Después de lo sucedido con Mony, pasaron pocas cosas sin relevancia, me doy cuenta que con ciertas excepciones nuestra vida es bastante rutinaria, aunque busque en reiteradas ocasiones la oportunidad de repetir aquel encuentro con mi amiga sin éxito y con el pasar de los días todo se fue enfriando convirtiéndose tan solo en un recuerdo.
En mi cabeza resonaba una pregunta ¿mi esposa Laura y el vecino volvieron a verse después de aquella rápida pero ardiente cogida en mi propia casa? ¿Después de aquel encuentro “casual” en su auto? Yo creía que si pero me sacaba de quicio no tener la certeza, quería saberlo, lo necesitaba… Así que cierto fin de semana le pedí que saliéramos pues ya tenía algo de tiempo que no lo hacíamos solos y debido al trabajo, la rutina y los gastos que teníamos debido a que iniciamos una remodelación de la casa que nos tenía viviendo en una obra en construcción literalmente, ambos nos sentíamos ya muy estresados, por lo general es ella quien más sufre el estrés por lo que accedió a salir sin pensárselo, mi intención era emborracharla hasta el punto de poder platicar con ella sin tapujos sacarle algo de información, también esperar a que se quedara dormida y revisar su celular para ver que encontraba, me es difícil aun reconocerlo pero la verdad es que no solo tenía la duda, no sé cómo explicarlo pero deseaba encontrar algo y la simple idea de que así fuera me ponía muy caliente.
Ese fin de semana no pudimos dejar a nuestro pequeño con sus abuelos pues tenían asuntos que atender y por un momento se derrumbaron mis planes y esperanzas pues aunque propuse conseguir a alguien que nos ayudara a cuidar a nuestro hijo me topé con la negativa de mi esposa quien no quería exponer el deplorable estado en el que teníamos nuestra casa, como ya lo mencione anteriormente, estábamos remodelándola principalmente para ampliarla, pero también reparar algunas cosas dañadas como las puertas que resultaron de muy mala calidad de hecho la puerta de nuestra habitación tenía un hueco más grande que el pomol lo que hizo que este no sirviera más que para tapar pobremente el hueco, el punto es que nuestro hogar se convirtió en una especie de bodega con montones de muebles, trastes, libros, ropa y muchas cosas más amontonadas por todos lados, considerando lo pequeña que es nuestra casa, era poco el espacio que nos quedó sin mencionar el mal aspecto que tenía, pero no me daría por vencido tan fácilmente, así que llame a la hija de una vecina, Mariana una nena muy amable que vive a la vuelta de nuestra casa y que ya tiene experiencia en eso de ser niñera, como mi esposa la conoce y hay cierta confianza era más probable que no objetara por que fuera ella quien se quedara a cuidar a nuestro hijo y decidí llamarla sin mencionárselo, cuando se presentó y mi esposa supo de lo que se trataba, no le quedó más que acceder.
Aproveche el tiempo que Laura necesitaba para arreglarse y Salí a comprar algunos provisiones para que mi hijo y su niñera pasaran la noche viendo películas, al salir me encontré con Mauricio, quien me saludo desde la acera de enfrente, habíamos cruzado palabras muy pocas veces después de los acontecimientos pasados y me percate que ya hacía tiempo que no veía a su esposa y sus hijos y que no los veía en su casa con la frecuencia de antes, casi por inercia cruce la calle, estreche su mano e iniciamos una conversación típica e inmediatamente le pregunte por su familia (más concreta pero sutilmente por su esposa), en resumen, se estaban mudando, al parecer le fue muy bien con su trabajo y se hizo de una casa más grande pero ubicada al otro lado de la ciudad, (da igual, lo demás no lo escuche).
Con el fin de cortar su plática aburrida sobre los detalles de su trabajo y por extraño que parezca, le platique sobre nuestras intenciones de salir a divertirnos y lo invite a ir con nosotros casi sin darme cuenta, aunque me sentí muy incómodo cuando acepto debo decir que no me sorprendió realmente, además estaba ocupado pensando en mi propio comportamiento como para pensar en algo más, nos despedimos momentáneamente, hice las compras que tenía pendientes y regrese a casa, busque a Laura, para darle la noticia, la encontré saliendo del baño luciendo un mini vestido blanco ceñido al cuerpo, sin tirantes que dejaba un escote deliciosamente pronunciado, de lo largo le llegaba a la mitad de los muslos, pero lo que más llamaba la atención eran sus tanguitas que se marcaban en la tela del vestido, sus zapatillas del mismo color que el vestido hacían que sus piernas lucieran más torneadas y sus nalguitas redondas se erguían casi sugerentes, sobra decir que me la puso dura instantáneamente, me abalance sobre ella pero me impidió besarla apasionadamente como quería pues ya estaba maquillada pero no se salvó de un buen arrimón y una rápida manoseada por todos lados, casi fue doloroso el que no estuviéramos solos.
