Traspasando el limite con mi Madre VI

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Las semanas continuaron, la dinámica con mi madre ya era distinta a los ojos de mi padre, quien se había acostumbrado a vernos muchas veces dormir desnudos, que Carla anduviera con menos ropa, etc., mi padre como estaba tan absorto en el trabajo, no se daba cuenta o no le daba importancia, a Carla le excitaba la idea de ser descubierta o hacer las cosas a escondidas, durante las semanas siguientes, se pasaba a mi cama en la noche y hacíamos el amor en silencio o cuando llegábamos temprano, nos íbamos a mi pieza y estábamos toda la tarde follando, hasta antes que llegara mi padre.

Un sábado en particular, temprano en la mañana, mi madre me despertó y me pidió que la ayudara con la ropa de lavado, mi padre aún seguía durmiendo, me levante y la ayude a llevar el cesto de ropa, entramos a la logia y mi madre se saca el pijama que llevaba puesto y me indica que haga lo mimo

Carla: sácate el pijama para lavarlo también

Pedro: ¿Pero y si despierta mi papa?

Carla: ya esta acostumbrado a vernos desnudos juntos, además todavía está durmiendo

Me saqué inmediatamente el pijama y lo tire a la lavadora, quedando los dos desnudos, pusimos el resto de la ropa y prendimos la maquina, Carla se giró y me dio un piquito

Carla: gracias por ayudarme

Me volvió a dar otro piquito, luego otro hasta que los piquitos se transformaron en besos cada vez mas candentes

Pedro: ¿no me despertaste solo para ayudarte con la ropa cierto?

Carla: ¿tu que crees?

la tome de inmediato y la puse sobre la lavadora y me tire a comerle su jugosa concha, Carla se puso a gemir de inmediato, sin ningún filtro.

Carla: que rico te comes la concha de tu madre, pero quiere que ahora le des polla

Me levante, le abrí las piernas, mientras la lavadora seguía moviéndose y comencé a follarla, sintiendo como se movía la maquina bajo las nalgas de Carla, posicione sus piernas sobre mis hombros y le taladré su concha ardiente, nos comíamos la boca algunas veces, Carla tocaba su panocha por encima.

Carla: que rico te coges la conchita de tu mami

Esa forma de hablar de Carla me excitaba más, y la follaba más duro, sacándole gemidos más fuertes. Cuando tuve la polla lo suficientemente lubricada con sus jugos, la saque, baje a Carla de la lavadora, la di vuelta, levanté su pierna derecha y la subí encima de la maquina, dejándome a mi vista sus dos orificios, posicione mi polla en la entrada de su cola y comencé a presionar.

Carla: pero no estoy en mis días fértiles amor, te puedes correr adentro

Pedro: pero me gusta follar tu cola mama

Comencé a meter el resto de mi polla adentro, moviéndome lentamente pero aumentando el ritmo, sintiendo como sus músculos anales se contraían con cada embestida, yo me encontraba en la gloria y mi madre gemía a boca abierta, estábamos en eso cuando escuchamos movimientos en la cocina. La logia tiene una puerta con ventanal opaco, en donde solo se logran divisar la sombra de una persona de un lado hacia el otro.

José: ¿Carla estás por ahí?

Carla: Estoy en la lavandería

Yo seguía fallándola, más lento para que no se escuchara, pero con el ruido de la lavadora ocultándonos.

José: ¿Has visto a Pedro?

Carla: esta acá conmigo

Escuchábamos como mi padre se preparaba desayuno, moviendo las tazas. A mi mente perversa se le ocurrió la idea de follar parada a mi madre, así que toma su otra pierna y la hice apoyar los pies en la maquina, dejándola en el aire, mientras yo la seguía taladrando analmente, a Carla se le escapó un grito.

Jose: ¿estas bien?

Carla: si, si, es que choque con pedro sin querer y me pego con su cabeza

Con cal cabeza era lo importante, carla le respondió con la voz entrecortada, tratando de esconder sus jadeos.

Jose: Pedro, no molestes a tu madre

Pedro: si, papa

Todo esto mientras la seguía follando. Escuchábamos como mi padre preparaba sus cosas, yo seguía follando a mi madre, en eso nos dice mi padre

José: acuérdate que hoy viene tu prima a quedarse

Entre jadeos y gemidos mi madre le respondió

Carla: si, si, si se me... había... olvidado

Yo estaba tan excitado que la empecé a follar más fuerte, Carla se agarraba de mi con sus dos brazos atrás de mi nuca, hasta que llegó mi orgasmo, llenándole sus entrañas de leche, a lo que mi madre respondió con un fuerte gemido y su concha depilada soltando gran cantidad de líquidos

Jose: ¿estas segura que estas bien? ¿Qué le hiciste a tu madre pedro?

Carla: nada... nada... no... me paso... nada, estoy bien... estoy más que bien

Lanzó un largo gemido, mientras mi polla terminaba por descargar los últimos disparos. En eso vemos la sombra de mi padre tras el vidrio.

Jose: ¿Qué paso?

Pedro: Nada papa, solo que choque con mi mama si querer

Carla: Si, no... te... preocupes cariño... estoy bien... tu hijo algunas veces es muy... brusco

Escuchamos salir a mi papa salir de la cocina, solte a mi madre, sus piernas temblaban y semen escurria de su ano, estabamos transpirando como locos

Carla: eso estuvo cerca

Pedro: me corri más que otras veces

Carla: si, siento que me llenaste todas mis entrañas, me excito demasiado casi ser descubiertos

Pedro: creo que tienes un fetiche

Carla: Callate tonto

Mi madre se giro y me comió la boca desesperadamente

Carla: Que rico se siente tu semen dentro de mi

Carla abrió la puerta del lavadero y salimos juntos, nos encontramos con mi padre en el living, concentrado viendo la televisión, pasamos sin hacer ruidos y nos dirigimos cada uno a su respectivo dormitorio, no sin antes comernos la boca antes de que mi madre entrara a su pieza.

A eso del medio día llego la prima de mi madre, su nombre es Josefa, es de la misma edad que mi madre, un poco más alta que esta pero igual de sexy, con su cabello castaño y con una tez morena, contrastaba con la rubia melena de mi madre y su blanca piel.

Almorzamos todos juntos, contando historias entre las primas, mi padre se fue a trabajar a su oficina y yo me quede con ellas conversando, cosas bien banales pero entretenidas. La tarde pasó volando y llego la hora de la cena, mi padre nos dijo informó que debido a una emergencia debía dirigirse a la oficina y que volvía mañana, así que preparamos cena para los tres y decidimos comer en el living acompañándolo con una copa de vino. Mientras conversábamos, mi tia me dice

Josefa: ¿Sabias que tu madre fue mi primera vez?