Las Aventuras de Lupita capitulo 14
Mientras esto sucedía en la feria, en el taller de don Cipriano, la escena era muy distinta, Lupita solo atino a taparse desesperadamente su carita, sintió que era tomada brutalmente desde sus cabellos, para luego ser arrastrada por toda aquella inmunda habitación de taller en donde todo apestaba a grasas aceitosas mezclado con basura, movía sus manitas hacia todos lados en su inútil afán de encontrar algún apoyo para no caerse, hasta que sintió que era arrinconada contra una pared, en donde vio que su macho de turno, un asqueroso viejo de quizás hasta 60 años y que aun la tenía bien asida de sus cabellos.
--Ves lo que consigues con tus estupideces maldita zorra estupidaaaa!!, le gritaba el desnudo vejete, tienes ya más de 18 años compórtate!!!!con su verga aún más parada que antes, por el exquisito placer que sentía al estar gritando a tan suculenta y virgen hembra. ¡Lupita estaba en estado de Shock, aunque quería pedirle a aquel energúmeno que ya no la maltratara, de su garganta no salían las palabras, el viejo continuaba vociferando, --¡Acaso no te acuerdas que ya en la feria estuvimos culeando y te comportabas como una verdadera putaaa, jajaja!! Y ahora me sales con las pelotudeces, que yo no tengo derechos!!, pues ahora mismo te hare conocer los derechos que yo tengo sobre ti, a la vez que el mismo tomaba el cuerpo lleno de curvas infernales de la tierna estudiante, la acomodo dejándola en 4 patas, para luego, tomando impulso y con todas sus fuerzas: Plaffff!!, retumbo ahogadamente un cachetazo que recibió en sus carnes del culo, la sumisa colegiala.
-Y para que vayas sabiendo muy bien cuáles son mis derecho sobre ti, ahorita mismo lo sabrás, decía don Pedro a la vez que se ponía de rodillas atrás del cuerpo de Lupita que aún se mantenía en 4 patas, y sin previo aviso y tomando a la colegiala por sorpresa le abrió el par de portentosas nalgas, acomodo su verga que ya estaba que se reventaba de tanto semen acumulado, y se lo mando a guardar de un puro envión hasta lo más recóndito de su glorioso y excelso pedazo de trasero, para comenzar a culearla en forma salvaje y rabiosa, como para enseñarle quien era el que mandaba, --Jjajajajaj pero que rico y apretado tienes el culo pendeja endemoniada, tomaaaa!!, tomaaaaa!! Este es mi derecho sobre tiiiii puta pendejaaaaa!! le gritaba por cada feroz clavada que le daba por el culo.
Lupita ya no decía nada, solo se dejaba culiar para que aquel exaltado mecánico no la fuera a matar a palos, solo se dio a aguantar las feroces arremetidas y apuntalamientos a los cuales estaba siendo sometida en contra de su voluntad, --Plafff, plafff, plafff, plafff, retumbaban las sonoras series de feroces nalgadas que recibía la jovencita en las carnes de su glorioso y bien formado culote, sentía como don Pedro sacaba y metía su verga con desesperado aceleramiento, enculandola hasta la saciedad, a pesar de lo violento que resultaba todo eso ella gozaba de verdad.
Pero el vejete no era tonto, a pesar que se lo estaba pasando muy bien gozando a plenitud de un joven y hermoso culazo de 18 años, sabía que la colegiala tenía otra parte de su cuerpo que le prometía placeres aún mayores, por lo que fue gradualmente aminorando sus arremetidas hasta que con mucho cuidado retiro su poderoso artefacto carnal del precioso reducto que por segunda vez en la noche había disfrutado, para luego ponerse de pie y nuevamente tomo violentamente los cabellos de Lupita y la hiso que se enderezara, la joven quedo de rodillas, con la gruesa verga de don Pedro solo a centímetros de sus hermosos ojos verdes.
--Ahora quiero que me la chupes, putona y ponle empeño, porque o si no tú ya sabes lo que te pasara, Lupita recién se fijó que el vejete tenía una verga monstruosa, procedió a con una mano despejarse el rostro de cabellos enarbolados y con la otra se asió a la verga que ahora le estaban pidiendo que chupara, a pesar del profundo asco que esta asquerosa herramienta de carne le provocaba, al verla toda aceitosa con restos de jugos de sus propios interiores, que extrañamente pulsaba de arriba hacia abajo, de inflamadas venas azules y verdosas hinchadas, y que en su base estaba frondosamente cubierta por una gran cantidad de antihigiénicos pelos gruesos y negros, fue abriendo su angelical boquita, tal como en una ocasión ya lo había hecho con la verga del maestro Tulio y se la zampo de un puro bocado casi hasta la mitad, con el único afán de dejar contento al viejo que por ahora era su dueño según el mismo le había dicho y para que este no siguiera gritándole.
Cuando don Pedro sintió como su verga era apresada por la dulce y fresca boca de Lupita, se sintió en el mismísimo cielo, pero que rica tenía la boca esa nenita endemoniada, la colegiala envolvía con su lengua parte del tronco y del glande, haciendo que su dueño casi perdiera los sentidos de la razón, sin pensarlo dos veces don Pedro se agarró firmemente de los cabellos de Lupe y comenzó el mismo a dirigir la mamada de verga, moviendo aceleradamente la cabeza de la joven tal cual como si se la estuviera follando por la boca.
Lupita ahogada al máximo por tanta intromisión de verga en su boca y garganta, ya estaba babeando grandes cantidades de saliva que escurrían por las comisuras de sus labios, de vez en cuando se atragantaba, era mucha la cantidad de saliva que caían también desde sus mismas fosas nasales, que por la presión ejercida por aquella satánica verga, la gran cantidad de flujos salivales mezclados con líquidos pre seminales buscaron el camino de las narices de la jovencita para salir expulsados con violencia desde esta por cada atragantamiento que sufría la pobre chiquilla. El vejete ajeno a todo esto solo gozaba follandose la boca de Lupe, con sus ojos entrecerrados y con su asquerosa boca abierta y desprovista de dientes daba a demostrar el inmenso placer que estaba experimentando.
--Que bien lo mamas perraaaa!!, exclamaba el horrendo mecánico, inconsciente de que al él no se lo estaban mamando, simplemente era el quien se estaba follando la cabeza de Lupe.
