You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Te Monte en Vacaciones (parte 2)

Kari tenía la cola llena de mi leche y su acabada, me dijo: ya vuelvo y se fue totalmente desnuda al baño. Cuando la ví desde atrás alejándose, me pija se volvió a poner dura. Aproveché para limpiarme un poco con la bata y acomodar la cama que estaba toda revuelta. Cuando terminé, me fijé en el celular y tenía un mensaje de mi mujer. Le dije que estaba abajo de la galería de las habitaciones del fondo esperando que pase un poco la tormenta para no mojarme tanto. Le dije que se quede tranquila y que se acueste. La lluvia aún caía con fuerza y me fuí hasta la ventana para contemplarla.
Cómo estaba dándole la espalda al baño, no la escuché a Kari cuando se acercó, me sorprendió apoyándome las tetas en la espalda mientras me abrazaba desde atrás. Cuando lo hizo, me rozó la cabeza de la pija con uno de sus brazos y dijo: epa, otra vez al palo vos? Miralo al vieji, eh! Y empezó a reírse mientras yo también me reía y me daba vuelta. Para ése entonces, yo ya pisaba los 50 y era lógico que una mujer de 35, me viese viejo. A mí, a esa altura, no me importaba nada. El culo y toda Karina, habían sido un regalo del cielo.
Después de reírnos de la ocurrencia de Kari, ella se puso en puntas de pie y nos besamos. Mi pija seguía parada y estaba aprisionada contra su panza y la cabeza le quedó entre las tetas. Kari agachó su cabeza, se metió mi pija en la boca y la chupó un rato. Cómo vi que ella se había pegado una ducha rápida, le pregunté si podía hacer lo mismo. Me contestó que no había problema y me preguntó si yo no iba a tener problemas, ya avisé que con ésta lluvia, me iba a quedar abajo de la galerías hasta que pase. No te preocupes, está todo bien.
Me metí en la ducha y no habré tardado más de 5 minutos, salí totalmente desnudo y al palo, mientras me terminaba de secar un poco. Karina había aprovechado para ponerse un camisolin blanco transparente, que parecía que no llevaba nada puesto y que solo le llegaba hasta los pelitos de la conchita. Mi mandíbula rebotó contra el piso y Kari se dió cuenta, porque se sonrió y me dijo: te gusta, no? Sí, mucho le dije, mientras me acomodaba en la cama junto a su cuerpo descomunal. Lo uso sólo en ocasiones especiales, me aclaró Kari.
Volvimos a besarnos y con mi mano, me puse a jugar con los pelitos de su vientre. Me encantan como los tenés, le dije a Kari. Ella hizo lo mismo con los míos, ya que como tengo mucho pelo en el cuerpo, me los afeitaba cerca del miembro y solo le dejaba una mata sobre el nacimiento de la pija.
Yo estaba al palo mal y para mí, era sorpresa. A Kari le encantaba verme así e iba entre los pelos de arriba de la pija y la pija jugando muy entretenida. Nuestras bocas no se separaban, eran muy parecidas, chicas y con labios bien marcados. Yo estaba obsesionado con su culo, le apretaba los cachetes, le daba chirlitos, caricias y pequeños pellizcos. Kari recibía todo entre risas y gemidos, sin dejar de pajearme de tanto en tanto. Sus tetas también eran atractivas, redondas con pequeña curvatura que las hacían ver cómo una gota y casi nada caídas, con los pezones levemente hacia los costados. Detrás del camisolin que se había puesto Karina, brillaban y me ponían más activo todavía. 
Kari volvió a bajar y se puso a chuparme la pija de una manera muy suave y sexy mientras me pajeaba. Su saliva iba recorriendo el tranco y me iba humedeciendo el culo. Ella aprovecho eso para devolverme el dedo que yo le había metido, y me lo iba enterrando a medida que me la chupaba. Mis gemidos le fueron dando la orden de que no se detuviera.
Yo jugaba con sus tetas y sus pezones y también le acariciaba la cabeza y jugaba con su pelo. Kari seguía chupándome la pija y jugando con su dedo dentro de mi culo. No sé que hacía con el dedo adentro mío, pero me lo hacía pasar de maravillas, nunca había sentido algo igual. Lo metía y lo sacaba y hasta llegó a meterme dos dedos enteros bien al fondo. Yo gemia y gemia y Kari no me larga ni la pija ni el culo.
En un momento Kari me sacó los dedos muy lentamente y me hizo estremecer, después sacó mi pija de su boca y se acercó a mi cara para decirme ¿me pareció a mí o te estaba gustando lo que te hacía? Para nada, le dije sonriendo ¡me encantaba! Nos reímos y nos volvimos a besar largo y profundo.
