempo mirándome en el espejo con cara de placer… Oír mis gemidos reflejados en el espejo donde durante tanto tiempo me he masturbado.
Mi cuerpo no era nada del otro mundo, normalita, 1,65 m, pelo castaño, ojos marrones… pechos pequeños aunque sexys. El culo es algo ancho, no es lo que más me gusta de mí, es algo que intento disimular cuando tengo que conseguir atraer a un chico. Eso sí, lo que más me atraía de mí, sin lugar a dudas, era mi cintura, mi vientre plano, mis caderas…
Más de una vez había dedicado mi tiempo a fotografiarme delante del espejo de la habitación de mis padres, desnuda, excitada, acariciándome… pero siempre sola, siempre sola…
Llamas a la puerta, mi corazón se acelera… Sé perfectamente para lo que has venido, sé perfectamente para lo que te he invitado… y espero que nada en el mundo sea capaz de impedir que todo aquello en lo que he estado soñando se haga de una vez por todas, realidad.
Saludo tímidamente…
•Hola, ¿qué tal? – pregunto intentando analizar cada centímetro de tu cuerpo… Me excitas… •Bien, estás preciosa – respondes mientras nos damos dos besos, uno en cada mejilla.
Al saludar, noto que te excitas con el roce de mi mano con tu cuello. Puedo ver en su cara que nota mi olor, mi excitación. El olor desprendido por mis dedos durante el leve roce de antes me delata, y me gusta…
Empiezo a desear sentir mi cuerpo desnudo junto al tuyo… y me cierro un poco… me corto… Era la primera vez que sentía que esto podía llegar a más… Era la primera vez que podía sustituir la imagen reflejada en el espejo por una chica de verdad, real. Podría por fin sustituir la palabra fantasía por realidad…
En el saludo, tus labios rozan los míos… Nuestras miradas se cruzan… No sabemos que decirnos, ni qué hacer… Sólo mirarnos, fijamente… Y de forma muy sensual tus labios parecen dirigirse a los míos… Se desvían hacia mi cuello… y empiezas a besarme, a recorrer mi cuello lentamente, disfrutando del momento.
El tiempo pasa muy lentamente, mis piernas se tambalean, se endurecen mis pezones… Notas mis deseos locos de que por fin alguien pueda follarme, follarme como siempre he querido que me follen…
Así que con una de tus manos, mientras tus labios besan mi cuello y lamen mi oreja haciéndome gemir de placer, una de tus manos baja lentamente a mi cintura…
La noto…
Noto que alguien quiere dar un paso más por fin… Me da miedo… pero le dejo hacer… En ese momento soy completamente suya… Y lo que más deseo en el mundo es que su mano siga el camino que ha empezado.
Así que inconscientemente separo un poco las piernas y dejo que tu mano entre y se coloque entre mi pantalón y mis braguitas…
•Ummm – Un gemido ahogado sale de mi boca. Me dejo hacer…
Empiezas a notar el frío de mi cuerpo, mi culito… Lo acaricias… suavemente… No puedo contener un nuevo gemido que se me escapa pero que logras atrapar en un beso donde mi lengua y la tuya se fusionan en una. Mis gemidos son ahogados en tus labios… Y me gusta…
Noto tu mano pasando por debajo de mis braguitas… Me gusta la sensación fría de un cuerpo tan caliente y tan húmedo como el mío, noto como tus dedos me acaricia… Noto como sin quererlo, desabrocho los botones de tu pantalón…
Quiero más, y lo quiero ahora, pero te cojo de tu mano y te llevo corriendo a la habitación de mis fantasías. Allí donde siempre me ha gustado que fuese mi primera vez, allí donde pueda verme perder mi virginidad, frente a mi espejo, frente a mi reflejo… Allí donde pueda ver mi cuerpo junto al tuyo, mi sudor en tu sudor, mi lengua con tu lengua, mis manos junto a las tuyas…
Llegamos a la habitación… Miles de recuerdos llegan a mi mente, miles de fantasías inconclusas por fin se hacen realidad…
No puedo contenerme más… Me acerco a ti y te voy desabrochando el pantalón… Necesito ver aquello que tanto deseo en ese momento… Necesito por fin que con un abrazo tuyo, note tu polla junto a mi cuerpo… Caliente… dura…
Bajo los pantalones, los calzoncillos… Tu cuerpo semidesnudo se descubre ante mí, y tu polla sale disparada dándome en la cara sin querer… Y me gusta esa sensación… es más, respiro el olor y me excito… Gimo solo del placer que me produce estar tan cerca de ella… Necesito besarla, necesito tocarla… necesito tenerla cerca…
