Continuación del relato posteado ayer.
Llegando a casa por la noche, después del viaje de la ciudad, no sabia como hacer para ausentarme de casa sin que mis padres lo notaran, así que sin decir mas, decidí ir a casa de doña Brenda, sin pretexto ni motivo, ya que mi excitación era mayúscula y no aguantaba mas, así que solo pase donde estaban mis padres viendo TV y así como de pasada les dije que salia.
Cerré la puerta de casa y me dirigí como escondiéndome a casa de doña Brenda, y no se por que escondiéndome, y ahora se que era por mi sentimiento de culpa, y por que pensé que todo mundo sabia lo que estaba sucediendo...
Toque la puerta de casa de doña Brenda. Y abre don Julio en su estado entre ebrio y normal, que era el estado normal en que siempre se encontraba.
Buenas noches don Julio.
Buenas Oscar, que pasa?, buscas a Brenda?
Sentí que el sabia lo que estaba pasando, pero claro que no lo sabia, el solo suponía que mi madre me había enviado por algo con doña Brenda.
No, don Julio no busco a doña Brenda, es que se me fueron unos papeles volando para su patio desde mi ventana y vengo a recogerlos.
Bueno pasa a buscarlos.
Diciendo eso y con su mano señalándome el camino, me dejo ahí parado en la puerta, y se dirigió a su cuarto sin decir mas.
Sin saber que hacer, y mirando a todos lados dentro de la casa de doña Brenda, trate de ubicarla pero no la veía por ningún lado, así que siguiendo de frente, atravesé el patio que da a las habitaciones y pasando al patio trasero, me dedique a buscar los inexistentes papeles que se me habían volado. No sabiendo que hacer, seguí fingiendo la búsqueda de dichos papeles, tratando de hacer tiempo y que algo sucediera.
Al fin después de un rato, escuche la puerta de la entrada abrirse y entrar a los hijos de doña Brenda corriendo, y la voz de doña Brenda que venia con ellos llamándolos para que no entraran de esa forma a la casa, y ahí me di cuenta que doña Brenda no estaba en casa y que en ese momento acababa de llegar, escuchar la voz de esa mujer, me hacia casi flotar, en mi mente era la voz de la mujer que yo quería ver, que yo quería tener.
Espere unos momentos más ahí atrás en el patio trasero, fingiendo buscar, cuando escuche la voz de doña Brenda que se acercaba.
Buenas noches mijo, que anda haciendo?, ya encontró sus papeles?, me dijo Julio que se le volaron de su casa.
Buenas noches doña Brenda, si se me volaron unos papeles y los estoy buscando.
Bueno mijo y por que no prende las lámparas del patio, así mira mejor lo que busca, espéreme se las voy a encender.
No, doña Brenda, respondí, no las encienda, ya encontré unas hojas y las otras seguro, se me fueron hasta las otras casas.
Diciendo esto nervioso me acerque a ella, y ahí estaba, con su eterno vestido largo que le cubría su hermoso cuerpo, la forma de sus enormes tetas, el ancho de sus caderas, su marcada cintura y esas manos que me encantaban.. Su sonrisa que tanto me gustaba en fin , ahí estaba la mujer de la que me había “enamorado”.
Si mijo? ya las encontró?, a que bueno, y cuando llego de la cuidad?
Llegue hoy doña Brenda hace rato
Y como le fue mijo?
Muy bien doña Brenda, y usted como esta?
Pues ahí andamos mijo, ya sabe como están las cosas con Julio, que se me puso enfermo estos días y ahora no esta yendo al billar.
Ahí entendí por que don Julio estaba en casa.
Me acerque a doña Brenda que en ese momento acomodaba algo en la hilera de plantas que tenia la borde de la entrada del patio, acercándome despacio y nervioso, la abrasé por detrás pegándome inmediatamente contra sus enormes nalgas y acomodando mis manos en sus tetas, apretándolas con ansias.
Oiga mijo, tenga cuidado no ve que andan los niños despiertos.
Si doña Brenda discúlpeme.
Diciendo esto hice el intento por separarme de ella, sabiendo que tenía razón.
Entonces ella, camina un poco mas al fondo del patio y en voz baja me dice.
Vengase para acá mijo.
La mire caminar delante de mi, sus hermosas nalgas, se movían a un lado y otro en un bamboleo sensual, tremendo, que hacían un gran efecto en mi, mi verga comenzó a levantarse inmediatamente dentro de mi bóxer.
Llegamos al fondo del patio, detrás de una tapia que usaban para guardar cosas inservibles, cachivaches viejos, y mil cosas, lugar que yo conocía muy bien, ya que pase muchos días ahí ayudando a acomodar.
Di la vuelta y encontré a doña Brenda esperándome.
Ahora si mijo, abráseme, aquí no nos van a ver.
Diciéndome eso, casi me abalance sobre ella, abrazándola de frente, sintiendo sus tetas en mi pecho y mis manos directamente a sus hermosas nalgas.
Sentía la forma de sus nalgas en mis manos, y las apretaba y las masajeaba, pegándomela, sintiendo sus enormes tetas como si fueran un par de balones, interponiéndose entre ella y yo.
Mijo, anda muy ganoso mi niño eh.
Yo sin poder hablar, solo acertaba a besarle el cuello como había visto en alguna de las películas que había visto últimamente.
No haga mucho ruido mijo, que se dan cuenta.
Busque su boca con mi boca y la encontré, y creo que ella no sabia besar, por que de una manera torpe respondió a mi beso, abriendo su boca y dejando que mi lengua entrara por un segundo en su boca. Pero para mi fue el mas delicioso beso que haya recibido jamás.
Mis manos seguían manoseando sus nalgas intensamente, mientras doña Brenda me tenía abrazado como tiernamente sentía yo, dejándose hacer.
Hay mijo que ganas tiene, de meterme mano verdad? Dígame… vamos dígame.
Si doña Brenda, tengo ganas de manosearla.
Mmm mijo pues ya me esta manoseando, y que ganas tenia yo también que vinieras a meterme mano mijo.
