Relato XVI
Vuelvo a mi época mas joven. Con 35 años y luego de mi experiencia conFabio y después de conocer mejor a mis amigas Lucía, Mariana y Yolanda, meempecé a enterar de ciertas confidencias de las chicas. Por ejemplo, Lucía sehabía acostado un par de veces con Eduardo, el esposo de Yolanda, y ésta conJosé el marido de Mariana. De Mariana me costó mucho saber sus secretos, puesera demasiado reservada, pero un día de confidencias, me contó que había estadocon el mismo profe de gimnasia que yo. Y así pasaba con casi todas las parejasque estaban en el club. Parecía que el cambio de maridos era casi normal, perolo interesante era que poco se sabía de esas relaciones, y, en general, losmaridos no sabían que hacían sus esposas ni ellas lo que hacían sus maridos.Lucía nunca se enteró que estuve seis meses con su marido mientras estabaembarazada, y tampoco sabía que en su primer embarazo, Fabio le había puestocuernos con Adriana, una chica casada que no pertenecía al grupo de mas amigas,pero que iba a los asados. Así las cosas, yo no permanecí ajena a esasrelaciones y las tuve con algunos de ellos. El primero fue Anibal, esposo deAdriana. Tuve tres encuentros con él. Luego fue Juan, con el que estuve unascinco veces, y era el que hacía los asados, su mujer no iba nunca pues noquería dejar a los hijos a la noche. Después fue Eduardo, el esposo de Yolandacon el que tuvimos unos cuantos encuentros, un tipo muy agradable y simpático.Y después con José, el marido de Mariana, también Jorge, el marido de Paulina,una chica que iba a la gimnasia conmigo, bastante menor que yo, así que conFabio, con el que estuve seis meses, fueron seis los hombres con los que tuvesexo entre mis 35 y 45 años de edad. Como dije en un relato anterior, a partirde los 45 y hasta la fecha, solo con chicos jóvenes. O sea, en 10 años tuverelaciones con seis hombres, a los cuales veo frecuentemente y tengo una lindaamistad con todos. De todos ellos tengo fotos de sus penes como recuerdo, y devez en cuando las miro para acordarme como eran y me rio mucho viéndolas.
De todos ellos con el único que tuve una especie de relaciónestable y única fue con Fabio durante los seis meses que duró, hasta que nacióJulián. Con los otros era como y con quien se daba, y dependió siempre desituaciones particulares que se daban. No había ni dia fijo y nada con ninguno,se daba voltear un día y listo. Obvio que como todos eran casados, las cosassiempre , o casi siempre, eran de un día para el otro, o sea se hablaba un díapara el siguiente. Ese tipo de relación me gustaba, pues era variada, aunque noera muy frecuente, se daba cada tanto, pero realmente me gustaba y mesatisfacía. Además yo sabía que si en algún momento estaba con ganas de vermecon alguno, era nada mas que llamarlo y se daba.
Recuerdo bien la primera vez que estuve con alguno de estoshombres, fue con Anibal, uno de los hombres con el que no tenemos una relacióncercana de amistad como con los demás. Una noche fuimos a uno de los asados quese hacían en el club. Fue poca gente pues era verano, y en esa época hay genteque se toma vacaciones y se va a las playas. Resulta que Anibal estaba solo,pues su mujer y sus hijos estaban en la playa. Era un jueves y el viernes élcomenzaba las vacaciones y se iba con su familia. Eso lo conversamos cuando sefue Mariana, la única amiga mía que había ido al asado. Cuando ella y su maridose fueron, yo fui al baño con la idea de irme a casa después. Cuando salgo yvoy al saloncito donde estaban los que habían ido, Anibal se me acercó y medijo si estaba para conversar un rato, a lo que le dije, si, no hay problema,es temprano. Eran 9 y 30 y los asados terminaban generalmente como a medianoche. Nos sentamos en un banco largo y nos pusinmoe a hablar, ahí fue que mecontó que hacía 15 días que estaba solo, que su familia se había ido a la playay que él se iba al otro día a la tardecita para empezar sus vacaciones. Despueshablamos de quien era amigo de quien en el club. Yo sabía que su mujer,Adriana, había andado con Fabio cuando Lucía