Creo que aún tenía cierto recelo por salir y viéndola vestida así casi desisto yo también, fue entonces cuando le conté sobre la compañía que tendríamos, a pesar de mostrar desinterés y hasta fastidio al respecto, estoy seguro que eso termino por convencerla. Habíamos pedido un taxi para no manejar por obvias razones, cuando salimos no solo el auto estaba esperándonos, Mauricio el vecino se dirigía hacia nosotros, claramente trato de disimular el impacto que le provoco mi esposa, pero sé que tubo exactamente la misma reacción que yo y por ende el mismo pensamiento.
Subimos al taxi, Mauricio adelante y nosotros atrás, nos dirigimos a un antro donde toda la noche hay música salsa en vivo, hablamos poco durante el traslado y todo sobre nuestros trabajos y cosas sin interés, llegamos al lugar el cual conocemos bien y nos gusta frecuentar cuando podemos, es una casona adaptada para funcionar como antro, en el espacio del patio se concentra la gente pues hace de pista de baile y alrededor entre arcos y pilares se encuentran los pasillos que albergan las mesas, esta zona está sola la mayor parte del tiempo pues casi todos los que asisten a este lugar van a bailar y es lo que hacen toda la noche, nos sentamos en el pasillo que queda justo frente a la pista del lado de la pared pues esas mesas cuentan con sillones en lugar de sillas por lo que son más cómodas, pedimos algunas cervezas mientras platicamos durante un rato antes, una media hora más tarde saque a bailar a mi esposa, al terminar la pieza regresamos a la mesa y seguimos bebiendo, esto lo repetimos un par de ocasiones más y en la cuarta le pedí a mi esposa que bailara con Mauricio, lo cual no genero ninguna reacción fuera de lo común de ninguno de los dos.
La noche se tornaba un poco aburrida comparada con lo que yo esperaba, (supongo que para los tres)… había bailado con mi esposa un buen rato y Mauricio la saco a bailar en un par de ocasiones más y hasta el momento todo era como cualquier reunión social entre amigos, en el momento que mi esposa fue al baño el cual se encontraba a un costado del escenario y la pista de baile y se llega por otro de los pasillos, calcule el tiempo que tardaría en salir y me dirigí ahí para alcanzarla un poco antes de que saliera aunque llegue antes y la espere como 5 minutos, sin cruzar palabras me acerque a ella y comencé a besarla y meterle mano, el pasillo estaba iluminado pero no había gente, además no está muy a la vista por lo cual pude fajar a gusto con ella hasta asegurarme que estuviera bien caliente, lo cual no me costó trabajo.
Ella regreso a la mesa, yo entre al baño, cuando Salí y regrese a la meza todo seguía normal, pasaron unos minutos y fue mi esposa quien ahora me pidió bailar pero me negué y le dije que más tarde, así que saco a bailar a Mauricio, aproveche para llamar al mesero y pedirle una botella de wiski, de vez en cuando echaba un ojo a la pista pero no logre ver nada fuera de lo común, pero eso sí, bailaron durante un largo rato.
Cuando regresaron se sorprendieron al ver la botella en la meza aunque la sorpresa les duro poco, yo me encargue de servir con la intención de emborracharlos y yo tomar menos que ellos… así pasaron las horas, seguimos bebiendo, nos turnamos para bailar con mi esposa quien ya estaba visible mente animada (tomada), ya llegada la madrugada (02:00 am aprox.) me levante para ir al baño, al salir de este no me dirigí a la meza sino que me refugie tras un pilar para observar desde ahí lo que pasaba en mi ausencia entre Laura y nuestro vecino pero no estaban en la meza, los busque en la pista de baile pero con tanta gente no logre verlos, así que decidí regresar pero justo en ese momento salieron de atrás de un pilar cercano a nuestra meza, seguí observando, se sentaron uno frente al otro, Laura se reclino hacia delante sobre la mesa exhibiendo su escote, acto que Mauricio recibió agradecido clavando su mirada en sus pechos mientras se reclinaba igualmente hacia delante, no llegaron a más pues en ese momento el grupo musical anuncio el cierre del lugar dentro de los siguientes 15 minutos, regrese a la meza, pedimos la cuenta y baile una última ronda con mi esposa, pude comprobar que para entonces el alcohol había hecho efecto mientras yo fingía estar más tomado de lo que de verdad estaba, en el taxi de regreso ocupamos las mismas posiciones pero esta vez la conversación fue más amena, entre bromas y carcajadas en las que incluso el conductor participo.