Por su parte la hembra resistía con mansa y dócil entereza a lo que le estaban haciendo, ya estaba clara de lo que le sucedería si se ponía a reclamar o a hacer problemas, ahí era don Pedro el que mandaba asumía ya la pobre y entregada muchacha.
El viejo de una se la saco de la boca para no eyacular dentro de ella, y producto del acelerado impulso en que la habían estado utilizando oralmente, la joven cayó de espaldas, su hermosa carita estaba embalsamada con líquidos extraños y saliva mesclada con semen, don Pedro en el acto se encargó de desparramárselas aún más por toda su cara, hasta que sus poros absorbieran esta exquisita y a la vez asquerosa esencia masculina, siguió escupiendo semen por sus fenomenales tetazas, que también estaban bañadas con estos líquidos, don Pedro se encargó de desparramarlos por todo el cuerpo de Lupita, quien daba la impresión de estar totalmente aceitada.
La colegiala una vez ya recuperada de tan salvaje tratamiento, se dio cuenta que el vejete, a pesar de su apariencia decrepita, la tomo en brazos sin ningún tipo de complicación, para de una forma no tan violenta como la había tratado anteriormente, arrojarla sobre la cama que desde hace rato la tenía nerviosa, ya que prácticamente sabía lo que iba a pasar en ella.
Lupe muy enervada y asustada por los acontecimientos que se veían venir, vio al viejo que con su inmensa tranca desafiando a los cielos, ir a hurgar entre sus ropas para luego decirle y darle conocimiento…
--Escuchame pendejaaa!!, le decía mientras en sus manos mantenía la infracción por prostitución, y la identificación escolar de Lupe, --La verdad es que no quiero volver a pegarte, pero si me obligas a ello no dudes que lo hare, si miras bien te darás cuenta que aquí en mis manos tengo estos dos documentitos tuyos, que tienen todos tus datos personales, los cuales me los dejare de recuerdo, me vas entiendo?, le preguntaba don Pedro mirando con cara de demonio a la asustada Lupita, quien le asintió con un ligero movimiento de cabeza,--Quiero escucharte estúpida? Di que entiendes!!,
-Si don Pedrooo…le entiendo!, contestaba la tierna y desnuda joven que con una mano intentaba tapar sus tetas y con la otra su tierno y tímido tajito.
--Bien, te aclaro que ahora vamos a dedicarnos a follar como animales calientes, y quiero que pongas de tu parte para hacerme sentir bien y satisfecho, porque o si no, aparte de volver a darte la pateadura de tu vida, el lunes a primera hora voy para tu colegio y les cuento a todos tus profesores que su alumna sale a putiar por las noches te queda claro putita, jejeje, sin mencionar que ahora puedo ir hasta tu casa, no me interesa saber con quién vives, pero de seguro que se mostraran muy interesados en saber lo que hace la zorra de su hija, cuando le dan permiso para salir a divertirse, y yo creo y estoy seguro que tu no quieres eso, para ti ricura, verdad!
-Si don Pedro, yo no quiero eso para mí, snifff!!, por favor hare todo lo Ud. quiera!! pero no vaya para mi casa a acusarme, snifff…snifff, ni tampoco a mi colegiooo Sniffff!! Snifffff!! lloraba desconsoladamente.
--jajajajajaja!! Eso si esta mejor mi amorrr, desde hoy día pasas a ser mi mujerrrr!!, mi hembraaaa!!, mi putaaaaaa y en todas sus letrasss!!!, te voy a emputecerrrr!!, te voy a coger todas las veces que yo quiera, jajajajaja!!
Lupita lo vio venir a acostarse en esa inmunda cama en donde la convertirían en mujer, por cada movimiento que el viejo hacía para acomodarse junto a su cuerpo, la cama rechinaba obscenamente, cosa que la ponían aún más nerviosa…
--Ya putita entregate dame unos besitos jejejeje, le decía el vejete a la vez que la abrazaba y buscaba su fresca boca, Lupe no sabía que hacer estaba muy lejos de querer entregarse por las buenas a ese desalmado y caliente vejestorio, pero sabía que su destino dependía de ello.
Don Pedro, dejando la sesión de besos para más tarde, tomo la mano en que la joven cubría sus senos y la dejó a un lado, también retiro la otra con la cual Lupita protegía su vagina, una vez que logro que la asustada colegiala dejara a la vista sus más preciados tesoros, se sintió conforme, el viejo por muy caliente y macho que fuera para sus cosas, temblaba por la emoción de estar acostado con una hembra de tales características, asquerosamente comenzó a lamerle la suave cara, como a su vez a hablarle en sus perfumados oídos
--Desde hoy pasas a ser mi juguete personal, mi potranquita rica, serás mi hermoso y personal objeto sexual, y voy a jugar contigo hasta que me harte, hasta que te revientes de tanta verga que te voy a meter, a la vez que con sus asquerosas manos comenzaba a sobarle las tetas y recorrerla por todo el resto de su cuerpo, --Mmmmmm... que bien hueles ricura, mmmmm… siii...cosita ricaaaa te voy a enyeguecer!!... y esmérate en satisfacerme, porque si me llego a aburrir de ti, te ofreceré a todos mis amigos para que jueguen contigo cuando les den ganas, y te hare putiar en las calles para ganarme un buen dinerito a costas tuyas, así que por favor no me jodas con tus pelotudeces, de que eres virgen y pura, pórtate bien y anda abriéndote de patas, vamos ricura hazlo, ábreselas a tu macho pedazo de zorraaaa!!...
-Ponte de rodillas al final de la cama y chúpamela de nuevo pendejaaa!!, quiero ver ese culo bien levantado, hazme una buena mamada!!, solicito don Pedro mientras él se acomodaba de espaldas para disfrutar la nueva felación que estaba inquiriendo, Lupita como pudo fue tomando ubicación de cómo le habían ordenado, y una vez con sus dos temblorosas manitas bien sujeta a la peluda base de su erguida y portentosa verga, y pensando en que ella no quería que este horrendo hombre se acercara ni en la más mínimo a su casa o al colegio, se lo metió en la boca para comenzar a chuparlo y a lamerlo con sus ojos cerrados, procurando no pensar en otra cosa que no fuese en hacerlo sentir bien, y además para que don Pedro no se enojara con ella.
Con deleitosa concentración se la mamaba, con su boquita bien apretada, su cabeza subiendo y bajando, y haciendo círculos de vez en cuando, chupando sin parar un solo momento, como una verdadera poseída por el demonio, lamiendo, moviendo la lengua circularmente por el venoso tronco y el glande, concentrada también en soportar el repulsivo asco, y esperando cual sería la próxima orden de su macho.
