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Una chica traviesa

No dejes de pasar por mi mejor post

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html

No te vas a arrepentir!


UNA CHICA TRAVIESA





Si bien nací como varón, no me considero como tal, sé que tampoco soy mujer, no me interesa serlo, ser travesti es lo que me gusta, físicamente una hermosa niña, pero con pene entre las piernas, es mi esencia, mi vida.

Por suerte la naturaleza estuvo de mi lado, como varón apenas llegaba al metro setenta, de contextura delgada, así que esto me vino de maravillas para ser mujer.

Pasé por muchas cirugías, pechos incluidos, honestamente soy muy pasiva y no me va eso de andar penetrando a tipos, yo estoy hecha para que me den placer por mi colita, solo eso, además tengo un pene pequeño, nada fuera de lo común.



Me gano la vida como prostituta, vendiendo mi cuerpo online, en sitios web de mi país, no es una actividad que no me enorgullezca, pero es la que paga mi comida.

Es un tanto incómodo a veces, hasta injusto diría, yo me veo como mujer, pero los hombres en general que requieren servicios de chicas como yo, en verdad solo buscan vergas enormes para ser penetrados, y es esa forma ocultar su lado homosexual, más cuando esa enorme verga es acompañada por un contorno femenino.

Pero como dije… yo prefiero entregarte mi colita sí es que puedes pagarla…



Pero no siempre hago el amor por dinero, por trabajo, porque en esos casos… te toca lo que te toca.

En algunas oportunidades lo hago porque me gusta, con quien me gusta, por afinidad, como una persona normal, por atracción, por seducción, y esto que leerán a continuación sucedió en el pasado verano…

Tatiana es una amiga trans, como yo, planificamos diez días de vacaciones, destino? Uruguay, lugar? las playas de Chihuahua, un lugar donde se puede hacer nudismo, hombres, mujeres… y travestis…

Y en verdad ahí se siente libertad, nadie discrimina, nadie se fija, aunque bueno… he notado que, si nos miraban, es que bueno… si somos como bichos raros… el tercer sexo.

Pero había muchas chicas trans, así que valió la pena, disfrutar la desnudez de mi cuerpo en la arena, en el mar…



Esa noche decidimos ir a un boliche muy de onda en el vecino país, así que me bañé y me depilé por completo, como de costumbre, me sequé y me puse una crema humectar en todo mi cuerpo, para cuidar mi piel y para refrescar cada poro que había estado bajo el sol a lo largo del día.

Me acomodé un sensual conjunto de ropa interior en tono de blancos y violetas, con transparencias y bordados, ajusté mis grandes pechos de manera de dejarlos levantados, que se mostraran exuberantes, acomodé mi pene bajo la tanga, una colaless infartante que resaltaba mis nalgas, me miré al espejo, bunas tetas, buen culo…

Sin dudas y sin falsa modestia tengo mejores curvas que la mayoría de las mujeres…

Me puse un vestido brillante, colora arena, muy sexi, con bretel a un lado, nada al otro, con un escote muy pronunciado que demarcaba el nacimiento de mis pechos, de esa forma que tanto enloquece a los hombres, me hacía una cola terrible, corto apenas pasando mi sexo, dejando desnudas mis piernas, elegí unas botas de altos tacos, finos, tipo gamuza, en tono marrón oscuras, altas, pasando las rodillas.

Acomodé mi largos y enrulados cabellos pelirrojos a un lado de mi cuello, pinté en azul mis ojos, para mantener vivo el color de los mismos, y mis labios en un rosa pálido para jugar con el bronceado de mi piel, alhajas, perfumes… y ya… a la jungla…



Era la primera vez que iba por esos lugares, pero mi amiga Tatiana ya había vacacionado ahí en otras oportunidades, así que la dejé elegir.

Fuimos a un pub que ella conocía, me impresionó el sitio, puesto que noté que las personas heterosexuales y las homosexuales se llevaban bien, es decir, cada cual hacía la suya sin mirar al de al lado, esto me sonó un tanto lejano a lo que sucedía en Argentina, así que bueno, me sentí como pez en el agua.

