Hola amigos/as, acá compartimos un relato dedicado a la encantadora @Bremduchis, la rosarina mas linda, con la cual jugamos un rato, y esto es lo que salió. Esperamos le guste y les guste. Van algunas fotitos que nos fuimos compartiendo. Esperamos comentarios, sugerencias, puntos, etc. Besos!!!
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Cuando, por cuestiones de trabajo, supimos que debíamos ir ala ciudad de Rosario por un fin de semana, creo que a los dos, al mismo tiempo,se nos vino un nombre: Bremduchis. Y no era para menos. Desde hacía un tiempo,esta hermosura había atrapado nuestra atención con su descomunales post de fotos y videos, que nos calentaban a los dos por igual. Fue así que nos contactamos con ella y le hicimos saber que nos estaba provocando…Lo hicimos con temor, o pudor tal vez, ya que nosotros somos una pareja constituida hace años, y rondamos los 35 de edad, que comparados a los 23 de ella, nos hacía sentir un poco desubicados. Pero en cuanto entablamos conversación, nos dimos cuenta que eran historietas nuestras solamente. Le contamos que cada vez que visitábamos sus post, era inevitable que terminemos cojiendo, re calientes,pensando en que ella estaba entre nosotros. Eso, al parecer, la encendió, y acepto que en nuestro viaje a Rosario, nos conozcamos personalmente. El día que terminamos de concretar el encuentro por MP fue terrible. Ya, mientras conversábamos, no podía evitar tocarme la concha. Estaba mojada, y los dedos sobre la tela de la bombacha hacían que esta se humedezca, y el clítoris se trasluzca, duro, latiente, sobre la tela oscurecida con mis jugos. Ignacio se sacudía la pija que le rebalsaba de los dedos, que la apretaban como intentando que no se escape. Terminamos acabando juntos, cada uno haciéndose su ratón, su historia, con la deseable amiga Bremduchis, a la cual, al día siguiente,conoceríamos en persona.
Tuvimos que ir en micro, ya que el auto estaba en el taller y no lo terminaron a tiempo. En el viaje, en la impunidad que te da la oscuridad y la somnolencia, sumado a la poca cantidad de pasajeros que ocupaban los asientos, aprovechamos para dar rienda suelta a nuestra calentura, que se agigantaba a medida que el viaje transcurría. Le agarré tanto la pija a Ignacio, que de tan parada, tuvo que desabrocharse el pantalón y dejarla salir.More alrededor, y todos estaban durmiendo. Me corrí la bombacha, levante la pollera, y me senté en la bruta erección de mi marido. La pija entro sin problemas, la lubricación hablaba de mi calentura. Al oído, le empecé a hablar sucio y pornográfico a Ignacio, de las cosas que haríamos con Bremduchis, de cómo entre las dos le íbamos a comer la pija…que se imagine la tersa piel de ella, su rosada conchita, ese culo precioso que tantas veces alabamos en sus fotos…No aguantamos más, y acabamos nombrándola a ella…
Llegamos. La tarde estaba perdiendo su pulseada con la noche. Al día siguiente, al mediodía, teníamos que abocarnos a lo tedioso del trabajo. Teníamos que buscar un hotel. No conocíamos la ciudad, así que nos pareció una buena idea preguntar a Bremduchis si nos podía recomendar algún hospedaje. ” Esta noche vénganse a casa, mañana buscamos un hotel”, nos dijo, y la sola mención de esas palabras hizo que temblemos de placer. Tomamos un taxi y fuimos a la dirección que nos pasó. Llamamos. Nos dijo que pasáramos, que la puerta estaba abierta, que nos pongamos cómodos que ya nos atendía. En el living, dejamos una pequeña maleta con nuestras cosas y nos sentamos. La puerta de la habitación estaba entreabierta, y desde ahí salía la voz de Bremduchis, que al parecer, estaba hablando por teléfono tirada en la cama. De curiosa, me estire en el sillón y trate de espiar hacia adentro. La veo apoyada sobre su parte izquierda, estirada, de espalda hacia mí sobre la cama. No sé qué está haciendo, sus movimientos son imperceptibles, pero continuos, no veo ningún teléfono. Me detengo en su hermoso culo, duro, turgente, redondo, en