--Ohhhhh!! Pero que zorra eres para chupar la verga mamitaaa!!--Eso es así…así…Mmmmm…Arghhhhh!!, gruñía el vejete, ante la sabrosa mamada que le estaba prodigando Lupita, --Cometelo todooo todoooo!! Tragátelo todoooo putaaaaa!!...
Luego de unos 10 minutos de una morbosa y rica felación, Don Pedro se lo saco de una, le parecía que la pendeja había aprendido muy bien cuáles eran sus nuevas obligaciones, el vejete la quedo mirando ensimismado, que rica se veía la pendeja arrodillada en la cama y con las comisuras de sus labios chorreándole restos de líquidos pre seminales, con sus tetas brillosas por la sudoración obtenida por la morbosa tarea en que había estado ocupada.
El viejo determino que ya era hora de poseerla, de hacerla suya, verdaderamente se la quería meter hasta el corazón, hace mucho tiempo que no se sentía tan atraído de esta forma por alguna hembra, y claro Lupita era una chiquilla hermosa, que jamás este viejo horrendo y degenerado hubiese tenido la oportunidad de poseer, si no fuera por el extraño curso de los acontecimientos.
El caso es que una inmensa e instintiva necesidad animal por destrozarla a vergazos se apodero de su desequilibrada mente, tal vez fuese por su olor, por su aroma a pulcra inocencia, o por su belleza.
Don Pedro perdido en un mar de degenerados deseos la tomo con fuerzas para dejarla recostada de espaldas en aquel sucio colchón, Lupita anticipándose a lo que se venía cruzo instintivamente sus piernas en señal de protección de su casi natural y depilada vagina de escasos y finos bellitos negros y sedosos, el vejete al notar la reacción de la asustada colegiala, le dijo,
--Ahora te la voy a meter pendeja así que no me salgas con tus boludeces, te la voy a meter de una, para que así todo sea más rápido para ti y no sufras tanto, jejejeje, aunque yo sé que igual te va a doler, pero si te portas bien veras que te va a gustar tanto que después me andarás buscando para que te de verga, jajajaja!!, serás mi mujer pendeja, te voy a culiar como jamás nadie te lo volverá a hacer y en el momento en que te lo meta no lo olvidaras nunca, jajajaja, decía el detestable hombre a la vez que iba tomando ubicación entre los hermosos muslos abiertos de Lupita, que el mismo se había en cargado de ir abriendo.
Sintió su cuerpo aplastarse por el de don Pedro, el vejete ya se había montado sobre el potable cuerpo de la colegiala, que estaba casi ahogada debajo de él y con sus bellas piernas abiertas, esperando lo desconocido, el vejete acomodo su armamento en la entrada de la pequeña rajadura intima de Lupita, paso sus brazos por debajo de la espalda de la joven para afianzársela desde sus suaves hombros, la apretó contra el en señal de poderío de macho, y ya sin esperar nada más empujo con todas sus fuerzas hacia el interior de la vagina de la tierna colegiala, Lupita experimento ahora si un inmenso dolor casi animal jamás sentido en su vida, ni siquiera cuando el jorobado Concerje Juan le rompió el culo le había dolido tanto, al sentir la gruesa cabeza de la verga de don Pedro intentar calar su vagina.
--Arggghhh, que apretada la tienes chiquilla del demonio, le decía don Pedro justo al lado de su oído, a la vez que le propinaba otro feroz apuntalamiento vergal-vaginal que tampoco tuvo éxito, Lupita solo lloraba silenciosamente por el dolor en su vagina, y por todo lo que estaba viviendo, las lágrimas brotaban copiosamente desde sus hermosos ojos verdes y rodaban lentamente por su carita, su visión solamente era el techo de esa mugrosa habitación y los canosos pelos de don pedro que casi le tapaban la mirada, --Prepárate pendeja porque ahora sí que te la meto, el mecánico con mucha concentración y morboso ímpetu volvió a empujar con fuerzas desmedidas sobre los apretados pliegues vaginales de la joven, y para buena suerte de él y mala suerte para ella, estos cedieron ante la impecable estocada vergal que les habían asestado, permitiéndole el ingreso hasta la mitad de su gruesa verga, a ese endemoniado cuerpo de Diosa, que él había estado deseando ya desde hace unas tres horas por lo menos,
--Aaaaaayyyyyyyyyyy!! Ayyyyyyyyyyyyyy!! Don Pedroooo!!, por favorrrrrrr!! Ya..no…me… la… me….taaaaaa!! Sniffffffffff! Snifffff!! Sniffffff!!, Lupita sentía que la rompían por dentro, sus carnes se rasgaban ante la brutal intromisión a su deleitoso cuerpo, --Callateeee zorraaaa mal paridaaaa! y acepta mi vergaaaaa! Tomaaaaaa!!, bramo don Pedro dándole un tercer y aún más brutal empuje en donde Lupita termino por comerse vaginalmente toda la verga de don Pedro, había entrado totalmente, solo los pesados testículos llenos de semen caliente y espeso habían quedado fuera del cuerpo de la hermosa joven recién estrenada sexualmente.
Estaba hecho, Lupita ya no era más virgen, Don Pedro Ventura, un asqueroso y viejo mecánico se había encargado de tomar y usurpar la virginidad de la tierna colegiala, recién convertida en mujer, dejándosela para el por el resto de su miserable existencia.
El vejete permaneció ensartado dentro del cuerpo de Lupe y en toda su longitud vergal, por espacio de unos dos minutos aproximadamente, el calor interior del cuerpo de aquella joven Diosa y que envolvían a su verga era el mayor placer que jamás en su vida había experimentado, no quería salirse jamás de aquella apretada vagina que en estos momentos en forma forzosa le albergaba a su gruesa tranca, en la habitación solo se escuchaba los sonoros sollozos de la hembra recién desvirgada.
