Una parejita de jovenes está en el sofá de casa magreándose, a punto de follar cuando aparece el padrastro de ella. El tipo se pone hecho una fiera y echa de casa al novio. La chica, que está muy buena no quiere que su madre se entere, así que no se le ocurre otra cosa que seducir a su padrastro y a cambio de dejarse follar ese tremendo coño peludo que tiene la teen el padrastro no le diga nada a su madre. Si yo fuera ese hombre habría hecho lo mismo, un polvo con una jovencita con ese chocho peludo perfecto no se puede despreciar.
0 comentarios - Monica Austin – No le digas a mi mamá, papá