El videito: cortito, interesante, cara de perra, negros, todo eso que tanto mal nos hace.
El relato, retoma su curso, una especie de pausa para que las cosas vuelvan al desorden habitual...
http://www.slutload.com/watch/GyDhpEX5TQP/BBC-bullies-white-wife-pussy.html#
Romina y yo camino al infierno
Después de lo sucedido con Oscar, paso un mes en el que la situación se fue complicando cada vez más. Cada vez estabamos más tensos e incomunicados. En algún momento me sentí en el punto más alto de saturación, ya no podía soportar más, decidí que era el momento de separarnos, cuando se lo comente a Romi, quedo como desencajada, le dije que en unos días dejaría la casa. Ella no quería saber nada, prefería irse ella con la nena a la casa de sus padres, buscar un trabajo y después buscarse un lugar, también discutimos por esto pero al final hicimos como ella quiso.
Estuvimos tres meses separados, Romi estuvo todo el tiempo mal, no salía de la casa de sus padres, estaba muy deprimida y no tenía ganas de nada. Yo seguí con el trabajo como un autómata pero no podía concentrarme en nada, la vida no tenía color, todo era opaco y sin vida. Cuando pense en el tema me di cuenta que todo lo que había pasado no era culpa de nadie yo también había aceptado el juego. Finalmente una tarde después del trabajo la fui a buscar con nuestro auto viejo, Romi me vio y vino corriendo a abrazarme la nena se prendió de mis piernas. Pusimos sus cosas en el auto y volvimos a casa. Esa noche hicimos el amor como hacía mucho tiempo no lo hacíamos. Tuvimos tres meses de luna de miel, como en nuestros primeros tiempos hacíamos el amor todo el tiempo como conejos. De a poco volvimos a los jueguitos de empezar a calentar tipos, de que Romi se dejara manosear en los amontonamientos en los parques, en fin de nuevo íbamos al mismo lugar. Los dos lo aceptamos. Una mañana, estaba en la oficina del jefe y Romi me llamo de casa el jefe la atendió y le dijo que se alegraba mucho de que estuviéramos juntos de nuevo, enseguida me pasó el teléfono Romi me contaba que estaba embarazada, me sentí muy feliz, se lo comente al jefe, que me palmeo el hombro y me felicito.
- Espero que me inviten a cenar pronto, me gustaría festejar con Uds. –sentí mi pija crecer bajo el pantalón. Ya en casa le conté a Romi que el jefe quería festejar y cogimos con mucha pasión, pero en realidad por el momento no deseábamos incorporar a nadie a nuestra cama.
A la semana del anuncio del embarazo la empresa se decreto en quiebra, todos decían que era una maniobra del gerente y del presidente, que estaban por abrir una nueva empresa y querían sacarse un montón de gente de encima. No se hicieron cargo de nada, quedamos en la calle y sin nada de dinero. Romi me consolaba todo el tiempo y me tranquilizaba, algo iba a surgir. Pasaron dos meses en que no conseguí nada, casi no teníamos sexo me sentía muy deprimido con la situación. Romi me hacía calentar diciéndome que si no la garchaba se iba a tener que buscar un machito que la cogiera. Paso una semana y me sentí peor, contaba los días, eran dos meses y una semana, cada día era un infierno para mí.
Una tarde salí a ver a unos amigos para ver si me podían conseguir algo, llegue tarde en la noche y Romi me esperaba con uno de sus vestidos transparentes, hacía mucho que no teníamos sexo.
- Hola mi amorcito, que suerte que llegaste, me siento muy calentita..., me vas a coger hoy?, porque sino me voy a ir a dar una vuelta...
- Es que estoy muy cansado amor...
- Bueno no te hagas problemas..., llamo tu ex jefe..., dice que quiere venir a cenar con nosotros..., dejo un celular..., lo llamo para que me lleve a dar una vuelta?, Me dijo mientras agarraba el teléfono. Sentí mi pija dura como hacía mucho no la sentía, le arranque el teléfono de la mano y la lleve hacia el cuarto, Ro me miraba con cara de caliente, le arranque prácticamente el vestido. Y la tire en la cama, me subí sobre ella y la monte.
- Cuidado la pancita amor...., que querrá tu ex jefecito..., tendrá algún trabajito..., o querrá trabajarme..., dijo con su voz de putita.
- Que puta que sos..., le dije y se la clave a fondo...
- Ay... amor, es que hace tanto que no salimos con nadie..., y vos sabes que tu jefe me aprecia..., la gire en la cama y la deje culo arriba. La cola no..., me dijo. Se la clave despacio en la concha y empecé a bombearla.
- Lo vamos a llamar a ver que quiere, pero no te hagas ilusiones vos sos mi hembra...
