Mi amiga me compartió la rica verga de su novio

Era una noche cálida, y la ciudad parecía sumida en una calma que invitaba a relajarse. Estaba en casa de mi amiga, Coral, que había organizado una pequeña reunión. El aire estaba lleno de risas y conversaciones, pero yo no podía dejar de notar a su novio. Había algo en él que siempre me había intrigado, una mezcla de confianza y dulzura que no pasaba desapercibida.
Coral se levantó para ir a la cocina, dejándonos a los dos solos en el living. Nos miramos brevemente, como si ambos sintiéramos que esa distancia, aunque pequeña, era una invitación a algo más. La conversación fluía con naturalidad, pero había una tensión palpable en el ambiente. Algo entre los dos se había encendido de manera sutil pero clara.
El novio de mi amiga, con una sonrisa cómplice, comenzó a hablar de algo que no recordaba, porque mi mente ya no podía concentrarse en las palabras. Coral vuelve y nota esta tensión, se suma a la complicidad y ambas llevamos la mirada hacia sus manos, que jugueteaban con su pantalón, y nuestra mente se desvió hacia pensamientos menos inocentes. Él notó la distracción, y sin decir nada, se reclino en su lugar hacia atrás. Se escuchaba su aliento y Coral y yo le preguntamos si quería sentir placer.
"¿Queres que te chupemos la pija?" dijimos. 
La pregunta lo hizo estremecer, y no pudo resistirse, sin palabras pero asintiendo con la cabeza aceptó. Nos acercamos un poco más, disfrutando de la cercanía, de la electricidad en el aire.



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