Las aventuras de Lupita capitulo 13
El viejo caliente de don Pedro no podía abstraerse de mirar ese carnoso y erguido par de nalgotas que con las piernas completamente derechas sin flexionar, engrandecían más ese gran culo de Lupita.
La nena sintió la cabeza de la tranca del vejete como era acomodada en la entrada de su orificio posterior, y a pesar de la inmensa calentura en que la había transportado este desalmado y horrendo hombre, quiso poner un poco más de resistencia, el saberse observada por los amigos de don Pedro la hicieron bajar las revoluciones,
--Ahhhh don Pedrooo, por favor no me lo hagaaa, están sus amigos mirando…!!, se atrevió a decir Lupita, quien aún se mantenía apoyada desnuda en la mesa y mirando con su carita suplicante al que iba a ser su violador.
--Callate pendejaaa calienta vergasss!!, ya te dije que nos has estado calentando por casi toda noche y ahora te convertiré en mi mujer, jajaja, diciendo esto último don Pedro empujo su apéndice vergal con decisión hacia el interior de la hermosa colegiala, quien al sentir el vigoroso apuntalamiento hacia su culo, no le quedó más remedio que cerrar sus ojos y contraer sus facciones al sentir el inmenso dolor anal que le produjo la salvaje embestida.
Don Pedro se dio cuenta que a pesar de su concentración y del empeño que le ponía para colarse en el poderoso cuerpo de Lupe, su verga era rechazada por aquel soberbio pedazo de culo que tenía a su entera disposición, sus amigos mientras observaban lo que estaba ocurriendo solo a metros de ellos, no dejaban de sobarse sus vergas y animaban al que era su jefe a romperle el trasero a aquella hermosa adolescente que se les había aparecido en sus miserables destinos,
--Vamos jefecito, rómpale el culazo a esa puta métaselo hasta el fondo de seguro le entra todo y termina pidiendo más verga, jejejeje…
--Si Pedro!, vamos apúrale! que yo ya quiero probar su zorra!!, esta tan rebuenota que hasta le chuparía los dedos a su ginecólogo, jajajajaj!!!, reían los rufianes…
Lupita al escuchar las insolencias y vulgaridades que decían los hombres ahí reunidos, y al percatarse de que ellos también ya exigían su parte para beneficiarse con las bondades de su cuerpo, y que uno de ellos pretendía penetrarla por su vagina, cayó en un estado total de pánico absoluto…
--Por favor don Pedro, no deje que ellos me lo hagan, snifff!!
--Callate perraaa!! Ya te dije lo puta y zorra que eras así que tendrás que prestar tu panocha a todos nosotros, jajajajaja!! Te la vamos a romper cosita ricaaa, te vamos a culiarrr!! Así que llora todo lo que quieras, total nadie te va a escuchar, y lo más seguro es que después te va a gustar tanto que mañana vendrás por mas vergaaa, jajajajaja!! Ahora quédate quieta que no puedo meterte mi verga en el culo!!.
Don Pedro ya estaba cayendo en la desesperación, pero que apretado tenía el ojete del culo esa pendeja endemoniada!, Lupita contraía todos sus músculos de las nalgas, por lo que el viejo optó a aplicarle una sonora tanda de fuertes nalgadas en el culo para que la hembra se distendiera.
--Plafff…Plafff…plafff…plafff…retumbaron los manasos del fiero mecánico a las duras y tiernas carnes de Lupita, el viejo noto que con esta salvaje medida la joven pareció tranquilizarse un poco, por lo que volvió a apuntar su herramienta de carne en el diminuto ano de la colegiala, cerrando sus ojos en señal de concentración empujo firme y decididamente, introduciendo así la vibrante cabeza de su taladro vergal, lo había conseguido, estaba atravesando a la tierna colegiala,
--Ahhhh, noooo!! Don Pedro saquelooo!!. Lupe sentía un tremendo dolor jamás experimentado, ni siquiera con el Jorobado Juan le había dolido tanto la vez que le atravesó el culo en el sótano de la escuela, y claro, si bien el cojo se gastaba medidas aceptables en su verga, don Pedro lo superaba con creces en medida y grosor…
-Aceptalo pendejaaaa!! Hace un rato me dijiste que querías culiar y ahora te haces la santita!! Jajajaa…Ya te metí parte de mi vergaaa y ahora lo tendrás todooo!! Te voy a encular como Dios mandaaa jajajaja!! Diciendo esto último el horrendo hombre se afianzo con sus gruesas manos de las suaves caderas de Lupita y empujo más violentamente, atravesándola con salvaje brutalidad, hasta que sintió que sus testículos chocaban con la suave vagina de la niña.
