Me di cuenta apenas entré al aula. No solo eras la más linda. Erasdistinta a las demás. Empecé a dar la clase para vos. Creo que te diste cuentade lo que provocaba tu presencia, y rápidamente empezaste a insinuar algo más.Te cruzaste de piernas, te subiste la pollera, los botones de tu blusa sedesprendieron, me hacías preguntas con una voz ronca que apenas disimulaba tucondición y que me obligaba a acercarme a tu banco para oír mejor, y perdermeen tu perfume, en el magnetismo de tu piel. Era evidente que me mirabas elbulto cuando te mordías el labio.
Yo tenía la verga durísima y me costó un montón terminar la clase.Cuando sonó el timbre esperaste a que todas se vayan y me preguntaste si dabaclases particulares. Te dije que sí. “¿Qué días?” “Cuando vos quieras”, meanimé a responder. “Yo quiero ahora” me dijiste y me temblaron las piernas. Tesubí a mi auto y nos fuimos juntos. En el primer semáforo me acariciaste elbulto. En el segundo me la empezaste a chupar.
Estacioné en el primer telo que encontré y no me sobró el tiempo paracomerte la boca, agarrarte el culo con las dos manos y desnudarte como siestuviera pelando una fruta. Te empuje a la cama, boca abajo, y cuando la puntade mi pija se apoyo en tu ano me dijiste en un susurro que eras virgen. Elegícreerte. Te la puse despacito, y disfruté tanto de tu culo apretado, abriéndose de a poco, como un pimpollo en flor, y de tus gemidos de dolor y de placer, como de la maravillosa sensación de convertirte en mujer. Entró toda con el último empujón y el suspiro que se te escapó fue la señal para empezar a bombearte la cola.
Tu boca entreabierta, tu perfil, tuespalda arqueada, tus piernas abiertas tu cola redonda con mi pija clavada ensu centro era un espectáculo visual que me multiplicaba el goce. Te cogí conganas, enamorándome de vos con cada centímetro de mi pija que entraba en tucuerpo. Un profesor no debe coger con sus alumnas. Pero vos eras distinta,irresistible y perturbadora. Te acabé adentro y antes de que me dieras lasgracias ya te estaba comiendo la boca. Te chupé la pija y te volví a coger todala noche. Antes de separarnos, me regalaste tu bombacha y me mostraste elcelular en el que me habías grabado. “Ahora, profe, no vas a poder desaprobarme”,me dijiste. “Y me vas a tener que coger cada vez que te lo pida”. Me tenés entus manos. Y yo disfruto de cada momento que me brinda tu extorsión.
Yo tenía la verga durísima y me costó un montón terminar la clase.Cuando sonó el timbre esperaste a que todas se vayan y me preguntaste si dabaclases particulares. Te dije que sí. “¿Qué días?” “Cuando vos quieras”, meanimé a responder. “Yo quiero ahora” me dijiste y me temblaron las piernas. Tesubí a mi auto y nos fuimos juntos. En el primer semáforo me acariciaste elbulto. En el segundo me la empezaste a chupar.
Estacioné en el primer telo que encontré y no me sobró el tiempo paracomerte la boca, agarrarte el culo con las dos manos y desnudarte como siestuviera pelando una fruta. Te empuje a la cama, boca abajo, y cuando la puntade mi pija se apoyo en tu ano me dijiste en un susurro que eras virgen. Elegícreerte. Te la puse despacito, y disfruté tanto de tu culo apretado, abriéndose de a poco, como un pimpollo en flor, y de tus gemidos de dolor y de placer, como de la maravillosa sensación de convertirte en mujer. Entró toda con el último empujón y el suspiro que se te escapó fue la señal para empezar a bombearte la cola.
Tu boca entreabierta, tu perfil, tuespalda arqueada, tus piernas abiertas tu cola redonda con mi pija clavada ensu centro era un espectáculo visual que me multiplicaba el goce. Te cogí conganas, enamorándome de vos con cada centímetro de mi pija que entraba en tucuerpo. Un profesor no debe coger con sus alumnas. Pero vos eras distinta,irresistible y perturbadora. Te acabé adentro y antes de que me dieras lasgracias ya te estaba comiendo la boca. Te chupé la pija y te volví a coger todala noche. Antes de separarnos, me regalaste tu bombacha y me mostraste elcelular en el que me habías grabado. “Ahora, profe, no vas a poder desaprobarme”,me dijiste. “Y me vas a tener que coger cada vez que te lo pida”. Me tenés entus manos. Y yo disfruto de cada momento que me brinda tu extorsión.
0 comentarios - Tu profe en riesgo,sissy