Hola, les relato mi primera y hasta ahora mejor experiencia gayque he tenido. Son muchas las veces que he entrado a leer relatos eróticos deincesto padre e hijo que por desgracia son bastante escasos, por eso me hedecidido a contar mi historia:
Soy un chica trans español, de Madrid, muy bien formado, pelo teñido y con bronceado en la piel, bastante guapaa decir por el éxito que he cosechado entre chicos y chicas, cuerpo atlético, ysin calzar demasiado mal de miembro, unos 17 cm, además sin nada de pluma, quizásmi look tiene un aire de medio putita . Aunque ahora tengo 24 años, estahistoria que aquí paso a relatarles me sucedió cuanto contaba tan sólo 18 años reciéncumplidos.
Siempre sentí una gran admiración por mi padre, en realidad porlos hombres maduros de entre 35 y 45 años, sin ser gay (o sin saber que loera), desde pequeño me gustaba observar a todos esos señores mayores, podríadecirse que me atraían sus físicos fuertes, peludos y dominantes, no por morbo,sino por admiración, por el deseo de tener a uno como ellos cuando tuviera su edad.
Siempre me gustaron las chicas, delgadas, rubias y con buenospechos. Ya con cierta edad en mi juventud me acosté con una amiga delinstituto, creo que una edad bastante precoz. Ella fue la primera y despuésvinieron bastantes más... pero siempre ocurría lo mismo: después de lostocamientos , los besos, mi excitación y el erotismo de la situación.... medisponía a penetrarlas pero un dolor insoportable me venía a la polla, al finalsiempre me terminaba corriendo haciendome un buen pajote delante de ellas ycorriéndome en sus caras o pechos me di cuenta siendo muy joven que realmentedeseaba ser chica y sentír lo que ellas sentían.
Así fueron las cosas hasta que cumplí los 18 ya había pasado pormi tratamiento de Hormnas y cirujias plásticas de amento de tetas entre otras yviendo y escuchando a mis demás colegas cómo se follaban a sus chicas y losatisfactorio que ello les resultaba decidí hablar con mi padre a solas, dehombre a hombre. Por aquél entonces él tenía unos 43 años, sus años jugando alfútbol se notaban en sus piernas fuertes y gordas, y aunque los años estabanhaciendo que su barriga creciera aún mantenía un abdomen fuerte y algo marcado,con unos pectorales duros y prominentes. La verdad es que mi padre siempre hasido un señor muy atractivo, varonil y muy machote. Y ya se le empezaban anotar algunas canas en las sienes y en el pecho que tenía muy poblado conabundante pelo rizado.
Una noche que mi hermana se había quedado a dormir en casa de unaamiga para hacer una fiesta de pijama y madre pasaba la noche en el hospitalcon mi abuela que estaba ingrasada me dispuse a contarle a mi padre lo que mepasaba. Toda la tarde estube dándole vueltas a la cabeza si saber cómo decírselo,hablar de esos temas con mi familia me daba mazo de palo.
Sobre las nueve de la noche mi padre venía de trabajar, así que mesenté en el sofá de casa a esperar su llegada, estaba viendo la televisióncuando escuché la llave y la puerta que se abría, como de costumbre me acerquéa él y le di un beso y yo volví a sentarme para seguir viendo la tele. Él entróen su habitación a darse un baño y a ponerse más cómodo. Los nervios me estabaninvadiendo por momentos.
Yo me dispuse a preparar la cena, algo ligero para la noche. Élsalió de su cuarto con una camiseta que dejaba ver a la perfección sus grandesbiceps y unos calzoncillos, lo justo para estar cómodo.
Cenamos, yo recogí la mesa y se quedó sentado en su sillón viendola tele, yo me fui a dar un baño y al rato salí al salón con una camiseta sinsosten y el pantalón de mi pijama, esa noche no me puse una tanga y el sostén deportivosolo para dormir, imagino que por que así estaría más cómodo.
Me senté el sofá, cerca de donde él estaba, y por fin me armé devalor:
-Papá, tengo que hablar contigo.
Él me miró con aire serio y se incorporó. -¿qué te pasa linda?.