Lupita lo sintió entrarle hasta el alma, quiso gritar y escapar, pero sabía que sus intenciones serian en vano, por lo que aceptando su lamentable realidad, solo atino a cerrar fuertemente sus ojos, con su boca abierta en señal de silencioso dolor aguantaba la presión que hacía la verga de aquel viejo desconocido al interior de su cuerpo y que se la había metido por el culo, pensaba que lo que tenía introducido en su trasero no era una verga, lo sentía como si le hubieran metido un fierro incandescente y al rojo vivo.
Por su parte don Pedro se mantenía enterrado en el curvilíneo y potente cuerpo de la linda muchachita de 18 años, la veía sumisa y sometida, por lo que se dio a pegarle una buena sobada en su suave anatomía y en especial en su femenino y bien formado culo que él se había encargado de ensartar, había sido tan infructuosa la labor que pensaba que era el primero en debutar el trasero de la tierna chiquilla.
El feroz mecánico una vez ya más calmado comenzó a meter y sacar su verga de aquél glorioso culazo, sentía y experimentaba como el esfínter de la chiquilla le apretaba la verga de vez en vez, como si ella no quisiera que su verga abandonara aquella sublime parte de su cuerpo, por cada envestida que le asestaba le arrancaba un fuerte gemido de auténtico dolor, Lupita sentía que aquel despiadado hombre la estaba descuartizando por el culo.
Los otros borrachos espectadores se quedaron sin habla y con la boca abierta, babeaban al ver la épica batalla sexual que estaba librando su jefe con una hermosa adolescente colegiala, de esas que se visten y arreglan rico, con falditas cortas y coquetas, pero que ahora se encontraba desnuda y sometida, ellos ya querían probarla también, por lo que uno de ellos se atrevió a solicitar a su jefe que se apurara
--Vamos Pedrito apúrate que nosotros también queremos probar a la putita, le solicito el que parecía más caliente del resto…
Don Pedro que sudaba como caballo de hipódromo después de haber corrido una carrera, casi bufaba por el intenso placer que estaba sintiendo…
--Mala suerteee!!, van a tener que esperar su turno, par de inútilesss!! Jajajja, a esta potranca primero tengo que domarla, les decía sin dejar de empujar, mientras copiosas cantidades de babas caían desde su boca desprovista de dientes…
El mecánico quien no cesaba sus firmes movimientos de apuntalamiento que accionaban al interior del ano de Lupe, paso sus gruesas y peladas manos, producto de su rudo trabajo, por debajo del suave estomago de la joven haciendo que ella se enderezara y para así poder sobarle sus duras y sedosas tetas, el vejete se daba cuenta que con sus manos a pesar de tenerlas grandes y peludas, estas abarcaban a palparlas en forma completa, el saber y darse cuenta de tener ensartada por el culo a esa chiquilla can carita de niña pero con un cuerpazo endiabladamente infartante, casi lo enloquecieron de calentura, por lo que comenzó un corto trayecto hacia una parte del terreno que tenía pasto, haciendo que Lupita se agachara para quedar puesta en cuatro patas, todo esto sin sacar ni siquiera un milímetro del adolorido esfínter de la jovencita.
Lupe ya puesta en cuatro, sentía como don Pedro se ensañaba enterrándole su verga por el culo. Dentro de su lamentable condición psicológica, se preguntaba cómo había llegado a esto, si solo hace algunos minutos estaba con Claudia y ella se había estado comiendo unas fresas con crema, pero ahora la estaban enculando en un espacio público, siendo observada por otros dos mal vivientes.
La culeada iba para larga, el mecánico no quería acabar, pero sabía que sus compinches esperaban turno, como unos verdaderos perros calientes se paseaban alrededor de la pareja de contendores sexuales, y la realidad no era muy diferente ya que la escena era muy similar a lo anterior, en donde el líder de la jauría estaba acoplado y pegado a la perra que se encontraba en estado de leva, en donde los machos restantes ya podían oler el atrayente e instintivo aroma de apareamiento animal.
