Vamos a jugar a que soy la puta que metes a la casa cuando no estoy
a la puta que conoces en tus viajes...
mi marido estaba totalmente erecto frente a mi, su piel morena y su olor a semen inundaban la habitación, compitiendo con mi perfume con olor a jazmín.
-¿como me llamo?- le pregunté
-Mónica- me dijo y en su voz oí una excitación, por lo que asumí que esa tal Mónica si existía
-¿soy una mujer? o ¿soy una trans?- me di una vuelta en la cama para jugar con las sábanas suaves que envolvían mi piel, mientras levantaba un poco de mi baby doll
-eres una trans- mi esposo se sentó en el sillón de la habitación y comenzó a acariciarse la verga morena con su cabecita rosada que ya comenzaba a humedecerse...
me puse de rodillas en la cama y saque mi pene, comencé a moverlo para humedecerlo también.
-¿como va a ser hoy papito?, te la meto o tu me la metes a mi?-
-Ambas- contestó mi hombre con una voz que hizo que mi cola se aguara pidiendo a gritos que me metiera ese delicioso pene.
me arrastré a 4 patas hasta el sillón donde Mariano estaba sentado con la pija a reventar y comencé a lamer su pene como si de una paleta se tratase.
-mmm... mi amor, que delicia-
-¿así le dices a tus putas?- pregunté molesta
Mariano se puso nervioso, pero yo me reí y me subí a su regazo para besarlo apasionadamente.
podría usar su pene de trampolín, estaba durísimo, chupaba mi cuello y mis tetas, cuando me tomó de la cintura y me aventó del sillón.
caí de rodillas.
-báilame puta- me ordenó y puso algo de música en la televisión.
no pude más que obedecer, dejé que la música llevara mi cuerpo de la manera más sensual que pude imaginar.
el me miraba mientras se masturbaba y bebía cerveza, de vez en cuando me escupía algo de cerveza.
-así me gusta humillar a mis putitas- me dijo y yo seguía bailando, me puse como gata enseñando mi culo dispuesto y abierto para ser usado por él; mi baile logro excitarlo lo suficiente para que tomara mi cintura y restregara su pene en mi culo, restregándolo arriba y abajo, gimiendo y abrazándome.
De pronto Mariano me levantó y me zarandeo en el aire, me aventó a la cama y comenzó a chupar mi pene con fuerza.
-Basta!, basta!- grité, pues me tomó por sorpresa
-no, es mio!- me dijo y siguió chupando.
volvió a tomarme bruscamente y comenzó a chupar mi culo con locura.
su lengua me hacia tocar el cielo, ya no aguantaba, me iba a venir.
me desnudó por completo, yo quería pedirle calma...
pero antes de que pudiera decir algo apoyó la punta de su pene y me penetró de una con una fuerza que me hizo sacar lagrimas.
sacó una de mis tetas y la apretó con fuerza mientras me penetraba con violencia.
me sacó de pronto y me dió la vuelta, se lanzó sobre mis labios mientras su vergota se metia de nuevo en mi.
-ay dios!!, no puedo más!- gritaba
Mariano arreciaba sus embestidas.
-dios, te amoo!- grité y comencé a eyacular sobre la cama, Mariano se salió de mi y comenzó a masturbarse sobre mi pecho hasta expulsar el semen, algunas gotitas cayeron en mi boca, las que comí con gusto.
Estaba extasiada, hiperventilada, mi macho estaba de pie frente a mi con su pene aún erecto.
vi que tomó una pastilla azul.
no pasaron ni 10 minutos cuando Mariano estaba con su pene al full yo aún seguía confundida y adolorida.
-espérame bebe... espérame- el despiadado de mi esposo me metió su verga en la boca y casi de inmediato me cargó para montarlo, comencé a sentir como me volvía loca de nuevo, mis pezones se pusieron durísimos.
-que mi esposa no se entere de esto por favor-
-Esa estúpida no se va a enterar de nada, dame toda la leche a mi, a mi!!- ahora me había convertido en Mónica, me sacó su pene y se puso sobre mi, comenzó a bombearme muy rápidamente y yo apreté mi culo con fuerza y sentí el semen de mi marido inundarme la cola, estaba tan excitada, de inmediato me salí y puse sus piernas a mis hombros y me lo cogí, me lo cogí solamente unos minutos ya que no aguanté y terminé viniéndome sobre sus huevos.
Pero era imposible saciarlo, su verga aun estaba erecta, lo masturbe con mis manos y tetas hasta que lo hice venir de nuevo sobre mis tetas por una ultima vez durante la noche.