estuvo embarazada por primera vez,pero no le iba a contar eso, obvio. Me preguntó de mi vida, y le conté mas omenos que había estado casada como 10 aos y aue me había divorciado y quedespués no había tenido nada serio con nadie y que no quería encarar unarelación de pareja o matrimonio porque seguro iba a fracasar como la anterior.Pasó como media hora y le dije que me iba. El me dijo que me llevaba a casa, ledije, como quieras, vivo tan cerca que puedo ir caminando. Salimos y seguimoscaminando y me dice, te acompaño igual, hace bien caminar un poco. Me enteré dealgo que no sabía, y era que él había trabajado con Fabio en una empresa, peroque después él se había cambiado de trabajo. Me preguntó donde trabajaba y ledije, a lo que respondió, eres compañera de Adela? Y le dije, si, claro, laconoces? Si, me dice, vive en el mismo edificio que yo. Adela era bastantemayor que yo, ahora está ya jubilada y al otro día de este encuentro, me dijo,así que anoche estuviste con un vecino mío, buen mozo el chico, me dice, perocuidado que es casado y se rió. Recuerdo que pené para mi, son unos bocones loshombres. Cuando llegamos a casa me dice, es una pene tener que separarnosahora, te gustaría ir a tomar algo a algún lado cerca? Y le dije, si, podemos,pero tendría que subir un minuto a casa si no te molesta. El me dijo, dale quevoy a buscar el auto y nos encontramos acá. Subí y me dije, que querrá? Seráque quiere sexo? Era un tipo realmente buen mozo, de mi edad, que se yo, medije, y me cambié de ropa interior y me lavé los dientes y bajé. A los cinco minutosvi que estacionaba un auto frente al edificio y se bajó él, así que salí y nosfuimos. Paramos en una especie de boite, jaja, en la calle Rivera donde habíagente bailando y una barra para tomar algo. Yo le dije que el alcohol no megustaba mucho y pedí un coctel de frutas sin alcohol, el pidió un ambar conhielo y nos pusimos a mirar el lugar. Me invitó a bailar y ahí empezó elcargue, que linda que sos, que me gustas mucho y me tocaba las nalgas mientrasbailábamos y se le notaba que se le ponía nerviosa la entrepierna. Nos dimos unbeso y le dije, tu mujer creo que no se merece esto, o si? Entonces me dijo,sabes, me fui del trabajo anterior cuando me enteré que Fabio había andado conella, así que si se molesta no me importa. Nos dimos algunos besos mas y medijo, te parece si nos vamos a algún lugar mas comodo? A mi me había gustadoesto y le dije que si. Te voy a llevar a un lugar lindo, me dijo. La verdad la habitación que fuimos era preciosa y teníatele y yacuzzi y que se yo, otras cosas que hacían el lugar apropiado paratener buen sexo. Nos dimos un largo beso y nos empezamos a desnudar el uno alotro. Nos tocamos, nos besamos, y me dijo de hacer un sesenta y nueve y lohicimos, yo encima y el debajo. Me hizo correr un par de veces con su lengua ydespués me dijo, ponete en cuetro, y me empezó a besar la nuca, mientras seponía un preservativo. Le dije, no te gusta mas sin preservativo? Y me dijo,claro pero… a mi no me importa, le dije, además estoy bien sana. Se sacó elpreservativo, y comenzó a penetrarme lentamente, hasta que llegó a meter todosu pene adentro, y empezó a fornicarme por detrás y a hacerme sentir susembestidas. La diferencia fundamental entre los chicos y los hombres yacasados, es que saben aguantar. Los chicos acaban medio enseguida, aunque no seles baja el pito, y pueden seguir. Se salido y se acostó al lado miro bocaarriba y yo lo monté y le cabalgue bastante encima . Por último, me puso bocaarriba y se puso encima de mí y mando varias embestidas hasta que acabó dentrode mi. Sentí su jugo caliente mientras nos besábamos.
Nos vestimos y salimos del lugar. Mientras me llevaba a casame decía que le había gustado mucho y que si no me incomodaba podíamos repetiralgún día. Le dije que a mi me había gustado también y que veríamos de repetirel encuentro otra vez. Me dejó en mi casa, me dio un beso y se fue. Despues delos seis meses que estuve con Fabio, este fue el primer encuentro con otro delos compañeros del club.