Lupita sentía las peludas manos de don Pedro que la recorrían por todas partes de su cuerpo y como de vez en cuando este se inclinaba sobre su espalda para besarle con su boca desdentada y con su tupida barba, la nuca y parte de su cuello, haciendo que toda su esbelta anatomía se enervara y se le erizaran todos los pelitos de su suave piel, su culo ya se había adaptado a la enorme tranca que le metían sin compasión, con sus hermosos ojos verdes semi cerrados y su enarbolado cabello que caía en forma desordenada sobre su cara ante los feroces movimientos de empuje, mordiéndose levemente su labio inferior y por medio de suaves gemidos que ya no eran de dolor sino de natural y legitimo placer, le hacía saber a su macho que ella ya le pertenecía.
Las suplicantes solicitudes de los futuros posesores del cuerpo de la muchacha sacaron a la pareja de aquel erótico y morboso estado de placer en que se encontraban…
--Vamosle…wey, apurale y acaba luego con la pendeja que a mí ya se me revienta la verga por metérsela…
--Si pendejo te estas tardando demasiado con la putaaa, opinaba el otro…
--Tran…qui…losss ya… la… ten…drannn!!, les contestaba el mecánico entrecortadamente, sin dejar de moverse, con sus ojos inyectados en sangre y con las venas de sus sienes palpitando producto de la excitación…
--Eso nos dijiste hace un buen rato y todavía te las estas cogiendo…
--Es que ustedes calientes de mierda son muy apurones y me desconcentran!!, mejor vayan a vigilar en donde está el toro mecánico y vean que nadie se acerque, yo les avisare cuando les toque…
Los viejos aceptaron a regañadientes lo que les decía su jefe, pero era verdad, ellos también solicitarían privacidad al momento en que les tocara turno con tan suculenta hembra, por lo que dejaron a la pareja a solas y se alejaron unos cuantos metros.
--Por fa…vorrrr don Pedroooo…no deje que me lo me…tannnn sus amigosss…
El obeso y fornido mecánico se sintió como un Dios al ver a la tierna chiquilla suplicándole su intervención para no ser tomada por el resto del grupo, pero aun así no estaba dispuesto a no cumplir con su palabra, ya que ellos siempre que lograban engatusar a alguna despistada hembra la compartían, ese era el acuerdo del grupo,
--Lo siento pendejaaa!! Estas riquísima, pero mis amigos también te van a culiar jajajja!!, Te van a rajar la zorra a vergazosss!! Nosotros compartimos a todas las putas que nos encontramos por el camino, jajaja, y tú no serás la excepción, así que disfruta y aprontate!!, con esto último el vejete inicio una serie de firmes y rápidas metidas de verga…
--Don…Pe..drooo…es…que… yo… soy… vir..gennnn!! Ohhhhh!! Diossssss!!, gemía la jovencita ante las bestiales arremetidas que le daban a su cuerpo y culo.
El mecánico creyó no escuchar lo que le decía la tierna chiquilla que estaba enculando, por lo general, todas las hembritas de la edad de Lupe ya se acostaban con sus estúpidos noviecitos, es por lo mismo que cuando se encontraban con tan suculentos bocados, preferían metérsela directamente por el culo y no por la panocha,
--No jodas pendejaaa!!...Vuelve a repetir lo que me dijiste, solicito don Pedro ahora moviéndose suavemente…
--Es verdad don Pedrooo, soy vir…gennnn…, le confirmaba Lupita con su carita llena de vergüenza mezclada con calentura al mismo tiempo, pensaba que este viejo la podía salvar de su casi segura violación y desvirgamiento vaginal, además el haber estado copulando y gozando analmente con él, la hacían sentirse un poco más familiarizada con este horrendo mecánico que solo conocía desde hace una hora aprox.
El viejo al volver a escuchar esto último tuvo que sacar todas sus fuerzas de auto control para no eyacular, ya que el solo imaginarse a el mismo metiendo su verga en una vagina cerradita y virginal casi se corrió en el culo de la colegiala, y más encima era la de esta misma pendeja con cuerpo de Diosa que gloriosamente había logrado encular…
--Y dime pedazo de puta, si yo no dejo que esos pendejos te la metan.. te portaras bien conmigo?.. --Siii, don Pedro me portare bien, pero no deje que me toquen…-Tratoo? Le consulto el vejete estirándole la mano para sellar el compromiso…
--Trato, respondió Lupita en forma quedita, quien al todavía estar enculada y puesta en cuatro patas, como pudo estiro hacia atrás su blanca y delicada manita, para adquirir el compromiso con don Pedro…
--Escuchame pendeja, le dijo el vejete sacando su verga del orificio de Lupe, el cual al quedar vacío se cerró en forma casi automática, --Recoge tus ropas que nos largamos ahorita mismo,
--Pero para donde me llevara?, se atrevió a preguntar Lupita a quien la cordura le llego de un sopetón,
--Tu no me preguntes nada!!, quieres que evite que esos pendejos te la metan?... --Si, si, don Pedro pero no me hará nada?
