Hola amores, aquí va la tercera y última parte de mi relato hipnosis sissy
Disfruten ♥
Primera parte: http://www.poringa.net/posts/trans/3373836/Hipnosis-sissy.html
Segunda parte: http://www.poringa.net/posts/trans/3377099/Hipnosis-sissy-II.html
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Los días pasaban y yo me sentía cada vez más femenina, el doctor me había despojado de toda masculinidad y mi mente estaba absolutamente corrompida tal y como el lo había planificado para mi. Sin embargo aún faltaba dar el último gran paso para lograr mi feminización y ser aquello que toda sissy desea... UNA MUJER...
La última fase de mi sissyficación consistía en atrofiar por completo mi pene, hasta el punto que el mismo ya no sufriera una erección y que todo el placer que recibiera fuese a través de la estimulación anal. El Doctor solía decirme que no tenia nada de que preocuparme, que no iba a abandonar el placer, que igualmente iba a poder tener orgasmos anales que me iban a seguir mojando la entrepierna. Solo que mi pene luego del proceso seria un artefacto inútil para conseguir este orgasmo.
No fue difícil de comprender, ya que yo ya era consciente de que para llegar al nirvana del placer en ningún momento necesité que estimularan mi pene, el cual era tan pequeño debido a la hormonización que oficiaba como mi clítoris sissy.
Y así fue como comencé con la instrucciones del Doctor. Para reducir mis erecciones cuando estaba excitada utilizada una jaula de castidad, la cual me incomodó los primeros días, pero con el tiempo me acostumbre a utilizarla y ya ni me daba cuenta que la utilizaba.
El Doctor me recomendó masturbarme analmente al menos 3 o 4 veces a la semana con la la jaula de castidad. Ya que así me acostumbraría al placer sin erección. Las primeras veces mi pequeño clítoris se resistió e intento levantarse, pero al hacerlo se encontró con la jaula que no le permitía crecer. Eso me provocaba un intenso dolor allí que me hacia gemir con intensidad. Pero luego de varias sesiones de practica mi pene comprendió que no debía intentar una erección, a lo que permaneció flácido e inmóvil, mientras mi cola disfrutaba.
Los dildos que utilizaba para masturbarme eran cada vez más gruesos, para seguir expandiendo mi dilatación anal...
Pero mi proceso no solo implicaba aquellas sesiones de castidad, sino que también consistía en tener un plug anal en conjunto con la jaula en todo momento. De esa forma me acostumbraría a la presión en mi ano sin erección, y lo que a futuro me provocaría un deseo rabioso de tener algo dentro de mi constantemente, ya que sino me sentía incompleta.
Los artefactos que el doctor me había brindado para esta última fase me combinaban con la ropa interior y no me molestaban para utilizar mis bragas.
Me había acostumbrado tanto a ellos y a vestir de mujer, que ya no concebía otro rol para mi.
Ya había alejado todo prejuicio o atadura, el tratamiento había formado en mi un cuerpo femenino, no había porque ocultar mi verdadera identidad.
Por eso decidí realizar mi vida cotidiana como realmente era: UNA MUJER.
Perdí muchas personas por mi decisión, pero conserve a mis verdaderos amigos y amigas.
Muchos de los cuales me ayudaron en el proceso y les agradezco ;)
Con el tiempo comencé a asistir a los bares o eventos públicos con mi nuevo rol y para mi sorpresa era una chica bastante codiciada ...
Y de vez en cuando terminaba en la cama de algún papito ♥
El sexo era cada vez más placentero, a pesar de no tener erección.
Era la hembra sumisa que estaba destinada a ser y siempre me arrodillaba ante el miembro de un macha alfa...
Para mi era muy importante dejarlos satisfechos.
El secreto entre voces y la fama es el poder de toda sissy.
Por ello dejaba todo mamando sus penes...
No frenaba hasta recibir el premio final. Me encantaba que me acaben en la cara, me había hecho adicta al semen.
Había aprendido a seducir de tal forma a los hombres que al llegar a la cama se morían por penetrarme. Mi mirada había dejado de ser tímida y pasó a ser una mirada penetrante. Que difícilmente los hombres pudieran resistir y olvidar.
En el transcurso de mi ultima fase de feminización, explore mi sexualidad al máximo. Y recibí en el transcurso de pocos meses las mejores penetraciones de mi vida.
No hay gemido que pueda explicar el placer que sentía
Tuve en mi cama a cuanto macho fue necesario.
Y me acabaron infinidad de veces dentro de la cola
Algo que aumentaba mi perversión al tope
Pero no importaba que tan fuerte fuera el estimulo ni que tan excitada estuviera, mi clítoris permanecía flácido e inservible.