Karina acomodó sus piernas sobre mí y apuntando mi pija con la mano, se la enterró en su conchita que aún seguía lubricada. Entró de un sólo movimiento. Nuestros bellos púbicos se encontraron, al igual que los labios de Kari y los míos. Besándonos y abrazados, Kari empezó a moverse acompasadamente de forma lenta. Cada vez que se metía mi pija hasta el fondo, su cara se transformaba. Kari fue aumentando el ritmo y yo la dejaba hacer. Mis manos le agarraban bien los cachetes del culo y cuando Kari hacía fuerza para enterrarse la pija lo más al fondo que pudiese, el culo se le abría y yo aprovechaba para mandarle algún dedo que su hoyo lo aceptaba bendecido.
Karina ya estaba en un movimiento frenético y yo la tomé del pelo por su espalda y le dí un pequeño tirón, Kari gimió profundo y siguió cabalgandome como nadie lo había hecho. Sentía mis bolas mojadas por su flujo y mientras le daba pequeños tirones en el pelo. Kari se masajeaba las tetas y se pellizcaba los pezones mientras mantenía su ritmo y yo me quedé jugando con su culo y su hoyo.
Kari no pudo más y acabó ahogando el grito de su orgasmo tirándose sobre mi hombro. Se descalzo de mi pija y se derrumbó sobre la cama, recogió las piernas y pude observar como daba pequeños temblores. Yo me limité a contemplarla y acariciarle el pelo.
Después de un rato, Kari se repuso y empezó a acariciarme los pelos del pecho. Mi pija aún estaba parada, sin tanta fuerza, pero parada. Kari la miró, después levantó la vista y me dijo: cómo aguantás Fede, eh. Me sorprendiste. Cuando terminó de decir eso, se metió la cabeza de la pija en la boca, que estaba descubierta y empezó a chuparla muy suave. La boca de Kari estaba tibia y comencé a relajarme. 
Veía como la cabeza de Kari subía y bajaba y la imagen me excitó tanto, que casi acabo. Kari me miró y me dijo: dale no hay problema, la tuya me la trago toda y sonriendo volvió a llevarse mi pija a la boca. No tarde mucho en acabar entre gemidos que tuve que mitigar poniéndome una almohada en la boca.
Karina era de las que cumplen, no se sacó la pija de la boca hasta que largue la última gota. Nos quedamos un rato abrazados, para después volver a besarnos profundamente por largo rato. Afuera, la lluvia empezaba a calmarse
Karina me propuso usar el jacuzzi para que nos lavemos y me pareció bien, se sacó el camisolin y se fue para el baño moviendo su culo que me mataba. Me llamó al rato y fui yo también al baño. Ella ya estaba metida en el jacuzzi y la espuma ya empezaba a formarse. Cómo pude me acomodé al lado de ella y empezamos a enjabonarnos. Su piel era hermosa y suave y no me pude resistir a darle unos besos en la nuca, ella puso su culo pegado a mi verga y se puso dura otra vez ¿guau, todavía quiere más tu amiguito? Si fuese por él, seguiría todo la noche le dije. Sos muy hermosa Kari y hacia rato que no la ponía, le confesé. Kari se sonrojó y terminamos de bañarnos juntos.
Ella salió primero y yo la seguí, la ayudé a secarse la espalda y aproveché para apoyarle la pija en la cola por última vez, mientras le daba besitos en los hombros y le acariciaba las tetas y los pezones. Kari se puso en puntas de pie y mi pija quedó como un pancho, entre dos panes de cachetes de su culo. Largó una pequeña carcajada y se dió vuelta, aproveché para besarla otra vez. Ella me dió vuelta y secó mi espalda sin perder la oportunidad de tocarme la pija, las bolas y el hoyo, después salió del baño y vino al rato con mi ropa: toma, cámbiate que paso mucho tiempo y van a sospechar. Si, es verdad le dije agachando la mirada.
Cunado salí del baño, Kari estaba otra vez con la bata puesta, pero sin anudarla. Estaba en tetas y con una tanga negra con encaje, que le dejaba ver los pelitos que tenía en la concha. Me acerqué para despedirme y Kari me agarró la pija por sobre el pantalón y me llevó hasta su cara. Nos besamos por última vez y me dijo: todavía te debo el favor, gracias por lo que me hiciste gozar. Naaaa, le respondí. Olvídate del favor, ya estamos a mano. Gracias a vos por hacerme pasar un momento único, con una mujer tan bella como vos. 
Fuimos hasta la puerta, Kari salió primero para ver si había alguien dando vueltas, todavía caían algunas gotas, pero quiso cerciorarse que estaba todo bien. Volvió a entrar, nos besamos una vez más y yo aproveché para agarrarle el culo a forma de despedida. Kari agarró mi mano y me dió algo mientras me despedía y cerraba la puerta de su habitación. Cuando reaccione, lo abrí y era un papel con un número telefónico. Sonriendo, me fui a dormir a mi habitación.
Acá les dejo algunas fotos que le robe a Kari, el día que me dijo en el desayunador que no se había puesto la tanga. Que bella mujer 😍
Te Monte en Vacaciones (parte 2)
culona
putita
segunda parte

0 comentarios - Te Monte en Vacaciones (parte 2)