Llegamos a casa aun con la mitad de la botella, Mauricio dijo que iría a su casa y que no tardaba, le dije que dejaría la puerta abierta para que entrara sin necesidad de tocar, al entrar la niñera nos recibió somnolienta diciéndonos que nuestro hijo dormía, después de pagarle la acompañe a su casa y al regresar el vecino ya se encontraba ahí pero no habían tenido tiempo para nada realmente, movimos trastos y cajas con ropa para improvisar una mini pista de baile en lo que debía ser la sala y así con la música a bajo volumen y bebiendo lo que quedaba de la botella siguió la fiesta, aunque con poca luz pues un solo foco iluminaba pobremente la pseudo sala y el pasillo de la entrada a la vez…
Después de un par de tragos me dirigí al baño y al salir estuve deambulando por el poco espacio que había ahí, bostezando y a punto de caerme de borracho, (no quiero ser presuntuoso pero mi actuación fue digna de un Oscar)… Después me senté sobre unas cajas que estaban arrinconadas por ahí a un lado de la mini pista de baile y a un costado del único sofá ocupable, poco a poco fui recostándome y acomodándome convenientemente mientras fingía quedarme dormido, en poco tiempo estaba “roncando” enterrado entre un montón de cajas, bolsas y ropa apilada (obviamente de forma que pudiera ver completamente el poco espació que había)…
Laura y el vecino siguieron bailando normalmente pero de vez en cuando dirigían una mirada en mi dirección o se acercaban disimuladamente, luego de repetir esto en un par de ocasiones seguían bailando, mientras lo hacían murmuraban algo y en ocasiones reían tratando de hacer el menor ruido posible todo esto sin dejar de bailar aunque cada vez más lento, hasta que después de unos minutos comenzaron los besos sin dejar de bailar ni observar de vez en cuando hacia donde yo me encontraba, acomodado estratégicamente y con la sombra que me proporcionaba la poca luz que había, pude ver muy discretamente como poco a poco aumentaban los besos y caricias entre mi esposa y el vecino, no pude evitar una enorme erección al ver las manos de Mauricio estrujando las nalgas y los pechos de mi esposa quien se dedicaba a chuparle la lengua, no sé cómo explicarlo porque ni yo entiendo la razón pero estúpidamente seguían intentando bailar, meneándose y dando vueltas muy lentamente, después de un rato que no pude ver nada más que a Mauricio que me daba la espalda, por fin dieron vuelta lentamente hasta quedar de perfil frente a mí, Mauricio abrazaba a mi esposa estrechamente y aun le hundía su lengua en la boca mientras que ella colgada de su cuello trataba de mantener el equilibrio en sus zapatillas de tacón de aguja a pesar de que hice todo por refugiarme lo más conveniente posible, no podía hacer más que observar, así que no podía aliviar mi erección de ninguna forma y eso me frustraba mucho, lo cual empeoro en cuanto giraron un poco más y Laura quedo de espaldas ante mí, mientras que el vecino la sujetaba con su brazo derecho manteniendo su cuerpo cerca, su mano izquierda se dedicaba a explorar su bien formado culo que aquel pequeño vestido blanco no podía contener, los dedos de Mauricio, índice y anular habían desaparecido totalmente entre las nalgas de mi esposa que a pesar de traer tacones tenía que sostenerse en las puntas de sus pies debido al íntimo y penetrante masaje que estaba recibiendo… de pronto ella lo alejo y voltio hacia mí, no sé si en mi desesperación hice algún ruido o movimiento brusco pero estuvieron quietos un momento hasta confirmar que seguía “durmiendo”, yo había cerrado bien mis ojos para evitar que me descubriera si se aproximaba.