--jajajaja!! Nada de lo que ya no hayamos hecho ricura, pero ahora solo los dos, o quieres que les avise a los otros que les llego su turno?, vamos decide!!…
--Está bien!, decidió Lupita no muy convencida, pero prefería seguir dejándose encular por don Pedro, a que esos canallas la violaran, esto sumado a algo de calentura que aun predominaba en la mente de la colegiala…
El mecánico como un rayo se puso su overol de trabajo, mientras Lupe aun desnuda recogía sus ropas, en esto sintió que era tomada con fuerzas por el brazo, el mecánico la llevo en andas adonde se encontraba estacionado un viejo auto, con mucho cuidado abrió la puerta del copiloto y metió a la joven para el sentarse al volante, el vejete tomo las ropas de Lupita y las arrojo a los asientos traseros, para luego tomar una vieja frazada y pasársela a la encuerada colegiala diciéndole, --Cúbrete! con esto será suficiente, no iremos muy lejos
Luego de algunos segundos de silencio, Lupita no supo porque le había gustado tanto que don Pedro pusiera en su lugar sus compinches le llamaba poderosamente la atención su condición de macho dominante, reacción que hiso que instintivamente ella cerrara sus piernas para contraer algo que ya le estaba haciendo falta en aquella zona prohibida que poseía al medio de la parte superior de sus muslos, al mismo tiempo que mientras observaba como don Pedro se desenvolvía en sus asuntos volvió a inconscientemente morderse su labio inferior.
Los despistados compinches de don Pedro solo se dieron cuenta de la fuga cuando sintieron la puesta en marcha del motor, y solo atinaron acercarse al vehículo cuando este ya se ponía en marcha lentamente…
--Y que pasa hijo de puta!! Adonde te marchas con la putita…y nuestro turno a qué horas…?
--Pues ya no hay turno pendejo, me voy con mi mujer!! Jajajaja!!….toma la radio, quedas a cargo hasta mañana!!, y cuidadito con andar soltando la lengua porque los despido a los dos!, escucharon dúo de idiotas, y si quieren remojar la verga vayan buscándose otra puta, porque esta perra es mía , les quedo claro zopencos! hijos de la grandísima puta!!
Los incrédulos hombres miraron a Lupita quien lentamente fue cubriendo su rostro con la manta dejando a la vista solamente sus hermosos ojos verdes, estaba muerta por la vergüenza.
Con esto último don Pedro fue tomando velocidad circundando la feria hasta llegar al camino pavimentado, Lupita escondida con la frazada vio como sus botas quedaron tiradas y olvidadas en el suelo al lado de la mesa en donde había estado apoyada y ofrecida a este viejo que ahora la había declarado como de su propiedad, veía a toda la gente de la feria como disfrutaban con las entretenciones y ella iba desnuda en un auto, con un viejo que se la llevaba en dirección desconocida.
Mientras tanto en la feria El cojo Juan con el maestro Tulio, luego de beber sus cervezas bien heladitas y transpiradas se dieron nuevamente a la tarea de intentar encontrar a la encamable colegiala, como unos verdaderos estrategas militares se propusieron hacer una exhaustiva operación rastrillo, desde donde estaba el toro mecánico hasta el otro extremo de la feria, estaban haciendo los últimos detalles cuando fueron observados por Claudia quien al verlos no dudo para ir a consultarles por su amiga…
--Hola Profe!, saludo coquetamente la Claudia a su profesor con quien ella ya había tenido algo a cambio de unas cuantas notas para salvar el año escolar…
Al cojo Juan casi se le cayeron los pantalones al ver el también endemoniado cuerpazo que se gastaba la zorrita de Claudia…
--Pero si no es mi alumna favorita! Exclamaba el maestro Tulio con sus ojos de sapo aún más hinchados que antes, producto de la casi automática aceleración sanguínea al recordar la exquisita forma en que Claudia lo había masturbado y mamado la verga en su oficina. Aquella ves el trato había sido una buena follada, pero Claudia toda una experta en calentar vergas había hecho que el viejo se viniera antes, para así evitar tener que dejarse follar por él. El viejo la miraba de pies a cabeza empelotándola con su caliente mirada.