Una vez que el viejo caliente y degenerado de don Pedro determino que ya era tiempo suficiente para que aquel apretado reducto amatorio se acostumbre a sus dimensiones vergales, concluyo que ya había llegado el momento de empezar a moverse, para que esa joven y tremenda colegiala viera y supiera lo que era culear con un verdadero macho caliente,
--Que rica tienes la panocha pendeja, le decía el vejete babeando y con sus ojos cerrados, --No me saldría de tu cuerpo jamás, eres una verdadera potranca hecha para ser follada por un verdadero potro salvaje, pero ahora sabrás lo que es culiar de verdad ricura, jajajaja!!, Te hace sentir lo que jamás nadie te lograra provocar y te juro pendeja que te va a quedar gustando tanto que querrás repetir la operación cuanto antes, Jajajajaja!!, Te voy a culiar y te voy a preñar!! Serás la madre de mis 4 hijos que te voy darrrr!!, le decía riéndose y burlándose a una ensartada y acongojada Lupe, que aún mantenía su boca abierta en un ahogado grito de dolor, con sus ojos bien abiertos y vidriosos producto del enajenante impacto emocional y de calvario carnal.
Don Pedro comenzó a moverse lentamente en forma culiatoria, metía y sacaba su tranca solamente hasta la mitad, el calorcito y las placenteras sensaciones que le prodigaban la vagina de aquella núbil Diosa a su verga eran indescriptibles, Lupita por su parte aplastada y dejándose ensartar, ni siquiera podía moverse por cada apuntalamiento que le daban con animal ensañamiento, sentía que prácticamente la estaban empalando por la zorra, el vejete cada vez se movía más fuerte intentando adentrarse el máximo posible hacia el interior de aquel curvilíneo y juvenil cuerpo, la cama rechinaba rítmicamente antes los fieros bombeos que hacia el mecánico.
Fueron pasando los minutos y don Pedro cada vez se movía más fuerte y rápido, aserruchaba, metía, taladraba profundamente en los interiores de Lupe, haciendo círculos con la intención de agrandarle la panocha a la entregada jovencita, el hombre sudaba como animal, las lágrimas en los ojos de Lupita ya se habían secado, por ahora soportaba estoicamente las bárbaras y crueles arremetidas de verga que le metían a su cuerpo, ella también sudaba, lo comprobaban algunos cabellos pegados en su cara y ciertas gotitas de transpiración que se le acumulaban entre su cara y narices, no se dio cuanta cual fue el momento en que cerro sus ojos para dejar al viejo que tenía montado sobre su curvilíneo cuerpo hiciera con ella lo que quisiera, el dolor fue pasando en forma paulatina, la cosa era que por ahora la culiada que le estaban pegando era de campeonato y ella sintiéndola con sus piernas bien abiertas y con sus ojos cerrados.
Don Pedro sabía que tenía que aprovechar esta instancia, no estaba muy seguro que si después de la segunda acabada se le fuera a parar de nuevo, por lo tanto determinaba que tenía que prolongar lo más posible aquella culiada de antología que se estaba pegando con una bella estudiante de 18 años, los gritos de dolor con los bramidos que había pegado Lupita gradualmente habían ido aminorando, ahora en aquella habitación lo único que se escuchaba era el prolongado rechinar de la cama ante los bruscos movimientos que hacían sobre ella y los suspiros de placer de ambos amantes ante la desnaturalizada follada que se estaban pegando.
Lupita totalmente confundida no sabía qué hacer, el dolor en su vagina había ido aminorando, pero era una extraño dolor que la hacía sentir rico, noto que mientras más profunda era la clavada, el dolor parecía que más iba a desaparecer y como es lógico que ella quería que desapareciera, lentamente comenzó a empujar hacia adelante, a los pocos minutos de estas extrañas sensaciones en el cuerpo de la colegiala, Lupita ya no se movía para que desapareciera el dolor ni nada parecido, ahora ella ya estaba culiando por autentica y genuina calentura, en un momento don Pedro pensó que la chiquilla lo había abrazado para sujetarse, pero cuando en un lapso que él se detuvo para estudiar lo que allí abajo estaba ocurriendo, con placentera emoción comprobó que la joven seguía moviendo sus caderas de atrás y hacia adelante, por lo que a modo de agradecimiento comenzó a moverse y a meter verga en una forma casi demencial, ahora sí que se venía lo bueno pensaba el feliz y amachado vejete
--Ahhhh que rico te meneas putitaaaa!!, Te lo dije!! yo sabía que iba terminar gustándote, jajajajaja!!, le decía preso por la excitación…
Aun así Lupita se sentía avergonzada, se preguntaba cómo podía estar sintiendo tan rico mientras este asqueroso hombre mancillaba su cuerpo de esa manera, mas no podía dejar de mover su cintura y caderas, su mente le ordenaba que se aferrara más firmemente al viejo cuerpo del que ahora ya se había convertido en su hombre, ella no lo quería admitir pero a estas alturas ya se la estaba pasando muy bien acostada con don Pedro, lentamente de su mente fueron desapareciendo aquellas terribles imágenes de cuando el detestable hombre le había pegado, pero su conciencia aun le recordaban que a pesar de todo lo antes descrito, a ella se la estaban violando, sin contar de las continuas imágenes de ver a su maestro tulio chupándole la Pinga, y gozando como una verdadera Puta con el Jorobado conserje Juan.
Pero su cuerpo le invitaba a olvidarse de todos ellos, las gratificantes clavadas que le daban a su perfecta anatomía iban a terminar por enloquecerla de placer, don Pedro estaba siendo muy bueno con ella, pensaba en las nebulosas de sus subconsciente, hasta que ya queriendo terminar con todos esos sentimientos encontrados su mente decidió claudicar a todos sus pesares, y se entregó en cuerpo y alma a todo lo que aquel libidinoso viejo verde quisiera hacer con ella.
Sus delicadas manitas con uñas muy bien cuidadas, lentamente comenzaron a deslizarse por las anchas espaldas de don Pedro, Lupita en un momento se sintió emocionada, de estar en tales circunstancias con un hombre mucho más viejo que ella, y que este le estuviera haciendo sentir a vergazo limpio, esos gratificantes y arrebatadores escalofríos de placer a su cuerpo.
Don Pedro quien ya se sabía ganador de aquella caliente contienda de sexo, separo su cuerpo levemente para admirar a la diosa que poseía ensartada con su armatoste, la vio con sus idílicos y perdidos ojos verdes semis cerrados, como también pudo ver que de sus rojos labios caían una pequeña cantidad de saliva, señal de demostración inequívoca que aquella hermosa hembra ya había sucumbido a los deliciosos placeres de la carne, noto que por cada profunda clavada que le enterraba por la panocha, la hembra emitía un audible: --Shhhhhhhh!!... Aaahhh!!
