Silvia, la prima de mis viejos

Silvia era una prima hermana de mi viejo. La conocí cuando yo tenía 14 años y ella 26. Ella no era de Gualeguay, mi ciudad, sino de un pueblo a pocos kilómetros de aquí. Un día ella con su marido y su hijita vinieron a hacer unos trámites y tomaron mi casa como punto de referencia. Él fué al banco y a averiguar por la compra de un auto, ella con su hijita al pediatra. A la tarde quedaron en encontrarse en mi casa para ir a tomar juntos el colectivo, si alguno de los dos llegaba a tardarse debía quedarse a dormir aquí. Ella llegó temprano y como su marido no llegaba se fué a esperarlo a la terminal, cuando él llegó le avisamos que Silvia ya había salido y que lo esperaba en la terminal. Él salió corriendo apurado para no perder el colectivo, pero la que sí lo perdió fué ella. Apareció cerca de las 9 y media de la noche preguntando por él, toda mojada porque llovía, llamó por teléfono y le avisó a su marido que se quedaba en casa. Enseguida mi vieja le ofreció mi pieza, por ser la única con dos camas, y me mandó a dormir al sofá. Ellá se rehusó a que Yo dejara mi habitación y le dijo: "dejá, la nena y Yo dormimos juntas, dejalo a él en su cama al fin y al cabo es su pieza". A eso de las 11 nos fuímos a dormir, arreciaba una tormenta terrible. Yo me acosté primero, prendí la tele y me quedé con el velador prendido. Ella apareció con la nena en brazos y la acostó en la cama de al lado. Estaba de pié, vestida con la ropa aún mojada, y me preguntó: "¿a qué hora te dormís?" Tarde, le contesté, tarde. Ella salió, se fué al baño. Yo miraba televisión. Y entonces apareció por el pasillo, con un camisón totalmente transparente. Era morocha, petisa, con un culo perfecto y dos tetas con unos pezones enormes bien marrones. Casi desnuda como estaba pasó por al lado mío, le pude ver como tenía afeitada la concha con una fina línea de pelos hacia arriba. Abrió la cama de al lado y se metió. Yo apagué el velador. La pieza quedó iluminada sólo con la luz del tele prendido y algún que otro relámpago de la tormenta. Ahí nomás, y con su imagen, me hice a un costado dándole la espalda y me empecé a pajear. Cuando ya tenía la verga explotando y chorreando con el líquido que sale antes del semen, ella se levantó y se sentó a mi lado en la cama. me preguntó: "¿está bien? ¿qué hacés Serchu?" Yo colorado de la verguenza no sabía donde meterme, entonces me destapó y me dejó en bolas acostado frente a ella. Entonces me dijo: "¿te pajeás? Sos boludo... dejame a mí". Ese "dejame a mí" fué lo mejor que me pasó en la vida. Se metío en la cama, me agarró la pija y me empezó a pajear, cuando pensaba que nada podía ser mejor, se metío entre mis piernas y me la empezó a chupar. La muy puta se la tragaba toda y con los dientes me mordía la base de la pija, me la chupó un ratito y con toda mi pija adentro de la boca me acabé. Tosió y escupió un poco de leche, pero el resto se la tragó y me lustró la pija con la lengua. Todo esto sin sacarse el camisón. Habiendo respirado un rato, se sentó a los piés de la cama, se sacó el camisón abriéndose de piernas y me dijo: "ahora te toca a vos". Me le acerqué con la pija casi dura, me besó acariciándome la cabeza y empujando suavemente me metió de nariz en su concha prolijamente afeitada. Me decía:"chupame, chupame, pasame la lengua, metémela la lengua adentro de la cajeta" Yo obedecía por supuesto, casi sin poder respirar adentro de su concha y con la pija de nuevo bien dura, me senté en la cama. Ella se sentó enfrente mío y me empezó a besar. Me preguntó: "¿querés chuparme las tetas?, dale, chupame" y Yo le mandé lengua por esas tetas enorme con esos pezones bien marrones. Hasta que me agarró la pija bien dura con una mano, y escupiéndose en la otra me dijo: "acostate". Me frotó la pija con saliva y se acercó hasta ponerse bien encima, se abrió de piernas y desde abajo pude ver cómo se le abría la concha, agarró mi pija y se la empezó a frotar por la concha que cada vez se abría más y más, hasta que metió la cabeza y mi pija entró toda, hasta el fondo. Me montó un rato largo, se frotaba como loca, sentí como su culo se erizaba las dos veces que acabó y sentí como me chorreaba por las bolas el afrecho caliente de sus acabadas. Cuando se cansó, salió de encima mío sin avisarme, y mirando los pies de la cama se puso en cuatro, me miró a los ojos y me dijo: "vení... cojeme" y enseguida me puse atrás de ella. Me agarró la pija de nuevo y la puso en su concha. Una vez que estabamos así de cerca ella empujó y la metió toda, me decía:"movete, Serchu, movete" y Yo me movía. Ella dejó sus rodillas apoyadas pero bajó su cabeza, Yo desde arriba opdía ver como la silueta de su culo se marcaba hermosa, y como el agujero del ojete todo mojado se abría cada vez que Yo empujaba. La muy puta mientras me hacía cojerla, se mandaba dedo en el clítoris, y acabó otra vez. Su culo se puso piel de gallina mientras la puta mordía las sábanas. me empezó a preguntar: "¿estás, estás?... acabame afuera, acabame afuera" Yo seguía a mil pero me faltaba, entonces la bebé que dormía en la cama de enfrente se despertó. Ella la miró y me dijo:"pará... Antonella se despertó... cortála" Se bajó de la cama en bolas, toda chorreando, agarró a la nena y la consoló hasta hacerla dormir de nuevo. Entonces me miró, y en las penumbras de la tele me dijo:"pajeate... dale empezá a pajearte" Yo no podía más, me agarré la pija y empecé a pajearme mirándola como de abría de piernas y se metía dos dedos en esa concha toda acabada. Cuando estaba bien al límite, ella saltó de la cama y se arrodilló a mi lado, me agarró la pija y pasándole la lengua desde los huevos me la empezó a chupar de nuevo, Yo no daba más me acababa y se lo dije. Ella entonces hizo lo mismo que la primera vez, se metió toda mi pija en su boca y mordiéndome la base de la verga se tragó toda mi leche. Fué una noche espectacular, hace 16 años ya. Hoy Yo tengo treinta y ella 42. Es una veterana espectacular con un orto y unas tetas divinas con unos pezones enormes color marrón. Y cada vez que viene a Gualeguay me sigue chupando la pija de la misma manera.
En la próximas les cuento cuando los hicimos por el culo, y cuando ella me descubrió cojiéndome a Antonella, su hijita.
Nos vemos. 😉 😉 😉