Yo seguía empeñado en tratar de meter sus enormes nalgas en mis manos, la manoseaba aplastándole las nalgas, subiendo y bajando mis manos. Cuando de pronto ella me dice:
Espéreme mijo, nos van a oír, haces mucho ruido, mejor vienes después si?
Yo no hacia caso a los pedidos de doña Brenda que sin dejar de abrazarme seguía pidiendo que no siguiera.
Mijo, estése quieto ya, no ve que es temprano y los chiquillos andan despiertos en un descuido se vienen a buscarme acá.
Yo seguía intensamente en mi manoseo del cuerpo de doña Brenda, manoseándole las nalgas y las tetas alternadamente.
Doña Brenda me aparta un poco y me dice:
A ver mijo espéreme un ratito aquí no se mueva.
Y arreglándose el vestido, toma camino a su casa, me quede ahí parado como tonto, sin saber que hacer.
Ella volteo y me dijo:
No se vaya mijo, mientras usted siga buscando sus hojas, yo voy a darle una botella a Julio y vengo mijito.
Lo que yo sentí una eternidad, paso y de pronto la vi venir de nuevo, igual yo no note que se hubiera cambiado.
Llego detrás de la tapia donde la esperaba.
Ya vine mijo, estos niños no se quieren dormir, y Julio esta con sus dolencias y quiere que este allá, mejor se va mijo y lo veo después.
Se me cayó el cielo a los pies, descorazonando le dije:
Si doña Brenda esta bien.
Yo agache la cabeza aceptando mi derrota.
Pero no se ponga triste mijo.
Diciéndome eso se acerco y poniéndome su mano en el hombro me dijo:
Hay mijito no quiero que se vaya así, si se da prisa lo voy a dejar que me de una manoseada mijo, pero nomás eso eh? Ni piense en cogerme, esta bien mijo?
Abriendo su vestido por el frente mostrándome sus brasier y su medio fondo se puso junto a mí.
Vamos mijo déme una manoseadita, que tengo ganas que me meta mano un ratito mijo.
Y diciendo eso terminó de abrirse el vestido, lo que vi me puso en las nubes, doña Brenda se había quitado los calzones, iba solo con brasier y nada mas bajo su enorme vestido.
Podía ver claramente sus enormes tetas dentro de su brasier, su barriga su cadera desnuda y esas piernotas que me encantan, blancas, suaves y bajo la barriguita ese enorme triangulo de pelos negros ensortijados, sobre esa parte que se le abulta enormemente.
Sin decir mas metí mis manos por su espalda bajando directamente a sus nalgas, y ahora podía sentir en mis dedos la enorme cantidad de carne suave que forma esa cola hermosa, mis manos se hundían en ellas y las masajeaba, las manoseaba con ganas, le separaba las nalgas, incrustando mis dedos entre esos montes enormes de carne suave y blanca, doña Brenda se pegaba a mi lo mas que podía, abriendo las piernas y abrazándome de la espalda.
Subí mis manos a tocar sus tetas, y la excitación de tocarlas aun con el brasier puesto fue algo riquísimo, mi verga pego un salto dentro de mi bóxer, y doña Brenda lo sintió, por que mirándome me dijo:
Hay mijo su verga ya se levanto.
Y riendo me dijo:
Ay mijo ya hasta se me olvido como es su verga.
Y diciendo eso la tomo sobre el pantalón y la apretó con ansias.
Oiga mijo y por que no se baja los pantalones?, aunque sea un ratito, pero sin hacer ruido eh no ve que yo ya vengo casi encuerada.
Sin decir mas ella misma me soltó el pantalón y bajándomelo de un tirón, me dejo desnudo, y así sin más.. Tomo mi verga con la mano y la comenzó a masajear torpe pero suavemente, la jalaba apretándola.
Yo seguirá masajeando sus tetas sobre el corpiño, cuando me dijo:
Mijo, quiere que me quite el corpiño?
Si doña Brenda, quíteselo ya.
Con mis manos como pude le gafe los broches del corpiño, y dejándolo caer, vi salir esas tetas enormes que tanto había soñado, las tenia a mi disposición, ahí frente a mi, gordas, grandes, pesadas, con esos pezones como dedos, y esas aureolas enormes casi café oscuro.
Ella misma tomo una con su mano, y me la llevo a la cara.
Vamos mijo chúpeme las tetas, vamos mijito no sea malo conmigo, chúpemelas.
Abriendo la boca deje que entrara en mí ese pezón, y lo atrape entre mi paladar y mi lengua y quizás recordando inconscientemente mi lactancia comencé a chupar con fuerza.
Mi otra mano intentaba entrar entre las piernas de doña Brenda, y ella sintiendo mi intención, levanto la pierna, y poniéndola sobre un banquillo me dejaba meter la mano casi completa.
Comencé a recorrer su vagina por fuera, sintiendo sus pelos enredándoseme entre los dedos, sentí la forma de sus labios vaginales, enormes gordos, y dejando que mis dedos se deslizaran entre ellos, seguí el camino hasta la entrada de su enorme vagina, encontré aquel lugar mojado completamente y abierto, y comencé a meter mis dedos dentro de esa panochita hirviente, doña Brenda gemía despacio y se apretaba a mi, y no dejaba que mi boca abandonara la chupada de teta que le estaba haciendo.
Ella seguía con su mano pegada a mi verga, jalándola con fuerza y ansias.
Ay mijoo, mijo ya largue su lechita mijo, no ve que me tengo que ir.
Julio me va a buscar mijo, ya eche la lechita mijo vamos.
Yo desesperado seguía chupando, y sacando mi mano de su vagina, la tome por las nalgas recargándola completamente en la pared me coloque entre sus piernas.
Mijo, mijo no, no mijo no ve que hace mucho ruido mijo, no. No mijo no me vaya a coger, no tenemos tiempo mijito, le prometo que cuando tengamos tiempo si me dejo coger mijo ahora no, por favor mijo, no me cojas.
Mi verga le llegaba a su ombligo, ella es chaparrita y yo soy alto para ella, así que cuando me le empujaba solo le repasaba mi verga mojada por su barriga.