el que una tanga negra se pierde mordida de belleza. Lo llamo a Ignacio. Al verla, el cierre de su pantalón empezó a crecer. Se la mire, me calentó verla, y verlo a él que no puede disimular la erección que le provoca. Nos miramos y reímos cómplices,intentando no llamar la atención de nuestra amiga. Pero fue imposible.Estábamos haciendo el ridículo, espiando como adolescentes calientes, que no se pueden contener de pajerismo, y se ríen envueltos en el nervio de la excitación sexual. Y ella se dio cuenta. Pero la sorpresa fue nuestra, pues cuando se incorporó, notamos que no estaba hablando por teléfono, sino que estaba masturbándose. Nos quedamos los tres como traviesas criaturas que fueron descubiertas.Ella rompió el silencio: ”perdonen, pero estaba tan calentita con la visita de ustedes, que no pude evitar empezar a tocarme por arriba de la bombacha ,después empecé a acariciarme el clítoris, a apoyarle los deditos, y sin darme cuenta me estaba metiendo los dedos pensando en ustedes cuando sonó el timbre.Deje abierto para que entren, y trate de apurar la paja y acabar, pero acá estamos…los tres re calientes y mirándonos…porque no se acercan y seguimos con lo que cada uno empezó, así no ayudamos mutuamente…”.
Bremduchis se sacó la remera, y quedó desnuda con la tanga puesta, como le gusta. Yo hice lo mismo,me saque la pollera y el corpiño, y deje mis tetitas al aire. Los pezones se me endurecieron al contacto visual con ella, que seguía masturbándose y me miraba. Ignacio se quedó parado mirando el espectáculo. Me acerque, me moje los dedos,y acaricie las tetas, los pezones. Ella se mordía el labio inferior, y apuraba el ritmo de sus dedos sobre su concha. Ignacio se desvistió, y desde su bóxer, la dureza de su pija pedía pista para latir sin la tela. Bajó el elástico, y como un resorte, la verga saltó,manteniendo el movimiento duro y ondulante durante unos segundos, hasta que se acercó a nosotras, Se la agarre, agarre la mano de Bremduchis y le hice sentirlo dura que la tenía. Ella se la recorrió con sabiduría, mientras yo lo besaba en la boca- La atraje y nos besamos los tres, compartiendo nuestras lenguas sin saber de quién eran. Me agache y fui por la pija de Ignacio. Desde abajo,miraba como él le tocaba las tetas, se abrazaban, se chupaba. Le dije a ella que me ayude con la pija de mi marido, y sin pensarlo, bajo y se la comió de un bocado, como en los videos del desayuno brasilero. La deje sola y fui a la boca de Ignacio. Desde arriba la veíamos y no podíamos creer que era ella la que le ensalivaba la venosa pija que me pertenece. Me calenté viéndola, y me puse atrás de ella, apoyándole mi vulva en la bella raya del culo que se separan consu tanga. Antes, se la corrí, y ensalivé para que mi clítoris duro resbale en ida y vuelta. La cara de Ignacio revelaba que estaba por estallar.
Entoncesella se dio vuelta y le ofreció esa redondez a la dureza grande de mi marido,que desencajado, se escupe la chota y se la pone de a poco. La tiene grande, yBremduchis goza en cada hundida de ese fierro hirviente de carne que se abrecamino en su jugosa y rosada concha, Me encanta ver en su cara el placer que,diariamente, se me dibuja en la cara cada vez que me la pone a mí. Acerco mihúmeda concha a la cara de Bremduchis, y me la empieza a chupar al ritmo de labrutal cojida que se está comiendo. El éxtasis es ya incontenible, y laexplosión no tardo en inundarnos. Quedamos tirados los tres, desparramados enla cama grande de nuestra amiga, hasta que nos recuperamos, Recién ahí hicimoslas presentaciones formales… este fue el principio, la noche se hizo larga, yaun teníamos que explorarnos con detenimiento, sentir nuestros jugos, nuestrossabores, nuestras pieles sudadas, y toda esa descarga eléctrica que se expandeal frotarse los cuerpos….pero para contarles eso, todavía falta un rato…
Ojala les haya gustado, y que a @Bremduchis también... Si les gusto comenten, que es lo que motiva a seguir escribiendo. Besos!!
