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Gabi, mi sirvienta que hice mi putinovia

Gabi, mi sirvienta que hice mi putinovia
Este relato es 100% verídico.
Hola lector, este es mi primer relato. Una saludo de antemano y agradeciendo que te hayas tomado el tiempo de leer esto que me ocurrió hace 5 años. Me presento:
Hola soy Alejandro soy de México, tengo 30 años, soy gordito de 1.75 güero con ojos verdes y me mide 17 cm (no me quejo) y me gusta el buen sexo, cuando tenia 25 años pasó esta historia que narro a continuación.
Antecedentes:
Mi madre contrató a una señora para que le ayudara con la limpieza de nombre Martha a mediados del 2014. Martha era una señora morenita algo descuidada como de 40 años, casada con 7 hijos, su marido que era un buen albañil que ambos provienen de un rancho de Jalisco que se fueron de ahí por la inseguridad de los años 90's que producía vivir en su localidad, que se vinieron a mi ciudad, el empezó a trabajar para una pequeña empresa de construcción y que no pudo continuar su oficio debido a un accidente laboral, por lo que todos sus hijos tuvieron que trabajar. En una ocasión, Doña Martha le dijo a mi mamá que no podía ir por que tenia que llevar a don Roberto (nombre del esposo de Doña Martha) a que lo revisara un médico de la espalda. Que mandaría a su hija y que andaba buscando trabajo por que acababa de ser despedida de la fabrica donde trabajaba. Yo en ese entonces me estaba apenas independizando y vivía a unas cuadras de la casa de mi mamá, por lo que era usual visitarla para comer en el inter de el trabajo.
La Historia:
Cuando llego a casa de mi mamá ese día me topo a una Joven de unos 20 años aproximadamente era morena pero no era fea  como el típico estereotipo de sirvienta, sino el de una morena de fuego linda  y que de hecho tenia un cuerpo curveado con unos pechos firmes y redondos chiquitos pero redondos y un culo divino y gigantesco que dejaría pendejas a cualquier chica fit promedio, sus nalgas eran todo mi antebrazo, claro esto no lo descubrí sino hasta después. Resultando ser la hija menor de los 7 de Doña Martha. Me la presento mi mamá y me dijo que ella en algunas ocasiones ocuparia el lugar de su mamá Doña Martha cuando esta tenga que cuidar a don Roberto. Yo ocupaba alguien que me limpiara el departamento entonces le dije a mi mamá que si no tenia problema de que Doña Martha o su hija fueran a mi depa a limpiar los sábados a lo que me contesto que la “niña" andaba buscando trabajo y que podría ganar un extra conmigo y que me la mandaría ese sábado.  Excelente, pensé le preguntamos mi mamá y yo que si quería ganar un extra en mi depa a lo que la chica asentó con la cabeza con una timidez digna de una niña de 7 años. Comí y me fui tranquilo sabiendo que ya tenía alguien que me ayudara con el aseo.Llego ese Sábado la deje pasar e hizo su trabajo. Descubrí que se llama Gabriela. Así pasaron los meses. Ella iba los sábados a hacer el quehacer y en ocasiones charlábamos antes de irme a hacer mi mandado, regresaba, le pagaba y se iba como aquello de las 2 a 3 de la tarde.
Un Sábado por la mañana, tenia una resaca terrible del día anterior y lo único que pedía mi cuerpo era un vaso de agua, llegue a la cocina en busca de uno y en eso toca Gabi, le abrí la puerta a esa mujer de 1.65 mt. No tan delgada pero carnosa con unas nalgotas redondas que te tentarían a agárralas más por la falda que llevaba que le quedaba un poco corta dejando ver unas piernas bien cuidadas y muy bien formadas; tome dos vasos con agua de manera consecutiva cosa que le dio risa a Gabriela
- ¿Esta crudo joven?
- Un poco, si, -conteste un poco molesto por su descubrimiento-
- Si quiere le preparo unos chilaquiles bien picosos-me dijo con alegría e infundía.