Le dije a mi amiga, que, si bien estábamos juntas, cada cual haría su vida por esas horas.

Así fue que bailamos un poco, a veces juntas, a veces cada una por su lado y en una de esas veces… apareció Ramiro.



Estábamos tomando unos tragos en la barra, sentadas en unos altos taburetes, bebiendo por sorbetes, fue cuando el apareció a mis espaldas, discretamente, sagaz, se pegó a mi cuerpo, con moderado respeto y me susurró al oído unas palabras subidas de tono.

Me reí por su desfachatez mientras mi amiga solo observaba la situación con un rostro pícaro, jugueteando con el sorbete entre sus labios.

Giré un poco, solo para ver quién era el portador de esa ronca voz, un muchacho joven, alto, de pelo crespo y moreno, de ojos marrones y barba rala, se veía muy sexi con una camisa turquesa, holgada y por cierto transpirada por el calor del lugar, desabrochada casi hasta el ombligo, exhibiendo un pecho atlético plagado de bellos enrulados.



Cruzamos pocas palabras, nuestros nombres, no mucho más, moviendo nuestros cuerpos al compás de la música, me dio un tanto de risa porque con tacos era más alta que Ramiro, pero a él eso no parecía molestarle, el solo tenía sus ojos clavados en mi cuerpo y en mis curvas dibujadas por ese vestido color arena, yo lo notaba, así que meneaba de lado a lado las caderas, y giraba sobre mí misma solo para darle la espalda cada tanto, para que también deseara mi culo…

Apenas habían pasado un par de temas, fue cuando me dijo de ir a un lugar más cómodo, más tranquilo…

Fuimos a un costado del lugar, un sitio un poco retirado con grandes sillones en azul oscuro, separados por mesas ratonas dispuestas para dejar lo vasos de los tragos.



Nos sentamos en uno, lado a lado, no hablamos, solo nos besamos, y otro beso y otro más, acarició mis cabellos, besó mis párpados, mis mejillas, mis labios, sentí su lengua en lo profundo de mi boca, mordisqueando mis labios, me sentí excitada, respondí a cada gesto de su parte, pasé una de mis manos bajo la camisa para acariciar esa jungla que tenía en el pecho, estaba un tanto transpirado y sentí una evidente erección entre mis piernas, solo la tanga que tenía impedía que mi bebe saltara desbocado…

Ramiro acarició uno de mis muslos e intentó subir a mi sexo, por obvias razones lo impedí poniendo un freno a su avance, discretamente tomé esa mano con la mía y cambié el juego, la llevé a uno de mis pechos, el empezó a apretarlo, a masajearlo, fue cuando me susurró



Son operados… cierto?


Me confundió, obvio que eran operados, que esperaba? a no ser que Ramiro pensara que yo en verdad era mujer…

Pero estaba tan caliente que no me interesaba contestar en ese momento, deje su mano acariciando mis tetas y llevé la mía a su sexo, apreté por sobre le jean su hermosa pija que se notaba dura como piedra, me morí en deseo, le besé profundamente, sin separar mis labios de los suyos, me las arregle para desabrochar su jean y acomodar las prendas hasta asegurarme de tener su verga entre mis dedos, empecé a masturbarlo, dulcemente, arriba, abajo, arriba, abajo, lentamente, sin dejar de besar sus labios, arriba, abajo, arriba, abajo, todo muy erótico, muy sexi…

Ramiro empezaba a contraerse por mi culpa, fue cuando me tomó por la nuca y empujó mi cabeza hacia abajo, bien abajo, había gente cerca, no sé si captaban lo que sucedía o no… tampoco me importó… solo me acerque a su sexo y lo metí en mi boca, que rico estaba, empecé a lamerlo como un caramelo, sin dejar de masturbarlo, tan lentamente como en el principio, su pija se puso más dura y de repente su líquido pegajosos saltó en mi boca, lentamente, tan lentamente como yo movía mi mano, saboree todo, se me hizo demasiado antojable, solo seguí hasta que empezó a perder erección…



