Lectura NO obligatoria
Cuando la señora Janine abrió la puerta no esperaba encontrarse con uno de los mejores amigos de su hijo, Danny, que venía recogiendo comida para una obra de beneficiencia. Ella lo hizo pasar y no sólo le ofreció un par de latas para la caridad sino que también le trajo algo de comer, un pequeño aperitivo para recuperar fuerzas. Danny, sin embargo, sólo pensaba en aquel generoso escote y cuando se sentó a su lado no pudo evitar lanzarse sobre él. Alia reaccionó con sorpresa, pero no pudo evitar sentirse halagada y, al fin y al cabo, el esforzado Danny bien merecía un poco de su tremenda generosidad.
1 comentarios - Las tetas naturales que solo la señora Janine te puede dar