Bueno antes de relatarles mi historia que si bien es un poco (para mí) rara no deja de ser excitante o al menos en ese momento me puso a mil, quisiera presentarme, mi nombre es Gonzalo y vivo en un pueblo rural a las afueras de mi ciudad lo cual la locomoción para llegar es bastante precaria, ¿por qué le cuento esto? se preguntaran, pues porque es en aquella donde comienza toda mi historia…bueno vamos al grano, todo parte un día que pintaba para normal, un poco mejor que el promedio pues era viernes y ya venía la hora de salir de marcha con los colegas en la noche, como siempre camino al trabajo tome el bus, me senté y cogí el móvil para leer las noticias, hasta ese momento todo era rutinario, nada fuera de lo común hasta que subió una joven(o hasta el momento yo lo creía) con una minifalda y un escote…ufff!. La mayoría de las personas empezó a comentar y a opinar y bueno como creo que pasa en todos lados y más aun en pueblos pequeños donde la gente es más chismosa. Yo como buen hombre venia embobado mirando esas tremendas piernas y esos increíbles senos sin darme cuenta que quien me traía caliente a morir, era nada más ni nada menos que un travesti, de lo cual no me percate hasta bajar del bus y mirarle de cerca. Esto me dejo todo el día en el trabajo con un algo de culpa, digo alguien que siempre ha sido heterosexual y que siempre ha sido muy mujeriego no se siente orgulloso de haber quedado así de excitado con un transexual. Pero (y siempre hay un pero) por otro lado recordaba esas piernas, esas piernas fibrosas pero suaves, esos muslos y pantorrillas anchas y ese culote…. Y me venía un calor que me daban unas ganas de irme al baño de mi oficina y echarme una paja de aquellas, claro por educación no lo haría…solo pensaba en llegar a la casa ver algo de porno echarme la paja y salir a beber con los colegas. En fin el resto del día fue igual… solo podía pensar en ella o él y así hasta la hora de salida, comúnmente los días viernes el bus a mi ciudad va mas lleno, muchos escolares mucha gente que sale antes de sus trabajos, etc.… por lo que generalmente me voy de pie, y este no iba a ser el caso, pero al momento de subirme me di cuenta que había un asiento en el cual la gente se sentaba y al pasar de unos minutos se volvía aponer de pie indignada dejándolo nuevamente vacio, yo venía tan cansado después de la jornada laboral que decidí sentarme nada más y tratar de descansar algo. Cuando me siento y me llevo la gran sorpresa que el asiento tenía un resorte levantado y que se enterraba en todo el culo y era incomodísimo, era por eso que la gente se paraba enojada, bueno la verdad es que yo venía tan muerto de sueño que decidí aguantar y tratar de pegar las pestañas la hora que aun me quedaba de camino. Aquí es donde empieza la parte más extraña de este “mi día de desfloración anal” al lograr dormirme en este incomodo asiento con ese maldito (hasta ahora) resorte embistiéndome el culo comencé a soñar en aquel hombre vestido de mujer ella estaba en una cuarto vestido con su minifalda hasta más arriba de la rodilla dejando a la vista sus musculosas y fibrosas piernas depiladas, una blusa transparente color lila que permitía ver y apreciar sus esplendorosos pechos , unos labios rojo intenso y un maquillaje que lo convertía en la mujer más guapa y deseada. Comenzó a acercarse lentamente a mí y a ponerme nervioso, claro yo ni en sueños había pensado desear tanto una polla en mi culo, pero esta vez solo quería que me hiciera suyo. Acercó sus labios a mis oídos y despacio me susurró – he visto como me mirabas en la micro, como me comías con tu mirada y sé que ha pasado por tu mente todo el día, yo cumpliré tu deseo hoy- yo sin palabras solo podía mirar cómo se empezaba a quitar la ropa, primero esa blusa, luego la falda quedándose en una braga color rojo ,como sus labios, semi transparente a la cual se le abultaba un pollón que estaba que la reventaba , soltó su corpiño a lo cual sus pechos saltaron al aire, lógicamente operados, pero vaya que operación. Yo seguía sin poder decir nada pero ella insistía con un- hoy serás mi mujer hoy tu culito no será más nunca virgen, vas a ser mi putita- se abalanzó sobre mí a lo cual yo sin saber cómo (culpa del sueño) ya estaba completamente desnudo. Se llevo mi polla directo a su boca y como si el mundo dependiera de eso empezó a hacerme una mamada de aquellas metiéndola entera dentro de su boca yo estaba a punto de acabar cuando