Después de un lapso que juzgue prudente abrí poco a poco los ojos, mi esposa estaba de rodillas lamiendo el miembro erecto del vecino de arriba abajo hasta llegar a los testículos que igual lamia y chupaba, hizo lo mismo en reiteradas ocasiones hasta que poso su lengua en la cabeza por un instante jugueteando hasta que por fin la hundió en su boca, al sacarla la chupaba con fuerza para después comérsela otra vez, al principio fue lento y de a poco fue aumentando el ritmo, Mauricio sujetando su cabeza comenzó a moverse metiendo y sacando su verga, follandole la boca tan profundamente que me sorprendió mucho el que a ella no le incomodara en lo absoluto, se la comía casi toda sin problemas una y otra vez y de pronto se detuvo… cuando le saco la verga de la boca descubrí que aún no se corría como pensé en un principio, tomándola de un brazo la levanto, la sentó en la orilla del sillón, se bajó los pantalones al tiempo que se sacaba los zapatos y quedo desnudo de la cintura para abajo, ella nerviosa miraba en mi dirección reiteradamente, Mauricio se acercó y la recargo en el respaldo del sillón quedando casi acostada y de un jalón bajo el escotado vestido de mi esposa con todo y sujetador dejando sus hermosas tetas libres, (recordé el primer encuentro de mi mujer con el vecino e inmediatamente supe lo que quería hacer y creo que ella también lo recordó), ella solo sonrió pícaramente mientras mordía su labio inferior, él se montó sobre ella quedando de rodillas en el sillón, puso su dura verga entre los pechos de mi mujer quien inmediatamente los junto con sus manos al tiempo que su jinete que se recargaba en la pared, pasaba su tranca entre ellas, cada que empujaba Laura aprovechaba para bajar la cara y con la boca abierta recibía la cabeza con una chupadita o juguetear con su lengua, no paso mucho tiempo para que ese enorme pedazo de carne aumentara el ritmo y sin dejar de moverlo exploto desproporcionadamente sorprendiendo a mi esposa que con la boca abierta recibió el primer chorro de leche en la cara, la verga del vecino seguía subiendo y bajando chorreando entre las tetas de mi mujer dejando su rostro cuello y pecho bien bañados en leche, tras un momento de reposo Mauricio le acerco la verga a la boca a mi esposa que aun se relamía los labios y no titubeo en chuparla hasta dejarla limpia.
Dejaré lo demás para la segunda parte.
En mi cabeza resonaba una pregunta ¿mi esposa Laura y el vecino volvieron a verse después de aquella rápida pero ardiente cogida en mi propia casa? ¿Después de aquel encuentro “casual” en su auto? Yo creía que si pero me sacaba de quicio no tener la certeza, quería saberlo, lo necesitaba… Así que cierto fin de semana le pedí que saliéramos pues ya tenía algo de tiempo que no lo hacíamos solos y debido al trabajo, la rutina y los gastos que teníamos debido a que iniciamos una remodelación de la casa que nos tenía viviendo en una obra en construcción literalmente, ambos nos sentíamos ya muy estresados, por lo general es ella quien más sufre el estrés por lo que accedió a salir sin pensárselo, mi intención era emborracharla hasta el punto de poder platicar con ella sin tapujos sacarle algo de información, también esperar a que se quedara dormida y revisar su celular para ver que encontraba, me es difícil aun reconocerlo pero la verdad es que no solo tenía la duda, no sé cómo explicarlo pero deseaba encontrar algo y la simple idea de que así fuera me ponía muy caliente.
Ese fin de semana no pudimos dejar a nuestro pequeño con sus abuelos pues tenían asuntos que atender y por un momento se derrumbaron mis planes y esperanzas pues aunque propuse conseguir a alguien que nos ayudara a cuidar a nuestro hijo me topé con la negativa de mi esposa quien no quería exponer el deplorable estado en el que teníamos nuestra casa, como ya lo mencione anteriormente, estábamos remodelándola principalmente para ampliarla, pero también reparar algunas cosas dañadas como las puertas que resultaron de muy mala calidad de hecho la puerta de nuestra habitación tenía un hueco más grande que el pomol lo que hizo que este no sirviera más que para tapar pobremente el hueco, el punto es que nuestro hogar se convirtió en una especie de bodega con montones de muebles, trastes, libros, ropa y muchas cosas más amontonadas por todos lados, considerando lo pequeña que es nuestra casa, era poco el espacio que nos quedó sin mencionar el mal aspecto que tenía, pero no me daría por vencido tan fácilmente, así que llame a la hija de una vecina, Mariana una nena muy amable que vive a la vuelta de nuestra casa y que ya tiene experiencia en eso de ser niñera, como mi esposa la conoce y hay cierta confianza era más probable que no objetara por que fuera ella quien se quedara a cuidar a nuestro hijo y decidí llamarla sin mencionárselo, cuando se presentó y mi esposa supo de lo que se trataba, no le quedó más que acceder.