- Bueno, deja nada mas darme un regaderazo y desayuno
- Esta bien, quiere jugo de naranja?
- Porque no mejor me compras una cerveza bien helada.-cosa que deseaba para calmar el fuego de mi estomago-
- Joven, haber si no se pone borracho otra ves?
- No, la cerveza reanima -dije mientras iba rumbo a la regadera-

Tome una ducha de lo más refrescante pero, un pequeño problema rompió el encanto no había toallas en el baño, en mi departamento, por lo regular dejaba que se secará en el tendedero esto debido a que vivía sólo y si uno quería andar desnudo del baño al cuarto no había problema, el problema era con Gabriela, puesto que si ella veía semejante acto de exhibicionismo pensaría que era un depravado, opte por llamar a mi Gabriela para que me proporcionara una toalla, pero con la decisión de que me dejara la toalla a fuera a lo que la voz de Gabriela me contesto:
- le puedo ayudar en algo joven?
- Si, por favor Gabi, me traes una toalla- respondí desde la puerta del baño-
- Si en un momento
Escuche los pasos por el pasillo y deje la puerta del baño cerrada pero no con seguro, apenas iba a decirle a Gabriela que dejara la toalla en el piso cuando se abrió la puerta.
-¡ Perdón joven no pensé que...!- me decía mientras miraba mi pené-
Cerro la puerta rápido y salió corriendo, yo estaba de lo mas divertido pues la expresión de su rostro al verme desnudo mas que de asombro fue de deseo, me cambie rápido con unos jeans y una playera polo verde y con unos tenis, de lo mas cómodo me dispuse a comer.
En todo el tiempo que estuve desayunando Gabriela no me miro, pero yo notaba en su cara una sonrisa picara, trate de sacarle conversación.
- Gabi ¿eres casada?
- si, me case desde muy chica con el primer novio que tuve
-y tienes hijos?
- No mi marido no quiere, pues porque estamos muy jodidos como para andar aventando niños al mundo nomás para que sufran, además con el problema de mi papá esta canijo ahorita para pensar en chamacos.
- Entonces tu marido es el único hombre en tu vida
- Si, pues que crees que le pongo el cuerno -dijo subiendo un poco el tono de su voz-
- No, me refiero que si es el único con quien has estado
- Si -dijo riéndose nerviosamente-
Después continué con mi desayuno y me fui a acostar debido a que casi no había dormido la noche anterior, soñé con ella, soñé que le hacia el amor y desde ese día mi único propósito era el de hacerla mía a como diera lugar.
Gabi vivía relativamente cerca de mi casa y todos los sábados después de hacer sus labores retornaba a su casa. Pasaban los días y cada vez sentía el deseo de hacer mía a Gabi, siempre había tenido la fantasía de cojerme a la sirvienta esto desde hacía años pero jamás se había dado la oportunidad y ninguna sirvienta estaba tan buena como Gabriela.

Me dispuse a comprar los domingos lo que ocupaba para el hogar y esto ocasionó que estuviera mas tiempo con Gabi, por lo tanto Gabi y yo estábamos solos desde las 8 hasta las 3 de la tarde.
Comenzamos una buena amistad y ella me confeso muchas cosas, que su marido era muy celoso y que no podía salir de su casa que fue virgen hasta los 17 años y que su papá Don Roberto la obligó a casarse con ese hombre por que los encontraron teniendo sexo, que fue su primer novio con el hombre con el que se caso y que antes de el no había ni besado y que últimamente las relaciones sexuales con su marido iban disminuyendo al punto que ya no había besos y parecía cómoun compromiso hacerlo con el, que llevaba poco de casada como un año desde que la conocí, me entere que le gustaba mucho el sexo y que también tenia cierto gusto por las películas pornográficas, que le gustaba masturbarse frotando su clitoris con la llema de sus dedos. Siempre que hablábamos de algo terminábamos hablando de sexo, eso era como una válvula de escape para mi y Gabi que yo sabía perfectamente que se ponía un poco cachonda y yo termina con una erección digna de campeonato, la veía cada vez más desinhibida movia su enorme trasero cada vez más cuando hacia el aseo, caminaba más femenina, sin duda estaba cada sábado más ardiente; un día  se me ocurrió preguntarle:
- Oye Gabi cual es el lunar mas sexy que tienes?