No me decido… miro abajo, tímidamente agacho la cabeza… Así que sin más me la coges y la acercas a tu polla, voy notando como se acerca el calor, el olor… y el deseo de tenerla dentro…
Y la rozo con la punta de mis labios… No pienso en nada…
Desvío la mirada y me veo a mi misma en el espejo… con los pantalones desabrochados, de rodillas, viéndose ligeramente unas braguitas más que húmedas… Y lamiéndola muy suavemente y con mucha dulzura tu polla…
Y me siento bien… gimo al notar tu mano empujarme hacia ti… Necesito que entre entera… y que vuelva a salir…
El simple vaivén de mi cara en tu polla me excita… Y sin poder evitarlo no tengo más remedio que bajarme los pantalones y metiendo mis manos entre mis braguitas, empezar a masturbarme mientras voy comiéndote la polla…
Me miras… en el espejo… Tan dulce, tan tierna… me ves disfrutar… y yo te asiento con la cabeza como si acabase de adivinar tus pensamientos…
Mis manos húmedas entran y salen de mi coñito… haciéndome disfrutar de placer… Necesito más… Necesito completar tantas fantasías junto a mi espejo… Necesito materializarlas, necesito hacerlas realidad.
Te miro desde abajo, con los ojos bien abiertos, sin miedos… Mis miedos se han perdido con la excitación, con la seguridad y la confianza que esta escena me transmite…
Con la polla bien dura, quito la cabeza de la polla y me levanto dejando que el pantalón se quede por los tobillos y las braguitas por las rodillas. Semidesnuda, notas como mis fluidos resbalan por mis muslos de pura excitación…
Y te acercas a mí…. Muy pegado a mí…
Noto tu polla junto a mi sexo pero sin entrar… y con tu mano vas recorriendo cada rincón de mi muslo… de mi húmedo muslo… sin llegar a tocar mi coño recorriendo mi humedad… y me excito aún más…
Veo tus manos mojadas de mi excitación acercarse a mi boca, y yo, lujuriosa, mientras miro al espejo, lamo con pasión… Lamo todos y cada uno de tus dedos llenos de mi propia humedad… Y me excita…
Mis labios están húmedos y quieres besarlos… quieres notar la humedad de mi sexo con tu lengua… Y me besas mientras los dos cuerpos semidesnudos se juntan. Inconscientemente, con las manos nos vamos terminando de desnudar. Quieres verme ese precioso cuerpo desnudo junto a ti para poder besarme sin parar… para poder acariciarlo, rozarlo…
Desnudos los dos y abrazados mientras nos besamos noto tu polla dura junto a mi coñito… Y lo necesito… Te miro con lujuria… necesito que por fin alguien pueda follarme y hacer sentirme el placer que me merezco…
Me recuestas sobre la cama, frente al espejo… Volteo la cabeza y me veo: Desnuda, expuesta, vulnerable, excitada, confiada… feliz…
Te colocas encima mía y empiezas a besar mi cuello haciéndome girar más aún la cabeza y gemir fuertemente contra el espejo… me veo… disfruto… me gusta... Y poco a poco tus labios van bajando, van recorriendo mis tetas con tu lengua… húmeda… rozando cada pezón, mordiéndolos, haciéndome gemir… sin parar…
Separo las piernas y las giro alrededor tuya intentando empujar para tenerte dentro de mí… Pero te resistes… tú quieres más y yo lo sé…
Bajas lentamente por mis pechos, mi cintura… besas cada centímetro de mi piel, absorbes cada gota de sudor de cada poro que mi piel transmite… y me gusta… Me gusta sentirme tan deseada por alguien…
Bajas tu cuerpo hasta que tu cabeza queda a la altura de mi coñito… Siempre lo había escuchado, ya lo había visto… pero nunca había sentido una lengua dentro de mí… Nunca había notado como ahora noto tu lengua rodeando mi sexo. Tu lengua separando mis labios, tu lengua entrando poco a poco en mi coñito… y me gusta… me excita muchísimo y tu te empapas de mis flujos… de mi deseo… Bebes mi deseo y excitación de forma incontrolada… pero necesitas más…
Y tú, con tu boca la vas dirigiendo hacia mi culito… quieres que pruebe sentir una lengua dentro de mi culo… Y lo vas besando… acariciando con tus manos mientras mi lengua se hace un hueco… Y eso te gusta…
Noto en un respingo como tu lengua se hace un paso en mi culito… Y gimo absolutamente de placer… Me miro en el espejo… totalmente arqueada… la espalda, los pechos… mi coño expuesto para ti… Lo deseo… tu lengua entra… sale… no puedo más que gemir y gemir…