- Tú mujer..., y la hembra de él... –acabamos los dos juntos y nos quedamos dormidos abrazados. En la mañana Romi me esperaba con el desayuno preparado, me dio un beso y nos acariciamos durante todo el desayuno la nena todavía dormía. Me había comprado el diario, marque unos avisos y me prepare para salir, la situación estaba cada vez más dura. Romi me dijo que lo llamara al jefe a ver si tenía algo para mí, que lo invitara a cenar pero nada raro, la nena iba a estar con nosotros, no queremos problemas, verdad? , me pregunto
El relato, retoma su curso, una especie de pausa para que las cosas vuelvan al desorden habitual...
http://www.slutload.com/watch/GyDhpEX5TQP/BBC-bullies-white-wife-pussy.html#
Romina y yo camino al infierno
Después de lo sucedido con Oscar, paso un mes en el que la situación se fue complicando cada vez más. Cada vez estabamos más tensos e incomunicados. En algún momento me sentí en el punto más alto de saturación, ya no podía soportar más, decidí que era el momento de separarnos, cuando se lo comente a Romi, quedo como desencajada, le dije que en unos días dejaría la casa. Ella no quería saber nada, prefería irse ella con la nena a la casa de sus padres, buscar un trabajo y después buscarse un lugar, también discutimos por esto pero al final hicimos como ella quiso.
Estuvimos tres meses separados, Romi estuvo todo el tiempo mal, no salía de la casa de sus padres, estaba muy deprimida y no tenía ganas de nada. Yo seguí con el trabajo como un autómata pero no podía concentrarme en nada, la vida no tenía color, todo era opaco y sin vida. Cuando pense en el tema me di cuenta que todo lo que había pasado no era culpa de nadie yo también había aceptado el juego. Finalmente una tarde después del trabajo la fui a buscar con nuestro auto viejo, Romi me vio y vino corriendo a abrazarme la nena se prendió de mis piernas. Pusimos sus cosas en el auto y volvimos a casa. Esa noche hicimos el amor como hacía mucho tiempo no lo hacíamos. Tuvimos tres meses de luna de miel, como en nuestros primeros tiempos hacíamos el amor todo el tiempo como conejos. De a poco volvimos a los jueguitos de empezar a calentar tipos, de que Romi se dejara manosear en los amontonamientos en los parques, en fin de nuevo íbamos al mismo lugar. Los dos lo aceptamos. Una mañana, estaba en la oficina del jefe y Romi me llamo de casa el jefe la atendió y le dijo que se alegraba mucho de que estuviéramos juntos de nuevo, enseguida me pasó el teléfono Romi me contaba que estaba embarazada, me sentí muy feliz, se lo comente al jefe, que me palmeo el hombro y me felicito.
- Espero que me inviten a cenar pronto, me gustaría festejar con Uds. –sentí mi pija crecer bajo el pantalón. Ya en casa le conté a Romi que el jefe quería festejar y cogimos con mucha pasión, pero en realidad por el momento no deseábamos incorporar a nadie a nuestra cama.
A la semana del anuncio del embarazo la empresa se decreto en quiebra, todos decían que era una maniobra del gerente y del presidente, que estaban por abrir una nueva empresa y querían sacarse un montón de gente de encima. No se hicieron cargo de nada, quedamos en la calle y sin nada de dinero. Romi me consolaba todo el tiempo y me tranquilizaba, algo iba a surgir. Pasaron dos meses en que no conseguí nada, casi no teníamos sexo me sentía muy deprimido con la situación. Romi me hacía calentar diciéndome que si no la garchaba se iba a tener que buscar un machito que la cogiera. Paso una semana y me sentí peor, contaba los días, eran dos meses y una semana, cada día era un infierno para mí.
Una tarde salí a ver a unos amigos para ver si me podían conseguir algo, llegue tarde en la noche y Romi me esperaba con uno de sus vestidos transparentes, hacía mucho que no teníamos sexo.
- Hola mi amorcito, que suerte que llegaste, me siento muy calentita..., me vas a coger hoy?, porque sino me voy a ir a dar una vuelta...
- Es que estoy muy cansado amor...
- Bueno no te hagas problemas..., llamo tu ex jefe..., dice que quiere venir a cenar con nosotros..., dejo un celular..., lo llamo para que me lleve a dar una vuelta?, Me dijo mientras agarraba el teléfono. Sentí mi pija dura como hacía mucho no la sentía, le arranque el teléfono de la mano y la lleve hacia el cuarto, Ro me miraba con cara de caliente, le arranque prácticamente el vestido. Y la tire en la cama, me subí sobre ella y la monte.
- Cuidado la pancita amor...., que querrá tu ex jefecito..., tendrá algún trabajito..., o querrá trabajarme..., dijo con su voz de putita.
- Que puta que sos..., le dije y se la clave a fondo...
- Ay... amor, es que hace tanto que no salimos con nadie..., y vos sabes que tu jefe me aprecia..., la gire en la cama y la deje culo arriba. La cola no..., me dijo. Se la clave despacio en la concha y empecé a bombearla.
- Lo vamos a llamar a ver que quiere, pero no te hagas ilusiones vos sos mi hembra...
- Tú mujer..., y la hembra de él... –acabamos los dos juntos y nos quedamos dormidos abrazados. En la mañana Romi me esperaba con el desayuno preparado, me dio un beso y nos acariciamos durante todo el desayuno la nena todavía dormía. Me había comprado el diario, marque unos avisos y me prepare para salir, la situación estaba cada vez más dura. Romi me dijo que lo llamara al jefe a ver si tenía algo para mí, que lo invitara a cenar pero nada raro, la nena iba a estar con nosotros, no queremos problemas, verdad? , me pregunto
8 comentarios - Una putita blanca y Romina 51