Mijo, espérese así no mijo, es que estas muy alto mijito.
Mijo, no seas así, no me vayas a coger, no ves que se van a dar cuenta.
No sea malo mijo, no vayas a coger ahora, no ves que seguro me van a hablar.
Además no me alcanzas mijo, estas muy arriba.
Diciendo esto, ella misma se fue a colocar contra el quicio de una ventana de donde se podía ver la casa y ahí recargada, con sus piernas abiertas, me tiró.
A ver mijo vengase aquí, vamos.
Tomándome de la verga, la manoseaba como hipnotizada.
Ay mijo, su verga es tan bonita, pero me da miedo cuando la veo, me va a hacer chillar si me la mete mijito.
Ah, pero doña Brenda si ya se la metí.
Si mijo pero estábamos acostados, y así de pie nunca me la has metido. Bueno mijo nadie me la ah metido así de pie.
Y recargándose completamente en el quicio de la ventana, abrió sus piernas completamente, y tomando sus labios vaginales con sus dedos... me dijo:
Pero bueno mijo, intenta metérmela despacito si?
Y así diciendo, como resistiéndose a ser cogida, abrió sus piernas completamente y tomando eso como invitación me acerque poniéndome entre sus piernas.
Ella se abrazo a mi cuello y yo con mi verga en la mano, buscaba su entrada.
La cual encontré inmediatamente, por que doña Brenda se acomodó para recibirla.
La cabeza de mi verga encontró la entrada de la cueva de doña Brenda.
Aaaay..Mijo si ahí, si mijito ahí es, metemela mijo, meteme la verga mijo despacito, así, mijo así, metemela mas, aaaaa, hasta ahí mijo, mas mijo.
Diciendo eso ella yo me empuje sobre ella y se la deje ir completa hasta el fondo.
Ayyyyy mijo, ya me ensartaste toda de nuevo, que rica verga mijito vamos cójase a doña Brenda, vamos mijo, eso quería verdad?, eso quiso siempre verdad mijito?, cogerme verdad mijito?, dígame mijo, dígame que quería cogerme.
Con mi voz entrecortada, le respondía:
Si doña Brenda, si, eso quise siempre, cogérmela, desde que me acuerdo me la quería coger.
Siguiendo con mis movimientos de cintura, dejando que mi verga entrara y saliera de doña Brenda, ahí la tenia, contra la pared, casi sentada en el quicio de una ventana, abierta completamente, con sus tetas colgando, sus piernas increíblemente abiertas y a mis lados, y yo en medio de ella sudando como loco, cogiéndome a mi vecina madura, cogiéndomela en el patio de su casa, con toda su familia ahí.
Doña Brenda me abrazo como desesperada, y comenzó a morderme el cuello, y apretando sus piernas, como yo había sentido antes y comenzó a acabar.
Me corroooo mijo, me corro , me corro mijitoo, aaaaaaghhhhhhhh...¡¡¡
Sentí de nuevo ese chubasco que acompaña los orgasmos de doña Brenda, chubascos intensos al principio y tenues al final, acompañados de contracciones vaginales, nunca eh tenido otra mujer que tenga orgasmos de esa manera, son como baños deliciosos, ricos intensos. Mi verga era bañada en un líquido pegajoso y caliente.
Me corro mijooo, me corro en tu verga mijito.
Sentía claramente como ese liquido pegajoso y caliente escurría por mis testículos y bajaba por mis piernas, el olor a sexo era intenso, delicioso.
Yo seguía metiendo y sacando mi verga de dentro de doña Brenda escuchando el chasquido que hacia mi verga al entrar y salir de ella.
Oiga mijo, ya écheme lechita mijo, vamos, no ve que ya nos tardamos mucho.
Yo seguir empujando, tratando de terminar, mi dificultad para terminar pronto era debido a el riesgo que corríamos ya que yo podía ver a lo lejos, a los hijos de doña Brenda trajinando por el patio central de la casa, ellos no podían vernos a nosotros por que estábamos a oscuras, pero esa sensación era excitante y hacia que se me retrasara la eyaculación.
De pronto escuchamos unos gritos, yo alcance a mirar y vi a don Julio parado en la entrada del patio de atrás.
Brenda, Brenda!!
Gritaba don Julio.
Trate de salirme de doña Brenda y ella abrazándome lo evito y sin girar la cabeza pego un grito diciendo:
Acá estoy Julio buscando esos papeles de Oscar. Ya casi los encuentra todos.
Yo estaba petrificado, y sentí que mi verga se desinflo, aun sin salirse de la vagina de doña Brenda.
Ella apretó las piernas y dijo:
No haga ruido mijo, usted sígame cogiendo, que Julio no entra hasta acá, es un cómodo y no camina mas de lo necesario.
Aun así no podía seguir, mi verga había disminuido su tamaño, cuando escuche de nuevo a don Julio gritando.
Brenda, que se den prisa, mando mi comadre a busca a este muchacho.
Si, si Julio ya va, ya va, nomás deja que termine de juntar sus papeles.
Don Julio giro sobre sus talones y se alejo metiéndose con paso de borracho por el patio interior de su casa.
Yo me quede silencio sin moverme, sin atinar a moverme.
Sintiendo solamente que mi verga estaba flácida, entre las carnes de doña Brenda.
Hay mijito, mire nomás lo que causo este Julio con sus gritos, que su veguita se cayera.
A ver mijo, usted no se va sin acabar, sino se me va a enfermar.
Y diciendo esto, me tomo de la verga y comenzó a jalármela.
No te lastimo mijo?
No doña Brenda, pero es que no se me quiere parar de nuevo.
No se apure mijo, que yo le saco la lechita. A ver déjeme ver.
Y diciendo esto, se hinco frente a mi, así encuerada y tomando mi verga con la mano..Comenzó a menearla despacio y con la otra mano tomando mis testículos los comenzó a masajear. Despacio.
Mira mijo como te crece de nuevo la verga, mmmm, mijito, no puedo creer que todo esto me lo estés metiendo a mi.
Oiga mijito y me la metes toda cuando me coges?
Si doña Brenda se la meto toda.