ella se pone de pie y me dice- eso es aburrido a mí lo que me gusta es lo que viene ahora – y sin más se quito las bragas y vaya dios que pedazo de miembro tenia, de peque o después de jugar al futbol cuando teníamos que ducharnos nunca me llamo la atención un pene, es mas nunca pensé en siquiera mirarlo como lo contemplaba ahora, pero este – aay dios, lo quería adentro- tenía unos 23 centímetros con un diámetro de 5, venoso y algo que me puso a mil, fue que estaba depiladito, ni un solo bello. De solo volver a imaginarlo ahora mientras escribo tengo una erección. Bueno, al ver en su máximo esplendor tal magnificencia no puede evitar tirarme de boca a probarlo. Soñaba como me volvía loco lamiendo desde sus huevos hasta la punta, Le daba vueltas con mi lengua alrededor del glande, me detenía en la corona, en el frenillo y trataba de introducírmela toda en mi boca lo que no era posible debido a sus dimensiones. Le acaricié los testículos con mi mano, me llenaba la boca con menuda polla quería tragármela toda, quería probar toda su leche, quería que no saliera nunca, no quería despertar nunca de ese maravilloso sueño. Cuando pensé que ya no podía ser más maravilloso con sus fuertes manos me pescó de mi cintura y me dio vuelta dejándome en cuatro y con todo mi virgen culo al aire, yo soñaba que me separaba mis nalgas y comenzaba a embestirme no me dolía como podría haber pensando si no todo lo contrario era tan real que podría haber jurado que no era un sueño era una tras otra yo estaba a punto de eyacular cuando de golpe desperté el bus había pasado por un bache. Sin entender que había pasado por mi cabeza me di cuenta que una señora que estaba sentada a mi lado me miraba con cara de espantada la entrepierna. Tenía una erección increíble nunca la había tenido tan dura, mi pantalón estaba todo húmedo por mi liquido pre seminal. En fin, esto aun no termina. Cuando al fin después de aquella travesía llegue a mi apartamento aun excitadísimo comencé a investigar en internet como podía haberme excitando tanto un asiento con un resorte malo en el culo, fue ahí cuando mi ojos se abrieron ya nada tendría el mismo sentido, la próstata, el punto G masculino, y las inimaginables experiencias de hombres que se atrevían a probar y decían que era maravilloso, sin más me dispuse a probar ese mismo día si todo eso era realmente cierto. Me metí a la ducha y comencé a frotar mi pene con una mano este ya estaba todo colorado llevaba medio día sin bajar estaba que explotaba, y con mi otra mano y con la ayuda de un poco de jabón de glicerina empecé a acariciarme el ano, suave y en forma circular, debo reconocer que era bastante incomodo de pie y no lograría nada de esa forma, así que me recosté en la bañera y con mis piernas abiertas empecé lentamente a relajarme y a introducir mi dedo medio buscando mi punto G, al hacer movimientos con mi dedo, veía reacciones en mi polla había a ratos que se ponía más dura y comenzaba a botar un liquido, esto me estaba encantando, unte mi dedo con mas jabón aun y me di en el culo como si fuese la polla de mi amiga travesti imaginado que era ella quien metía su dedo en mi ano, me estaba poniendo tan cachondo que con mi otra mano empecé a pajearme y no me di cuenta que ya estaba a punto de irme, y había olvidado los comentarios que decían que producía una eyaculación más fuerte y en mayor cantidad cuando sin pensarlo salta un chorro enorme de semen dándome de lleno en la cara y otro directo en mi boca, hubiese vomitado te diría antes de aquella experiencia pero en ese momento… no, en ese momento de tanta calentura, lo saboree y no solo eso como en acto de desesperación metí todo el que había salpicado en mi cara en mi boca sacaba el que quedaba en mi pene y lo metía también chupándome los dedos como si fuera una de aquellas de película porno me sentía una sucia, pero me encantaba lo trague todo, limpie mi pene, termine de ducharme y fue así como descubrí que maravillosas pueden ser todas las aristas del sexo y del cuerpo humano, sigo siendo un amante de las mujeres y no sabría como describir mi sexualidad pero siempre que tengo tiempo lo vuelvo hacer es increíble sobre todo cuando ando muy caliente, quería contaros mi historia a ver si se animan o si lo han hecho me digan cómo les ha resultado y así quizás me anime yo a contarles como compre un consolador y que en las duchas se vuelve mi mejor aliado.
1 comentarios - mi primer post y mi historia perversa