-Verás, tu sabes que hace ya tiempo que ando con chicas y mecambie de sexo ... -me miró y me sonrió- ...sí, y ya he practicado sexo conellas... -él asentaba con la cabeza con cada cosa que yo decía, se sentíaorgulloso de su hijotrans- ... pero cada vez que intento penetrarlas me dueleen la punta del pene y nunca puedo terminar lo que he empezado.
Hice una pausa, y él me miró pensativo. Yo volví a decir:
-Me daba mucho corte contártelo, esto me lleva pasando desde miprimera vez hace años
Él me miró, sonrió y me contestó:
Pobre la verdad es que sucede porque tu inconsciente te dice querealmente no quieres estar con chicas , si no que realmente lo que quieres esestar con un hombre deberías de pensar en quitarte el miembro y hacerte lavaginoplastia para que seas mujer completa..
Yo asenté con la cabeza y quedé pensativo mirándole fijamente. Élsiguió hablando:
-Deberíamos ir al médico para que te viera y así que te puedaoperar para que no te preocupes más. A ver, enséñamela para ver cómo está.
Yo me puse de pie y él seguí sentado, era una conversación de lomás normal y ni por un momento se me pasaron otras ideas por la cabeza, yo creoque a él tampoco.
Me bajé los pantalones del pijama y dejé al aire mi polla, flácidaclaro está.
Él la miró detenidamente y con dos dedos la cogió.
-No te molesta que te toque aquí... ¿verdad?
-No, que va, no te preocupes Papá.
-A ver, si te echo el pellejo así, hacia atras, ¿te duele?
-No, ahora mismo no, sólo me duele cuando me empalmo.
-Ah, vaya... -respondió y siguió tocando con sus dos dedos,echando el pellejo hacia delante y hacia atrás, observando.
Como es natural mi polla empezó a crecer, empezaba a estar cadavez mas dura y gorda, por aquel entonces me debería de medir unos 16 cm. Él sedio cuenta y sonrió:
-Anda, si te estas empalmando
Yo respondí: -Jo, es normal, ¿no?
-Claro que sí hijo mío... -Y él también sonrió- ...te voy a enseñarmi polla para que veas como yo me echo el pellejo hacia atrás, y aprende,¿vale?
-Ok, Papá.
Yo me senté en el sofá, aún mantenía mi erección y él se puso depie, se bajó los canzoncillos y pude ver la polla de mi padre dormida, nuncaantes la había visto. La verdad es que era una buena polla, aún sin empalmarera enorme, larga y gorda, de color oscuro y se le marcaban gordas venas,adetrás quedaban unos huevos igualmente enormes y muy oscuros, cubiertos deabundante vello negro y rizado. No quería ni imaginar cómo sería aquella trancauna vez que tomara vida, y la tenía a escason centímetros de mí.
Se masajeó un poco subiendo con la mano desde los huevos hasta lapolla, el calzoncillo se la había dejado un tanto pegada al escroto. El pellejocubría por completo su capullo. Cogió su polla con una mano y se corrió elpelejo hacia atrás dejando al aire un glande rojo y redondo. Volvió a cubrir elcapullo y repitió la misma operación dos o tres veces, dejando el glande cubiertode nuevo.
-¿Ves?, cuando te operes no vas a tener más problemas. - Y quedóde pie en frente de mí.
-Papá, ¿puedo probar yo también?
-Claro que sí hijo, mira, cógela con una mano, y haz como yo lo hehecho.
Yo cogí si polla con una mano sin poder cerrarla del todo y medispuse a hacer lo mismo que él había hecho. Eché su pellejo hacia atrás yhacia delante, veía como su cabezota a somaba y se escondía.
-Jo, Papá, qué grande se siente
-Es normal hijo, algún dia tendras una polla asi para ti solo.Pero si sigues con tu mano vas a conseguir que esto crezca.
-Claro hombre, a todos los tíos nos pasa lo mismo
Yo le sonreí. -¿A ver?... está creciendo!!...- mi padre adquirióun aire serio pero no me quitaba la mano de su polla, sólo se limitaba a observarme.Yo en cambio, seguía aferrado a su mástil meneando mi mano sin que mi pollapudiera bajar.
