Confesión de mi amiga iMc

Si he recordado, era noche en la época de navidad, nos dirigimos rumbo a mi casa , pues el traía el auto que era de su cuñado , para ser exactos era un marca "Polo", no sé si aún exista pues eso ya tiene un par de años. El tenía aprox 40 años y yo alrededor de los 28. Y fue justo al llegar al estacionamiento de mi fraccionamiento, había muchas luces en los hogares, que adornaban la época de navidad. Cuyas luces nos hacían sentirnos como en un sueño cuando empecé a sentir sus dedos deslizarse entre mi pierna y mi falda, era una sensación de querér y no . Pues el era casado.
Pero eso no importo y nos besamos apasionada y desenfrenadamente , ya estaba súper mojada mientras el jugaba con mis pezones y me manoseaba por mis partes íntimas y en un abrir y cerrar de ojos estaba encima de el en el asiento del piloto,meneandome sobre su miembro que lo sentía tan firme en mi tanga húmeda de mis líquidos más íntimos posteriormente el carro de su cuñado se veía totalmente empañado, hacía frío nosotros estábamos hirviendo, hasta que de repente saco su miembro y lo introdujo en mi parte que lo pedía a gritos estaba tan firme y yo tan mojada que sentía como lo acariciaban mis labios vaginales o si una y otra vez con movimientos circulares besando es apretando mis pechos mis abrazos aferrados a su cuello y mis piernas y mi vagina húmedas a más no poder, era extraño pues el era casado y aún así solo bajo su bragueta del pantalón y me metió su pene que lo sentía tan firme y rico que me hacía sentir la gloria tanto que me entregaba a el como una puta, y entonces estalle de placer al venirme a chorros y estar empapados en el auto de su cuñado, no obstante después de ese gran orgasmo, nos pasamos al asiento de atrás y ahí me acomode de tal manera como si me cargará dándole la espalda, sentía su miembro como mi vagina empapados y ahí con movimiento de arriba a bajo yo sobre el sus manos tocando mis pechos con movimientos que me hacían explotar de placer y la combinación de besos entre cuello y espalda y los movimientos de mi cadera a manera de darnos placer y sentir un orgasmo hasta que nuestra s partes se vinieron una sobre la otra. Fue algo tan caliente que cada que cierro mis ojos. Solo recuerdo esa experiencia con un hombre casado. Y con alguien que me hizo que los 40 son el segundo aire.