Le gusta que el marido vea como le hacen el culo

Y bueno gente sobra...





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Deja al amigo solo con la mami...



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Y sigue esta triste historia...
Claudia es una perra vengativa 67

Nuestra vida siguió más o menos igual, finalmente nació nuestro hijo, era un morochito lindo y se llamó Nicolás, Claudia estaba cada día más hermosa y más caliente, aunque no podía creerlo había finalmente aceptado la propuesta de Mario, se iba a prostituir con un conocido de él un empresario al que llamaba don Marcelo. Iba a ser en la casa que le alquilábamos a Mario. Nicolás acababa de cumplir dos meses, no lo íbamos a dejar solo, Nerea se quedaba con la hermana y el novio. Claudia estaba inusualmente nerviosa estaba entrando el invierno. Ahora usaba un triangulito de pelos arriba de su conchita que se lo había recortado Mario, le quedaba delicioso. A diferencia de lo que paso con Exequiel, el padre de Nerea, Claudia lo quería seguir viendo a Mario, de hecho era su único amante. Esa noche se puso un conjunto de ropa interior blanco que el le había comprado, la tanga era un hilo dental finito por atrás y adelante una tela suave y transparente, se notaban sus pelitos deliciosamente, y unos zapatos blancos de taco alto. La quería así desnuda, solo se puso un tapado encima hacía mucho frío, pero así quería Mario que fuera, Claudia se terminó de arreglar y beso muy fuerte a Nerea abrazándola, casi se pone a llorar, tomó a Nicolás en sus brazos y salimos. En el viaje estaba nerviosa y no hablaba el nene dormía. Entramos en el departamento de Mario con la llave que Claudia tenía. Golpeamos la puerta de arriba y Mario nos hizo pasar, sentado en el sillón del living había un tipo de unos cincuenta y pico.
-pasa preciosa, pasen… el es don Marcelo, de quien te hable, Claudia se inclino y se besaron en las mejillas, acostalo al nene veni… -me dijo a mi, Claudia quedó parada en el centro de la sala, bajo la luz, el tipo saboreaba un wisky sentado cómodamente. Cuando volvimos, me quedé parado en un costado, Mario se acercó a Claudia desde atrás y la abrazo, ella giro la boca y se besaron. El empezó a desabotonar el sobretodo y lo dejo caer, Claudia quedo solo en ropa interior delante del tipo que se acomodó su bulto. Claudia seguía besándolo a Mario que estaba detrás de ella, mario le saco los pechos sobre el sujetador y apretó uno de sus pezones, dejo de besarla.
-Como puede ver don Marcelo sale lechita… hay que ser cuidadoso con sus pechos… no es una puta como las que usted se coge… -con su mano bajo ahora a su entrepierna, metió la mano debajo de la tanga y empezó a pajearla, bajo un poco la bombacha y un hilo de jugo se formaba entre su dedo y la conchita de Claudia. – y fijese como lubrica la señora… es caliente… no como las putas que se coge ud… es una profesional… una doctora… y le encanta la pija… por eso se moja asi… yo le pedí que coja con ud… es un favor especial para mi… es mi hembra…
Así que si no le parece mal… me parece que quinientos dólares es un buen precio…