El vejete sin perder el tiempo y aprovechando la ocasión, busco con febril desesperación aquellos preciados labios rojos semi abiertos que le prometían el paraíso, Lupita lo recibió casi con agrado para luego fundirse ambos en el más apasionado beso con lengua que ambos jamás en sus vidas se habían dado en ocasión alguna.
La pareja se besaba cada vez más lascivamente, la potente colegiala guiada por un nuevo afecto recién nacido y aflorado desde sus revolucionadas progesteronas, fue subiendo sus manitas hasta la nuca de don Pedro, y por segunda vez en la noche se daba a aplicarle nuevamente un delicado masaje con la yema de sus dedos al áspero pellejo reinado con gruesos y desmadejados pelos canosos, en la cabeza del hombre que se la estaba culiando a la fuerza.
Lupita ahora se comía y devoraba como una posesa la boca de don Pedro, sus delicados dedos se perdían entre los hirsutos pelos canosos del mecánico, jugaba asquerosamente con su lengua y la de él, revolviendo la gran cantidad de babas de ambos que se acumulaban dentro de su fresca boquita y que ella se encargaba de ir tragándoselas todas, era una autentica deidad de placer en lo que se había convertida la tierna chiquilla, el viejo aún no se la quería creer, por lo que le devolvía a modo de agradecimiento unas sólidas y profundas arremetidas vergales, para hacerle ver que desde ese día él era su único macho.
Don Pedro apenas se pudo separar de los desesperados labios de Lupe, y sabiéndose y el haber comprobado que él era ya el ganador le dijo, --Te dije que te iba a encantar mi verga pendejaaa!! Vamos dime que te encanta mi vergaaaa!!, exclamaba don Pedro sin dejar de arremeter con violencia…
Lupita no le contestaba nada, la inmensa y desquiciante calentura que se había apoderado de su persona, no se lo permitían. Sus quejidos y suspiros de placer, comenzaron a subir de volumen e intensidad, convirtiéndose en gritos y en alaridos de auténtico placer carnal y sexual, don Pedro mantenía su frenético ritmo de mete y saca, y conforme aumentaban los gritos de la colegiala, más aceleraba y ganaba fuerzas en sus movimientos, hasta que sus oídos escucharon lo que el ya anhelaba oír, los gritos y palabras que exclamo Lupita fueron claros y concisos,
--Ahhhh…siiiiii…ricoooooo…papiiiiii!!…
--Te gusta cómo te la meto pendejaaaaa!!, le consultaba el caliente vejete, --Siiiii, don Pedroooo, métamela todo lo que quieraaaa, mas adentroooo, mas adentroooo!!, exigía la colegiala a la vez que meneaba con fuerzas sus caderas para hacer más profunda la clavada,
--Eres la mejor zorra que me he culiado pedazo de puta! Vamos dilo! Di que eres mi putaaa!!, exigía el viejo quien seguía serruchando y bañado por el sudor y la calentura del momento
--Siiii papiiii!! Yo soy su putaaa!! Soy su putitaaaaa!! soy su mujerrrrrr!!, Lupita no era consciente de todas las peladeces, que le estaba diciendo al viejo que había sabido llevarla a tal estado de calentura.
Don Pedro veía claramente la descompostura que estaba sufriendo la hermosa jovencita, que en estos momentos movía sus caderas rítmicamente a las clavadas que el calientemente le concedía, gratamente comprobaba, que el cuerpo de Lupe estaba siendo preso de unos fuertes y brutales espasmos de placer, veía como la nena se retorcía e intentaba acoplarse aún más férreamente a su propio cuerpo, además que creía sentir como los músculos vaginales de la tierna chamaca se contraían abrazándole y comprimiéndole la verga, y como totalmente salida de sus cabales le pedía,
--Sigaaaa!!, sigaaaaaa!! métamela enteraaaaa!!... estoy a punto de ... métamela más fuerteee!! Todaaa…Todaaaa!!
El feliz y fiero mecánico comenzó a empujar hacia el interior de la joven sin cejar en su empeño, hasta que ambos pubis, uno suave y casi depilado, en contrate de otro que era bien peludo, se quedaron pegados haciendo desquiciantes círculos copulatorios, sin despegarse ni siquiera un milímetro, por lo que ambos cuerpos ya estaban casi al borde de un fenomenal orgasmo, hasta que para el gozo de don Pedro, pudo notar que en la inminente explosión que se venía en el cuerpo de su compañera de coito, su vagina derramaba unos abundantes y calientes chorros de líquidos vaginales, no sabía si estos bien eran de orina o de otro tipos de líquidos, pero de lo que si estaba seguro era que estos le estaban bañando en forma exquisita a su ya casi adolorida vergota.
-- Asii!!, así!!... don Pedroooo!! Deme más fuerteee... deme más fuerteeee!!... continuaba vociferando Lupita con su espalda totalmente enarcada y con su vagina totalmente levantada, en el afán de que don Pedro no le sacara su verga de su cosita.
El viejo sentía que su verga estaba enterrada hasta lo más profundo de las tiernas entrañas de aquella dulce y caliente potranca que se encontraba perdida en la total calentura. Hasta que el cuerpo de Lupita no fue capaz de resistir tanto gozo, una formidable y placentera corriente eléctrica que le nacía desde lo más profundo de su zorrita, se expandía a raudales hacia todas las extremidades de su cuerpo y que le hicieron explotar en el más formidable y grandioso orgasmo sentido en su vida, que ni siquiera el cojo Juan le había hecho experimentar, cuando la hizo debutar por el culo.
--Siiiiiiiiiiiiiii!!!, grito Lupita como una verdadera posesa, su grito placentero fue emitido desde lo más profundo de su ser y de su alma, el cual recorrió y retumbo por todos los rincones del vacío taller de don Cipriano.
De la misma forma don Pedro determino que este era el momento exacto para verter su apremiante y urgido simiente al interior del cuerpo de tan estupenda y curvilínea estudiante. En el momento en que Lupita emitía su placentero grito de éxtasis el viejo la callo con un asqueroso beso en la boca el cual daba la impresión que se la estaba comiendo, para luego separase y notificarle…
--Eres una Diosa pedazo de zorraaaaa! Ya no aguan…tooo…masssss!, me voy…a…co…rrerrr… adentro de…tu…cuer…pooooo!! Ohhhhh que…ri…cooooo, la…vas….a …re…ci..birrrrr, pu…taaaaa!! to…maaaaaaa!!, gruño con desesperación, y fijando su mirada, en el hermoso rostro descongestionado de Lupita, derramo en el interior de su estómago 6 a 8 potentes chorros de hirviente y reproductivo semen, el cual salía escupido en abundancia y con fuerzas desde su verga, quemando las entrañas de la excitada colegiala quien sentía la potencia y virilidad de su macho, pensaba que aquello era lo más hermosa y gratificante experiencia jamás vivida en su existencia.
