Fantasías calientes.

Al fin estaba sintiendo un trozo de carne en mi culito. Yo gozaba mientras él me penetraba fuerte y delicioso.
Después de un tiempo cambiamos de posición. Él se acostó en la cama mientras yo me monté encima de él, disfrutando como me penetraba con su pene duro y caliente.
Sentía mi pene al máximo, ya queriendo sacar toda mi leche, pero sabia que debía aguantar.
Volvimos a cambiar de posición, ahora yo de espaldas en la cama con las piernas bien abiertas y el encima de mi clavándome su pene. En esta posición sí que me hacía gozar porque sentía su pene tocando mi próstata, y con su mano me masturbaba mi pene.
Yo gozaba como loca, solo quería que no terminara.
Había soñado ésto por mucho tiempo.
A mi me encantaba estar así, cuando abría los ojos lo veía cogiéndome como a una puta.
Probamos otra posición: me acosté de lado y el atrás de mí, me levantó una pierna y me la clavó de nuevo y con su otra mano me masturbaba como nadie. Yo sentía que me cogía mas rápido; hasta que ya no pude más y me corrí como nunca me había corrido. Él me cogía con mas fuerza, sabía que ya casi era el momento y entonces él me preguntó: ¿adentro o afuera? Yo quería sentir su leche dentro, así que grité: ¡adentro! ¡adentro! ¡por favor! De repente sentí su leche salir como un torpedo hacia mi intestino, era algo impresionante y satisfactorio, y así con esa sensación de gozo y con su pene aun dentro nos quedamos dormidos.
Alicia Smith Fantasías calientes.