- Hay pues tengo muchos.
- Si pero el mas sexy
- Pues este - me dijo mientras desabrochaba un botón de su blusa, dejando ver un lunar en el pecho izquierdo casi llegando al pezón-
- Apoco ese es el más sexy que tienes - le dije tratando que me enseñara mas de ese hermoso cuerpo-
- Bueno tengo otro pero me da vergüenza enseñártelo-dijo con cara putita inocente
- Por que vergüenza solamente estamos hablando, y es de lo mas natural el cuerpo humano es muy bonito además no tienes nada que jamás haya visto.
- Mejor tu enséñame uno, que te parece uno y uno.
- Bueno conste pero no te asustes por que el lunar mas sexy que tengo esta en el tronco de mi pene ¿lo quieres ver?
- Si pues es normal no -dijo en forma de sarcasmo al comentario anterior-
- Bueno-dije mientras bajaba el cierre de mi pantalón, saque lentamente la punta de mi pene que ya estaba excitadísimo y alcanzaba la erección máxima
- Ay lo tienes grande nunca había visto otro pene que no fuera el de mi marido, ¿puedo tocártelo?-Haciendo un gesto con la boca de gusto y mordiendose los labios inferiores de su exquisita boca morena
- Si quieres.
Acerco su mano a mi pene y empezó a tocar el glande que dejaba ver una gota de de lubricante presemen en la punta lo tomó con toda la mano y empezó a acariciármelo era riquísimo, trate de besarla en la boca pero ella se quito y quito también su mano.
- no ya no quiero esta muy mal todo esto y es mejor que no vuelva a pasar
- no que tiene - dije tratándola de convencerla-
- yo soy una mujer casada y tu eres mi patrón y también hijo de mi patrona-me decía casi llorando-
Se alejo de mí llendo a la cocina a prisa y yo opte por entrar en mi habitación pensando en que había llegado demasiado lejos. Solo opte por dejarle el dinero en la repisa de mi hogar dejandole una nota con una disculpa por mi comportamiento.
Al siguiente lunes Gabriela no fue a trabajar con mi mamá diciendo que se sentía mal, yo me masturbaba pensando en lo que pudo haber pasado y mis deseos por hacerla mía se hacían mas grandes, cuando volvió a casa de mi mamá un día miercoles, me dirigi a ir a comer a casa de mi madre solo como pretexto para volver a ver Gabi pero ella no me dirijo la palabra, simplemente hacías sus labores con tristeza. La vi en el cuarto de limpieza y era el momento perfecto para estar a solas con ella y platicar de lo sucedido. Me atreví a romper el hielo.
- Gabi que tienes?
- Nada
- Gabi mira, perdona por lo del otro día no fue mi intención pero entiende que me puse cachondo, estas preciosa y la verdad causaste en mi un fuerte deseo. Te deseo.
- Mira Alejandro, me estoy enamorando de ti -dijo mirándome a los ojos con cara de cachorro triste.
- Gabi este yo... -no tenia palabras aquella muchacha estaba enamorada de mi-
Parecía todo como de Novela, lo único que pude pensar era besarla. Le dije:
-Te quiero ver el sábado Gabi. Pero no vas a ir a hacer la limpieza, quiero que platiquemos.
-Bueno – se limito a decir con un cierto brillo en sus ojos, como cuando a un niño le prometes un juguete.
Me despedi de ella con un fuerte abrazo cachondo, nuestros cuerpos se juntaron y me pareció una eternidad tener esos segundos entre nuestros cuerpos deseos el uno del otro.  Me despedi de ella  y Sali de casa de mi madre sin nisiquiera haber comido inventadole a mi mamá que olvide algo en el trabajoy que pasaba por la noche para comer algo. Yo tenía que aclarar que quería de Gabi. La muchacha me ponía super caliente cada que la veía, pero por otra parte no quería nada serio con ella ni con nadie. Y ella tenia que saberlo. No quería romperle el corazón a esa chica tan dulce.