Estoy pidiendo a gritos que por favor me penetres… Por fin voy a vivir esa experiencia… Casi no soy consciente… casi no me doy cuenta que otra cosa más en mi vida va a quedar atrás, pero estoy dispuesta a ello… Tú eres el chico que quiero que cumpla mis deseos…
Y te empujo hacia mí…
Los dos tirados en la cama, yo debajo, tú encima… Nos miramos… fijamente… Sin miedos, no es momento para miedos, es momento de seguridad, de mirarse a los ojos, de decirnos con la mirada aquello que no somos capaces de expresar con los labios…
Y por una vez, lo comprendo. Por una vez te entiendo sin necesidad de hablar… Por una vez me entiendes sin necesidad de que te escriba… Por una vez nos vemos… y sabemos lo que sentimos, lo que queremos, lo que deseamos…
Noto tu polla cercana a mi coño… no entra… juegas con ella… y me gusta… Me gusta ese juego previo mientras me besas y me acaricias cada rincón de mi piel, cada trocito mi ti, cada pedacito de mi alma que ahora queda tan expuesta a ti… No es momento para secretos, no es momento para engaños… ahora nuestros cuerpos están hablando y nuestros labios están sellados…
Veo como te colocas… voy notando la presión…
•Tranquila preciosa… disfruta del momento – Me susurras al oído.
Noto tu polla haciéndose camino… entrando poco a poco… y grito… gimo… me duele…
Miro al espejo, buscando explicaciones, buscando razones, buscando esas fantasías olvidadas… Y me veo a mí, a ti… sudando, gozando… gimiendo…
Te gusta lo que ves…
Ya no necesitas al espejo…
Miro hacia arriba, me miras, ahora te tengo a ti…
Entra con dificultad pero poco a poco se hace camino… entra, gimo… sale… El vaivén de los movimientos me gusta… disfruto… El roce de tu polla en mi coñito me hace disfrutar del placer más absoluto que ni la más oscura fantasía de mi olvidado espejo podrá jamás reflejar…
Noto como el vaivén es cada vez más rápido, más y más rápido… y mis pechos se mueven en el aire de forma agitada, sin control… Los lames, los muerdes…
Grito de placer…
Voy notando que poco a poco necesito más… necesito que te corras, dentro de mí, que seas el primero que inundes de placer mi sexo… Te miro, me miras… Me comprendes…
Casi a punto de correrte, aceleras el ritmo del vaivén, un fuerte chorro de caliente esperma sale disparado dentro de mi interior… gimo de placer… el orgasmo inunda de miles de sensaciones mi mente, mis pensamientos...
Mientras, con tus manos me acaricias… Mojas de los restos de corrida tus dedos, mojas de flujos tus manos…. Y las acercas a mis labios… Y sin pensártelo dos veces, me besas… lames cada rincón de mi cara, cada rincón de mi cuello… y me besas teniendo dentro restos de tu corrida, de mis flujos… una parte de ti, otra de mi… juntas en un beso…
Exhausta… giro la cabeza y veo reflejado en el espejo mi cuerpo… tu cuerpo… juntos… sudorosos… Ya no necesito verme en él para sentir la pasión y la necesidad saciada que ahora siento contigo… Tan solo necesito mirarte a ti…
Aún no ha llegado y ya siento excitación por todo mi cuerpo… Quiero poder estrenarme, que por fin alguien me susurre al oído mientras yo grito de placer…
Muchas son las horas de satisfacción culminadas con un grito ahogado, silencioso, mirándome fijamente en el espejo de la habitación de mis padres… sudorosa, desnuda… pero siempre sola…
Y ahora, por fin podía tener la oportunidad de estrenarme. A mis 18 años, aún era virgen, nunca había besado a ningún chico y era algo que realmente me trastornaba, me hacía darle vueltas a mi joven cabecita y en más de una ocasión era el motivo de cambios de humor, de mis respuestas bordes y fueras de lugar, de mi mal temperamento…
Me había vestido especialmente para esa ocasión: vaqueros, como a ti te gusta, camiseta ajustada, sujetador y unas braguitas blancas con corazoncitos de colores, infantiles, algo que siempre te ha atraído de mí…
No puedo evitar tener que bajar mi mano a ese coñito tan cuidado para acariciarme… Me excita la sola idea de estar siendo penetrada y al mismo tiempo mirándome en el espejo con cara de placer… Oír mis gemidos reflejados en el espejo donde durante tanto tiempo me he masturbado.