Estuvieron pegados en esa posición un espacio de tiempo indeterminado, Lupita con sus bellos muslos bien abiertos y con don Pedro aun incrustado con su verga al interior de su cuerpo, había sido la follada de sus vidas para ambos, y que el viejo estaba totalmente dispuesto a repetir en cuanto sus fuerzas se lo permitieran. Lentamente el mecánico se fue saliendo y desclavando del portentoso cuerpo de Lupe, ambos quedaron tendidos en la cama exhaustos, para que sus transpirados cuerpos pudiesen asimilar el placer recibido, y para a su vez se regulasen sus ritmos cardíacos y sus agitadas respiraciones se normalizaran.
--Eres una verdadera puta en la cama a la hora de culiar ricura, el sueño de cualquier macho caliente como yo, jajajaja!!, le decía el vejete a la misma vez que la abrazaba y la hacía apegarse a su obesidad. --¡Ha sido una de las mejores folladas que me he pegado en mi vida, por hoy creo que será suficiente pendeja, descansemos un ratito y luego te iré a dejar a tu casa, mira que quiero saber dónde vive mi mujer, jajajaja!!
--A Lupe, a quien ya se le había pasado a medias la calentura, y exigiéndose a ella misma entrar en razón, le contesto,
--Don Pedro, no es necesario que me vaya a dejar creo que me puedo ir sola, tomare un taxi, la jovencita no quería que aquel viejo con el cual se había estado revolcando supiera donde ella vivía.
--Nooo!!, le contesto el vejete, --Desde hoy día eres mi mujer, y yo soy tu marido, y no permitiré que mi hembra ande por las calles sola en la noche, o quieres que aparezca por ahí algún viejo degenerado y te culie, jajajaja!!, se reía ya que él estaba claro que era exactamente lo que le había ocurrido a la encamable chamaca que el ya veía como de su propiedad.
Una vez que descansaron desnudos y abrazados por un tiempo indeterminado, en el cual Lupe fue retornando a su triste realidad y en donde asimilaba que había sido violada, el viejo determino que ya habían descansado lo suficiente, le ordeno a la nena que se vistiera mientras él se ponía su overol de trabajo, había pensado en llevarse a su casa a la colegiala para poder seguir follándosela al día siguiente, pero sabía que eso le podía traer problemas, ya que la familia de la joven se podía preocupar y comenzarían a buscarla, se conformaba que al tener en su poder la falsa prueba que certificaban de que Lupe era una vulgar puta, ya que esto le garantizaban unos futuros y placenteros encuentros con la colegiala todas las veces que él quisiera, además que idearía la forma para poder dejársela y llevársela a vivir con él, hasta que se hartara.
Antes de salir de aquella nauseabunda y sucia habitación, pudo ver la gran mancha de sangre que había quedado en el inmundo colchón, señal irrefutable de su desvirgamiento a manos de don Pedro, el vejete al ver como la joven miraba la escena por lo allí ocurrido, le dijo proféticamente,
--No te preocupes putita, dejémoslo así no más, total, quizás a que pedazo de yegua mal parida se irán a culiar nuevamente en esa cama y encima de nuestros jugos cuando ya estén secos, jajajaja, reía a la vez que la sacaba a empujones de aquel caliente taller mecánico, en donde se quedaba para siempre su virginidad mancillada. (Faltaba poco para que amaneciera)
(4 horas antes aproximadamente en la casa de Claudia)
Una vez que ya estaban en la sala de estar de la casa de la rubia estudiante, el maestro Tulio, no se creía que estaba a punto de acostarse con Claudia, sabía que los padres de ella no llegarían hasta el mediodía del domingo, por lo tanto tenía todo el tiempo del mundo para follársela como él quería ya desde hace mucho tiempo.
Mientras él suertudo y feliz profesor se encontraba perdido en un mar de perversos y lascivos deseos, la rubia servía otras dos copas de tequila para hacer la previa de lo que sería el encuentro sexual con su profesor, a cambio de los certificados de notas semestrales de su último año de colegio.
Claudia quien en este momento ya ni se acordaba de la suerte de su amiga, producto del alcohol en su mente, se mantenía nerviosa, mitad por la fealdad del viejo con el cual estaba a punto de acostarse, y mitad por saberse también muy caliente de estar a punto de cometer tal abominación.
--Espéreme aquí, me iré a poner más cómoda, le dijo la potente Claudia a su maestro.
No fueron más de tres minutos en que la bella estudiante se demoró en ir a su cuarto y volver, pero el viejo casi se volvió loco cuando la vio aparecer desde su cuarto totalmente desnuda, sus ojos de réptil perecieron crecer tres veces más de cómo eran en su tamaño normal, Claudia camino lentamente hacia donde estaba el suertudo profesor que ni se daba cuenta como se le caían las babas ante el morbos espectáculo que le estaba brindando una de sus más bellas alumnas.