Llego el sábado y yo estaba más que nervioso pues era la primera vez que Gabriela vendría como mi invitada y tenia que hablar con ella de sus sentimientos y de lo que yo quería. Aun así yo estaba más que confundido pues Gabi era casada y además se me había confesado. Cosa que me pesaba mucho, pero por otro lado mi lujuria de poseerla era muy fuerte pero no quería que tuviera una expectativa que no podía cumplir. No quería prometer le algo para después ilusionarla y no volverla ver. Gabi no se lo merece pensaba. Mientras mi mente buscaba las palabras para amenar la situación más me hacia bolas en mi cabeza. Y solo podía pensar en sus enormes glúteos morenos rebotando en mi cadera.

Llego Gabi ese día a las 8 como si viniera a trabajar pero con la diferencia de que venia vestida muy diferente, se había arreglado algo con unos leggins muy pegaditos negros que me dejaban ver la tanga que traía, una blusa de tirantes que se le marcaban sus deliciosos pezones morenos y grandes. La muy hija de puta vino a verme así. Como si supiera lo que iba a ocurrir. La salude, la hice pasar y le servi un vaso con agua y empecé a decirle:

-Gabi, tu me gustas desde el día que llegaste a casa de mi mamá. Me encanta tu forma de ser, tu cuerpo, me atraes como no te imaginas Gabi. – en eso se me acerco hasta la altura de la cara tenia su cara frente a la mía. Esos bellos ojos negros azabache me miraban penetrantemente y su boca estaba a centímetros de la mía. Me puso tan nervioso y excitado a la vez, aun asi quería dejar las cosas bien en claro con ella antes de que pasara lo que nuestros cuerpos pedian a gritos- dije: Pero no puedo corresponderte como tu quisieras, siento un fuerte deseo por ti, pero ere…. -No me dejo terminar cuando sus labios impactaron con los míos y nos fundimos en beso apasionado como el de 2 amantes que llevan mucho tiempo sin verse , de esos besos que tienen húmedad y pasión. Se aparto después de 5 minutos de rose entre nuestros labios y cuerpos. Como si nada pasará
-Yo no quiero separarme de mi marido eso si lo tengo muy decidido. Pero quiero tenerte a ti, quiero que me hagas sentir mujer en la cama. Desde que trabajo contigo me siento especial y me encantas Alejandro. Si sólo lo mantenemos aquí en tu departamento creo que no le haríamos daño a nadie. No quiero dejar de verte, eso me pondría muy triste porque si estoy enamorada de ti pero aun así no quiero divorciarme. Mi marido es buena persona pero no me toca, no le importa mi necesidad de mujer y el fuego que tengo entre mis piernas. Ese fuego se había acabado para mi desde que no me toca. Luego llegaste tu y volví a tener esa chispa y ahora que te tengo no quiero dejarte ir. Estoy dispuesta a que me hagas sentir mujer solo con la condición que nadie se debe de enterar -Yo ya no pensaba con claridad solo asente con la cabeza y nos besamos apasionadamente tocando su cuerpo con deseos de que fuera mía fuimos hasta mi cuarto, y empezamos a desnudarnos como desesperados mientras ella se quitaba su blusa yo me quitaba el pantalón pude ver sus ricos senos en forma de mango por primera vez me causo tal erección que ya se me estaba saliendo la verga por una de las ranuras del bóxer, ella lo noto y me pregunto
-Ya andas ganaso ¿Verdad? -con una voz sexy y suave
-Mami es que mira como me pones de bruto- le respondí de forma casi inmediata.