Mi cuerpo no era nada del otro mundo, normalita, 1,65 m, pelo castaño, ojos marrones… pechos pequeños aunque sexys. El culo es algo ancho, no es lo que más me gusta de mí, es algo que intento disimular cuando tengo que conseguir atraer a un chico. Eso sí, lo que más me atraía de mí, sin lugar a dudas, era mi cintura, mi vientre plano, mis caderas…
Más de una vez había dedicado mi tiempo a fotografiarme delante del espejo de la habitación de mis padres, desnuda, excitada, acariciándome… pero siempre sola, siempre sola…
Llamas a la puerta, mi corazón se acelera… Sé perfectamente para lo que has venido, sé perfectamente para lo que te he invitado… y espero que nada en el mundo sea capaz de impedir que todo aquello en lo que he estado soñando se haga de una vez por todas, realidad.
Saludo tímidamente…
•Hola, ¿qué tal? – pregunto intentando analizar cada centímetro de tu cuerpo… Me excitas… •Bien, estás preciosa – respondes mientras nos damos dos besos, uno en cada mejilla.
Al saludar, noto que te excitas con el roce de mi mano con tu cuello. Puedo ver en su cara que nota mi olor, mi excitación. El olor desprendido por mis dedos durante el leve roce de antes me delata, y me gusta…
Empiezo a desear sentir mi cuerpo desnudo junto al tuyo… y me cierro un poco… me corto… Era la primera vez que sentía que esto podía llegar a más… Era la primera vez que podía sustituir la imagen reflejada en el espejo por una chica de verdad, real. Podría por fin sustituir la palabra fantasía por realidad…
En el saludo, tus labios rozan los míos… Nuestras miradas se cruzan… No sabemos que decirnos, ni qué hacer… Sólo mirarnos, fijamente… Y de forma muy sensual tus labios parecen dirigirse a los míos… Se desvían hacia mi cuello… y empiezas a besarme, a recorrer mi cuello lentamente, disfrutando del momento.
El tiempo pasa muy lentamente, mis piernas se tambalean, se endurecen mis pezones… Notas mis deseos locos de que por fin alguien pueda follarme, follarme como siempre he querido que me follen…
Así que con una de tus manos, mientras tus labios besan mi cuello y lamen mi oreja haciéndome gemir de placer, una de tus manos baja lentamente a mi cintura…
La noto…
Noto que alguien quiere dar un paso más por fin… Me da miedo… pero le dejo hacer… En ese momento soy completamente suya… Y lo que más deseo en el mundo es que su mano siga el camino que ha empezado.
