Lectura NO obligatoria
Cuando Britney llegó a casa, tras su día de compras, se sorprendió de ver a aquel tipo extraño en su cocina. Era un fontanero al que había llamado su asistente personal para arreglar la poca presión de las tuberías. Britney se sentía de lo más incomoda, su asistente no le había dicho nada y aquel extraño, sucio por el trabajo, allí en su cocina pidiéndole algo para limpiarse. Charles intentó calmarla, parecía que la estirada pijita necesitaba relajarse un poco. En su primer acercamiento ella le dijo que no follaba con trabajadores y él enseguida vió que lo que realmente quería aquella rubita era precisamente eso, una sucia experiencia sexual con un tipo de clase baja.
2 comentarios - Un trabajito extra para una estirada niña rica