-Vos sabés que el dinero no es problema para mí… -y se puso de pie. Se acercó y su mano reemplazo a la mano de mario.- que mojada esta tenes razón… -y le chupo suavemente un pecho- que linda hembra Mario… -Claudia movió su mano a su bragueta y le bajo el cierre, metió su mano y libero su pija del encierro, se puso de rodillas y se la empezó a chupar. Con deleite, como la viciosa que es. Después de un rato el se sentó en el sillón y la atrajo hacia él. Le bajo la tanga y Mario le dijo que se pusiera un forro. Que no era una de las putas con las que salía él. Se lo alcanzo y se lo puso, Claudia lo montó de frente y su pija se perdió lentamente en su conchita. Claudia empujo la cabeza de él a sus pechos y el se los chupaba delicadamente, uno de sus dedos jugaba en el culo de Claudia, que enseguida tuvo su primer orgasmo, venía muy caliente, el tipo le metió más profundo el dedo y sonreía con la llegada del orgasmo de Claudia. – que linda puta Mario… que suerte tenes… -Claudia mantenía su cabeza lejos no quería besarlo. Después de un rato don Marcelo la hizo salir, la quería en cuatro en el piso, como una perrita. Empezó a jugar con los dedos en su culo.
-Ahora te voy a comer el culito putita… asi que sos una doctora… eh…
-Si soy doctora…
-Y te gusta dar el culo por plata doctora…
-Nunca lo hice por plata… aaa…. Que lindo se siente tu dedo… es por Mario que lo hago…
El se acomodó y se la fue metiendo de a poco en el culo, Claudia gemía y gozaba estaba caliente con la situación.
-sos una enfermita… una puta enfermita eh…?
-Soy la hembra de Mario… hago lo que él quiere…
-Pero ahora tenes mi verga al fondo de tu culo…
-Porque el quiere…
-Y gozas porque el quiere…? Porque me parece que gozas… eh sucia…
-si me encanta la pija…
-Ya me di cuenta puta… no hace falta que lo digas…
En ese momento Nicolas empezó a llorar. Claudia le pidió que saliera, que tenía que darle de mamar. Mario lo hizo sentar al tipo y le dijo a Claudia que se sentara en su pija, se la fue clavando despacio y se quedaron quietos, me mando a mi a buscar al nene. Se lo traje y Claudia empezó a darle de mamar con la pija del tipo clavada en su culo. El mandaba algún caderazo de a ratos. Claudia tenía toda la cara colorada, el tipo con una mano le acariciaba suavemente el pecho libre y con la otra le pajeaba la conchita. Después le dio la otra teta al nene y el tipo le masajeaba la otra ahora sin cuidados, mas brutamente, Claudia volvió a llegar, se mordió para no gritar. Después me dieron el nene y el tipo volvió a taladrarla en cuatro, salí con el nene y lo lleve a dormir, cuando volví Claudia estaba de rodillas esperando la descarga del tipo en su cara, se pajeaba frente a ella que abría la boca y sacaba la lengua con cara de puta. El tipo acabo se sentó un rato, le pago a Mario y fueron juntos hasta abajo. Cuando mario volvió la levanto del piso y la llevo a la cama, la volcó en la cama y la monto.
-estuviste bien mi perra… te gustó…
-No se me siento sucia…
-Pero ahora te cojo yo… te pusiste el diu…?
-todavía no… tenes que sacármela cuando estés por llegar… ya que me cojas sin forro es peligroso… tu pija suelta siempre algo de lechita…
-Que linda sos mi perra… como me gusta cogerte… te gusto que te cogiera…
-Me gustó que vos estuvieras… que me alquilaras… me siento cada vez más tuya… tu puta… tu hembra…
-Entonces si te lleno no te vas a enojar…
-No es muy riesgoso… estoy grande ya… me podes llenar la colita para no desperdiciar tu lechita… querés… -el se salió y ella se acomodó sobre la almohada, su culo ofrecido para él. Se la fue metiendo de a poco, disfrutando cada centímetro que metía.
-Que lindo esta tu culo… te gustaría repetir… o probar con otro…
-No… no quiero… quiero con vos…
-pero si yo quiero…
-Si vos querés… es otra cosa… soy tu hembra… pero preferiría ser solo tuya… pero vos decidis…
Estuvieron un largo rato cogiendo, en definitiva nos quedamos toda la noche. A la mañana siguiente volvimos a casa, Claudia se fue a bañar y cuando entré al baño estaba llorando. Me miro y me abrazó fuerte mojándome toda la ropa, quería que la abrace, sin palabras.