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Relato 1 !!

Mientras caminaba buscando esa dirección, los hombres me miraban tan obscenamente que me incomodaba bastante, pero sabía que al llegar a mi destino este cambiaria tan dulcemente que mi pasión pasaría a ser un adorable acompañante de mi deseo.

Sabía a lo que iba, pero no podía detenerme, ya estaba allí, no creía que mi cuerpo y mi alma se deslizaría a la casa de este varón que apenas conocía de presencia, pero algo hacía tan seductor este encuentro, que no dudé en dar el paso, creo no equivocarme.

No alcancé a tocar el timbre cuando este garboso caballero, tenía su puerta y su mirada abierta a recibir a esta mujer de tan esquivo sentir.

Un maravilloso ofrecimiento a pasar a esa morada que se transformaría en una llamarada de placeres hizo estremecer mi bajo vientre.
Una deliciosa copa de vino color rojo carmesí, vendría a calmar esta ansiedad tan guardada de aquella hembra de felino mirar.
Los ojos de este delicioso hombre se hacían sentir con fuerza sobre mis pechos, tan ansiosos de recibir esos labios que quemaban mis pensamientos.

Me comentó que también había preparado un trago, para que probase su mano, vaya que si la probaría.

No acostumbro a mezclar tragos pero ese instante se hacía cada vez más mágico y degustar su exquisito toque me haría estar más tranquila, además, ese maravilloso néctar de frutas que al igual que él, sabían a experiencia, me comenzaría a transformar en una salvaje e instintiva fiera.


La habitación se llenó de melodía con una música que atrevidamente me llevó a pedir que bailase conmigo, sentí su calor, y como nuestros cuerpos lentamente comenzaban a transformarse.


Cada vez mi respiración se hacía más fuerte. Olía su cuello tan inconscientemente que en ese preciso instante comenzamos a unir nuestro labios, sentí su lengua entrar en mi boca, no dudé en introducir la mía en ese espacio con sabor a tiempo y dulce espera. Mezclamos con pasión nuestros húmedos sueños que quemaban mi entrepierna.


Nos recostamos en su sillón, su cuerpo se deslizaba sobre el mío, sus labios recorrían mi cuello hasta llegar libidinosamente a ese lugar de materno sentir, mis pechos se movían junto a mi respiración con goce infinito.

Mis manos recorrían su espalda amplia de macho en celo. No sabía si parar, estaba llegando a ese momento en que todo varón que quiso tomarme se llevó una inesperada negativa, pero no, me dejaba acariciar, era demasiado exquisito sentir esas grandes palmas en mis senos que lentamente comenzaron a bajar hasta llegar a este intricado sitio de placer, ese monte de cabellos que se entregaban tan ansiosamente a esos dedos que arrebataron un quejido de placer de mi boca.


Ahí estaba su mano rozando ese pequeño apéndice de delicia del que ha sido provista toda hembra, no podía sacar su mano y no quería que saliera.
Lentamente comenzó a bajar con su boca a mi bajo vientre, sacó mi cinturón con ímpetu, y delicadamente sentí sus dedos abrir el cierre del pantalón, cada vez respiraba más fuerte y agitada, con su boca me despojó de mis pantaletas, abrió mis piernas y en ese instante vi como sumergía su rostro entre mi húmeda bragadura, su lengua bailaba rozando deliciosamente mi pequeño trozo de placer y maldad, estaba tan excitada, que cortos pero reiterados gemidos brotaban de mis labios.

Mi corazón se exaltaba cada vez más, y yo suciamente llevé mis largos dedos hacia su hombría, estaba dura y complaciente a esta mujer que inspiraba deseo y emitía calor

Me tomó de la camisa y me llevó a esa cama, que por esa noche no estaría sola. Comenzamos a abrir los botones de nuestras camisas lentamente, cuando de repente sentí que descubría mi torso y quedaba desierto de ropa y entregado a su sabrosa experiencia, tomo mis pantalones y los sacó sin yo oponer resistencia, estaba completamente desnuda sobre su cama.


Alcé mi cuerpo, cogí el suyo y lo recosté, como gata me deslicé por su piel hasta llegar a sus muslos que dócilmente comencé a separar para mí. Mis labios se abrieron para recibir su calidad de hombre, suspiros breves replicaban de su boca, lamía con goce a ese delicioso macho.
Estaba duro dentro de mi boca, sentía como la sangre hacía latir su gruesa daga de carne.


Dejé que colocara su animal instinto en la entrada de mi entrepierna, lentamente comenzó a penetrarme, estaba tan delicioso, que alcé mis piernas a su cuello para mi comodidad y lenta pero reiteradamente sentía ese cuerpo carnoso salir y entrar del mío. Nos uníamos una y otra vez con ímpetu.


Nuestros suspiros de placer se mezclaban con el pulsar de su lecho, jadeaba tan fuerte que sólo veía su rostro acercarse al mío, en ese instante lo tomé de los hombros y lo invité a sentarse en una silla que estaba a los pies de la cama.

Me senté con brío sobre su ardiente y húmeda virilidad, con fuerza me agarré del respaldo del asiento y pegué mi cuerpo al suyo hasta sentirlo muy dentro de mí, me movía como una gata, subía y bajaba, subía y bajaba con desenfado tan rápido que me costaba respirar en ese instante sentí como rápidamente sacaba su ardiente deseo y dejaba caer sobre mis pecho ese tibio y espeso liquido de larga descendencia.

Nuestros cuerpos estaban tan húmedos y pegajosos de calor que cruzamos el nirvana.
Descansamos para reponer esas fuerzas que nuevamente estaban dispuestas a agotarse en otra y excitante fantasía húmeda.

3 comentarios - Relato 1 !!

DUROYDIRECTO
Sacale algunos \"!!!!!!!\" al titulo por que te lo borran.