Pues díganos mi reina en que podemos servirle, le decía el cojo quien también tenía puesta su mirada en el par de tetas de la rubia que se notaban hinchaditas y paraditas…
--Les quería preguntar si Uds. no han visto por aquí a mi amiga Lupe, vinimos juntas a la feria y de pronto se me perdió….--Pues no faltaba más mi reina si quieres yo te puedo acompañar hasta que ella llegue, no vaya a ser que algún baboso de estos te falte el respeto, proponía el cojo Juan, preso por la calentura, al ver a la amiga de Lupita quien estaba tan rebuenota como ella misma.
-No, pero gracias don Juan! yo se cuidarme solita, jijiji, le dijo mirándolo mientras jugaba coquetamente con un mechón de su rubio cabello y lo mordisqueaba felinamente con su blanca dentadura, diciendo esto último dio media vuelta y se dirigió al toro mecánico…
Los calientes viejos degenerados quedaron embobados mirando como Claudia se retiraba moviendo todas las curvas de su cuerpo para beneplácito de sus perversas miradas.
--Pero que zorra es para sus cosas esa putita de Claudia maestro, que tal si nos vamos donde ella y nos ofrecimos para buscar a la Lupe, así luego les damos una cervezas y nos las llevamos a algún hotelucho, le dejo a la Lupita a Usted, y yo me encargo de la Claudia que le perece maestrito, jejeje…
--No es mala idea cojo!, pero quién te dijo que la Claudia iba a querer acostarse contigo?, esa zorra no hace nada sin algo a cambio, te lo digo por experiencia propia, le decía el maestro con aires de filósofo.
--Pues yo ya tengo la fórmula infalible, para que ese par de putas se acuesten con nosotros y por las buenas maestrito, jejeje…
--Así?, y dime como la haríamos, preguntaba con cara suplicante el maestro Tulio que sus bolas ya estaban que se le reventaban por todo el semen que se le acumulaba con el solo imaginarse acostado con Lupita, y quizás por qué no, después hacer una cambiadita con el cojo, así se las culiarian a las dos juntas, era lo que pensaba su degenerada mente…
--Pues lo primero es encontrar a esa yegüita de la Lupe, luego por la labor realizada les invitamos unas tandas de Tequila del más barato, es solo que ellas acepten y le juro maestro que a la tercera tanda de Tequilas ese par de putas no sabrán ni se darán cuenta que le pongo morondanga a la bebida, jajajaja!!, es una receta que me dio un amigo, y ya la he probado profesorcito y resulta!!
--Eres un cabron!! cojo de la grandísima puta!!, vamos entonces a enganchar a la Claudia y luego nos dedicamos a buscar a la otra hembrita, jejejeje!!
--Escúchanos mi reina, aquí con el profesorcito nos entramos a preocupar por tu amiga, que tal te parece si te ayudamos a encontrarla, --Pus, no sé, yo creo que mi amiga debe andar por ahí, en cualquier momento aparecerá…
--Entonces déjanos acompañarte ricura, solicito el maestro Tulio, que ya al estar tan cerca de la rubia se le estaba empezando a asomar el colmillo de la lujuria, --Así cuando llegue tu amiga, nos podemos ir a servir alguna cosilla en cualquiera de los puestos, jejeje. --Está bien, dijo Claudia, (par de viejos calientes, pensaba para sus adentros)
--Bien yo creo que tu amiga no aparecerá rubita, de seguro que se fue con algún compañerito a hacer quizás qué tipo de cochinadas, jejeje, le decía el maestro a Claudia…
--Pues si quieren se pueden ir yo iré a buscarla, dijo Claudia quien no presto atención a la vulgaridad emitida por el maestro, la rubia ya se estaba asustando de verdad, por la prolongada desaparición de Lupita
Mientras tanto no todo le iba a salir tan fácil al perverso mecánico, en el momento que ya faltaban un par de cuadras para doblar y llegar al taller de su hermano, se encontró con un llamativo control policial, al ver al policía haciéndole señales para que aparcara a un costado de la calle se percató y alarmo, de cómo explicaría el llevar a una joven adolescente de 18 años desnuda sentada en su auto…
--Solo esto me faltaba!!, bufo el viejo Pedro dándole manotazos al volante, --Escuchame bien pendejaaa!!, si la poli se llega a dar cuenta que estas encuerada, le diremos que eres puta y que te recogí en el centro, escuchasteee!! Luego yo veré la forma de ir a sacarte de la comisaria, entendiste?
