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Primera confesión - Ana María

Ana María descubrió muy joven los placeres de la masturbación. Poco tiempo después tuvo su debut sexual, primero con un hombre, luego con una mujer. Más tarde en sexo grupal. Y en una de esas reuniones conoció a Gustavo. Tuvieron tanta conexión sexual, que empezaron una relación, al principio abierta, luego mucho más formal y ambos decidieron dejar de lado los encuentros sexuales con otras personas. Aunque ella aclaró que iba a seguir masturbándose, porque le resultaba necesario, para calmar sus deseos sexuales. Para eso, compró una amplia variedad de juguetes sexuales, que utilizaba a solas y también con Gustavo, si él la penetraba analmente, ella usaba un dildo en su vagina y viceversa.
Una vez, al terminar una sesión en solitario, la perra, Colita, se puso a lamer uno de los dildos que había usado.
Le pareció gracioso y lo contó en la cena, ambos se rieron y quedó todo ahí.
Pero unos días después, ella tuvo curiosidad, así que quiso probar a ver si Colita lo chupó porque le pareció agradable o por otro motivo.
Entonces puso varios juguetes, algunos límpios y otros recién usados.
La cachorrita sólo lamió los usados. Eso le dio una idea, ver si también le lamía sus jugos directo de la concha. Pero esta vez, sin decirle a Gustavo, porque imaginaba que no le iba a resultar tan chistoso.
Unos días más tarde, puso en práctica su idea, que resultó exitosa. La perra empezó lamiendo el dildo mojado, Ana María lo acercó a su concha húmeda y Colita pasó a deleitarse con los jugos sexuales de Ana.
Una o dos veces por semana, ella tenía una sesión de sexo oral con su mascota, que le provocaba orgasmos explosivos.
Hasta que, en un paseo, Colita corrió detrás de otros perros y no la volvieron a encontrar.
Gustavo quería adoptar otra mascota, pero ella, prefirió no hacerlo, diciendo que era costoso mantener un perro, pero en realidad, estaba algo avergonzada y porque sabía que de tener otra mascota, era muy probable que reincidiera y más probable, que él la descubriera.
Así que volvió a las masturbaciones solo con juguetes.

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