Bajo sus leggins y su tenga de solo escuchar eso, su cuerpo era perfecto, ya me lo había imaginado pero no tenia idea que tuviera esas curvas, sus pechos redondos con unos pezones obscuros y grandes, su bello pubico, abundante y negro mi pene estaba durisimo ella lo frotaba por arriba del bóxer y me lo quito de forma agresiva casi bestial. Veía como sus enormes glúteos rebotaban, divinos que estaban, carnosos como si tuvieran vida propia se movían. De pronto me dijo:
- pon una película
- Porno?
- Si de las que tienes en tu cajón
- Con que ya descubriste mi colección
- Si cuando te ibas a comprar los víveres las ponía y me masturbaba aquí en tu cama pensado en que algún día me cogieras -puse una película que acababa de cambiar y empezamos a verla- puse una película que tenia de sirvientas francesas con liza del sierra.

Ella se masturbaba con una mano y con la otra agarraba mi verga, yo la besaba en la boca, estaba ya con una erección marca diablo. Me puse arriba de ella y la bese de pies a cabeza me detuve en su vagina, empezandole hacer sexo oral, recorriendo con mi lengua sus bellos labios vaginales morenos y su clitoris. Succionandole todo lo que podía
Ella gemia y decia:
-Chiquito nunca me la habían chupado, uffffff que rico se siente uffff papi no pares ahhhmmm ayyy si dame lengua, dame lengua papi ay papito que rico no pares siiiii no pares papiiiii- ssentíaque quería venirse en mi boca y sus jugos eran abundantes, me llene de su salsa de su vagina en toda mi barba y su olor a hembra excitada me ponía loco. Al fin pude ver su expresión de satisfacción. La niña morosa y cara de cachorrita ya no estaba, enfrente de mi tenia a una llegua llena de lujuria y deseo.
-Papi siiiiiii… que rico….. me vas hacer venir papi… ohhhhhh papi…… dame tu lengua por todo mi cuerpo que quiero sentir como me recorres- y empece recorriéndola con mi lengua desprendía un aroma riquísimo, la chupe con fuerza mientras ella lubricaba de una forma increíble bese su ano y metí mi lengua, ella se retorcía de placer. Sentí su primer orgasmo en boca con sus convulsiones de su monte de venus en mi cara y su perianal en mi barbilla. Con los ojos llenos de excitación y desubicada me miró desde su posición y me dijo:
-papi ya es hora por favor….ohhhhh
-Que rica estas mamacita…. Decia yo embriagado de pasión
- metemela papi cojeme hazme tuya quiero sentir tu verga.-Gabi suplicaba con gran deseo
-Espera amor que quiero pobrarte toda-al terminar de decir eso continue dándole un beso negro intenso hasta que ya no podía más, mi pito pedía introducirme en Gabi
Puse mi pené en la entrada de su vagina y de un solo golpe se la metí toda, era increíble estaba apretadita y muy húmeda, empecé a cojerla rápido como un animal, deseaba a esa hembra desde ya varios meses y al fin la tenia a mi disposición a tan linda zorra. Al fin me estaba comiendo a mi sirvienta culona en una posición de misionero, veía sus ojos cristalinos  queriendo cerrarse por mi brutal embestida momentánea pero a la vez abría su boca para darme uno de los besos más húmedos y con lengua que pude experimentar. Parecíamos dos perros lamiendose entre si.

-Ufffffff…… Uffff….. uffff….. Chiquito me vas a matar!!!! Papiiii más despacioooooo ahhhhhh siiiii papiiii que ricaaa la tienes….-exclamaba ella
-Te gusta mami. Dime a hora quien es tu papi? ¿De aquí en adelante quien va ser tu macho? Yo le cuestionaba embrutecido por sentir su humeda y apretada vagina que pareciera que tuviera vida por que tenia espasmos muy constantes.
-Tu papiiiii, eres el único que me hace mojar así. Eres mi papi y eres mio chiquito, solo mío…. Dame más cabron dame fuerte ahhhhhh si como me tienes… estoy todita sensible de allá abajo papi…. Ahhhhhh
y cada vez mas fuerte ella gritaba de placer no podía resistir mas una sensación recorría toda mi columna vertebral
-me vengo, ah ah- ella se estaba retorciendo en un rito de placer, saque mi pene de su vagina y avente el chorro de esperma mas potente, y llenándola toda su vientre su pecho su cara, yo no podía parar de aventar tanto  esperma era increíble jamás me había pasado algo semejante ella se limpiaba con el dedo y luego chupaba el esperma.