Vuelvo a mi época mas joven. Con 35 años y luego de mi experiencia conFabio y después de conocer mejor a mis amigas Lucía, Mariana y Yolanda, meempecé a enterar de ciertas confidencias de las chicas. Por ejemplo, Lucía sehabía acostado un par de veces con Eduardo, el esposo de Yolanda, y ésta conJosé el marido de Mariana. De Mariana me costó mucho saber sus secretos, puesera demasiado reservada, pero un día de confidencias, me contó que había estadocon el mismo profe de gimnasia que yo. Y así pasaba con casi todas las parejasque estaban en el club. Parecía que el cambio de maridos era casi normal, perolo interesante era que poco se sabía de esas relaciones, y, en general, losmaridos no sabían que hacían sus esposas ni ellas lo que hacían sus maridos.Lucía nunca se enteró que estuve seis meses con su marido mientras estabaembarazada, y tampoco sabía que en su primer embarazo, Fabio le había puestocuernos con Adriana, una chica casada que no pertenecía al grupo de mas amigas,pero que iba a los asados. Así las cosas, yo no permanecí ajena a esasrelaciones y las tuve con algunos de ellos. El primero fue Anibal, esposo deAdriana. Tuve tres encuentros con él. Luego fue Juan, con el que estuve unascinco veces, y era el que hacía los asados, su mujer no iba nunca pues noquería dejar a los hijos a la noche. Después fue Eduardo, el esposo de Yolandacon el que tuvimos unos cuantos encuentros, un tipo muy agradable y simpático.Y después con José, el marido de Mariana, también Jorge, el marido de Paulina,una chica que iba a la gimnasia conmigo, bastante menor que yo, así que conFabio, con el que estuve seis meses, fueron seis los hombres con los que tuvesexo entre mis 35 y 45 años de edad. Como dije en un relato anterior, a partirde los 45 y hasta la fecha, solo con chicos jóvenes. O sea, en 10 años tuverelaciones con seis hombres, a los cuales veo frecuentemente y tengo una lindaamistad con todos. De todos ellos tengo fotos de sus penes como recuerdo, y devez en cuando las miro para acordarme como eran y me rio mucho viéndolas.
De todos ellos con el único que tuve una especie de relaciónestable y única fue con Fabio durante los seis meses que duró, hasta que nacióJulián. Con los otros era como y con quien se daba, y dependió siempre desituaciones particulares que se daban. No había ni dia fijo y nada con ninguno,se daba voltear un día y listo. Obvio que como todos eran casados, las cosassiempre , o casi siempre, eran de un día para el otro, o sea se hablaba un díapara el siguiente. Ese tipo de relación me gustaba, pues era variada, aunque noera muy frecuente, se daba cada tanto, pero realmente me gustaba y mesatisfacía. Además yo sabía que si en algún momento estaba con ganas de vermecon alguno, era nada mas que llamarlo y se daba.
Recuerdo bien la primera vez que estuve con alguno de estoshombres, fue con Anibal, uno de los hombres con el que no tenemos una relacióncercana de amistad como con los demás. Una noche fuimos a uno de los asados quese hacían en el club. Fue poca gente pues era verano, y en esa época hay genteque se toma vacaciones y se va a las playas. Resulta que Anibal estaba solo,pues su mujer y sus hijos estaban en la playa. Era un jueves y el viernes élcomenzaba las vacaciones y se iba con su familia. Eso lo conversamos cuando sefue Mariana, la única amiga mía que había ido al asado. Cuando ella y su maridose fueron, yo fui al baño con la idea de irme a casa después. Cuando salgo yvoy al saloncito donde estaban los que habían ido, Anibal se me acercó y medijo si estaba para conversar un rato, a lo que le dije, si, no hay problema,es temprano. Eran 9 y 30 y los asados terminaban generalmente como a medianoche. Nos sentamos en un banco largo y nos pusinmoe a hablar, ahí fue que mecontó que hacía 15 días que estaba solo, que su familia se había ido a la playay que él se iba al otro día a la tardecita para empezar sus vacaciones. Despueshablamos de quien era amigo de quien en el club. Yo sabía que su mujer,Adriana, había andado con Fabio cuando Lucía estuvo embarazada por primera