Setí como mi padre lanzaba un suspiro, yo le miré y me encontrécon su mirada, me sonrió. Por fin la polla llegó a su plenitud, uff!, casi nome cabía en la mano, debería de tener unos 20 o 25 centímetros, además eraenormemente gorda. Yo paré de mover mi mano y le solté la polla, allí la tenñiadelante de mí, tiesa y llena de vida, la observé durante unos minutos y pudeapreciar cada una de sus venas. Yo la estaba mirando maravillado y con la bocaabierta. Pude ver cómo de la punta salía una pequeña gota de líquidopreseminal, y acercando la punta del dedo la cogí, saqué la lengua y allí ladeposité, saboreé... tenía un gusto algo salado.
Mi padre me estaba mirando sin decir palabra, le miré y nosronreímos, lo veíamos como un pequeño juego pero sin pensar en nada más, algonatural.
-Esto es lo que pasa cuando un tío se excita, ya lo sabes... - medijo mi padre.
-Ya lo sé Papá, y si hubiera seguido hubieras terminadocorriéndote
-Pues claro hijo... - me respondió - ... lo que pasa es que yocuando me masturbo me tengo que poner un poco de saliva en la punta para que elpeyejo corrar mejor hacia atrás.
-¿Sí?... eso no lo sabía!... -respondí, y volví a agarrarle lapolla intentando echar su pellejo hacia atrás, noté que su capullo se habíaresecado un poco y me costaba un pelín de trabajo... - ¿te duele Papá?
-No hijo, pero con un poco de saliva va mejor.
Yo instintivamente, me acerqué y con un poco de saliva acumuladaen mi lengua, se la pasé por el capullo, no creo que pensara lo que estaba habiendo,tan sólo lo hice sin más, mi padre lanzó otro pequeño suspiro pero no dijonada. Al acercarme pude sentir un olor a macho, a pesar de que acababa deducharche, que me excitó aún más. Me acerqué de nuevo e introduje todo suglande en mi boca.
Pasé mi lengua por su pequeño orificio por donde sale el orín, ycubrí todo su capullo con mis labios, con mi mano seguía masajeando eseterrible tronco. A la vez miré a mi padre que entreabrió sus labios dejandoescapar otro suspiro colocando su mano detrás de mi cabeza, hizo un poco depresión hacia sí e me introdujo su polla unos cuantos centímetros más en miboca... casi no me cabía, tube que abrir mi boca al máximo... estaba saboreandosu polla...
-¿Te gusta?... - me dijo entre suspiro y suspiro- ... así... asíse hace, eso es, sigue
Yo seguía comiéndome ese gran nabo cada vez más profundo, estaba disfrutandode esa situación a tope, y con mi otra mano pasé a mastúrbame yo mismo.
Los movimientos se hicieron cada vez más rápidos y pude notar cómosu polla se hacía cada vez más grande, tomaba una mayor rigidez. Mi padre meagarró más fuerte de la cabeza, dió un gran suspiro e introduciendo todo si miembroen mi boca sentí como se corría en mi garganta.
Sentí todo su semen bajando hasta el estómago, era cálido, espesoy abundante... me encantó.
Al sacarla de mi boca dejó un hilo de su corrida desde mi lengua asu polla que yo pronto hice por volver a llevármelo de nuevo hacia mí. Le limpiéde nuevo el glande.
-¿Te ha gustado hijo? - me preguntó
-Sí, Pápa, me ha flipado - respondí yo con la boca aún abierta.
Me miró, sonrió, y me levanto de los brazos y me colocó encima delsofá boca a bajo, terminó de quitarme la tanga que tenia de pijama y me sacó elsostén deportivo que cubria mis tetas no hace mucho recién operadas y grandes.
-A ver si esto ahora te gusta más - me dijo
Yo no respondí, sólo me dejaba hacer.