Aproveche el tiempo que Laura necesitaba para arreglarse y Salí a comprar algunos provisiones para que mi hijo y su niñera pasaran la noche viendo películas, al salir me encontré con Mauricio, quien me saludo desde la acera de enfrente, habíamos cruzado palabras muy pocas veces después de los acontecimientos pasados y me percate que ya hacía tiempo que no veía a su esposa y sus hijos y que no los veía en su casa con la frecuencia de antes, casi por inercia cruce la calle, estreche su mano e iniciamos una conversación típica e inmediatamente le pregunte por su familia (más concreta pero sutilmente por su esposa), en resumen, se estaban mudando, al parecer le fue muy bien con su trabajo y se hizo de una casa más grande pero ubicada al otro lado de la ciudad, (da igual, lo demás no lo escuche).
Con el fin de cortar su plática aburrida sobre los detalles de su trabajo y por extraño que parezca, le platique sobre nuestras intenciones de salir a divertirnos y lo invite a ir con nosotros casi sin darme cuenta, aunque me sentí muy incómodo cuando acepto debo decir que no me sorprendió realmente, además estaba ocupado pensando en mi propio comportamiento como para pensar en algo más, nos despedimos momentáneamente, hice las compras que tenía pendientes y regrese a casa, busque a Laura, para darle la noticia, la encontré saliendo del baño luciendo un mini vestido blanco ceñido al cuerpo, sin tirantes que dejaba un escote deliciosamente pronunciado, de lo largo le llegaba a la mitad de los muslos, pero lo que más llamaba la atención eran sus tanguitas que se marcaban en la tela del vestido, sus zapatillas del mismo color que el vestido hacían que sus piernas lucieran más torneadas y sus nalguitas redondas se erguían casi sugerentes, sobra decir que me la puso dura instantáneamente, me abalance sobre ella pero me impidió besarla apasionadamente como quería pues ya estaba maquillada pero no se salvó de un buen arrimón y una rápida manoseada por todos lados, casi fue doloroso el que no estuviéramos solos.
Creo que aún tenía cierto recelo por salir y viéndola vestida así casi desisto yo también, fue entonces cuando le conté sobre la compañía que tendríamos, a pesar de mostrar desinterés y hasta fastidio al respecto, estoy seguro que eso termino por convencerla. Habíamos pedido un taxi para no manejar por obvias razones, cuando salimos no solo el auto estaba esperándonos, Mauricio el vecino se dirigía hacia nosotros, claramente trato de disimular el impacto que le provoco mi esposa, pero sé que tubo exactamente la misma reacción que yo y por ende el mismo pensamiento.
Subimos al taxi, Mauricio adelante y nosotros atrás, nos dirigimos a un antro donde toda la noche hay música salsa en vivo, hablamos poco durante el traslado y todo sobre nuestros trabajos y cosas sin interés, llegamos al lugar el cual conocemos bien y nos gusta frecuentar cuando podemos, es una casona adaptada para funcionar como antro, en el espacio del patio se concentra la gente pues hace de pista de baile y alrededor entre arcos y pilares se encuentran los pasillos que albergan las mesas, esta zona está sola la mayor parte del tiempo pues casi todos los que asisten a este lugar van a bailar y es lo que hacen toda la noche, nos sentamos en el pasillo que queda justo frente a la pista del lado de la pared pues esas mesas cuentan con sillones en lugar de sillas por lo que son más cómodas, pedimos algunas cervezas mientras platicamos durante un rato antes, una media hora más tarde saque a bailar a mi esposa, al terminar la pieza regresamos a la mesa y seguimos bebiendo, esto lo repetimos un par de ocasiones más y en la cuarta le pedí a mi esposa que bailara con Mauricio, lo cual no genero ninguna reacción fuera de lo común de ninguno de los dos.