Mi feminización estaba casi completa. Me miraba al espejo y no podía creer en lo que me había convertido. Que sería de aquel chico que una vez fui pensaba mientras me veía.
El camino no fue fácil, pero el resultado era fue de lo más gratificante. Por fin me sentía feliz y mi rostro se encontraba iluminado.
Cuando volví a ver al Doctor, programamos el cierre final de mi proceso. La frutilla de la torta que me había regalado el Doctor por mi buena disposición. La operación de pechos. Si bien mis senos se habían desarrollado gracias a las hormonas, me parecía adecuado cerrar mi ciclo con dos senos que culminaran mi versión femenina.
Al salir de la operación y una vez ya recuperada, no pude evitar sentir una felicidad inmensa. Ya era una mujer, no solo una sissy.
Mis pechos eran perfectos y no me cansaba de mostrarlos.
Mi cola era afrodisíaca ...
Pero mi mayor logro era sentirme una mujer plena...
Al poco tiempo de mi transformación, abandone la universidad. Ya que el Doctor me había ofrecido un trabajo muy bien remunerado como su asistente en la clínica privada. Yo acepte por supuesto y hoy día no me arrepiento absolutamente para nada. El Doctor y yo ya no teníamos sesiones semanales sino que teníamos relaciones cuando nuestros cuerpos lo pedían. Lo cual era bastante frecuente ...
Mi cola siempre estaba dispuesta para el Doctor, pero jamás se casó con ningún hombre.
Me sentía agradecida pero mantuve mi libertad sexual y eso siempre fue lo que el quiso. Mostrarme el camino sissy para ser libre...
Y si bien este fue el camino a mi transformación en la clínica y mi recorrido como paciente, debo admitir que a punto de cumplir 2 años como asistente del Doctor he recolectado muchas más historias de las que pensaba. Una más morbosa que la otra. Y cada día que pienso en ello, se que estoy en el lugar correcto ♥
FIN
_________________
Espero que les haya gustado esta trilogía de relatos. Si bien la historia cierra aquí puede tener distintas continuaciones. Si así lo desean no duden en comentármelo ;)
Pasen a ver mis otros post y no se olviden de dejar sus puntos ♥
Me despido..
Besitos ♥
Disfruten ♥
Primera parte: http://www.poringa.net/posts/trans/3373836/Hipnosis-sissy.html
Segunda parte: http://www.poringa.net/posts/trans/3377099/Hipnosis-sissy-II.html
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Los días pasaban y yo me sentía cada vez más femenina, el doctor me había despojado de toda masculinidad y mi mente estaba absolutamente corrompida tal y como el lo había planificado para mi. Sin embargo aún faltaba dar el último gran paso para lograr mi feminización y ser aquello que toda sissy desea... UNA MUJER...
La última fase de mi sissyficación consistía en atrofiar por completo mi pene, hasta el punto que el mismo ya no sufriera una erección y que todo el placer que recibiera fuese a través de la estimulación anal. El Doctor solía decirme que no tenia nada de que preocuparme, que no iba a abandonar el placer, que igualmente iba a poder tener orgasmos anales que me iban a seguir mojando la entrepierna. Solo que mi pene luego del proceso seria un artefacto inútil para conseguir este orgasmo.
No fue difícil de comprender, ya que yo ya era consciente de que para llegar al nirvana del placer en ningún momento necesité que estimularan mi pene, el cual era tan pequeño debido a la hormonización que oficiaba como mi clítoris sissy.
Y así fue como comencé con la instrucciones del Doctor. Para reducir mis erecciones cuando estaba excitada utilizada una jaula de castidad, la cual me incomodó los primeros días, pero con el tiempo me acostumbre a utilizarla y ya ni me daba cuenta que la utilizaba.
El Doctor me recomendó masturbarme analmente al menos 3 o 4 veces a la semana con la la jaula de castidad. Ya que así me acostumbraría al placer sin erección. Las primeras veces mi pequeño clítoris se resistió e intento levantarse, pero al hacerlo se encontró con la jaula que no le permitía crecer. Eso me provocaba un intenso dolor allí que me hacia gemir con intensidad. Pero luego de varias sesiones de practica mi pene comprendió que no debía intentar una erección, a lo que permaneció flácido e inmóvil, mientras mi cola disfrutaba.
Los dildos que utilizaba para masturbarme eran cada vez más gruesos, para seguir expandiendo mi dilatación anal...