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Cuando, por cuestiones de trabajo, supimos que debíamos ir ala ciudad de Rosario por un fin de semana, creo que a los dos, al mismo tiempo,se nos vino un nombre: Bremduchis. Y no era para menos. Desde hacía un tiempo,esta hermosura había atrapado nuestra atención con su descomunales post de fotos y videos, que nos calentaban a los dos por igual. Fue así que nos contactamos con ella y le hicimos saber que nos estaba provocando…Lo hicimos con temor, o pudor tal vez, ya que nosotros somos una pareja constituida hace años, y rondamos los 35 de edad, que comparados a los 23 de ella, nos hacía sentir un poco desubicados. Pero en cuanto entablamos conversación, nos dimos cuenta que eran historietas nuestras solamente. Le contamos que cada vez que visitábamos sus post, era inevitable que terminemos cojiendo, re calientes,pensando en que ella estaba entre nosotros. Eso, al parecer, la encendió, y acepto que en nuestro viaje a Rosario, nos conozcamos personalmente. El día que terminamos de concretar el encuentro por MP fue terrible. Ya, mientras conversábamos, no podía evitar tocarme la concha. Estaba mojada, y los dedos sobre la tela de la bombacha hacían que esta se humedezca, y el clítoris se trasluzca, duro, latiente, sobre la tela oscurecida con mis jugos. Ignacio se sacudía la pija que le rebalsaba de los dedos, que la apretaban como intentando que no se escape. Terminamos acabando juntos, cada uno haciéndose su ratón, su historia, con la deseable amiga Bremduchis, a la cual, al día siguiente,conoceríamos en persona.
Tuvimos que ir en micro, ya que el auto estaba en el taller y no lo terminaron a tiempo. En el viaje, en la impunidad que te da la oscuridad y la somnolencia, sumado a la poca cantidad de pasajeros que ocupaban los asientos, aprovechamos para dar rienda suelta a nuestra calentura, que se agigantaba a medida que el viaje transcurría. Le agarré tanto la pija a Ignacio, que de tan parada, tuvo que desabrocharse el pantalón y dejarla salir.More alrededor, y todos estaban durmiendo. Me corrí la bombacha, levante la pollera, y me senté en la bruta erección de mi marido. La pija entro sin problemas, la lubricación hablaba de mi calentura. Al oído, le empecé a hablar sucio y pornográfico a Ignacio, de las cosas que haríamos con Bremduchis, de cómo entre las dos le íbamos a comer la pija…que se imagine la tersa piel de ella, su rosada conchita, ese culo precioso que tantas veces alabamos en sus fotos…No aguantamos más, y acabamos nombrándola a ella…
Llegamos. La tarde estaba perdiendo su pulseada con la noche. Al día siguiente, al mediodía, teníamos que abocarnos a lo tedioso del trabajo. Teníamos que buscar un hotel. No conocíamos la ciudad, así que nos pareció una buena idea preguntar a Bremduchis si nos podía recomendar algún hospedaje. ” Esta noche vénganse a casa, mañana buscamos un hotel”, nos dijo, y la sola mención de esas palabras hizo que temblemos de placer. Tomamos un taxi y fuimos a la dirección que nos pasó. Llamamos. Nos dijo que pasáramos, que la puerta estaba abierta, que nos pongamos cómodos que ya nos atendía. En el living, dejamos una pequeña maleta con nuestras cosas y nos sentamos. La puerta de la habitación estaba entreabierta, y desde ahí salía la voz de Bremduchis, que al parecer, estaba hablando por teléfono tirada en la cama. De curiosa, me estire en el sillón y trate de espiar hacia adentro. La veo apoyada sobre su parte izquierda, estirada, de espalda hacia mí sobre la cama. No sé qué está haciendo, sus movimientos son imperceptibles, pero continuos, no veo ningún teléfono. Me detengo en su hermoso culo, duro, turgente, redondo, en el que una tanga negra se pierde mordida de belleza. Lo llamo a Ignacio. Al verla, el cierre de su pantalón empezó a crecer. Se la mire, me calentó verla, y verlo a él que no puede disimular la erección que le provoca. Nos miramos y reímos cómplices,intentando no llamar la atención de nuestra amiga. Pero fue imposible.Estábamos haciendo el ridículo, espiando como adolescentes calientes, que no se pueden contener de pajerismo, y se ríen envueltos en el nervio de la excitación sexual. Y ella se dio cuenta. Pero la sorpresa fue nuestra, pues cuando se incorporó, notamos que no estaba hablando por teléfono, sino que estaba masturbándose. Nos quedamos los tres como traviesas criaturas que fueron descubiertas.Ella rompió el silencio: ”perdonen, pero estaba tan calentita con la visita de ustedes, que no pude evitar empezar a tocarme por arriba de la bombacha ,después empecé a acariciarme el clítoris, a apoyarle los deditos, y sin darme cuenta me estaba metiendo los dedos pensando en ustedes cuando sonó el timbre.Deje abierto para que entren, y trate de apurar la paja y acabar, pero acá estamos…los tres re calientes y mirándonos…porque no se acercan y seguimos con lo que cada uno empezó, así no ayudamos mutuamente…”.