Ah, que bueno mijo, con razón siento tan lindo cuando me coges.
A estas alturas doña Brenda ya aceptaba que me la estaba cogiendo y no fingía más que no me la cogía.
Así hincada frente a mí, seguía masajeando despacio, hasta que logro que mi verga creciera completamente.
Yo ya había visto en las películas las chupadas que daban las chicas, pero nunca se me había ocurrido a mi que doña Brenda me la chupara, pero en ese momento que la vi así, mirando mi verga como hipnotizada, tome mi verga y comencé a jalármela yo mismo, doña Brenda me la soltó pero continuaba masajeando mis huevos, la tenia bien cerca, así que con mi mano libre, la tome de la cabeza y la acerque mas, y pasándole mi verga así como sin querer, como si fuera un crayón, dibujándole la cara.
Ay mijo que suavecita esta tu verga.
Y movía su cabeza siguiendo a mi verga.
Así que animado se la comencé a pasar por los labios, al principio como que se hizo a un lado al sentir mi verga cerca de sus labios, pero como no intente metérsela por la boca, no se negó a que le tocara los labios con la verga, yo estaba de nuevo completamente excitado y ella también, la estaba mirando, así que haciendo un poco de presión intente metérsela entre los labios.
Doña Brenda, déle un beso a mi verga.
Un beso mijo?, si mijo lo que tu quieras.
Así que le dio un beso en la puntita.
Y quitándome la mano de la verga, la tomo ella.
Mijo... ya echa lechita por favor, no ves que se van a impacientar en la casa.
Y así con mi verga en la mano, comenzó a meneármela, y seguía dándole besitos.
Que rico te huele tu pito mijo.
Y seguía besándolo.
Oiga mijito y si le doy una chupadita a tu verga?, no creas que se hacerlo mijo, pero mi amiga Beatriz dice que es muy bueno y tu pito huele bien rico.
Yo no podía creer lo que estaba escuchando y solo atine a decir:
Si doña Brenda, chúpeme la verga ya.
Y sin decir más comenzó a lamerla por los lados y la cabecita.
Al principio como que tuvo rechazo en su estomago, pero luego le comenzó a gustar, por que la lamía con mas ganas.
La lamía ahora con desesperación y abriendo la boca se la metió un poco y comenzó a chuparla, sentía sus dientes casi haciéndome daño, pero ella se dio cuenta y siguió haciéndolo con más cuidado, chupando más suavemente.
Hasta que se dedico completamente a chuparla, era delicioso ver a esa mujer ahí plantada frente a mi, con mi verga metida en su boca, veía claramente la forma que tomaba su boca con mi verga adentro, y como ella movía su cabeza para chupar con mas fuerza… claro que en ese momento yo no sabia lo que era una chupada, y pensé que esa era la mejor chupada del mundo, (después cuando doña Brenda aprendió, ella me ah dado las mejores chupadas de verga que he tenido).
De pronto escuchamos unos gritos y unos pasos a la carrera.
Se detuvieron a unos metros de nosotros tras el muro.
Mama, mamaaaa!!
Gritaba el mayor de los hijos.
Doña Brenda se saco la verga de la boca.
Que paso Mau que quieres?
Mama, que Carola (la hija mayor) no quiere dejarme ver la tele, y ya tengo hambre.
Si Mau, si ya vete para allá ahora voy y dile a tu hermana que ya voy que te deje ver lo que quieras, ya vete vamos, déjame terminar.
Te ayudo a buscar mama?
Le grito Mau.
No mijo ya encontré lo que buscaba mijo, ya váyase no sea jodón.
Diciendo esto, levanto la cabeza a mirarme y me dijo:
Ay mijo por que no me dejan coger a gusto a mi eh?
Vamos mijito ya déme su lechita vamos.
Y diciendo eso, recomenzó a chuparme la verga de nuevo, yo estaba a punto de venirme.
Y ella lo supo por que yo me eché para adelante apretándole la cabeza con mis manos.
Si mijito así, écheme su lechita.
Quiero su lechita mijo ya échela.
Yo no podía contestar nada estaba sin poder pensar.
Cuando sentí que mi verga explotaba en una venida como no había tenido otra.
Vi como mi semen saltaba de la punta de mi verga directo a la cara de doña Brenda, a su cuello, a sus tetas.
Ella seguía con su mano jalándome la verga, hasta que termino de sacar todo de mí.
Ella soltó mi verga, y quitándose con la mano el semen de su cara, se lo embarro en sus tetas. Y mientras hacia esto me decía, como si estuviéramos hablando.
Mire mijo dice mi amiga Beatriz que la leche de los hombres sirve para que la piel no se arrugue, a ver si es cierto.
Y se rió.
Yo me comencé a subir los pantalones, y le ayude a ponerse de pie.
Donde dejo mi corpiño mijo?
Se lo di en la mano y se lo acomodo con agilidad, se abotono el vestido y ayudándome a cerrarme la camisa me dio un beso.
Ay mijito ahora si ya váyase que lo andan buscando, y otro día que venga ya veremos que inventamos para que se quede a dormir eh.
Y caminando enfrente de mi salimos rumbo a la casa, y pasando por donde esta la pila del agua.
Se levanto el vestido y abriendo las piernas frente a mi, tomo agua de la fuente y se lavo rápidamente la argollita. Saco unos calzones de la bolsa del vestido y ahí frente a mi, se los puso rápidamente y sonriendo me dijo:
Ahora si mijo, ya váyase y no vuelva a ser imprudente eh, mire que venir a cogerme casi frente a todos.
Y sonriéndome se acerco y me dio un apretón en la mano y se metió a su casa.
Yo salí casi corriendo, atravesando el patio central rumbo a mi casa.
Feliz de haber tenido mi primer chupada con doña Brenda.
Antes de salir, escuche un grito de don Julio que decía:
Che pendejo, tenga cuidado con andar perdiendo sus papeles.
Sin decir nada, salí, cerré la puerta y me fui a casa.
Hasta ahí, doña Brenda seguía siendo la primera para todo en mi vida...
