Todo comenzó antes de salir. Mientras ella se arreglaba, no pude evitar soltarlo: “¿No te vas a afeitar el papo?”. Me miró sorprendida y respondió, con una sonrisa coqueta: “¿Y qué importa para ir al cine?”. Me acerqué y le susurré al oído: “Porque puede que quiera jugar contigo esta noche”.
Con un aire desafiante, se levantó, desapareció unos minutos y volvió lista, con una mirada que me prometía problemas. Nos dirigimos al cine con la química por las nubes.
Al llegar, nos acomodamos en el fondo, lejos de miradas curiosas. En cuanto las luces se apagaron, mi mano comenzó a explorar bajo su vestido. Al sentir su piel suave, ella susurró: “¿Contento ahora?”. Mi respuesta fue clara: comencé a jugar con ella, despacio, sintiendo cómo se estremecía bajo mis caricias.
En ese momento, no había película, sólo el placer de verla morderse los labios, intentando contenerse mientras mi mano hacía magia.
Cuando todo terminó, su mirada decía más que mil palabras. Esa noche, un simple reclamo se convirtió en un recuerdo inolvidable.
Ya en casa toda satisfecha me pidió encarecidamente que la tomara como me diera la gana. Que me lo había ganado!!
MUCHAS GRACIAS A LOS QUE APOYARON EL ANTERIOR POST LOS TENEMOS PRESENTE
BESITOS DEPARTE DE Lux and across
2 comentarios - “Una noche diferente: el reclamo que terminó en placer”
Besos y gracias por compartir