vez,pero no le iba a contar eso, obvio. Me preguntó de mi vida, y le conté mas omenos que había estado casada como 10 aos y aue me había divorciado y quedespués no había tenido nada serio con nadie y que no quería encarar unarelación de pareja o matrimonio porque seguro iba a fracasar como la anterior.Pasó como media hora y le dije que me iba. El me dijo que me llevaba a casa, ledije, como quieras, vivo tan cerca que puedo ir caminando. Salimos y seguimoscaminando y me dice, te acompaño igual, hace bien caminar un poco. Me enteré dealgo que no sabía, y era que él había trabajado con Fabio en una empresa, peroque después él se había cambiado de trabajo. Me preguntó donde trabajaba y ledije, a lo que respondió, eres compañera de Adela? Y le dije, si, claro, laconoces? Si, me dice, vive en el mismo edificio que yo. Adela era bastantemayor que yo, ahora está ya jubilada y al otro día de este encuentro, me dijo,así que anoche estuviste con un vecino mío, buen mozo el chico, me dice, perocuidado que es casado y se rió. Recuerdo que pené para mi, son unos bocones loshombres. Cuando llegamos a casa me dice, es una pene tener que separarnosahora, te gustaría ir a tomar algo a algún lado cerca? Y le dije, si, podemos,pero tendría que subir un minuto a casa si no te molesta. El me dijo, dale quevoy a buscar el auto y nos encontramos acá. Subí y me dije, que querrá? Seráque quiere sexo? Era un tipo realmente buen mozo, de mi edad, que se yo, medije, y me cambié de ropa interior y me lavé los dientes y bajé. A los cinco minutosvi que estacionaba un auto frente al edificio y se bajó él, así que salí y nosfuimos. Paramos en una especie de boite, jaja, en la calle Rivera donde habíagente bailando y una barra para tomar algo. Yo le dije que el alcohol no megustaba mucho y pedí un coctel de frutas sin alcohol, el pidió un ambar conhielo y nos pusimos a mirar el lugar. Me invitó a bailar y ahí empezó elcargue, que linda que sos, que me gustas mucho y me tocaba las nalgas mientrasbailábamos y se le notaba que se le ponía nerviosa la entrepierna. Nos dimos unbeso y le dije, tu mujer creo que no se merece esto, o si? Entonces me dijo,sabes, me fui del trabajo anterior cuando me enteré que Fabio había andado conella, así que si se molesta no me importa. Nos dimos algunos besos mas y medijo, te parece si nos vamos a algún lugar mas comodo? A mi me había gustadoesto y le dije que si. Te voy a llevar a un lugar lindo, me dijo. La verdad la habitación que fuimos era preciosa y teníatele y yacuzzi y que se yo, otras cosas que hacían el lugar apropiado paratener buen sexo. Nos dimos un largo beso y nos empezamos a desnudar el uno alotro. Nos tocamos, nos besamos, y me dijo de hacer un sesenta y nueve y lohicimos, yo encima y el debajo. Me hizo correr un par de veces con su lengua ydespués me dijo, ponete en cuetro, y me empezó a besar la nuca, mientras seponía un preservativo. Le dije, no te gusta mas sin preservativo? Y me dijo,claro pero… a mi no me importa, le dije, además estoy bien sana. Se sacó elpreservativo, y comenzó a penetrarme lentamente, hasta que llegó a meter todosu pene adentro, y empezó a fornicarme por detrás y a hacerme sentir susembestidas. La diferencia fundamental entre los chicos y los hombres yacasados, es que saben aguantar. Los chicos acaban medio enseguida, aunque no seles baja el pito, y pueden seguir. Se salido y se acostó al lado miro bocaarriba y yo lo monté y le cabalgue bastante encima . Por último, me puso bocaarriba y se puso encima de mí y mando varias embestidas hasta que acabó dentrode mi. Sentí su jugo caliente mientras nos besábamos.
Nos vestimos y salimos del lugar. Mientras me llevaba a casame decía que le había gustado mucho y que si no me incomodaba podíamos repetiralgún día. Le dije que a mi me había gustado también y que veríamos de repetirel encuentro otra vez. Me dejó en mi casa, me dio un beso y se fue. Despues delos seis meses que estuve con Fabio, este fue el primer encuentro con otro delos compañeros del club.
4 comentarios - Mi vida despues del divorcio