Espero les guste y me hagan sus comentarios.-----
Llegando a casa por la noche, después del viaje de la ciudad, no sabia como hacer para ausentarme de casa sin que mis padres lo notaran, así que sin decir mas, decidí ir a casa de doña Brenda, sin pretexto ni motivo, ya que mi excitación era mayúscula y no aguantaba mas, así que solo pase donde estaban mis padres viendo TV y así como de pasada les dije que salia.
Cerré la puerta de casa y me dirigí como escondiéndome a casa de doña Brenda, y no se por que escondiéndome, y ahora se que era por mi sentimiento de culpa, y por que pensé que todo mundo sabia lo que estaba sucediendo...
Toque la puerta de casa de doña Brenda. Y abre don Julio en su estado entre ebrio y normal, que era el estado normal en que siempre se encontraba.
Buenas noches don Julio.
Buenas Oscar, que pasa?, buscas a Brenda?
Sentí que el sabia lo que estaba pasando, pero claro que no lo sabia, el solo suponía que mi madre me había enviado por algo con doña Brenda.
No, don Julio no busco a doña Brenda, es que se me fueron unos papeles volando para su patio desde mi ventana y vengo a recogerlos.
Bueno pasa a buscarlos.
Diciendo eso y con su mano señalándome el camino, me dejo ahí parado en la puerta, y se dirigió a su cuarto sin decir mas.
Sin saber que hacer, y mirando a todos lados dentro de la casa de doña Brenda, trate de ubicarla pero no la veía por ningún lado, así que siguiendo de frente, atravesé el patio que da a las habitaciones y pasando al patio trasero, me dedique a buscar los inexistentes papeles que se me habían volado. No sabiendo que hacer, seguí fingiendo la búsqueda de dichos papeles, tratando de hacer tiempo y que algo sucediera.
Al fin después de un rato, escuche la puerta de la entrada abrirse y entrar a los hijos de doña Brenda corriendo, y la voz de doña Brenda que venia con ellos llamándolos para que no entraran de esa forma a la casa, y ahí me di cuenta que doña Brenda no estaba en casa y que en ese momento acababa de llegar, escuchar la voz de esa mujer, me hacia casi flotar, en mi mente era la voz de la mujer que yo quería ver, que yo quería tener.
Espere unos momentos más ahí atrás en el patio trasero, fingiendo buscar, cuando escuche la voz de doña Brenda que se acercaba.
Buenas noches mijo, que anda haciendo?, ya encontró sus papeles?, me dijo Julio que se le volaron de su casa.
Buenas noches doña Brenda, si se me volaron unos papeles y los estoy buscando.
Bueno mijo y por que no prende las lámparas del patio, así mira mejor lo que busca, espéreme se las voy a encender.
No, doña Brenda, respondí, no las encienda, ya encontré unas hojas y las otras seguro, se me fueron hasta las otras casas.
Diciendo esto nervioso me acerque a ella, y ahí estaba, con su eterno vestido largo que le cubría su hermoso cuerpo, la forma de sus enormes tetas, el ancho de sus caderas, su marcada cintura y esas manos que me encantaban.. Su sonrisa que tanto me gustaba en fin , ahí estaba la mujer de la que me había “enamorado”.
Si mijo? ya las encontró?, a que bueno, y cuando llego de la cuidad?
Llegue hoy doña Brenda hace rato
Y como le fue mijo?
Muy bien doña Brenda, y usted como esta?
Pues ahí andamos mijo, ya sabe como están las cosas con Julio, que se me puso enfermo estos días y ahora no esta yendo al billar.
Ahí entendí por que don Julio estaba en casa.
Me acerque a doña Brenda que en ese momento acomodaba algo en la hilera de plantas que tenia la borde de la entrada del patio, acercándome despacio y nervioso, la abrasé por detrás pegándome inmediatamente contra sus enormes nalgas y acomodando mis manos en sus tetas, apretándolas con ansias.
Oiga mijo, tenga cuidado no ve que andan los niños despiertos.
Si doña Brenda discúlpeme.
Diciendo esto hice el intento por separarme de ella, sabiendo que tenía razón.
Entonces ella, camina un poco mas al fondo del patio y en voz baja me dice.
Vengase para acá mijo.
La mire caminar delante de mi, sus hermosas nalgas, se movían a un lado y otro en un bamboleo sensual, tremendo, que hacían un gran efecto en mi, mi verga comenzó a levantarse inmediatamente dentro de mi bóxer.
Llegamos al fondo del patio, detrás de una tapia que usaban para guardar cosas inservibles, cachivaches viejos, y mil cosas, lugar que yo conocía muy bien, ya que pase muchos días ahí ayudando a acomodar.
Di la vuelta y encontré a doña Brenda esperándome.
Ahora si mijo, abráseme, aquí no nos van a ver.
Diciéndome eso, casi me abalance sobre ella, abrazándola de frente, sintiendo sus tetas en mi pecho y mis manos directamente a sus hermosas nalgas.
Sentía la forma de sus nalgas en mis manos, y las apretaba y las masajeaba, pegándomela, sintiendo sus enormes tetas como si fueran un par de balones, interponiéndose entre ella y yo.
Mijo, anda muy ganoso mi niño eh.
Yo sin poder hablar, solo acertaba a besarle el cuello como había visto en alguna de las películas que había visto últimamente.
No haga mucho ruido mijo, que se dan cuenta.
Busque su boca con mi boca y la encontré, y creo que ella no sabia besar, por que de una manera torpe respondió a mi beso, abriendo su boca y dejando que mi lengua entrara por un segundo en su boca. Pero para mi fue el mas delicioso beso que haya recibido jamás.
Mis manos seguían manoseando sus nalgas intensamente, mientras doña Brenda me tenía abrazado como tiernamente sentía yo, dejándose hacer.
Hay mijo que ganas tiene, de meterme mano verdad? Dígame… vamos dígame.
Si doña Brenda, tengo ganas de manosearla.
Mmm mijo pues ya me esta manoseando, y que ganas tenia yo también que vinieras a meterme mano mijo.
