Hola a todos! Cómo los posts anteriores resultaron demasiado largos para mi gusto, vuelvo con otro intento para darle más ritmo. Las imágenes, espero, hablan por si mismas aunque de todas formas considerar que el relato se desprende del anterior:
Otro relato de iniciación - Vacaciones con ellos - Poringa!
Todo siguió con el mismo nivel de calentura que en la anterior parte, sin embargo, algo cambió y fue desde el momento en el que se sumaron a nosotros algunos padres de los amigos de mi hermano. Eso afectó en parte el rol que me habían asignado.... o eso pensaba yo, quizá solo querían compartir con sus padres el placer de corromper a una putita como yo por su propia cuenta. Solían jugar mucho a las cartas siempre en el momento que mi hermano y sus amigos arrancaban al boliche al cual yo no podía ir porque era demasiado caro. Por lo que debía quedarme en la casa con esos maduros. Me enseñaron a jugar a las cartas con ellos, pero siempre apostaban y yo quedaba al margen, hasta que ante uno de mis berrinches afeminados (ya era broma regular) el más grandote de ellos respondió:
- Si no tenes guita no vas a jugar a ver si entendes. ¿Queres jugar en serio? Juga el celular.
- Ni en pedo! Contesté
- Ya entras perdiendo con esa cabeza. Si no, aposta un par de zapatillas que queres que te diga.
Mientras analizaba que podía poner en juego y que no me resulte fatal perderlo, otro de aquellos serios maduros (al que se lo notaba más ebrio que el resto) acotó:
- En mi tiempo lo arreglabamos con un stripoker pendejo sabes lo que durabas
Y entonces mi inocencia, calentura y perversión me llevaron a hacerle toda clase de preguntas sobre ese juego. Todas las barbaridades que iban contando fueron demasiado para mi al punto que ya tenía una pequeña erección.
- Estoy dispuesto a jugarmela!
Dije, y todos quedaron en silencio. Hasta que todos al unísono contestaron que eso servía para las ocasiones en las que había mujeres, que lo exitante resultaba de como se desprendía de la lencería a cada mano.
- Yo tengo lencería. Además ya estuve usándola en frente de los chicos.
Como nadie objetó y con la ropa de nena puesta, el juego comenzó.
Estaba tan borracha
La última apuesta consistía en masturbar a uno de ellos, pero pedí cambiarla porque me daba vergüenza. Como nadie creía que esta tremenda puta podría tener vergüenza, el reto consistía en bailar para ellos como si fuese una despedida de solteros.
Me dirigieron al dormitorio para que la prostituta se prepare.
Cuando ya había sentido la pija dura de todos frotándose contra mi cola, las cosas se pusieron más picante y esos hombres querían más de mi. Estaba tan entregada que solo me dejaba manejar como una muñeca.
Más alcohol solo incrementó el morbo que se había generado y que todos estábamos disfrutando.
Despues de dejar contentos a todos esos daddys, un mensaje de texto llegó a uno de sus teléfonos. Su hijo los estaba invitando desesperadamente porque la fiesta estaba realmente buena y podía hacerlos pasar a todos.... Pero ellos no querían dejar a su putita sola, así que me llevaron.
Allí vamos!!
Otro relato de iniciación - Vacaciones con ellos - Poringa!
Todo siguió con el mismo nivel de calentura que en la anterior parte, sin embargo, algo cambió y fue desde el momento en el que se sumaron a nosotros algunos padres de los amigos de mi hermano. Eso afectó en parte el rol que me habían asignado.... o eso pensaba yo, quizá solo querían compartir con sus padres el placer de corromper a una putita como yo por su propia cuenta. Solían jugar mucho a las cartas siempre en el momento que mi hermano y sus amigos arrancaban al boliche al cual yo no podía ir porque era demasiado caro. Por lo que debía quedarme en la casa con esos maduros. Me enseñaron a jugar a las cartas con ellos, pero siempre apostaban y yo quedaba al margen, hasta que ante uno de mis berrinches afeminados (ya era broma regular) el más grandote de ellos respondió:
- Si no tenes guita no vas a jugar a ver si entendes. ¿Queres jugar en serio? Juga el celular.
- Ni en pedo! Contesté
- Ya entras perdiendo con esa cabeza. Si no, aposta un par de zapatillas que queres que te diga.
Mientras analizaba que podía poner en juego y que no me resulte fatal perderlo, otro de aquellos serios maduros (al que se lo notaba más ebrio que el resto) acotó:
- En mi tiempo lo arreglabamos con un stripoker pendejo sabes lo que durabas
Y entonces mi inocencia, calentura y perversión me llevaron a hacerle toda clase de preguntas sobre ese juego. Todas las barbaridades que iban contando fueron demasiado para mi al punto que ya tenía una pequeña erección.
- Estoy dispuesto a jugarmela!
Dije, y todos quedaron en silencio. Hasta que todos al unísono contestaron que eso servía para las ocasiones en las que había mujeres, que lo exitante resultaba de como se desprendía de la lencería a cada mano.
- Yo tengo lencería. Además ya estuve usándola en frente de los chicos.
Como nadie objetó y con la ropa de nena puesta, el juego comenzó.
Estaba tan borracha
La última apuesta consistía en masturbar a uno de ellos, pero pedí cambiarla porque me daba vergüenza. Como nadie creía que esta tremenda puta podría tener vergüenza, el reto consistía en bailar para ellos como si fuese una despedida de solteros.
Me dirigieron al dormitorio para que la prostituta se prepare.
Cuando ya había sentido la pija dura de todos frotándose contra mi cola, las cosas se pusieron más picante y esos hombres querían más de mi. Estaba tan entregada que solo me dejaba manejar como una muñeca.
Más alcohol solo incrementó el morbo que se había generado y que todos estábamos disfrutando.
Despues de dejar contentos a todos esos daddys, un mensaje de texto llegó a uno de sus teléfonos. Su hijo los estaba invitando desesperadamente porque la fiesta estaba realmente buena y podía hacerlos pasar a todos.... Pero ellos no querían dejar a su putita sola, así que me llevaron.
Allí vamos!!
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