Y fue hermoso ir conociendo así a mi pareja. Ella empezó a sentirse más relajada con el tema. Y empezamos a tener charlas de como nos parecía una boludez la monogamia. Y le empecé a preguntar sobre sus experiencias sexuales anteriores. Yo sabía que ella era de encarar y que cuando la calentaba algún tipo se lo encaraba. También sabía que antes de conocerme se había bajado a unos cuantos. Todo eso cada vez me iba calentando más. Me hacía y me hace sentir que estoy con una verdadera mujer. Así que empecé a preguntarle, y ella me fue contando. Cuando le pregunté si le gustaban los pendejos (ella tiene alrededor de 34 años) me dijo que sí y me contó como hacía unos años frente donde ella estaba viviendo había un taller mecánico y en ese taller laburaba como ayudante un pendejo que según ella estaba muy bueno. Me contó como tenía la mejor de las ondas con ella y cuando se encontraban en la calle se quedaban charlando. Como el taller le quedaba de paso cada vez que salía de la casa el pibe siempre la veía pasar y la saludaba. Me confesó que empezó a calentarla la idea de que el pibe se fijaba en ella. Y empezó a salir vestida cada vez más provocativa para que el pibe se vuelva loco. Me contó como se le paseaba por la vereda un día con un pantalón bien apretado al cuerpo y una remera sin corpiño que mostraba todo. Cómo se ponía shorcitos que le marcarán la tanga y me contó que ese jueguito la empezó a calentar mucho. Un día no aguantó más. Se vistio bien suelta de ropa y se fue para la hora que sabía que el pendejo salía del laburo. El pibe la vio venir vestida con un vestidito de esos de verano sin corpiño y debe haberse calentado como loco de toque. Ella le metió no sé qué excusa y lo invitó a pasar. Ella vivía en un pasillo, él la siguió, mirando el espectáculo que da Juli cuando quiere que le mires el hermoso culo que tiene. No tenía ni idea el pibe ese de lo que iba a pasar. Ella abrió la puerta y lo hizo pasar y no bien cerró la puerta como una perra bien caliente que es le empezó a comer la boca al pibe mientras frota a muy caliente su cuerpo con el de él. Ahí en la puerta y sin pensarlo le bajó la bragueta y sacó la verga de su pendejo ya un poco dura. La empezó a pajear mientras le comía la boca y sólo paraba para decirle como se lo iba a cojer. Obvio que el pendejo se puso como loco y si vergon creció hasta ponerse bien duro. Ella se agacho y le empezó a chupar su gran pija. El pibe como pudo se sacó algo de ropa mientras ella le terminaba de dejar la pija roja y dura, especial para montarla y justo como le gusta a ella acostó al pendejo ahí en el suelo se levantó su vestido, corrió su tanga empapada y se empezó a meter lentamente ese gran pijon adentro suyo. Primero lento, asegurándose de que cada cm de la pija del pendejo ese le llene bien su concha. Después un poco más rápido. Hasta desprenderse el vestido y terminar montando esa pija como una loca. El pendejo la miraba como gozaba de su poronga. Sus muecas, sus gemidos, sus espalda que se arqueaba de placer y dejaba a sus tetas bien paradas rebotando sobre su macho. Porque ella mandaba. Ella se lo estaba cojiendo bien fuerte. Cuando vio que iba a explotar la sacó y le dijo ahora me toca a mi y la puso en 4. Ella abrió sus piernas y le pidió más pija. No se hizo esperar. La agarro de su cintura y se la metío bien al fondo. A ella le dolió un poco y le gustó mucho. Y le empezó a pedir más y más pija. Hasta que acabó sintiéndose una perra hermosa que se coje al chongo que quiera. El pibe salió de adentro y empezó a tirar chorros de leche sobre su espalda. Mientras ella me contaba todo esto mi pija se había puesto muy dura, ella lo vio y dijo, así que te gusta cuando me pongo en trola? Yo no aguanté más y mientras le respondía que si empecé a tocarme adelante de ella. Mientras ella me decía, mira que soy muy trola eh? Y yo lo sabía! Así mientras ella me hablaba de como le gustan las pijas grandes y de que le gustaba mucho pensar en calentar a alguien hasta volverlo loco yo me frote y acabé mucha leche.
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