Yo seguía empeñado en tratar de meter sus enormes nalgas en mis manos, la manoseaba aplastándole las nalgas, subiendo y bajando mis manos. Cuando de pronto ella me dice:
Espéreme mijo, nos van a oír, haces mucho ruido, mejor vienes después si?
Yo no hacia caso a los pedidos de doña Brenda que sin dejar de abrazarme seguía pidiendo que no siguiera.
Mijo, estése quieto ya, no ve que es temprano y los chiquillos andan despiertos en un descuido se vienen a buscarme acá.
Yo seguía intensamente en mi manoseo del cuerpo de doña Brenda, manoseándole las nalgas y las tetas alternadamente.
Doña Brenda me aparta un poco y me dice:
A ver mijo espéreme un ratito aquí no se mueva.
Y arreglándose el vestido, toma camino a su casa, me quede ahí parado como tonto, sin saber que hacer.
Ella volteo y me dijo:
No se vaya mijo, mientras usted siga buscando sus hojas, yo voy a darle una botella a Julio y vengo mijito.
Lo que yo sentí una eternidad, paso y de pronto la vi venir de nuevo, igual yo no note que se hubiera cambiado.
Llego detrás de la tapia donde la esperaba.
Ya vine mijo, estos niños no se quieren dormir, y Julio esta con sus dolencias y quiere que este allá, mejor se va mijo y lo veo después.
Se me cayó el cielo a los pies, descorazonando le dije:
Si doña Brenda esta bien.
Yo agache la cabeza aceptando mi derrota.
Pero no se ponga triste mijo.
Diciéndome eso se acerco y poniéndome su mano en el hombro me dijo:
Hay mijito no quiero que se vaya así, si se da prisa lo voy a dejar que me de una manoseada mijo, pero nomás eso eh? Ni piense en cogerme, esta bien mijo?
Abriendo su vestido por el frente mostrándome sus brasier y su medio fondo se puso junto a mí.
Vamos mijo déme una manoseadita, que tengo ganas que me meta mano un ratito mijo.
Y diciendo eso terminó de abrirse el vestido, lo que vi me puso en las nubes, doña Brenda se había quitado los calzones, iba solo con brasier y nada mas bajo su enorme vestido.
Podía ver claramente sus enormes tetas dentro de su brasier, su barriga su cadera desnuda y esas piernotas que me encantan, blancas, suaves y bajo la barriguita ese enorme triangulo de pelos negros ensortijados, sobre esa parte que se le abulta enormemente.
Sin decir mas metí mis manos por su espalda bajando directamente a sus nalgas, y ahora podía sentir en mis dedos la enorme cantidad de carne suave que forma esa cola hermosa, mis manos se hundían en ellas y las masajeaba, las manoseaba con ganas, le separaba las nalgas, incrustando mis dedos entre esos montes enormes de carne suave y blanca, doña Brenda se pegaba a mi lo mas que podía, abriendo las piernas y abrazándome de la espalda.
Subí mis manos a tocar sus tetas, y la excitación de tocarlas aun con el brasier puesto fue algo riquísimo, mi verga pego un salto dentro de mi bóxer, y doña Brenda lo sintió, por que mirándome me dijo:
Hay mijo su verga ya se levanto.
Y riendo me dijo:
Ay mijo ya hasta se me olvido como es su verga.
Y diciendo eso la tomo sobre el pantalón y la apretó con ansias.
Oiga mijo y por que no se baja los pantalones?, aunque sea un ratito, pero sin hacer ruido eh no ve que yo ya vengo casi encuerada.
Sin decir mas ella misma me soltó el pantalón y bajándomelo de un tirón, me dejo desnudo, y así sin más.. Tomo mi verga con la mano y la comenzó a masajear torpe pero suavemente, la jalaba apretándola.
Yo seguirá masajeando sus tetas sobre el corpiño, cuando me dijo:
Mijo, quiere que me quite el corpiño?
Si doña Brenda, quíteselo ya.
Con mis manos como pude le gafe los broches del corpiño, y dejándolo caer, vi salir esas tetas enormes que tanto había soñado, las tenia a mi disposición, ahí frente a mi, gordas, grandes, pesadas, con esos pezones como dedos, y esas aureolas enormes casi café oscuro.
Ella misma tomo una con su mano, y me la llevo a la cara.
Vamos mijo chúpeme las tetas, vamos mijito no sea malo conmigo, chúpemelas.
Abriendo la boca deje que entrara en mí ese pezón, y lo atrape entre mi paladar y mi lengua y quizás recordando inconscientemente mi lactancia comencé a chupar con fuerza.
Mi otra mano intentaba entrar entre las piernas de doña Brenda, y ella sintiendo mi intención, levanto la pierna, y poniéndola sobre un banquillo me dejaba meter la mano casi completa.
Comencé a recorrer su vagina por fuera, sintiendo sus pelos enredándoseme entre los dedos, sentí la forma de sus labios vaginales, enormes gordos, y dejando que mis dedos se deslizaran entre ellos, seguí el camino hasta la entrada de su enorme vagina, encontré aquel lugar mojado completamente y abierto, y comencé a meter mis dedos dentro de esa panochita hirviente, doña Brenda gemía despacio y se apretaba a mi, y no dejaba que mi boca abandonara la chupada de teta que le estaba haciendo.
Ella seguía con su mano pegada a mi verga, jalándola con fuerza y ansias.
Ay mijoo, mijo ya largue su lechita mijo, no ve que me tengo que ir.
Julio me va a buscar mijo, ya eche la lechita mijo vamos.
Yo desesperado seguía chupando, y sacando mi mano de su vagina, la tome por las nalgas recargándola completamente en la pared me coloque entre sus piernas.
Mijo, mijo no, no mijo no ve que hace mucho ruido mijo, no. No mijo no me vaya a coger, no tenemos tiempo mijito, le prometo que cuando tengamos tiempo si me dejo coger mijo ahora no, por favor mijo, no me cojas.
Mi verga le llegaba a su ombligo, ella es chaparrita y yo soy alto para ella, así que cuando me le empujaba solo le repasaba mi verga mojada por su barriga.
Mijo, espérese así no mijo, es que estas muy alto mijito.