Se colocó detrás de mí, se agachó y sentí como sus grandes manosme tocaban mis glúteos, me masajeaban el culo, y de rozaba con su dedo índicemi pequeño orificio. Yo, al sentir esa caricia, suspiré y reconozco que me abríun poco más, por inercia levanté un poco más mi culo para dejarle hacer...
Abrió un poco más mis gluteos y acercó su lengua a mi ano, notabala humedad de su potente lengua impregnándome todo mi ano, me relajé, y miesfínter también... yo rozaba el delirio y mis jadeos se hicieron másrápidos... me sentía al borde de la calentura.
Él lo notó, y a la vez que jugaba con su lengua fue masajeando eintroduciendo un dedo, yo di un pequeño sobresalto, pero en seguida me relajé.A ese dedo siguió otro más... mi padre me estaba dilatando y yo era un mar deplacer.
Cuando pudo introducir sus dos dedos sin mucha resistencia seacercó a mi oido y en un susurro me dijo:
-Ya está preparado...
Yo no supe bien a qué se refería hasta que sentí todo su cuerpoencima de mí, rozándome, me agarró con sus dos brazos por los hombros eintrodujo uno de sus dedos en mi boca que yo no tardé en devorar. Sentía lapresión de su polla en mi esfínter, cómo intentaba entrar poco a poco. Sentíalgo de dolor, me no dije nada, dejé que mi culo fuera violado por ese grancuerpo extraño, que se fuera haciendo camino.
Poco a poco fue introduciendo la totalidad de su polla dentro demí, al principio con un poco de dificultad, sentí que sus huevos se pegaban alos míos, sus pelos rozaban con mi culo... era una sensación indescriptible. Mipadre se paró por unos momentos con todo su miembro dentro de mí, mi culo seadaptó a su tamaño y empezó a moverse de manera armoniosa... metía y sacaba supolla, yo sentía como hacía todo el recorrido dentro de mi culo.
Yo estaba vibrando de placer, estaba a punto de correrme pero me contuve.Eso hizo que apretara la paredes de mi ano contra su polla, lo que le hacía ami padre mayor obstáculo pero a la vez mayor presión... se estaba volviendoloco por momentos, me gritaba al oído, sentía todo el calor de su aliento y susjadeos en mi nuca, era como un caballo en celo montando a su yegua.
Yo seguía cogido con sus brazos y al cabo de unos minutos esosmovimientos se hicieron más intesos hasta que sentí en mi oido un grito, y enentrañas se llenaron de líquido caliente... se había derramado por completodentro de mí. Sentía su pesado cuerpo lleno de sudor sobre el mío... Yo, sintocarme y con el roce de los cojines en mi polla terminar por descargar todo misemen acumulado... lancé un fuerte jadeo y me corrí... seguía sintiendo larespiración de mi padre en la oreja... me tenía abrazado y a los pocos minutosme sacó todo su rabo de mi culo, se irguió y se puso de pie. Yo sentía mi anoardiendo y como correaba por él un poco de su semen.
Yo quedé tumbado en la misma posición y al poco me incorporé... via mi padre que me miraba, y con una media sonrisa de satisfacción comenzó aponerse de nuevo sus calzoncillos. Salió del salón sin decir palabra y se fue asu cuarto.
Yo quedé extasiado durante un rato más en el sofá, no me creía loque había pasado, pero a la vez me sentía satisfecho. Hice lo mismo que él, mevestí y me fui a mi cuarto.
Pensé que nunca más se volvería a repetir pero a escondidas me convertíen su amante y él le encanta follarme, cada vez que lo hacemos nos sentimos másunidos inclusive siento celos de mi madre que puede dormir con él todas lasnoches, ni tampoco se habló sobre ese tema, sí pude comprobar que entre mipadre y yo se había creado una complicidad difícil de romper.
Al mes siguiente me estaba operando en una vaginoplastia... mi nuevavagina ya era una más dispuesta a ser utilizada, pero no por chicas, sino porchicos, tíos, y señores, en definitiva, machos muy machos, hombresverdaderamente viriles... como toros en la cama.
... Y... éste es mi relato; si te ha gustado y has disfrutado conél puedes escribirme a @hotmail.comy decirme lo que te parezca... y todo es posible que puedas llegar a probar tútambién lo que mi padre hizo aquella noche conmigo, lástima que ahora soy sumujer.
