
Las Aventuras de Lupita capitulo 22
Don Severiano se las ingenia para quedar a solas con la encamable colegiala.
La cena se llevaba a cabo casi con normalidad, don Severiano se las estaba pasando de lujo en el día de su cumpleaños, la reciente incursión en el patio trasero de su casa con la novia de solo 19 años que llevo su hijastro lo habían dejado en un delirante estado de calentura, de reojo miraba a la tremenda hembra que había hecho sentar a su lado, como también en forma continua y creyéndose ya con ciertos derechos posaba una de sus manazas en las suaves piernas de la joven por debajo de la mesa, ella disimuladamente y para no armar una incómoda situación se las retiraba intentando que nadie notara de lo que estaba ocurriendo bajo el mantel.
Así continuo la cena en donde Lupita casi no toco su plato, estaba más preocupada de retirarle las manos a su suegro desde sus muslos que de otra cosa, sumado a que la gran mayoría de los viejos que compartían la mesa más se la comían a ella con la mirada que lo que tenían puesto en sus platos, mientras don Severiano alternaba sus manoseos con verdaderos deseos de meterse debajo de la mesa abrirla de piernas y pegarle una buena chupada de zorra ahí mismo delante de todos los presentes, pensaba en esto devorándole el nacimiento de sus tetas que estaban solo a centímetros de donde él estaba sentado, se preguntaba de cómo había sido tan pendejo en no habérselas manoseado o chupado, y el saber que la chica estaba sin sus calzones y que estos estaban en el bolsillo de su chaqueta, prácticamente la caliente situación lo tenían erotizado.
Hasta que mientras se desarrollaban estos libidinosos acontecimientos llegó el momento de la torta, --El deseoo…! el deseoooo!!, gritaban los compadres del vejete con vaso en mano, antes de que este soplara la velita. El viejo con su mejor cara de pervertido miro a Lupe penetrantemente a sus ojos verdes en un momento en que la chica lo miro, este le dijo telepáticamente que su deseo ella lo tenía entre medio de sus piernas, lo que la nena creyó captar casi al instante ruborizándose y llevando su mirada hacia cualquier parte de la mesa con una de sus manitas en los labios.
Cuando la azorada y manoseada chiquilla por fin se pudo levantar de la mesa se fue rápidamente a buscar a su novio, le pediría que la fuera a dejar a su casa ya que las recientes experiencias vividas sumados a la calentura con la que andaba don Severiano en la fiesta, y que ella bien sabia, la podían hacer cometer una barbaridad, todo este tiempo sin probar una buena verga después de las tremendas folladas que le había puesto el viejo Pedro por la zorra, y los bestiales enculamientos por parte del maestro Tulio y el cojo Juan, ya le estaban por pasar la cuenta, ya casi deseaba que cualquier tipo la interceptara en cualquier parte y se la violaran en la misma calle o en cualquier callejón oscuro de la forma en que únicamente ella le gustaba
Al rato después de que ambos jóvenes quedaron de acuerdo para verse el día lunes en la casa de la joven, Rodrigo fue a dejar a Lupita a su casa, mientras tanto al otro día don Severiano pensaba, el baboso del hijo de su mujer solo estaba a horas de encontrarse a la portentosa colegiala que la noche anterior le había dado claras muestras que con solo sobajearla un poco ella se empezaba a comportar como la mejor de las putas, y tan señorita que se ve a simple vista se sonreía para sus adentros.
Lentamente empezó a armar la idea que tenía en su mente.
Esa misma noche el semental italiano les daba órdenes a su mujer y a su hijastro, -Así es como me escuchas mujer… si no te había autorizado antes para que viajaras a ver a tu hermana enferma fue porque no tenía el dinero, te puedes quedar tres días con ella y te vienes…, termino de decir don Seve casi ordenándole a su mujer, para luego continuar con el joven, --Y tu bueno para nada!!, dijo ahora refiriéndose a Rodrigo, --Mañana iras a dejar a tu madre a la terminal ya que va a ir cargada con bolsos, aprovechando que no trabajas los días lunes, jajajaja!!!
Al siguiente día siendo las 9.30 am., el viejo Severiano emocionadísimo volvía a su casa después de haber ido el mismo a dejar a su mujer y a su hijastro a un taxi, del bolsillo de su chaqueta saco los calzones de Lupita y se dio a olerlos profundamente de como si con esto se estuviese dando fuerzas para lo que haría a continuación, de su otro bolsillo saco el celular de Rodrigo que él había escondido el día anterior en un descuido del muchacho y simplemente tecleo el número de Lupe que estaba remarcado como favorito.