Mijo, no seas así, no me vayas a coger, no ves que se van a dar cuenta.
No sea malo mijo, no vayas a coger ahora, no ves que seguro me van a hablar.
Además no me alcanzas mijo, estas muy arriba.
Diciendo esto, ella misma se fue a colocar contra el quicio de una ventana de donde se podía ver la casa y ahí recargada, con sus piernas abiertas, me tiró.
A ver mijo vengase aquí, vamos.
Tomándome de la verga, la manoseaba como hipnotizada.
Ay mijo, su verga es tan bonita, pero me da miedo cuando la veo, me va a hacer chillar si me la mete mijito.
Ah, pero doña Brenda si ya se la metí.
Si mijo pero estábamos acostados, y así de pie nunca me la has metido. Bueno mijo nadie me la ah metido así de pie.
Y recargándose completamente en el quicio de la ventana, abrió sus piernas completamente, y tomando sus labios vaginales con sus dedos... me dijo:
Pero bueno mijo, intenta metérmela despacito si?
Y así diciendo, como resistiéndose a ser cogida, abrió sus piernas completamente y tomando eso como invitación me acerque poniéndome entre sus piernas.
Ella se abrazo a mi cuello y yo con mi verga en la mano, buscaba su entrada.
La cual encontré inmediatamente, por que doña Brenda se acomodó para recibirla.
La cabeza de mi verga encontró la entrada de la cueva de doña Brenda.
Aaaay..Mijo si ahí, si mijito ahí es, metemela mijo, meteme la verga mijo despacito, así, mijo así, metemela mas, aaaaa, hasta ahí mijo, mas mijo.
Diciendo eso ella yo me empuje sobre ella y se la deje ir completa hasta el fondo.
Ayyyyy mijo, ya me ensartaste toda de nuevo, que rica verga mijito vamos cójase a doña Brenda, vamos mijo, eso quería verdad?, eso quiso siempre verdad mijito?, cogerme verdad mijito?, dígame mijo, dígame que quería cogerme.
Con mi voz entrecortada, le respondía:
Si doña Brenda, si, eso quise siempre, cogérmela, desde que me acuerdo me la quería coger.
Siguiendo con mis movimientos de cintura, dejando que mi verga entrara y saliera de doña Brenda, ahí la tenia, contra la pared, casi sentada en el quicio de una ventana, abierta completamente, con sus tetas colgando, sus piernas increíblemente abiertas y a mis lados, y yo en medio de ella sudando como loco, cogiéndome a mi vecina madura, cogiéndomela en el patio de su casa, con toda su familia ahí.
Doña Brenda me abrazo como desesperada, y comenzó a morderme el cuello, y apretando sus piernas, como yo había sentido antes y comenzó a acabar.
Me corroooo mijo, me corro , me corro mijitoo, aaaaaaghhhhhhhh...¡¡¡
Sentí de nuevo ese chubasco que acompaña los orgasmos de doña Brenda, chubascos intensos al principio y tenues al final, acompañados de contracciones vaginales, nunca eh tenido otra mujer que tenga orgasmos de esa manera, son como baños deliciosos, ricos intensos. Mi verga era bañada en un líquido pegajoso y caliente.
Me corro mijooo, me corro en tu verga mijito.
Sentía claramente como ese liquido pegajoso y caliente escurría por mis testículos y bajaba por mis piernas, el olor a sexo era intenso, delicioso.
Yo seguía metiendo y sacando mi verga de dentro de doña Brenda escuchando el chasquido que hacia mi verga al entrar y salir de ella.
Oiga mijo, ya écheme lechita mijo, vamos, no ve que ya nos tardamos mucho.
Yo seguir empujando, tratando de terminar, mi dificultad para terminar pronto era debido a el riesgo que corríamos ya que yo podía ver a lo lejos, a los hijos de doña Brenda trajinando por el patio central de la casa, ellos no podían vernos a nosotros por que estábamos a oscuras, pero esa sensación era excitante y hacia que se me retrasara la eyaculación.
De pronto escuchamos unos gritos, yo alcance a mirar y vi a don Julio parado en la entrada del patio de atrás.
Brenda, Brenda!!
Gritaba don Julio.
Trate de salirme de doña Brenda y ella abrazándome lo evito y sin girar la cabeza pego un grito diciendo:
Acá estoy Julio buscando esos papeles de Oscar. Ya casi los encuentra todos.
Yo estaba petrificado, y sentí que mi verga se desinflo, aun sin salirse de la vagina de doña Brenda.
Ella apretó las piernas y dijo:
No haga ruido mijo, usted sígame cogiendo, que Julio no entra hasta acá, es un cómodo y no camina mas de lo necesario.
Aun así no podía seguir, mi verga había disminuido su tamaño, cuando escuche de nuevo a don Julio gritando.
Brenda, que se den prisa, mando mi comadre a busca a este muchacho.
Si, si Julio ya va, ya va, nomás deja que termine de juntar sus papeles.
Don Julio giro sobre sus talones y se alejo metiéndose con paso de borracho por el patio interior de su casa.
Yo me quede silencio sin moverme, sin atinar a moverme.
Sintiendo solamente que mi verga estaba flácida, entre las carnes de doña Brenda.
Hay mijito, mire nomás lo que causo este Julio con sus gritos, que su veguita se cayera.
A ver mijo, usted no se va sin acabar, sino se me va a enfermar.
Y diciendo esto, me tomo de la verga y comenzó a jalármela.
No te lastimo mijo?
No doña Brenda, pero es que no se me quiere parar de nuevo.
No se apure mijo, que yo le saco la lechita. A ver déjeme ver.
Y diciendo esto, se hinco frente a mi, así encuerada y tomando mi verga con la mano..Comenzó a menearla despacio y con la otra mano tomando mis testículos los comenzó a masajear. Despacio.
Mira mijo como te crece de nuevo la verga, mmmm, mijito, no puedo creer que todo esto me lo estés metiendo a mi.
Oiga mijito y me la metes toda cuando me coges?
Si doña Brenda se la meto toda.
Ah, que bueno mijo, con razón siento tan lindo cuando me coges.