Un saludo
Soy un chica trans español, de Madrid, muy bien formado, pelo teñido y con bronceado en la piel, bastante guapaa decir por el éxito que he cosechado entre chicos y chicas, cuerpo atlético, ysin calzar demasiado mal de miembro, unos 17 cm, además sin nada de pluma, quizásmi look tiene un aire de medio putita . Aunque ahora tengo 24 años, estahistoria que aquí paso a relatarles me sucedió cuanto contaba tan sólo 18 años reciéncumplidos.
Siempre sentí una gran admiración por mi padre, en realidad porlos hombres maduros de entre 35 y 45 años, sin ser gay (o sin saber que loera), desde pequeño me gustaba observar a todos esos señores mayores, podríadecirse que me atraían sus físicos fuertes, peludos y dominantes, no por morbo,sino por admiración, por el deseo de tener a uno como ellos cuando tuviera su edad.
Siempre me gustaron las chicas, delgadas, rubias y con buenospechos. Ya con cierta edad en mi juventud me acosté con una amiga delinstituto, creo que una edad bastante precoz. Ella fue la primera y despuésvinieron bastantes más... pero siempre ocurría lo mismo: después de lostocamientos , los besos, mi excitación y el erotismo de la situación.... medisponía a penetrarlas pero un dolor insoportable me venía a la polla, al finalsiempre me terminaba corriendo haciendome un buen pajote delante de ellas ycorriéndome en sus caras o pechos me di cuenta siendo muy joven que realmentedeseaba ser chica y sentír lo que ellas sentían.
Así fueron las cosas hasta que cumplí los 18 ya había pasado pormi tratamiento de Hormnas y cirujias plásticas de amento de tetas entre otras yviendo y escuchando a mis demás colegas cómo se follaban a sus chicas y losatisfactorio que ello les resultaba decidí hablar con mi padre a solas, dehombre a hombre. Por aquél entonces él tenía unos 43 años, sus años jugando alfútbol se notaban en sus piernas fuertes y gordas, y aunque los años estabanhaciendo que su barriga creciera aún mantenía un abdomen fuerte y algo marcado,con unos pectorales duros y prominentes. La verdad es que mi padre siempre hasido un señor muy atractivo, varonil y muy machote. Y ya se le empezaban anotar algunas canas en las sienes y en el pecho que tenía muy poblado conabundante pelo rizado.
Una noche que mi hermana se había quedado a dormir en casa de unaamiga para hacer una fiesta de pijama y madre pasaba la noche en el hospitalcon mi abuela que estaba ingrasada me dispuse a contarle a mi padre lo que mepasaba. Toda la tarde estube dándole vueltas a la cabeza si saber cómo decírselo,hablar de esos temas con mi familia me daba mazo de palo.
Sobre las nueve de la noche mi padre venía de trabajar, así que mesenté en el sofá de casa a esperar su llegada, estaba viendo la televisióncuando escuché la llave y la puerta que se abría, como de costumbre me acerquéa él y le di un beso y yo volví a sentarme para seguir viendo la tele. Él entróen su habitación a darse un baño y a ponerse más cómodo. Los nervios me estabaninvadiendo por momentos.
Yo me dispuse a preparar la cena, algo ligero para la noche. Élsalió de su cuarto con una camiseta que dejaba ver a la perfección sus grandesbiceps y unos calzoncillos, lo justo para estar cómodo.
Cenamos, yo recogí la mesa y se quedó sentado en su sillón viendola tele, yo me fui a dar un baño y al rato salí al salón con una camiseta sinsosten y el pantalón de mi pijama, esa noche no me puse una tanga y el sostén deportivosolo para dormir, imagino que por que así estaría más cómodo.
Me senté el sofá, cerca de donde él estaba, y por fin me armé devalor:
-Papá, tengo que hablar contigo.
Él me miró con aire serio y se incorporó. -¿qué te pasa linda?.