--Pero don Pedrooo!, yo no soy prostituta…--Les dirás que eres puta y se acaboooo!! Y mucho cuidadito con dártelas de viva, porque una vez saliendo de la cana, te busco donde sea y aparte de pelarte el culo a palos, te vuelvo a encular, pero ahora delante de todos los mecánicos de la feria que son como 20 y luego te dejo con ellos, escuchaste maldita zorraaaa!!
--Sus documentos y licencia por favor, solicito el policía, don Pedro rápidamente saco lo solicitado desde la guantera, el fiscalizador una vez que hubo comprobado que al parecer todo estaba en orden, el joven uniformado se percató que la compañera de aquel ordinario viejo que estaba controlando era solo una jovencita, esto lo puso en alerta, al parecer esta joven va sin ropa, es familiar suya, amiga
--Acaso nunca habías controlado un auto con una puta en su interior…
--Es eso verdad?, pregunto el uniformado dirigiéndose a Lupita, --Permítame sus documentos señorita. La nena como pudo tomo su blusa desde el asiento trasero y saco el pequeño porta documentos en donde siempre andaba trayendo solo su identificación y la credencial escolar, para luego pasárselo al joven policía que ella calculaba que tendría solo un par de años más que ella.
--Es verdad, soy pu…taaaa, dijo finalmente…
--Pues bien señor aquí están sus documentos, Usted puede retirarse, pero la señorita quedara en calidad de detenida por ejercer la prostitución en la vía pública, y dirigiéndose a Lupita le indico, --Tome sus cosas y baje del vehículo, haremos el control de identidad y luego se sube a la patrulla le decía a una espantada Lupe, ya que se encontraba así al estar escuchando que se la llevaban presa por puta.
--Pero que pendejooo!! Y para que te la llevas presa si no estábamos haciendo nada!!, le gruñía don Pedro, intentando evitar la detención de la hembra que él quería que fuera su compañera sexual por el transcurso de la noche.
--Silencio, silencioooo!! Llego diciendo el sargento, para tomar conocimiento de cuál era la situación. Don Eustaquio Sinforoso llevaba 27 años en la policía, moreno, y de típicos bigotes militares, de nariz ancha y alargada, de mediana estatura, con una ponchera de 30 litros por lo menos de abdomen, ninguna chaqueta de su uniforme le cerraba, por lo tanto tenía que usarlas abiertas, de pecho ancho que denotaban que en su juventud debió haber tenido excelente condición física, muy distinta a la que tenía actualmente, ya estaba fogueado con todo tipo de procedimientos, sabía muy bien cuando era la mejor opción de sacar provecho personal de la situación o simplemente pegarse a reglamento.
--A ver anciano, dijo el sargento Sinforoso, dirigiéndose hacia don Pedro sacando su bastón de mando y pegándose con él en las manos, --Adonde recogió a la putita?. --La recogí en el centro!!, no se para que tanta alharaca si a solo cuadras de aquí está lleno de putas , pueden ir allá y llenar su cacharro con ellas…
--Mmm…lo se… lo se…, admitía el sargento, --Veo que usted es mecánico, le dijo apuntando con su bastón al overol lleno de grasa de don Pedro… -Pus si, y que hay con eso…
--En la comisaria tenemos un patrullero que es de mi capitán y hace semanas no podemos echarlo a andar, Ud., cree que si por uno de estos días se pudiera dar una vueltita y darle una miradita, solo tendría que repararlo y decir que fue el sargento Sinforoso quien lo mando…
--Jajajaja!!, claro que puedo ir mi general!!, le dijo el viejo mecánico en tono sarcástico y dándole a entender que él ya estaba claro con el acuerdo que indirectamente le estaban proponiendo.
--Bien, aquí no hemos vista nada, termino diciendo el sargento a cargo del procedimiento, --Pero me gustaría darle una mirada a la puta, me gusta saber cuáles son las que andan puteando por mis calles…
El sargento Sinforoso se agacho lentamente para estudiar a la ramera que el bajo su autoridad le estaba permitiendo su libertad, estos tipos de procedimientos le encantaban, pero cuando vio la clase de puta que andaba trayendo el mecánico en su auto casi se puso a vomitar, instintivamente dirigió su bastón hacia el cuerpo de Lupe, levantando con este el sucio cobertor que cubrían sus desnudeces, solo basto mirar un poco y fue suficiente, su mente trabajo a mil por hora, para luego decir a su subalterno, cúrsale una infracción empadronada con todos sus datos personales de la nena por andar putiando en la calle sin carnet de sanidad y una vez llenado me lo llevas a la patrulla y Uds. tortolitos se pueden retirar.
