El arte de entangarse

Dedicado a @nicoputon que de alguna manera me impulsó a retomar este espacio de creación. Hace poco me escribió confesándome que gracias a mis relatos había comenzado a robarle las tangas a su novia y experimentar el placer de sentirse putita.
Mi primera experiencia con una tanga fue de pendejo cuando pasaba los veranos con mi Tía (pueden repasar mis relatos de esa época.
Ella acostumbraba a dejar sus tangas diminutos colgando en el baño, así que cada mañana me levantaba temprano, y me probaba frente al espejo cada modelito. me lo metía bien en el orto ya que me apretaban bastante y enseguida mi pija se hinchaba y empezaba a soltar un líquido viscoso que empapaba la parte delantera. Me excitaba pensar que hacía tiempo mi Tía putona siempre se ponía la tanguita toda impregnada de mis efluvios adolescentes.
De a poco se me hizo costumbre, un día robé algunas de su cajón, ya que la yegua tenía docenas de todo tipo. elegí una negra, una roja y una diminuta de hilo dental también negra.
Poco a poco empecé a usarlas hasta que un día me di cuenta que era una adicto a estar entangado.
Con la vida adulta, me hice un hombre hecho y derecho pero siempre con el orto dividido por esa tela que me excitaba a más no poder. Tía lo sabía y para mi cumpleaños me regalaba algunas que elegía personalmente. Ella me mandaba fotos cuando se las probaba y yo elegía de acuerdo a cómo le quedaban en ese culo redondo y moreno.
Era un secreto entre nosotros.

Por mi trabajo y dado que paso mucho tiempo sentado conduciendo (soy camionero), la tanga me ayuda a pasar las largas horas por las rutas ya que me mantiene caliente tanto el orto como la pija.
Un día como tantos otros, paré en una estación de servicio a ducharme y descansar. La rutina típica en nuestro trabajo.

Al entrar al baño me encuentro con 2 viejos colegas y amigotes que estaban boludeando en bolas en el vestuario. Los saludé a lo macho y pretendí ingresar a una ducha que tenía puerta.
- Eh! culiao! vení con nosotros, qué pasa ahora te duchas sólo!?
- Sí! este siempre se ducha sólo el culiao! - se rió el otro
Más que incómodo por la situación les expliqué que no me gustaba andar en bolas delante de otros machos, que eso era de putos...
- Jajaja! Putos dice!- exclamó el más gordo- acá no hay putos campeón! ue alguna vez nos comamos un trava no indica que nos guste la pija- mientras decía eso se enjabonaba las bolas y su pija estaba amorcillada y más grande que cuando había comenzado la charla. El otro era más joven y muy fornido, tenía la verga colgando, depilada y era sencillamente enorme.

-Dale vení!- dijo el gordo agarrándome de las dos manos mientras el otro me bajaba el jogging de un tirón...
-Apa! mirá el machazo! jajaja- no podían parar de mirar mi orto redondo, duro y entangado.
-Tenés un culito de mina! te depilás, culiao! jajaja!
No podía más de la verguenza, y curiosamente la situación me había provocado una semierección que el más joven notó inmediatamente...
-Uff mirá, mirá, encima se calentó el putazo! jajaja


(continuará! bah si les interesa que continúe... aquí estoy de vuelta!