Claudia grácilmente poso su dorado cuerpazo en un sillón que estaba a solo un metro del maestro Tulio, que no perdía ni un detalle de las desquiciantes curvas que la rubia le estaba ofreciendo,
--Y así profe?, …le caliento un poquito más?, le preguntaba con una voz de putita profesional…
--Siii mamitaaaaa!! Estoy que largo mis lecherazos en los mismos pantalanes…
Claudia a sabiendas que ya no había nada más que esperar, se compadeció del pobre hombre, y dejando de lado cualquier tipo de pudor o sentimiento de rechazo corporal debido a su fealdad, se paró del sillón para quedar de pie junto a él, paso sus desnudos brazos por ambos hombros de su maestro, sintió que la prominente panza del hombre no le permitía adosarse como ella hubiese querido, pero el vejete al ver el pedazo de mujeron desnudo que tenía ya en sus manos la tomo y se la afianzo con brutal y ansiosa desesperación,
--Ay profe no sea tan apurón!, jijiji, le decía y reía la rubia chiquilla quien aún mantenía su trago en una de sus manitas, al notar el ímpetu en que el vejete le manoseaba casi por completo su desnudo cuerpo, evidenciando así las tremendas ganas que tenía el maestro Tulio por metérsela…
El vejete buscaba con ahínco los sabrosos labios de la desnuda Claudia, quien no lo dudo mucho para dejar besarse por el aun vestido hombre, lentamente y a medida que el asqueroso beso continuaba el viejo se fue tranquilizando, la rubia por momentos sentía asco, pero al ir sintiendo la dureza que se le clavaba en su desnudo y perfecto vientre que no tenía ni siquiera un milímetro de grasa , poco a poco lo fue soportando, al minuto la encamable colegiala ya estaba entregada y caliente, ella conocía muy bien los placeres del acto de apareamiento, por lo que muy sutilmente se fue separando del que iba a ser su amante por aquella noche, para pasarle la otra copa aun servida y tomarlo de su gorda y aceitosa mano e invitarlo a que fuera a su habitación, en donde se libraría la lujuriosa contienda sexual.
La rubia lo guiaba, ambos próximos amantes cruzaron de la mano la sala de estar para llegar al dormitorio de la joven, cuando la rubia quiso apagar la luz de la lámpara, el vejete se interpuso,
--No lo pienses putita, aun pienso que tu precio es un poco alto, así que lo vamos a hacer con la luz encendida, no quiero perderme ni un detalle de tu cuerpo al momento de metértelo y cuando ya estemos culiando, además que no sería justo, me has estado calentando toda lo noche, y este momento no lo voy a desperdiciar, jejejeje…
La estudiante se subió gateando a la cama, el caliente profesor se empezó a desnudar casi con desesperación, al minuto ya se encontraba en las mismas condiciones que Claudia, quien al verlo en su total y asquerosa desnudes, casi estuvo a punto de arrepentirse, pero se dijo para sí misma, “todo por mis certificados, jijiji”.
El viejo no lo dudo para el también subirse a la cama, esperaba expectante a que fuese la rubia quien tomara la iniciativa, ella por su parte se hinco sobre el lecho, para ver cuál sería su primera misión para ganarse los tan preciados certificados de notas, fue en eso que se fijó en la parada tranca que se gastaba el maestro Tulio, la vez en que se la había chupado en su oficina había sido casi en las penumbras y rápido, ya que cualquier persona podía entrar y sorprenderlos, pero ahora la veía en toda su magnificencia, esta era de medidas respetables tirando a grandota, pero para Claudia siempre acostumbrada a mamar y servirse simples verguitas de sus novios, la vio como si fuese la verga de un animal, totalmente poblada por gruesos pendejos negros, terriblemente gorda y pulsando excitadamente rápido, todo esto fue mucho para la caliente estudiante quien instintivamente se lanzó con una lujuriosa expresión en su bello rostro, para comenzar a lamer verga en forma reiteradamente desesperada, hasta que de un solo golpe se lo engulló hasta lo más profundo de sus garganta, manteniéndose en esa posición durante unos deliciosos segundos, en los que el feliz del maestro Tulio aprovecho para empujar y adentrarse aún más en aquella gloriosa garganta que lo estaban llevando al verdadero paraíso.
La veía puesta en 4 patas, moviendo aceleradamente su rubia cabellera de atrás hacia adelante, como una real enajenada mental, mamándole la verga, ordeñándolo con sus labios, como una verdadera corderita recién nacida, notaba en la punta de su tranca que ya casi faltaba muy poco para adentrarse en la faringe de la caliente colegiala, pero la sabrosa y profunda mamada que le estaban dando a su verga continuaba, con movimiento de lengua a veces suaves y en otras ocasiones violentos e intensos, el vejete pensaba que se le iba la vida en aquella magistral chupada de verga que le estaba dando su alumna.
--Ohhhhhh rubita como me comes la vergaaaa!! Exclamaba el vejete, a la vez que dejaba que fuese Claudia quien hiciera el trabajo mamador como ella lo estimara conveniente, Claudia había perdido los sentidos con esa gorda verga que mantenía alojada en su boca y que no podía dejar de succionarla, aunque ella quisiese, pero también sentía la imperiosa necesidad, a que su degenerado profesor se la metiera. El grosor de aquella gloriosa tranca de carne la tenían en tal estado de calentura que ahora sí que no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad a que se la metieran, decidió que su profesor se la tenía que culiar sí o sí.
Lentamente se la fue sacando de la boca, a la vez que sorbía todos los restos de líquidos pre seminales que bañaban el tronco del ahora alargado miembro viril, dejándolo totalmente limpio, pero bien reluciente debido a la humedad de sus labios, ella misma hizo que el hombre se tendiera de espaldas en su camita, para luego en forma inmediata se levantó y fue pasando una pierna por sobre la panza del maestro Tulio para quedar a horcajadas sobre el pero sin metérsela todavía, lanzándose a devorar su repulsiva boca como una verdadera posesa, mordiéndole suavemente los gruesos labios, jugando con su lengua y con la de él. Era una auténtica diosa y un prodigio erótico por la lascivia, lujuria y morbosidad en que ella se encargaba de llevar la situación.
Claudia le tomo por las muñecas, mirándolo con una cara de puta pervertida y aun encaramada sobre su panza peluda, el vejete que sus ojeras ya estaban que se reventaban por lo hinchadas que las tenía producto de la inmensa calentura que ya casi lo consumían, solo se dejaba hacer por aquella erótica vampiresa.
--Vamos putita…ya déjate de boludeces y déjame meter….
--Shhhhh!!, lo hiso callar la estudiante, dándole a entender que ella sabía lo que hacía, al tiempo que tomaba su trofeo de carne y se lo ubicaba posándoselo en la entrada de su rubia vagina, a la vez que cerraba sus ojos en señal de concentración para dejarse caer casi con brutalidad, penetrándose ella misma y dando un sonoro gemido de placer.
Claudia se la había embocado y metido todo sin la ayuda de nadie, para luego comenzar con unos suaves movimientos de sube y baja, sintiendo y deleitándose con las increíbles y ricas sensaciones que le provocaban el estar ensartándose en la tranca del maestro Tulio, quien yacía recostado y casi incrédulo de la increíble follada que le estaba empezando a dar Claudia, la hembra por su parte y por por la expresión de su cara se notaba que también se lo estaba disfrutando de lo lindo.