-Verás, tu sabes que hace ya tiempo que ando con chicas y mecambie de sexo ... -me miró y me sonrió- ...sí, y ya he practicado sexo conellas... -él asentaba con la cabeza con cada cosa que yo decía, se sentíaorgulloso de su hijotrans- ... pero cada vez que intento penetrarlas me dueleen la punta del pene y nunca puedo terminar lo que he empezado.
Hice una pausa, y él me miró pensativo. Yo volví a decir:
-Me daba mucho corte contártelo, esto me lleva pasando desde miprimera vez hace años
Él me miró, sonrió y me contestó:
Pobre la verdad es que sucede porque tu inconsciente te dice querealmente no quieres estar con chicas , si no que realmente lo que quieres esestar con un hombre deberías de pensar en quitarte el miembro y hacerte lavaginoplastia para que seas mujer completa..
Yo asenté con la cabeza y quedé pensativo mirándole fijamente. Élsiguió hablando:
-Deberíamos ir al médico para que te viera y así que te puedaoperar para que no te preocupes más. A ver, enséñamela para ver cómo está.
Yo me puse de pie y él seguí sentado, era una conversación de lomás normal y ni por un momento se me pasaron otras ideas por la cabeza, yo creoque a él tampoco.
Me bajé los pantalones del pijama y dejé al aire mi polla, flácidaclaro está.
Él la miró detenidamente y con dos dedos la cogió.
-No te molesta que te toque aquí... ¿verdad?
-No, que va, no te preocupes Papá.
-A ver, si te echo el pellejo así, hacia atras, ¿te duele?
-No, ahora mismo no, sólo me duele cuando me empalmo.
-Ah, vaya... -respondió y siguió tocando con sus dos dedos,echando el pellejo hacia delante y hacia atrás, observando.
Como es natural mi polla empezó a crecer, empezaba a estar cadavez mas dura y gorda, por aquel entonces me debería de medir unos 16 cm. Él sedio cuenta y sonrió:
-Anda, si te estas empalmando
Yo respondí: -Jo, es normal, ¿no?
-Claro que sí hijo mío... -Y él también sonrió- ...te voy a enseñarmi polla para que veas como yo me echo el pellejo hacia atrás, y aprende,¿vale?
-Ok, Papá.
Yo me senté en el sofá, aún mantenía mi erección y él se puso depie, se bajó los canzoncillos y pude ver la polla de mi padre dormida, nuncaantes la había visto. La verdad es que era una buena polla, aún sin empalmarera enorme, larga y gorda, de color oscuro y se le marcaban gordas venas,adetrás quedaban unos huevos igualmente enormes y muy oscuros, cubiertos deabundante vello negro y rizado. No quería ni imaginar cómo sería aquella trancauna vez que tomara vida, y la tenía a escason centímetros de mí.
Se masajeó un poco subiendo con la mano desde los huevos hasta lapolla, el calzoncillo se la había dejado un tanto pegada al escroto. El pellejocubría por completo su capullo. Cogió su polla con una mano y se corrió elpelejo hacia atrás dejando al aire un glande rojo y redondo. Volvió a cubrir elcapullo y repitió la misma operación dos o tres veces, dejando el glande cubiertode nuevo.
-¿Ves?, cuando te operes no vas a tener más problemas. - Y quedóde pie en frente de mí.
-Papá, ¿puedo probar yo también?
-Claro que sí hijo, mira, cógela con una mano, y haz como yo lo hehecho.
Yo cogí si polla con una mano sin poder cerrarla del todo y medispuse a hacer lo mismo que él había hecho. Eché su pellejo hacia atrás yhacia delante, veía como su cabezota a somaba y se escondía.
-Jo, Papá, qué grande se siente
-Es normal hijo, algún dia tendras una polla asi para ti solo.Pero si sigues con tu mano vas a conseguir que esto crezca.
-Claro hombre, a todos los tíos nos pasa lo mismo
Yo le sonreí. -¿A ver?... está creciendo!!...- mi padre adquirióun aire serio pero no me quitaba la mano de su polla, sólo se limitaba a observarme.Yo en cambio, seguía aferrado a su mástil meneando mi mano sin que mi pollapudiera bajar.