Me senté nuevamente contenta, con el objetivo cumplido, con su sabor en mi boca, mezcla de pegatina y amargor, a todo esto, él ya había colado una mano bajo el vestido y el sostén, acariciando directamente una de mis tetas, intentó avanzar nuevamente entre mis piernas, pero otra vez lo evité, es que tenía una erección tan fuerte que había escapado por el costado de la tanga, así que solo necesitaba tranquilizarme, fue cuando le dije



Papi, por qué no vamos a un lugar más íntimo, así me rompes bien el culo, no sabes las ganas que tengo…


Entonces él me dijo



Mirá… estoy aquí con unos amigos, y lejos de mi residencia, pero tenemos una enorme camioneta, si no te molesta, les aviso así no molestan y ya… que te parece?


No tuve inconvenientes, el habló por celular y yo hice lo mismo con mi amiga, las cartas estaban echadas, pasamos por el baño antes de salir, él fue al de caballeros, yo al de damas, necesitaba orinar, tranquilizarme y poner el pene en su lugar…



Salimos, una densa humedad cubría el asfalto, diminutos faroles dejaban en penumbras el corredor por el que estábamos, al final del camino el vehículo, enorme, blanco, mucho no entiendo de coches, pero decía Renault Master…



Y ahí adiviné que había algo raro en todo esto… me hizo subir por el portón trasero, pero me encontré con tres tipos más en su interior, era evidente, la intención era hacer una fiestita, yo había mordido el anzuelo, seguramente hacían esto seguido, uno dijo



Hermosa putita te trajiste Ramiro, mirá que tetitas, mirá que culito…


Y al decirlo apretó uno de mis pechos, fue cuando percibí que había una terrible confusión, tal vez por la oscuridad del pub, o la media luz de la calle, pero… Ramiro pensaba realmente que yo era mujer? y ellos pensaban cogerse a una mujer?, sentí en minutos en una terrible ansiedad, tarde o temprano se darían cuenta, sola con cuatro hombres estaba en una complicada posición, podría estar a punto de recibir una de las mejores cogidas, o tal vez una de las peores palizas de mi vida…

Aspiré fuerte y lancé la moneda al aire, cara o cruz



Chicos, chicos… un momento… creo que hay una confusión… si no me equivoco ustedes creen que están con una chica… pero en verdad soy un chico…


Ellos se miraron, las sonrisas de dibujaron de su rostro, como pensando la respuesta, un tanto incrédulos por mi cuerpo, uno dijo



Noooo…. No podes ser tener pito…. Por dios!!! con esas tetas… ese culo…


El otro empezó a reírse y dijo señalando a Ramiro



Ja! ja! ja! Ramiro, Ramiro… ahora te gustan los putos?


Y fue el tercero quien me tranquilizó al hablar para inclinar la balanza a mi lado



Muchachos… yo le entro, al menos no me va a negar el culo como mi esposa…


Todos se rieron, incluso yo, solo les dije



Les prometo que no se arrepentirán, pueden hacerme lo que quieran y voy a hacer lo que quieran…
Empezamos a desnudarnos rápidamente, el lugar era grande, pero para cinco personas no lo era tanto, cuando estuve ya sin ropas noté los ojos de Ramiro fijos en mi verga depilada que estaba dura como palo y dijo



Aun me cuesta creer que tengas pito… en fin… por cierto… la chupas excelente…


Me reí por el halago, me entregué a esos hombres, me rodearon mientras me arrodillé, cuatro vergas, cuatro vergas duras y hermosas, todas para mí, a chupar una, otra, lamer, degustar, olor a macho, no daba abasto, me moría de placer, tenía una terrible erección y moría en deseo, ellos se disputaban mi boca, a veces me metían dos al mismo tiempo, me agarraban de los pelos y me golpeaban en el rostro, como a una verdadera puta, una y otra vez me decían que bien que la chupaba, me colmaban…

La saliva había chorreado por mi pera, por mi cuello, me apretaban las tetas, los peones, demasiado excitante, pero yo necesitaba algo más…

Una chica traviesa



Por favor… es que ninguno me la va a dar por el culo?