La noche se tornaba un poco aburrida comparada con lo que yo esperaba, (supongo que para los tres)… había bailado con mi esposa un buen rato y Mauricio la saco a bailar en un par de ocasiones más y hasta el momento todo era como cualquier reunión social entre amigos, en el momento que mi esposa fue al baño el cual se encontraba a un costado del escenario y la pista de baile y se llega por otro de los pasillos, calcule el tiempo que tardaría en salir y me dirigí ahí para alcanzarla un poco antes de que saliera aunque llegue antes y la espere como 5 minutos, sin cruzar palabras me acerque a ella y comencé a besarla y meterle mano, el pasillo estaba iluminado pero no había gente, además no está muy a la vista por lo cual pude fajar a gusto con ella hasta asegurarme que estuviera bien caliente, lo cual no me costó trabajo.
Ella regreso a la mesa, yo entre al baño, cuando Salí y regrese a la meza todo seguía normal, pasaron unos minutos y fue mi esposa quien ahora me pidió bailar pero me negué y le dije que más tarde, así que saco a bailar a Mauricio, aproveche para llamar al mesero y pedirle una botella de wiski, de vez en cuando echaba un ojo a la pista pero no logre ver nada fuera de lo común, pero eso sí, bailaron durante un largo rato.
Cuando regresaron se sorprendieron al ver la botella en la meza aunque la sorpresa les duro poco, yo me encargue de servir con la intención de emborracharlos y yo tomar menos que ellos… así pasaron las horas, seguimos bebiendo, nos turnamos para bailar con mi esposa quien ya estaba visible mente animada (tomada), ya llegada la madrugada (02:00 am aprox.) me levante para ir al baño, al salir de este no me dirigí a la meza sino que me refugie tras un pilar para observar desde ahí lo que pasaba en mi ausencia entre Laura y nuestro vecino pero no estaban en la meza, los busque en la pista de baile pero con tanta gente no logre verlos, así que decidí regresar pero justo en ese momento salieron de atrás de un pilar cercano a nuestra meza, seguí observando, se sentaron uno frente al otro, Laura se reclino hacia delante sobre la mesa exhibiendo su escote, acto que Mauricio recibió agradecido clavando su mirada en sus pechos mientras se reclinaba igualmente hacia delante, no llegaron a más pues en ese momento el grupo musical anuncio el cierre del lugar dentro de los siguientes 15 minutos, regrese a la meza, pedimos la cuenta y baile una última ronda con mi esposa, pude comprobar que para entonces el alcohol había hecho efecto mientras yo fingía estar más tomado de lo que de verdad estaba, en el taxi de regreso ocupamos las mismas posiciones pero esta vez la conversación fue más amena, entre bromas y carcajadas en las que incluso el conductor participo.
Llegamos a casa aun con la mitad de la botella, Mauricio dijo que iría a su casa y que no tardaba, le dije que dejaría la puerta abierta para que entrara sin necesidad de tocar, al entrar la niñera nos recibió somnolienta diciéndonos que nuestro hijo dormía, después de pagarle la acompañe a su casa y al regresar el vecino ya se encontraba ahí pero no habían tenido tiempo para nada realmente, movimos trastos y cajas con ropa para improvisar una mini pista de baile en lo que debía ser la sala y así con la música a bajo volumen y bebiendo lo que quedaba de la botella siguió la fiesta, aunque con poca luz pues un solo foco iluminaba pobremente la pseudo sala y el pasillo de la entrada a la vez…
Después de un par de tragos me dirigí al baño y al salir estuve deambulando por el poco espacio que había ahí, bostezando y a punto de caerme de borracho, (no quiero ser presuntuoso pero mi actuación fue digna de un Oscar)… Después me senté sobre unas cajas que estaban arrinconadas por ahí a un lado de la mini pista de baile y a un costado del único sofá ocupable, poco a poco fui recostándome y acomodándome convenientemente mientras fingía quedarme dormido, en poco tiempo estaba “roncando” enterrado entre un montón de cajas, bolsas y ropa apilada (obviamente de forma que pudiera ver completamente el poco espació que había)…