Setí como mi padre lanzaba un suspiro, yo le miré y me encontrécon su mirada, me sonrió. Por fin la polla llegó a su plenitud, uff!, casi nome cabía en la mano, debería de tener unos 20 o 25 centímetros, además eraenormemente gorda. Yo paré de mover mi mano y le solté la polla, allí la tenñiadelante de mí, tiesa y llena de vida, la observé durante unos minutos y pudeapreciar cada una de sus venas. Yo la estaba mirando maravillado y con la bocaabierta. Pude ver cómo de la punta salía una pequeña gota de líquidopreseminal, y acercando la punta del dedo la cogí, saqué la lengua y allí ladeposité, saboreé... tenía un gusto algo salado.
Mi padre me estaba mirando sin decir palabra, le miré y nosronreímos, lo veíamos como un pequeño juego pero sin pensar en nada más, algonatural.
-Esto es lo que pasa cuando un tío se excita, ya lo sabes... - medijo mi padre.
-Ya lo sé Papá, y si hubiera seguido hubieras terminadocorriéndote
-Pues claro hijo... - me respondió - ... lo que pasa es que yocuando me masturbo me tengo que poner un poco de saliva en la punta para que elpeyejo corrar mejor hacia atrás.
-¿Sí?... eso no lo sabía!... -respondí, y volví a agarrarle lapolla intentando echar su pellejo hacia atrás, noté que su capullo se habíaresecado un poco y me costaba un pelín de trabajo... - ¿te duele Papá?
-No hijo, pero con un poco de saliva va mejor.
Yo instintivamente, me acerqué y con un poco de saliva acumuladaen mi lengua, se la pasé por el capullo, no creo que pensara lo que estaba habiendo,tan sólo lo hice sin más, mi padre lanzó otro pequeño suspiro pero no dijonada. Al acercarme pude sentir un olor a macho, a pesar de que acababa deducharche, que me excitó aún más. Me acerqué de nuevo e introduje todo suglande en mi boca.
Pasé mi lengua por su pequeño orificio por donde sale el orín, ycubrí todo su capullo con mis labios, con mi mano seguía masajeando eseterrible tronco. A la vez miré a mi padre que entreabrió sus labios dejandoescapar otro suspiro colocando su mano detrás de mi cabeza, hizo un poco depresión hacia sí e me introdujo su polla unos cuantos centímetros más en miboca... casi no me cabía, tube que abrir mi boca al máximo... estaba saboreandosu polla...
-¿Te gusta?... - me dijo entre suspiro y suspiro- ... así... asíse hace, eso es, sigue
Yo seguía comiéndome ese gran nabo cada vez más profundo, estaba disfrutandode esa situación a tope, y con mi otra mano pasé a mastúrbame yo mismo.
Los movimientos se hicieron cada vez más rápidos y pude notar cómosu polla se hacía cada vez más grande, tomaba una mayor rigidez. Mi padre meagarró más fuerte de la cabeza, dió un gran suspiro e introduciendo todo si miembroen mi boca sentí como se corría en mi garganta.
Sentí todo su semen bajando hasta el estómago, era cálido, espesoy abundante... me encantó.
Al sacarla de mi boca dejó un hilo de su corrida desde mi lengua asu polla que yo pronto hice por volver a llevármelo de nuevo hacia mí. Le limpiéde nuevo el glande.
-¿Te ha gustado hijo? - me preguntó
-Sí, Pápa, me ha flipado - respondí yo con la boca aún abierta.
Me miró, sonrió, y me levanto de los brazos y me colocó encima delsofá boca a bajo, terminó de quitarme la tanga que tenia de pijama y me sacó elsostén deportivo que cubria mis tetas no hace mucho recién operadas y grandes.
-A ver si esto ahora te gusta más - me dijo
Yo no respondí, sólo me dejaba hacer.
Se colocó detrás de mí, se agachó y sentí como sus grandes manosme tocaban mis glúteos, me masajeaban el culo, y de rozaba con su dedo índicemi pequeño orificio. Yo, al sentir esa caricia, suspiré y reconozco que me abríun poco más, por inercia levanté un poco más mi culo para dejarle hacer...
