Lectura NO Obligatoria
Diamond trabaja de camarera en un sencillo restaurante. Ramón es uno de los pocos clientes habituales y siempre está flirteando con él, lo cuál no hacía mucha gracia al encargado. Con la excusa de que no llevaba suficientes chapas y adornos en su chaleco para divertir a los clientes, el encargado le echó la bronca. Después del segundo aviso, la descarada madurita se abrió la blusa por completo y se puso unos adornos en los pezones. El encargado quiso echarla, pero Ramón dió la cara por ella y, para cabrearlo aún más, Diamond empezó a montárselo con su cliente favorito allí mismo. Iba a demostrarle que su aspecto atraía a los clientes y sus servicios los dejaban más que satisfechos.
1 comentarios - Los exquisitos servicios de la madura camarera