Laura y el vecino siguieron bailando normalmente pero de vez en cuando dirigían una mirada en mi dirección o se acercaban disimuladamente, luego de repetir esto en un par de ocasiones seguían bailando, mientras lo hacían murmuraban algo y en ocasiones reían tratando de hacer el menor ruido posible todo esto sin dejar de bailar aunque cada vez más lento, hasta que después de unos minutos comenzaron los besos sin dejar de bailar ni observar de vez en cuando hacia donde yo me encontraba, acomodado estratégicamente y con la sombra que me proporcionaba la poca luz que había, pude ver muy discretamente como poco a poco aumentaban los besos y caricias entre mi esposa y el vecino, no pude evitar una enorme erección al ver las manos de Mauricio estrujando las nalgas y los pechos de mi esposa quien se dedicaba a chuparle la lengua, no sé cómo explicarlo porque ni yo entiendo la razón pero estúpidamente seguían intentando bailar, meneándose y dando vueltas muy lentamente, después de un rato que no pude ver nada más que a Mauricio que me daba la espalda, por fin dieron vuelta lentamente hasta quedar de perfil frente a mí, Mauricio abrazaba a mi esposa estrechamente y aun le hundía su lengua en la boca mientras que ella colgada de su cuello trataba de mantener el equilibrio en sus zapatillas de tacón de aguja a pesar de que hice todo por refugiarme lo más conveniente posible, no podía hacer más que observar, así que no podía aliviar mi erección de ninguna forma y eso me frustraba mucho, lo cual empeoro en cuanto giraron un poco más y Laura quedo de espaldas ante mí, mientras que el vecino la sujetaba con su brazo derecho manteniendo su cuerpo cerca, su mano izquierda se dedicaba a explorar su bien formado culo que aquel pequeño vestido blanco no podía contener, los dedos de Mauricio, índice y anular habían desaparecido totalmente entre las nalgas de mi esposa que a pesar de traer tacones tenía que sostenerse en las puntas de sus pies debido al íntimo y penetrante masaje que estaba recibiendo… de pronto ella lo alejo y voltio hacia mí, no sé si en mi desesperación hice algún ruido o movimiento brusco pero estuvieron quietos un momento hasta confirmar que seguía “durmiendo”, yo había cerrado bien mis ojos para evitar que me descubriera si se aproximaba.
Después de un lapso que juzgue prudente abrí poco a poco los ojos, mi esposa estaba de rodillas lamiendo el miembro erecto del vecino de arriba abajo hasta llegar a los testículos que igual lamia y chupaba, hizo lo mismo en reiteradas ocasiones hasta que poso su lengua en la cabeza por un instante jugueteando hasta que por fin la hundió en su boca, al sacarla la chupaba con fuerza para después comérsela otra vez, al principio fue lento y de a poco fue aumentando el ritmo, Mauricio sujetando su cabeza comenzó a moverse metiendo y sacando su verga, follandole la boca tan profundamente que me sorprendió mucho el que a ella no le incomodara en lo absoluto, se la comía casi toda sin problemas una y otra vez y de pronto se detuvo… cuando le saco la verga de la boca descubrí que aún no se corría como pensé en un principio, tomándola de un brazo la levanto, la sentó en la orilla del sillón, se bajó los pantalones al tiempo que se sacaba los zapatos y quedo desnudo de la cintura para abajo, ella nerviosa miraba en mi dirección reiteradamente, Mauricio se acercó y la recargo en el respaldo del sillón quedando casi acostada y de un jalón bajo el escotado vestido de mi esposa con todo y sujetador dejando sus hermosas tetas libres, (recordé el primer encuentro de mi mujer con el vecino e inmediatamente supe lo que quería hacer y creo que ella también lo recordó), ella solo sonrió pícaramente mientras mordía su labio inferior, él se montó sobre ella quedando de rodillas en el sillón, puso su dura verga entre los pechos de mi mujer quien inmediatamente los junto con sus manos al tiempo que su jinete que se recargaba en la pared, pasaba su tranca entre ellas, cada que empujaba Laura aprovechaba para bajar la cara y con la boca abierta recibía la cabeza con una chupadita o juguetear con su lengua, no paso mucho tiempo para que ese enorme pedazo de carne aumentara el ritmo y sin dejar de moverlo exploto desproporcionadamente sorprendiendo a mi esposa que con la boca abierta recibió el primer chorro de leche en la cara, la verga del vecino seguía subiendo y bajando chorreando entre las tetas de mi mujer dejando su rostro cuello y pecho bien bañados en leche, tras un momento de reposo Mauricio le acerco la verga a la boca a mi esposa que aun se relamía los labios y no titubeo en chuparla hasta dejarla limpia.
Dejaré lo demás para la segunda parte.
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