Pero que pedazo de mujeron se iba a culiar aquel detestable mecánico, pensaba el viejo y caliente policía, por unos momentos sintió las tremendas ganas de desistir del trato que había hecho y mandar el auto de su capitán a la verga, para llevarse a esa Diosa a la delegación y ver cuál sería la mejor forma de beneficiársela, pero aún le quedaba toda la noche por patrullar, el secreto estaba en la infracción, ya vería como la haría.
Una vez puesto en marcha el vehículo, no pasaron ni 5 minutos cuando llegaron al taller de don Cipriano, hermano de don Pedro. --Jajajajaja, ya ves pendeja sin querer ya podríamos decir que eres legalmente toda una puta profesional, jajajaja este documento lo certificaaa!! es como tu diploma de honor en lo que es el puterio!! Jajajaja!! se burlaba de la pobre Lupe, a la vez que la agarro de un brazo y se guardaba el documento en uno de sus bolsillos, para luego casi arrastrarla a una oficina interior en la cual la asustada jovencita pudo ver que en esta solo había una cama. --Pero no te preocupes esta noche debutaras como tal, le decía don Pedro mientras frente a los asustados ojos de Lupita procedía a desnudarse por completo, -- Te convertiré en toda una hembra, te voy a culiar hasta que no te queden ganas ni siquiera de mear, jajajaja!! Te convertiré en mi perraaa!! Serás mi putaaa!!, le gritaba el vejete con desesperación.
--Y que estas esperando putona, ahí está la cama, esta será nuestro centro de operaciones, jejeje o más bien dicho nuestro nidito de amor, jejeje, vamos quítate ese cobertor y acuéstate, que ahora si probaras lo que es culiar con un verdadero macho taurino, jajajaja!!
--Don Pedro, por favor ya fue suficienteee, se atrevió a solicitar erróneamente Lupita, pensando que tal vez este viejo caliente se podría compadecer de ella, --Yo me quiero ir a mi casa…
--Claro que te iras para tu casa reinita, pero eso será mañana y ya convertida en toda una puta, jajajaja!! En mi putaaaa!! Te lo voy a meter hasta por las fosas nasales, jajaja!! Escuchaste pendeja zorraaaa!!, diciéndole esto último de un solo zarpazo le arrebato el cobertor, dejándola totalmente desnuda frente a su caliente mirada, vamos súbete a la cama y ponte en posición de culeo, jajajaja!!
Lupe ya casi entregada a su triste e injusto destino se subió lentamente en la cama, mientras el ordinario sujeto de don Pedro se pelaba la verga soslayándose con el erótico espectáculo que le brindaba la hermosa y desnuda chiquilla, quien en estos momentos solita se había puesto en 4 patas para que la encularan…
--Jejeje!! Es muy apetitoso lo que me ofreces pendejita rica, pero ahora lo vamos a hacer de la otra forma, ya te lo dije, te convertiré en mi mujer con todas sus letras, lo haremos de la forma normal y natural, como verdaderamente lo hace un hombre y una mujer, así que por favor …solo lo diré una vez, date vuelta y ábrete de piernas porque te lo voy a meter por la zorraaaa!!
Lupe lo quedo mirando directamente a sus aborrecibles ojos, estaba aterrada por lo que se proponía este vil y casi anciano hombre, lo veía asquerosamente peludo y fofo, se preguntaba cómo había sido capaz de haber estado culeando con él, solo hace un par de horas o tal vez menos, y haberse dado el lujo de sentir placer, se avergonzaba de ella misma haberse declarado de su propiedad, y todo producto de su cuerpo que cuando le hacía sentir rico la impulsaba a hacer y decir todo tipo de peladeces, ella no era así, porque… porque!!, se preguntaba en forma apesumbrada, ese hombre era verdaderamente detestable, y lo que le pretendía hacer ahora era desquiciante, siempre había imaginado que su primera vez iba a ser por amor
Mientras tanto en la feria. --Bueno rubita brindemos por la salud de Lupe que tiene que andar por allí pasándola bien y tu aquí preocupada por ella, jejeje, decía el maestro Tulio.