A estas alturas doña Brenda ya aceptaba que me la estaba cogiendo y no fingía más que no me la cogía.
Así hincada frente a mí, seguía masajeando despacio, hasta que logro que mi verga creciera completamente.
Yo ya había visto en las películas las chupadas que daban las chicas, pero nunca se me había ocurrido a mi que doña Brenda me la chupara, pero en ese momento que la vi así, mirando mi verga como hipnotizada, tome mi verga y comencé a jalármela yo mismo, doña Brenda me la soltó pero continuaba masajeando mis huevos, la tenia bien cerca, así que con mi mano libre, la tome de la cabeza y la acerque mas, y pasándole mi verga así como sin querer, como si fuera un crayón, dibujándole la cara.
Ay mijo que suavecita esta tu verga.
Y movía su cabeza siguiendo a mi verga.
Así que animado se la comencé a pasar por los labios, al principio como que se hizo a un lado al sentir mi verga cerca de sus labios, pero como no intente metérsela por la boca, no se negó a que le tocara los labios con la verga, yo estaba de nuevo completamente excitado y ella también, la estaba mirando, así que haciendo un poco de presión intente metérsela entre los labios.
Doña Brenda, déle un beso a mi verga.
Un beso mijo?, si mijo lo que tu quieras.
Así que le dio un beso en la puntita.
Y quitándome la mano de la verga, la tomo ella.
Mijo... ya echa lechita por favor, no ves que se van a impacientar en la casa.
Y así con mi verga en la mano, comenzó a meneármela, y seguía dándole besitos.
Que rico te huele tu pito mijo.
Y seguía besándolo.
Oiga mijito y si le doy una chupadita a tu verga?, no creas que se hacerlo mijo, pero mi amiga Beatriz dice que es muy bueno y tu pito huele bien rico.
Yo no podía creer lo que estaba escuchando y solo atine a decir:
Si doña Brenda, chúpeme la verga ya.
Y sin decir más comenzó a lamerla por los lados y la cabecita.
Al principio como que tuvo rechazo en su estomago, pero luego le comenzó a gustar, por que la lamía con mas ganas.
La lamía ahora con desesperación y abriendo la boca se la metió un poco y comenzó a chuparla, sentía sus dientes casi haciéndome daño, pero ella se dio cuenta y siguió haciéndolo con más cuidado, chupando más suavemente.
Hasta que se dedico completamente a chuparla, era delicioso ver a esa mujer ahí plantada frente a mi, con mi verga metida en su boca, veía claramente la forma que tomaba su boca con mi verga adentro, y como ella movía su cabeza para chupar con mas fuerza… claro que en ese momento yo no sabia lo que era una chupada, y pensé que esa era la mejor chupada del mundo, (después cuando doña Brenda aprendió, ella me ah dado las mejores chupadas de verga que he tenido).
De pronto escuchamos unos gritos y unos pasos a la carrera.
Se detuvieron a unos metros de nosotros tras el muro.
Mama, mamaaaa!!
Gritaba el mayor de los hijos.
Doña Brenda se saco la verga de la boca.
Que paso Mau que quieres?
Mama, que Carola (la hija mayor) no quiere dejarme ver la tele, y ya tengo hambre.
Si Mau, si ya vete para allá ahora voy y dile a tu hermana que ya voy que te deje ver lo que quieras, ya vete vamos, déjame terminar.
Te ayudo a buscar mama?
Le grito Mau.
No mijo ya encontré lo que buscaba mijo, ya váyase no sea jodón.
Diciendo esto, levanto la cabeza a mirarme y me dijo:
Ay mijo por que no me dejan coger a gusto a mi eh?
Vamos mijito ya déme su lechita vamos.
Y diciendo eso, recomenzó a chuparme la verga de nuevo, yo estaba a punto de venirme.
Y ella lo supo por que yo me eché para adelante apretándole la cabeza con mis manos.
Si mijito así, écheme su lechita.
Quiero su lechita mijo ya échela.
Yo no podía contestar nada estaba sin poder pensar.
Cuando sentí que mi verga explotaba en una venida como no había tenido otra.
Vi como mi semen saltaba de la punta de mi verga directo a la cara de doña Brenda, a su cuello, a sus tetas.
Ella seguía con su mano jalándome la verga, hasta que termino de sacar todo de mí.
Ella soltó mi verga, y quitándose con la mano el semen de su cara, se lo embarro en sus tetas. Y mientras hacia esto me decía, como si estuviéramos hablando.
Mire mijo dice mi amiga Beatriz que la leche de los hombres sirve para que la piel no se arrugue, a ver si es cierto.
Y se rió.
Yo me comencé a subir los pantalones, y le ayude a ponerse de pie.
Donde dejo mi corpiño mijo?
Se lo di en la mano y se lo acomodo con agilidad, se abotono el vestido y ayudándome a cerrarme la camisa me dio un beso.
Ay mijito ahora si ya váyase que lo andan buscando, y otro día que venga ya veremos que inventamos para que se quede a dormir eh.
Y caminando enfrente de mi salimos rumbo a la casa, y pasando por donde esta la pila del agua.
Se levanto el vestido y abriendo las piernas frente a mi, tomo agua de la fuente y se lavo rápidamente la argollita. Saco unos calzones de la bolsa del vestido y ahí frente a mi, se los puso rápidamente y sonriendo me dijo:
Ahora si mijo, ya váyase y no vuelva a ser imprudente eh, mire que venir a cogerme casi frente a todos.
Y sonriéndome se acerco y me dio un apretón en la mano y se metió a su casa.
Yo salí casi corriendo, atravesando el patio central rumbo a mi casa.
Feliz de haber tenido mi primer chupada con doña Brenda.
Antes de salir, escuche un grito de don Julio que decía:
Che pendejo, tenga cuidado con andar perdiendo sus papeles.
Sin decir nada, salí, cerré la puerta y me fui a casa.
Hasta ahí, doña Brenda seguía siendo la primera para todo en mi vida...
Espero les guste y me hagan sus comentarios.-----
18 comentarios - La vecina II
😉
🙄
van mis +10! 😀