Ya cansados en la cama. Por nuestra primera vez nos quedamos platicando y besándonos. Luego ella en un momento dijo.
-Quiero regresarte el favor. ¿Puedo? -Decia,Tomando mi pene con su mano de forma calida. Moviendo lo con un poco de fuerza. Mi verga tomaba otra vez una erección.
-Sí bebé, hazme sentir rico. -Asente con voz baja. Me estuvo masturbando por 5 minutos hasta que mi pene adquiero su máximo grado de erección. Empezó a besar la cabeza de mi pito de forma torpe pero se sentía riquísimo. Finalmente se metió el glande a la boca chupandolo y saboreando mi venosa verga. Aunque algo torpe para mamar lo hacia con muchas ganas mientras me tocaba los huevos y los movía de un lado a otro. Continuo chupando el tronco, las venas y al fin los huevos de su nuevo macho, osea yo. En un momento me pare y le ordene que se pusiera de cunclillas para verle su preciosa carita mamando mi polla. Ver como hacia contacto visual conmigo mientras mi miembro estaba dentro de su cavidad oral me puso a full. Volvió a pasar toda su lengua por huevos y se los metia por la boca ambos. Le empecé a pegar con verga en toda su cara, pase mis huevos salados y grandes por su boca y cachetes.
-Es la primera vez que tengo uno en la boca. Dame tu lechita papi… quiero tu leche en la cara – decia mientras hacia su carita de cachorrita
-Estas muy hambrienta mi amor. Quieres mi leche pues ten…. -Me empecé a masturbar violentamente para mi amante. Gabi me esperaba con la boca abierta y la lengua de fuera y por fin me vine en su cara, lengua y tetas. Volví a soltar una gran carga dejándola toda empapada de mi salsa. Se comio mi semen de nuevo con gusto, agarraba lo que le sobraba de sus tetas y cara se los metió en la boca diciendo
-Rico papi. Chiquito quiero seguir viniendo a hacerte el aseo y que me cojas. Te amo papito y quiero ser tu novia aquí en el apartamento. Quiero coger contigo toda la vida.
-Si mi amor. Vas a ser mi novia de departamento. Cuando vengas quiero que vengas entangada para cojerte como te mereces. -Nos dimos un beso aun ella con rastros de mi semen en su cara.
Se paro y se puso la tanta y empezamos a platicar y besarnos. Al poco tiempo así como estaba hizo la limpieza de casa. Y antes de irse lo volvimos a hacer en mi sala y comedor. Yo no podía estar más que contento tenia putinovia y me hacía el quehacer. Así duramos casi 2 años, se hizo experta en matarme la verga, fui el primero en que se la metio por el culo y después hasta lo hicimos en la azotea de mi edificio, en casa de mi mamá en varias ocasiones, me llego a dar mamadas a fuera de su casa y una vez casi nos cachan en el cuarto de servicio en casa de mi mamá para una posada. Hoy que ya no tengo a Gabi la vi con un hijo. Ella dejo de venir cuando salio embarazada. Y perdí casi contacto con ella si no fuera por que doña Martha aun le ayuda a mi mamá con la limpieza . Hoy que la vi con su hijo de la mano sentí un gran agradecimiento a esa amiga que me ayudo en un momento en el que yo estaba sólo y lo único que puedo desear a esa magnífica mujer es que le vaya bien.
pendeja
Teen
Sirvienta
lindo culo

Las imágenes son ilustrativas. Son lo más parecido que me acuerdo de el culo de Gabi. Nunca le tome fotos o nos grabe cojiendo. Si quieren saber como se la meti por el culo por primera vez o la vez de la posada que casi nos cachan dejenmelo saber. Les agradezco por leer este post

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