Abrió un poco más mis gluteos y acercó su lengua a mi ano, notabala humedad de su potente lengua impregnándome todo mi ano, me relajé, y miesfínter también... yo rozaba el delirio y mis jadeos se hicieron másrápidos... me sentía al borde de la calentura.
Él lo notó, y a la vez que jugaba con su lengua fue masajeando eintroduciendo un dedo, yo di un pequeño sobresalto, pero en seguida me relajé.A ese dedo siguió otro más... mi padre me estaba dilatando y yo era un mar deplacer.
Cuando pudo introducir sus dos dedos sin mucha resistencia seacercó a mi oido y en un susurro me dijo:
-Ya está preparado...
Yo no supe bien a qué se refería hasta que sentí todo su cuerpoencima de mí, rozándome, me agarró con sus dos brazos por los hombros eintrodujo uno de sus dedos en mi boca que yo no tardé en devorar. Sentía lapresión de su polla en mi esfínter, cómo intentaba entrar poco a poco. Sentíalgo de dolor, me no dije nada, dejé que mi culo fuera violado por ese grancuerpo extraño, que se fuera haciendo camino.
Poco a poco fue introduciendo la totalidad de su polla dentro demí, al principio con un poco de dificultad, sentí que sus huevos se pegaban alos míos, sus pelos rozaban con mi culo... era una sensación indescriptible. Mipadre se paró por unos momentos con todo su miembro dentro de mí, mi culo seadaptó a su tamaño y empezó a moverse de manera armoniosa... metía y sacaba supolla, yo sentía como hacía todo el recorrido dentro de mi culo.
Yo estaba vibrando de placer, estaba a punto de correrme pero me contuve.Eso hizo que apretara la paredes de mi ano contra su polla, lo que le hacía ami padre mayor obstáculo pero a la vez mayor presión... se estaba volviendoloco por momentos, me gritaba al oído, sentía todo el calor de su aliento y susjadeos en mi nuca, era como un caballo en celo montando a su yegua.
Yo seguía cogido con sus brazos y al cabo de unos minutos esosmovimientos se hicieron más intesos hasta que sentí en mi oido un grito, y enentrañas se llenaron de líquido caliente... se había derramado por completodentro de mí. Sentía su pesado cuerpo lleno de sudor sobre el mío... Yo, sintocarme y con el roce de los cojines en mi polla terminar por descargar todo misemen acumulado... lancé un fuerte jadeo y me corrí... seguía sintiendo larespiración de mi padre en la oreja... me tenía abrazado y a los pocos minutosme sacó todo su rabo de mi culo, se irguió y se puso de pie. Yo sentía mi anoardiendo y como correaba por él un poco de su semen.
Yo quedé tumbado en la misma posición y al poco me incorporé... via mi padre que me miraba, y con una media sonrisa de satisfacción comenzó aponerse de nuevo sus calzoncillos. Salió del salón sin decir palabra y se fue asu cuarto.
Yo quedé extasiado durante un rato más en el sofá, no me creía loque había pasado, pero a la vez me sentía satisfecho. Hice lo mismo que él, mevestí y me fui a mi cuarto.
Pensé que nunca más se volvería a repetir pero a escondidas me convertíen su amante y él le encanta follarme, cada vez que lo hacemos nos sentimos másunidos inclusive siento celos de mi madre que puede dormir con él todas lasnoches, ni tampoco se habló sobre ese tema, sí pude comprobar que entre mipadre y yo se había creado una complicidad difícil de romper.
Al mes siguiente me estaba operando en una vaginoplastia... mi nuevavagina ya era una más dispuesta a ser utilizada, pero no por chicas, sino porchicos, tíos, y señores, en definitiva, machos muy machos, hombresverdaderamente viriles... como toros en la cama.
... Y... éste es mi relato; si te ha gustado y has disfrutado conél puedes escribirme a @hotmail.comy decirme lo que te parezca... y todo es posible que puedas llegar a probar tútambién lo que mi padre hizo aquella noche conmigo, lástima que ahora soy sumujer.
Un saludo
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