Acéptalo: ya no te gustan las conchas.

Aún estás en negación.
Tratas de convencerte de que solo te gustan las mujeres.




¿Son preciosas no?
Pero yo sé que en lo que te fijaste fue en lo que llevaba puesto la primera chica.








Cualquier hombre quisiera tener esas lindas tetitas en sus manos para amasarlas, besarlas, morderlas y quién sabe qué más.
Tú no quieres eso. Te gustan, pero para tenerlas puestas.
No intentes negarlo, yo te conozco.




Cuando ves estas fotos, no piensas en la deliciosa concha que cualquier macho quisiera romper ni en ese culito hambriento adornado por sus plug.
No. Nada de eso.
Quieres el plug para ti.
Golosa.


No la quieres a ella.
Quieres ser ella.






Te encanta ver a putitas así mamando verga.
Pero no por lo sexys que se ven.






Tú estás viendo lo mucho que lo disfrutan las muy zorras. Sabes que les encanta.
Y entonces ves la verga que están chupando.


¿Es increíble, verdad?


Está claro que les gusta demasiado.
Mira como mueve la mano.
Cómo sonríe.
Se muere de ganas por comérsela.
Y adivina, también tú.
Por algo estás tan excitado.
¿O debería decir... excitada, pequeña zorra?










Fíjate bien:
Así acaban las putas, con la cara llena de leche de sus machos.
¿Y sabes qué?
Les encanta.
Suplicarían por eso.




Estas perras se ven felices, ¿no?
Incluso con esa correa al cuello.


Y a ti te encanta verlas así.
Porque tu quieres estar así.






No envidias a quiénes se las cogen.
Las envidias porque se las están cogiendo y a ti no.
Por cierto, ¿nunca te has preguntando por qué te gusta tanto el porno interracial donde se cogen por el culo a las pequeñas zorras blancas?
Eso es porque tú también quieres que te traten como una.
Tranquila nena, yo te entiendo.
Nadie va a culparte de nada.






Pero es que mira lo hermosas que son.
Se ven como chocolates...
Esas venas, esa dureza... te están invitando a probarlas.
Sabes que es verdad.




Hacen esas caras porque les gusta.
Quieres ser una de ellas.
¿Por qué?
Porque las vergas se ven más deliciosas que las conchas.










¿Elegirías una de esas conchas antes que a las vergas que viste?
Sabes que la respuesta es no.
Fantaseas con eso.
Es tu gusto culposo.
En tu mente eres la nena más sumisa del mundo.
Deseas ser puta.


Quieres estar así, a cuatro patas como las perras, ofreciendo el culo a un macho.








Quieres estar en castidad y sentirte deseada.
Quieres ser una esclava sexual y tratada como un objeto de placer.






Tranquila.
Lo serás.
Tienes el alma de una puta.
Te convertirás en una.
































Y vas a disfrutarlo mucho...
¿Sabes por qué?
Porque ya no te gustan las conchas.

Tú justo ahora xDxD