Es que ya mi culito latía con fuerza, necesitaba ser penetrado…

Fue Ramiro quien tuvo el honor de ser el primero, me puso en cuatro y mientras los otros seguían jugando en mi boca, lo sentí jugar con sus dedos húmedos en mi esfínter, que rico!, pero más rico fue sentir su carne penetrar las mías…

Me la empezó a dar fuerte por el culo, completa, entera, su verga no era muy grande, pero se sentía rica, pronto otro pidió lugar, solo abrió mis nalgas y dijo



Pero que puta… como te gusta la pija… mirá como tenes ese culo todo abierto…
Si! – respondí caliente – dale… métemela toda papi… y ustedes también…


Sin dificultades el segundo me penetraba, el resto se esforzaba por meterla en mi boca, aunque yo en esos momentos disfrutaba lo que pasaba a mis espaldas. Cada uno tuvo su turno, llevé una de mis manos a mi trasero, y mientras uno me cogía metí un dedo entre su verga y mi culito, luego dos, y tres, haciendo más lugar todavía, fue cuando jugué mis cartas, siempre había tenido la loca fantasía…



Se animan a meterme dos al mismo tiempo?


Diablos… no tuve que repetirlo… en unos segundos me metían dos vergas juntas, entrando y saliendo, entrando y saliendo…

Tenía mi pija dura, a punto de estallar, pero solo deseaba que me la dieran por el culo, y si uno era bueno, dos eran mejor…

Y solo imaginen que me hicieron de todo, todo lo que quisieron, me sentí la más afortunada de las putas, y hasta tuve un final no imaginado…



Solo me pusieron en cuatro, reclinada, con mi culito para arriba, receptiva, se masturbaban en derredor, yo solo esperaba, uno se acercó metió su pija en mi colita y solo me llenó de leche, fue glorioso, dejó hasta la última gota en mi interior, Ramiro fue el segundo, haciendo exactamente lo mismo, cuando el salió noté mis intestinos llenos de esperma, naturalmente empezó a rebalsar y sentí como un delgado hilo bajaba lentamente por mis testículos depilados, eso me encantó…



El tipo que me había acabado en primer término dijo mientras buscaba rápidamente un recipiente



Dijiste qué harías cualquier cosa… veremos si es cierto…


Y mientras el tercero también llegaba en mi culito, sentí el frío del vaso en mis bolas y como comenzaba a juntar todo lo que sobraba en mi interior.

Así fue, luego que los cuatro ya me habían llenado de semen, me hicieron expulsar el contenido, juntando en ese vaso un exquisito brebaje que ya había imaginado donde terminaría…

Solo me senté, me lo dieron como un cáliz de redención, tenía el culito exquisitamente abierto, ellos me mitraban expectantes, solo le llevé a mis labios mientras me masturbaba con fuerzas… fue delicioso, esa mezcla de hombres, todas en uno, sentirla en mi boca, mientras tragaba sorbo a sorbo y notaba el placer en esos hombres, me acababa en grandes chorros de leche sobre mi vientre…



Todo había terminado, y, como broche de oro, también tragué mi propio semen, me sentí tan puta…



Y no queda mucho por contar, por decir, me habían tratado como a una reina, estaba amaneciendo, me cambié y me dejaron gentilmente en el lugar que compartía con Tatiana.

Me sentí feliz, no lo había hecho por dinero, lo había hecho por placer…

Me despido, espero les haya gustado mi experiencia, besos de una chica traviesa!



Si te gustó la historia puedes escribirme a con título ‘UNA CHICA TRAVIESA’ a dulces.placeres@live.com

2 comentarios - Una chica traviesa

Osval2233 +1
Me gusto tu relato de cómo disfrutaron t van los 10