Mientras tanto Lupita en su casa, escogió el calzoncito más diminuto de los que ella poseía, este era de color blanco al igual que el sujetador, pensó que con esto volvería loco a su novio pues su baja prenda íntima le tapaba apenas el nacimiento de su tajito e incluso dejaban ver algunos de sus escasos pelitos íntimos que se vislumbraban brillosos y sedosos, luego opto por un ajustado vestido color azul alucinante que le llegaba a medio muslo, este era de esos con tirantes en los hombros y morbosamente dibujaba en forma diabólica cada centímetro de su tremenda y curvilínea figura, y para terminar con su enloquecedor atuendo se calzo unas preciosas sandalias de medio taco que aparte de hacerla ver aún más soberbia estas le enaltecían su trasero haciéndolo ver aún más parado de lo que ella lo tenía.
Mientras la engalanada y nerviosa nena esperaba a su novio en la salita de su casa, escucho el timbre de su teléfono, una vez que lo reviso y se dio cuenta que era Rodrigo quien la llamaba se dio a contestar en la forma más femenina y coqueta que le fue posible,
--Hola!?, la voz de Lupe sonó como el más bello de los villancicos, para los peludos oídos de don Severiano,
--Alooooo!!! Rugió la voz del vejete por el teléfono, la jovencita se percató al instante que esa no era la voz de su Rodrigo,
--Quien habla!?, pregunto la nena un poco preocupada…
--Soy yo Severiano… como estas nena…
Lupe quedo como petrificada, nunca se había imaginado que sería don Severiano su casi suegro quien la llamaría, aun no entendía muy bien por qué él estaba hablando del teléfono de su enamorado.
--Ehhh Buenos días don Severianooo… como está Usted?
--Yo bien Lupe… Jejeje, el que está un poco complicado es tu novio… el me pidió que te llamara…
--Que le paso!?, que es lo que tiene!?, dígame!... la nena se preocupó casi al instante,
--Amaneció enfermo, se siente tan mal que me pidió que te dijera que no iba a poder ir a tu casa como habían quedado… Lupita se estaba empezando a preocupar de verdad, la voz de don Severiano sonaba tan convincente que no dudo en la veracidad de lo que este le estaba diciendo, hasta casi se olvidó en ese momento de lo que había sucedido entre ellos solo hace dos días atrás en el cumpleaños del viejo, don Seve notando que la bebota se la estaba creyendo siguió con lo planeado por él, --Jovencita de verdad que yo veo mal al muchacho, mi mujer tuvo que salir y me cuesta irme al trabajo y dejarlo así como esta, que tal si te vienes para que lo cuides, yo te espero para no dejarlo solo, y luego una vez que llegues me podre ir más tranquilo… que me dices!?
--Claro que si don…! espéreme que yo salgo en este mismo momento para su casa… Lupita nunca imagino las mentiras que habían detrás de aquella llamada telefónica.
El viejo estando a la espera de la joven hembra que había embaucado para cogérsela todas las veces que él quisiera hasta ya resoplaba de una ansiada calentura, a los pocos minutos y en el momento en que se asomó por la ventana vio venir a lo lejos a una imponente mujer con vestido azul, a los segundos de aquella fantástica visión el pobre hombre casi se infarto cuando noto que esta era la mismita Lupita que él estaba esperando, la vio acercarse a su puerta apurada lo que hacía que sus caderas se movieran ampulosamente exquisitas, su verga ya estaba que explotaba.
La despampanante colegiala esperaba ansiosa e impaciente a que le abrieran la puerta en la casa de Rodrigo, hasta que por fin vio aparecer a don Severiano quien la hiso pasar al instante,
--Pásale… pásale mi Reina…, el vejete se tuvo que aguantar las ganas de abalanzársele y violarla de cualquier forma posible,
--Donde está el?, pregunto Lupita con su carita de preocupación,
--Está en mi recamara, lo puse ahí ya que estará más cómodo… vamos apurate yo te llevo…
CONTINUARA… EL DESENLACE DE LA SITUACION USTEDES YA LA ESTARAN IMAGINANDO, NO SE PIERDAN EL FINAL DE LA HISTORIA

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