Bremduchis se sacó la remera, y quedó desnuda con la tanga puesta, como le gusta. Yo hice lo mismo,me saque la pollera y el corpiño, y deje mis tetitas al aire. Los pezones se me endurecieron al contacto visual con ella, que seguía masturbándose y me miraba. Ignacio se quedó parado mirando el espectáculo. Me acerque, me moje los dedos,y acaricie las tetas, los pezones. Ella se mordía el labio inferior, y apuraba el ritmo de sus dedos sobre su concha. Ignacio se desvistió, y desde su bóxer, la dureza de su pija pedía pista para latir sin la tela. Bajó el elástico, y como un resorte, la verga saltó,manteniendo el movimiento duro y ondulante durante unos segundos, hasta que se acercó a nosotras, Se la agarre, agarre la mano de Bremduchis y le hice sentirlo dura que la tenía. Ella se la recorrió con sabiduría, mientras yo lo besaba en la boca- La atraje y nos besamos los tres, compartiendo nuestras lenguas sin saber de quién eran. Me agache y fui por la pija de Ignacio. Desde abajo,miraba como él le tocaba las tetas, se abrazaban, se chupaba. Le dije a ella que me ayude con la pija de mi marido, y sin pensarlo, bajo y se la comió de un bocado, como en los videos del desayuno brasilero. La deje sola y fui a la boca de Ignacio. Desde arriba la veíamos y no podíamos creer que era ella la que le ensalivaba la venosa pija que me pertenece. Me calenté viéndola, y me puse atrás de ella, apoyándole mi vulva en la bella raya del culo que se separan consu tanga. Antes, se la corrí, y ensalivé para que mi clítoris duro resbale en ida y vuelta. La cara de Ignacio revelaba que estaba por estallar.
Entoncesella se dio vuelta y le ofreció esa redondez a la dureza grande de mi marido,que desencajado, se escupe la chota y se la pone de a poco. La tiene grande, yBremduchis goza en cada hundida de ese fierro hirviente de carne que se abrecamino en su jugosa y rosada concha, Me encanta ver en su cara el placer que,diariamente, se me dibuja en la cara cada vez que me la pone a mí. Acerco mihúmeda concha a la cara de Bremduchis, y me la empieza a chupar al ritmo de labrutal cojida que se está comiendo. El éxtasis es ya incontenible, y laexplosión no tardo en inundarnos. Quedamos tirados los tres, desparramados enla cama grande de nuestra amiga, hasta que nos recuperamos, Recién ahí hicimoslas presentaciones formales… este fue el principio, la noche se hizo larga, yaun teníamos que explorarnos con detenimiento, sentir nuestros jugos, nuestrossabores, nuestras pieles sudadas, y toda esa descarga eléctrica que se expandeal frotarse los cuerpos….pero para contarles eso, todavía falta un rato…
Ojala les haya gustado, y que a @Bremduchis también... Si les gusto comenten, que es lo que motiva a seguir escribiendo. Besos!!
29 comentarios - Viaje a Rosario y encuentro con @Bremduchis +fotos
+10 POR SUPUESTO!!!!!!
Espero que los siguientesposts vengan con videitos 😈😎
obviamente les deje mas diez!
la escritura de ustedeses maravillosa! gracias por calentarnos tanto
Lindas imágenes mentales para más tarde....