Lectura NO obligatoria
Justo antes de irse a la oficina Rayveness se encuentra al mejor amigo de su hijo durmiendo en el sofá del garaje. Hay que ver lo que ha crecido el muchacho y lo muy apuesto que se ha vuelto, nada que ver con aquel adolescente imberbe y con granos que era cuando le conoció. Deseosa de intimar algo más con él, Rayveness llama a su jefe para comunicarle que hoy no podrá trabajar. La mujer siente las ganas imperiosas de sentir al jovenzuelo dentro de ella, y cuando ella tiene un capricho es peor que las embarazadas; hasta que no lo consigue no para.
0 comentarios - Mañana de resaca con la madre de mi amigo [Milf de infarto]