Así que inconscientemente separo un poco las piernas y dejo que tu mano entre y se coloque entre mi pantalón y mis braguitas…
•Ummm – Un gemido ahogado sale de mi boca. Me dejo hacer…
Empiezas a notar el frío de mi cuerpo, mi culito… Lo acaricias… suavemente… No puedo contener un nuevo gemido que se me escapa pero que logras atrapar en un beso donde mi lengua y la tuya se fusionan en una. Mis gemidos son ahogados en tus labios… Y me gusta…
Noto tu mano pasando por debajo de mis braguitas… Me gusta la sensación fría de un cuerpo tan caliente y tan húmedo como el mío, noto como tus dedos me acaricia… Noto como sin quererlo, desabrocho los botones de tu pantalón…
Quiero más, y lo quiero ahora, pero te cojo de tu mano y te llevo corriendo a la habitación de mis fantasías. Allí donde siempre me ha gustado que fuese mi primera vez, allí donde pueda verme perder mi virginidad, frente a mi espejo, frente a mi reflejo… Allí donde pueda ver mi cuerpo junto al tuyo, mi sudor en tu sudor, mi lengua con tu lengua, mis manos junto a las tuyas…
Llegamos a la habitación… Miles de recuerdos llegan a mi mente, miles de fantasías inconclusas por fin se hacen realidad…
No puedo contenerme más… Me acerco a ti y te voy desabrochando el pantalón… Necesito ver aquello que tanto deseo en ese momento… Necesito por fin que con un abrazo tuyo, note tu polla junto a mi cuerpo… Caliente… dura…
Bajo los pantalones, los calzoncillos… Tu cuerpo semidesnudo se descubre ante mí, y tu polla sale disparada dándome en la cara sin querer… Y me gusta esa sensación… es más, respiro el olor y me excito… Gimo solo del placer que me produce estar tan cerca de ella… Necesito besarla, necesito tocarla… necesito tenerla cerca…
No me decido… miro abajo, tímidamente agacho la cabeza… Así que sin más me la coges y la acercas a tu polla, voy notando como se acerca el calor, el olor… y el deseo de tenerla dentro…
Y la rozo con la punta de mis labios… No pienso en nada…
Desvío la mirada y me veo a mi misma en el espejo… con los pantalones desabrochados, de rodillas, viéndose ligeramente unas braguitas más que húmedas… Y lamiéndola muy suavemente y con mucha dulzura tu polla…
Y me siento bien… gimo al notar tu mano empujarme hacia ti… Necesito que entre entera… y que vuelva a salir…
El simple vaivén de mi cara en tu polla me excita… Y sin poder evitarlo no tengo más remedio que bajarme los pantalones y metiendo mis manos entre mis braguitas, empezar a masturbarme mientras voy comiéndote la polla…
Me miras… en el espejo… Tan dulce, tan tierna… me ves disfrutar… y yo te asiento con la cabeza como si acabase de adivinar tus pensamientos…
Mis manos húmedas entran y salen de mi coñito… haciéndome disfrutar de placer… Necesito más… Necesito completar tantas fantasías junto a mi espejo… Necesito materializarlas, necesito hacerlas realidad.
Te miro desde abajo, con los ojos bien abiertos, sin miedos… Mis miedos se han perdido con la excitación, con la seguridad y la confianza que esta escena me transmite…
Con la polla bien dura, quito la cabeza de la polla y me levanto dejando que el pantalón se quede por los tobillos y las braguitas por las rodillas. Semidesnuda, notas como mis fluidos resbalan por mis muslos de pura excitación…
Y te acercas a mí…. Muy pegado a mí…
Noto tu polla junto a mi sexo pero sin entrar… y con tu mano vas recorriendo cada rincón de mi muslo… de mi húmedo muslo… sin llegar a tocar mi coño recorriendo mi humedad… y me excito aún más…
Veo tus manos mojadas de mi excitación acercarse a mi boca, y yo, lujuriosa, mientras miro al espejo, lamo con pasión… Lamo todos y cada uno de tus dedos llenos de mi propia humedad… Y me excita…
Mis labios están húmedos y quieres besarlos… quieres notar la humedad de mi sexo con tu lengua… Y me besas mientras los dos cuerpos semidesnudos se juntan. Inconscientemente, con las manos nos vamos terminando de desnudar. Quieres verme ese precioso cuerpo desnudo junto a ti para poder besarme sin parar… para poder acariciarlo, rozarlo…
Desnudos los dos y abrazados mientras nos besamos noto tu polla dura junto a mi coñito… Y lo necesito… Te miro con lujuria… necesito que por fin alguien pueda follarme y hacer sentirme el placer que me merezco…
Me recuestas sobre la cama, frente al espejo… Volteo la cabeza y me veo: Desnuda, expuesta, vulnerable, excitada, confiada… feliz…