Pero mi proceso no solo implicaba aquellas sesiones de castidad, sino que también consistía en tener un plug anal en conjunto con la jaula en todo momento. De esa forma me acostumbraría a la presión en mi ano sin erección, y lo que a futuro me provocaría un deseo rabioso de tener algo dentro de mi constantemente, ya que sino me sentía incompleta.
Los artefactos que el doctor me había brindado para esta última fase me combinaban con la ropa interior y no me molestaban para utilizar mis bragas.
Me había acostumbrado tanto a ellos y a vestir de mujer, que ya no concebía otro rol para mi.
Ya había alejado todo prejuicio o atadura, el tratamiento había formado en mi un cuerpo femenino, no había porque ocultar mi verdadera identidad.
Por eso decidí realizar mi vida cotidiana como realmente era: UNA MUJER.
Perdí muchas personas por mi decisión, pero conserve a mis verdaderos amigos y amigas.
Muchos de los cuales me ayudaron en el proceso y les agradezco ;)
Con el tiempo comencé a asistir a los bares o eventos públicos con mi nuevo rol y para mi sorpresa era una chica bastante codiciada ...
Y de vez en cuando terminaba en la cama de algún papito ♥
El sexo era cada vez más placentero, a pesar de no tener erección.
Era la hembra sumisa que estaba destinada a ser y siempre me arrodillaba ante el miembro de un macha alfa...
Para mi era muy importante dejarlos satisfechos.
El secreto entre voces y la fama es el poder de toda sissy.
Por ello dejaba todo mamando sus penes...
No frenaba hasta recibir el premio final. Me encantaba que me acaben en la cara, me había hecho adicta al semen.
Había aprendido a seducir de tal forma a los hombres que al llegar a la cama se morían por penetrarme. Mi mirada había dejado de ser tímida y pasó a ser una mirada penetrante. Que difícilmente los hombres pudieran resistir y olvidar.
En el transcurso de mi ultima fase de feminización, explore mi sexualidad al máximo. Y recibí en el transcurso de pocos meses las mejores penetraciones de mi vida.
No hay gemido que pueda explicar el placer que sentía
Tuve en mi cama a cuanto macho fue necesario.
Y me acabaron infinidad de veces dentro de la cola
Algo que aumentaba mi perversión al tope
Pero no importaba que tan fuerte fuera el estimulo ni que tan excitada estuviera, mi clítoris permanecía flácido e inservible.
Mi feminización estaba casi completa. Me miraba al espejo y no podía creer en lo que me había convertido. Que sería de aquel chico que una vez fui pensaba mientras me veía.
El camino no fue fácil, pero el resultado era fue de lo más gratificante. Por fin me sentía feliz y mi rostro se encontraba iluminado.
Cuando volví a ver al Doctor, programamos el cierre final de mi proceso. La frutilla de la torta que me había regalado el Doctor por mi buena disposición. La operación de pechos. Si bien mis senos se habían desarrollado gracias a las hormonas, me parecía adecuado cerrar mi ciclo con dos senos que culminaran mi versión femenina.
Al salir de la operación y una vez ya recuperada, no pude evitar sentir una felicidad inmensa. Ya era una mujer, no solo una sissy.
Mis pechos eran perfectos y no me cansaba de mostrarlos.
Mi cola era afrodisíaca ...
Pero mi mayor logro era sentirme una mujer plena...
Al poco tiempo de mi transformación, abandone la universidad. Ya que el Doctor me había ofrecido un trabajo muy bien remunerado como su asistente en la clínica privada. Yo acepte por supuesto y hoy día no me arrepiento absolutamente para nada. El Doctor y yo ya no teníamos sesiones semanales sino que teníamos relaciones cuando nuestros cuerpos lo pedían. Lo cual era bastante frecuente ...
Mi cola siempre estaba dispuesta para el Doctor, pero jamás se casó con ningún hombre.
Me sentía agradecida pero mantuve mi libertad sexual y eso siempre fue lo que el quiso. Mostrarme el camino sissy para ser libre...
Y si bien este fue el camino a mi transformación en la clínica y mi recorrido como paciente, debo admitir que a punto de cumplir 2 años como asistente del Doctor he recolectado muchas más historias de las que pensaba. Una más morbosa que la otra. Y cada día que pienso en ello, se que estoy en el lugar correcto ♥
FIN
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Espero que les haya gustado esta trilogía de relatos. Si bien la historia cierra aquí puede tener distintas continuaciones. Si así lo desean no duden en comentármelo ;)
Pasen a ver mis otros post y no se olviden de dejar sus puntos ♥
Me despido..
Besitos ♥
17 comentarios - Hipnosis sissy 💋 III
Hermosa historia
💦