-Estoy agotada- le dije mientras me tumbaba sobre su pecho, me beso tierna y apasionadamente durante un rato más.
a la puta que conoces en tus viajes...
mi marido estaba totalmente erecto frente a mi, su piel morena y su olor a semen inundaban la habitación, compitiendo con mi perfume con olor a jazmín.
-¿como me llamo?- le pregunté
-Mónica- me dijo y en su voz oí una excitación, por lo que asumí que esa tal Mónica si existía
-¿soy una mujer? o ¿soy una trans?- me di una vuelta en la cama para jugar con las sábanas suaves que envolvían mi piel, mientras levantaba un poco de mi baby doll
-eres una trans- mi esposo se sentó en el sillón de la habitación y comenzó a acariciarse la verga morena con su cabecita rosada que ya comenzaba a humedecerse...
me puse de rodillas en la cama y saque mi pene, comencé a moverlo para humedecerlo también.
-¿como va a ser hoy papito?, te la meto o tu me la metes a mi?-
-Ambas- contestó mi hombre con una voz que hizo que mi cola se aguara pidiendo a gritos que me metiera ese delicioso pene.
me arrastré a 4 patas hasta el sillón donde Mariano estaba sentado con la pija a reventar y comencé a lamer su pene como si de una paleta se tratase.
-mmm... mi amor, que delicia-
-¿así le dices a tus putas?- pregunté molesta
Mariano se puso nervioso, pero yo me reí y me subí a su regazo para besarlo apasionadamente.
podría usar su pene de trampolín, estaba durísimo, chupaba mi cuello y mis tetas, cuando me tomó de la cintura y me aventó del sillón.
caí de rodillas.
-báilame puta- me ordenó y puso algo de música en la televisión.
no pude más que obedecer, dejé que la música llevara mi cuerpo de la manera más sensual que pude imaginar.
el me miraba mientras se masturbaba y bebía cerveza, de vez en cuando me escupía algo de cerveza.
-así me gusta humillar a mis putitas- me dijo y yo seguía bailando, me puse como gata enseñando mi culo dispuesto y abierto para ser usado por él; mi baile logro excitarlo lo suficiente para que tomara mi cintura y restregara su pene en mi culo, restregándolo arriba y abajo, gimiendo y abrazándome.
De pronto Mariano me levantó y me zarandeo en el aire, me aventó a la cama y comenzó a chupar mi pene con fuerza.
-Basta!, basta!- grité, pues me tomó por sorpresa
-no, es mio!- me dijo y siguió chupando.
volvió a tomarme bruscamente y comenzó a chupar mi culo con locura.
su lengua me hacia tocar el cielo, ya no aguantaba, me iba a venir.
me desnudó por completo, yo quería pedirle calma...
pero antes de que pudiera decir algo apoyó la punta de su pene y me penetró de una con una fuerza que me hizo sacar lagrimas.
sacó una de mis tetas y la apretó con fuerza mientras me penetraba con violencia.
me sacó de pronto y me dió la vuelta, se lanzó sobre mis labios mientras su vergota se metia de nuevo en mi.
-ay dios!!, no puedo más!- gritaba
Mariano arreciaba sus embestidas.
-dios, te amoo!- grité y comencé a eyacular sobre la cama, Mariano se salió de mi y comenzó a masturbarse sobre mi pecho hasta expulsar el semen, algunas gotitas cayeron en mi boca, las que comí con gusto.
Estaba extasiada, hiperventilada, mi macho estaba de pie frente a mi con su pene aún erecto.
vi que tomó una pastilla azul.
no pasaron ni 10 minutos cuando Mariano estaba con su pene al full yo aún seguía confundida y adolorida.
-espérame bebe... espérame- el despiadado de mi esposo me metió su verga en la boca y casi de inmediato me cargó para montarlo, comencé a sentir como me volvía loca de nuevo, mis pezones se pusieron durísimos.
-que mi esposa no se entere de esto por favor-
-Esa estúpida no se va a enterar de nada, dame toda la leche a mi, a mi!!- ahora me había convertido en Mónica, me sacó su pene y se puso sobre mi, comenzó a bombearme muy rápidamente y yo apreté mi culo con fuerza y sentí el semen de mi marido inundarme la cola, estaba tan excitada, de inmediato me salí y puse sus piernas a mis hombros y me lo cogí, me lo cogí solamente unos minutos ya que no aguanté y terminé viniéndome sobre sus huevos.
Pero era imposible saciarlo, su verga aun estaba erecta, lo masturbe con mis manos y tetas hasta que lo hice venir de nuevo sobre mis tetas por una ultima vez durante la noche.
-Estoy agotada- le dije mientras me tumbaba sobre su pecho, me beso tierna y apasionadamente durante un rato más.
4 comentarios - Amando mucho a mi esposo
Atte. El esposo