Te colocas encima mía y empiezas a besar mi cuello haciéndome girar más aún la cabeza y gemir fuertemente contra el espejo… me veo… disfruto… me gusta... Y poco a poco tus labios van bajando, van recorriendo mis tetas con tu lengua… húmeda… rozando cada pezón, mordiéndolos, haciéndome gemir… sin parar…
Separo las piernas y las giro alrededor tuya intentando empujar para tenerte dentro de mí… Pero te resistes… tú quieres más y yo lo sé…
Bajas lentamente por mis pechos, mi cintura… besas cada centímetro de mi piel, absorbes cada gota de sudor de cada poro que mi piel transmite… y me gusta… Me gusta sentirme tan deseada por alguien…
Bajas tu cuerpo hasta que tu cabeza queda a la altura de mi coñito… Siempre lo había escuchado, ya lo había visto… pero nunca había sentido una lengua dentro de mí… Nunca había notado como ahora noto tu lengua rodeando mi sexo. Tu lengua separando mis labios, tu lengua entrando poco a poco en mi coñito… y me gusta… me excita muchísimo y tu te empapas de mis flujos… de mi deseo… Bebes mi deseo y excitación de forma incontrolada… pero necesitas más…
Y tú, con tu boca la vas dirigiendo hacia mi culito… quieres que pruebe sentir una lengua dentro de mi culo… Y lo vas besando… acariciando con tus manos mientras mi lengua se hace un hueco… Y eso te gusta…
Noto en un respingo como tu lengua se hace un paso en mi culito… Y gimo absolutamente de placer… Me miro en el espejo… totalmente arqueada… la espalda, los pechos… mi coño expuesto para ti… Lo deseo… tu lengua entra… sale… no puedo más que gemir y gemir…
Estoy pidiendo a gritos que por favor me penetres… Por fin voy a vivir esa experiencia… Casi no soy consciente… casi no me doy cuenta que otra cosa más en mi vida va a quedar atrás, pero estoy dispuesta a ello… Tú eres el chico que quiero que cumpla mis deseos…
Y te empujo hacia mí…
Los dos tirados en la cama, yo debajo, tú encima… Nos miramos… fijamente… Sin miedos, no es momento para miedos, es momento de seguridad, de mirarse a los ojos, de decirnos con la mirada aquello que no somos capaces de expresar con los labios…
Y por una vez, lo comprendo. Por una vez te entiendo sin necesidad de hablar… Por una vez me entiendes sin necesidad de que te escriba… Por una vez nos vemos… y sabemos lo que sentimos, lo que queremos, lo que deseamos…
Noto tu polla cercana a mi coño… no entra… juegas con ella… y me gusta… Me gusta ese juego previo mientras me besas y me acaricias cada rincón de mi piel, cada trocito mi ti, cada pedacito de mi alma que ahora queda tan expuesta a ti… No es momento para secretos, no es momento para engaños… ahora nuestros cuerpos están hablando y nuestros labios están sellados…
Veo como te colocas… voy notando la presión…
•Tranquila preciosa… disfruta del momento – Me susurras al oído.
Noto tu polla haciéndose camino… entrando poco a poco… y grito… gimo… me duele…
Miro al espejo, buscando explicaciones, buscando razones, buscando esas fantasías olvidadas… Y me veo a mí, a ti… sudando, gozando… gimiendo…
Te gusta lo que ves…
Ya no necesitas al espejo…
Miro hacia arriba, me miras, ahora te tengo a ti…
Entra con dificultad pero poco a poco se hace camino… entra, gimo… sale… El vaivén de los movimientos me gusta… disfruto… El roce de tu polla en mi coñito me hace disfrutar del placer más absoluto que ni la más oscura fantasía de mi olvidado espejo podrá jamás reflejar…
Noto como el vaivén es cada vez más rápido, más y más rápido… y mis pechos se mueven en el aire de forma agitada, sin control… Los lames, los muerdes…
Grito de placer…
Voy notando que poco a poco necesito más… necesito que te corras, dentro de mí, que seas el primero que inundes de placer mi sexo… Te miro, me miras… Me comprendes…
Casi a punto de correrte, aceleras el ritmo del vaivén, un fuerte chorro de caliente esperma sale disparado dentro de mi interior… gimo de placer… el orgasmo inunda de miles de sensaciones mi mente, mis pensamientos...
Mientras, con tus manos me acaricias… Mojas de los restos de corrida tus dedos, mojas de flujos tus manos…. Y las acercas a mis labios… Y sin pensártelo dos veces, me besas… lames cada rincón de mi cara, cada rincón de mi cuello… y me besas teniendo dentro restos de tu corrida, de mis flujos… una parte de ti, otra de mi… juntas en un beso…
Exhausta… giro la cabeza y veo reflejado en el espejo mi cuerpo… tu cuerpo… juntos… sudorosos… Ya no necesito verme en él para sentir la pasión y la necesidad saciada que ahora siento contigo… Tan solo necesito mirarte a ti…
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