La rubia continuaba con los mismos suaves y cadenciosos movimientos de cintura y caderas, exprimiéndosela hasta mas no poder, al tiempo que notaba como una verdadera puta profesional, que al vejete cada vez se le ponía más dura la verga, por la que gradualmente fue acelerando sus movimientos, por cada segundo que pasaba ambos amantes sentían que más placentera y gratificante era la culiada de concurso que se estaban pegando, el viejo también empujaba su apéndice hacia arriba para empalar aún más ala caliente mujer que se lo estaba follando, a la vez que se decía para el mismo, está pagando con creces el precio a sus calificaciones de estudiante, esta Claudia sí que sabía darle placer a un macho.
-Le gusta lo que le hago maestrito? Le preguntaba la joven hembra a su profesor, con sus hermosos ojos semi cerrados , producto dela acalorado excitación en que se encontraba,--Siiiii zorrita realmente te mueves ri….coooooo! por Dios ni…ñaaaa!!… como me sorbes la ver…gaaaa!!
--Me he ganadooo mis cer…ti…fi…ca…dossss?...--Claro que si linduraaaaa…, pero el otro lo conversaremos después, por ahora sigue cabalgandomeeee….. pu…taaaaaa!!
La rubia estudiante, ya más preocupada de su propio placer que de los certificados escolares inicio una acelerada cabalgada, con la única intención de dejar secas las bolas de profesor Tulio, se meneaba con auténtica calentura, en ciertos momentos ondulaba su cintura, arremetía y exprimía la verga que tan deliciosamente ella sola se estaba culiando para luego volver a una rítmica cabalgada que ya la estaban llevando hasta el mismísimo cielo.
El degenerado profesor determino que ya había dejado mucho tiempo que la acalorada puta que sabrosamente lo estaba cabalgando, se sintiera dueña de la situación, ahora le enseñaría lo que era culiar de verdad con un verdadero macho caliente, se enderezo como pudo y trabajosamente, ya que la Claudia quien se encontraba perdida en el mar de la lujuria no podía dejar de menearse violentamente, esto al profesor le encantaba, una vez enderezado y cuando la rubia quiso lanzarse a besarlo el profesor la tomo de sus suaves y pronunciadas nalgas y se la desclavo de una, arrojándola de espaldas a la cama, Claudia no sabía muy bien lo que estaba pasando, cuando lo vio venir asquerosamente a montarse sobre su curvilíneo cuerpo, se lo imagino como uno de aquellos asquerosos monstruos que aparecen en las películas de hentai, pensaba que solo le faltaban los tentáculos, pero esto la calentaban aún más.
Claudia quedo a patas abiertas, con su respiración totalmente acelerada y con su mirada vidriosa puesta hacia el techo, jamás había tenido un orgasmo de esas características, el vejete que recién se acordó de su tranca ya adolorida de tanto semen acumulado se montó nuevamente en las suavidades del cuerpo de aquella niña Diosa, y sin preguntar nada simplemente se lo metió hasta el fondo.
La rubia solamente se dejó que se lo metieran y al recordar lo prometido por su maestro, eso de metérselo tan adentro hasta sacárselo por la boca no dudo en secundarlo con el empeño, por lo que ya a los pocos minutos nuevamente estaban culiando como verdaderamente lo hacen un macho y una hembra.
El maestro Tulio se movía como desesperado sobre aquel femenino cuerpo de 18 años, a la vez que lengüeteaba asquerosamente el hermoso rostro de Claudia, la rubia quien se meneaba al mismo ritmo de su profesor y gozando con las lamidas en su cara, sentía que después de esta follada no podría volver hacerlo durante un mes, ninguno de sus novios había sido capaz de arrancarle un orgasmo real y verdadero, solamente no eran más que unos tímidos escalofríos los que había llegado a sentir con alguno de ellos , este viejo sí que era caliente pensaba, y sentía como su verga se adentraba en su cuerpo como si esta estuviera envuelta en llamas.
Estaba en estos pensamientos cuando sintió que el viejo se separaba de su cuerpo,
--Ahora te quiero en 4 patas pendejaaaaa!!, Claudia que se lo estaba pasando muy bien, no lo dudo mucho y rápidamente adopto la posición que ya había escuchado, y que ella nunca había practicado, pero que bien se sintió cuando ya estaba puesta, se sentía como una perra, le encanto sentirse meramente un animal, esos babosos que había tenido por novios no le llegaban ni a los talones a su maestrito que si sabía cómo follar a una mujer como ella, noto como este caliente viejo verde comenzaba a lamerle el culo, situación que le hicieron ver las estrellas, sentía como la lengua del hombre le lamia aquella parte prohibida, pero era tan rico que ella no podía negarse.
Cuando el vejete noto que el culo de la hembra ya estaba bien mojado con sus salivas puso en práctica la sodomítica idea que había cruzado por su mente, tomo firmemente a la colegiala por una de sus caderas para que no se le fuera a arrancar al momento de la irrupción, acomodo su vergota en el rosado anillito de Claudia y se propuso a empujar. La iba a encular.
Claudia quien se mantenía entretenida sintiendo como le lengüeteaban el culo, no pensó nunca lo que su profe se proponía a hacerle, y cuando se sintió bien sujeta de sus caderas y al sentir como la tranca de aquel asqueroso viejo se posaba tímidamente a la entrada del diminuto y virgen puntito que tenía por culo, por primera vez en la noche se sintió aterrada, por ahí nunca se la habían hecho, algo había escuchado, pero ella estaba lejos de querer experimentarlo en ninguna ocasión , ni siquiera con el más bello de los príncipes azules y menos con este auténtico viejo degenerado que ya se estaba preparando para penetrarla analmente…
--Maestro esto no entraba en el tratoooo!!...Ohhhhh! Uffffffffffffff!!, no em…pu…jeeee!!, le grito al sentir el primer apuntalamiento….
--Grita todo lo que quieres pendeja, porque ahora te voy a encularrrrr, jajajajaja!!... y trata de disfrutarlo, porque te doleraaa!! Te viso que no podrás cagar como en una semana, jjajajajaj, le decía y a la vez burlándose de aquella rubia estudiante que siempre se creyó superior a todos los demás…
CONTINUARA SI ESTAS HISTORIA ES DEL AGRADO DE LOS LECTORES DE PORINGA, HAGANMELOS SABER PARA PUBLICAR MAS RELATOS GRACIAS.
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