--Sí, es verdad ella es muy responsable con sus cosas lo más seguro es que en cualquier momento aparecerá, o me llamara, si no me ha llamado es porque está bien, termino por convencerse la Claudia.
A los hombres le llamo la atención como Claudia se bebía de solo dos sorbos el contenido del vaso sin ni siquiera arrugarse, por lo que prontamente solicitaron otras dos rondas, ya que se percataron que la rubia bebía más que ellos mismos.
Claudia por su parte y al son de la fuerte y movida música reggaetón, y ya con bastante alcohol en su mente, pero no como para perder los estribos, se sentía entretenida con ese par de viejos calientes que se estaban gastando el sueldo del mes en todas las porquerías que le estaban comprando, entre globos con forma de corazón, peluches, y distintos tipos de artilugios artesanales, cadenas, anillos, tobilleras, etc. Solo era cuestión que un vendedor se acercara a la mesa de ellos ofreciendo sus productos y el par de degenerados se peleaban para decidir quién era el que se lo compraba.
Ya desde hace un buen rato que la rubia sentía como por debajo de la mesa grasientas manos le recorrían sus muslos, no supo en que momento ya se encontraba sentada al medio de este par de patanes, y cada vez se apretaban más a sus curvas. En un momento dado se acercó un joven muchacho a sacarla a bailar,
--Señorita, gustaría bailar un rato , le pregunto el jovencito que era casi de la misma edad de Claudia. La rubia entretenida al ver la cara de espanto que pusieron sus compañeros de juerga al darse cuenta que quizás la palomita se les podía echar a a volar, solo dijo…
--Ay qué pena, me encantaría bailar con Ud. joven pero no sé si mis tíos aquí presentes me darán permiso, contesto metiéndose coquetamente el dedo índice entre sus dientes y mirando a sus supuestos tíos. (Realmente esta Claudia sí que era una zorra con letras mayúsculas.)
--Pero por supuesto sobrinita vaya a bailar no más pues, no faltaba más, solo que no se nos vaya muy lejos, mire que después a lo mejor nos iremos a bailar para otro lado…
--Ay gracias tiito, Usted sí que es bueno conmigo, le dijo la rubia, dándole un beso en el cachete al caliente profesor, mientras el cojo Juan ya bebía directamente de la botella que habían pedido que les trajeran a la mesa.
Claudia bailaba el reggaetón en forma espectacular, pero a pesar de que estaba bailando con un imberbe muchacho casi de su edad , su baile estaba dirigido al par de vejetes que la habían estado acompañando por el transcurso de esa noche, se movía en forma sensual y provocativa, para que ellos vieran bien lo que quizás podrían tener al alcance de sus manos, ella sabía que los tenia calientes y eso le gustaba, por lo que ahora con su baile pretendía calentarlos aún más, el muchacho solo estaba siendo utilizado por ella en su afán de mantener al borde de la lujuria a su maestro y al jorobado Juan, que este último ya estaba a punto de pararse e ir a golpear al inocente muchacho producto de los celos que intempestivamente estaba sintiendo, lo que no sabía la rubia, producto del alcohol en su mente y cuerpo, era que ella ya estaba aún más caliente que sus dos compañeros de mesa.
Cuando la tanda de bailes termino para que las parejas descansaran la rubia volvió a la mesa para sentarse al medio del maestro Tulio, el cojo Juan ya casi estaba noqueado por las inmensas cantidades de tequila que se había zampado, situación que aprovecho el maestro, era ahora el momento propicio,
--Ya rubita, no te hagas , me tienes más que caliente, porque no nos vamos a acostar y terminamos lo que dejamos pendiente en mi oficina , le decía a la vez que posaba su grasienta mano en uno de los poderosos muslos de la rubia…
--Ay no! como cree!!, yo no soy una chica tan fácil, además que yo tengo novio, le decía la rubia a la vez que revisaba su celular para ver si tenía algún mensaje de Lupita.
--Veras que seré bueno contigo, pídeme lo que quieras, pero por favor vamos a acostarnos, yo sé que tú puedes hacerlo y tu novio no tiene que por que enterarse, --Pues yo quiero las notas de los dos semestres, y de todos los ramos, jijiji…
-Tú deberías dedicarte a estudiar Ingeniería Comercial!!, rubia calienta vergas, mira que si tienes madera para negociar y estrategia para convencer, pero aun así tu precio es muy alto para solo una noche de amor…
--Eso tiene solución maestrito, lo podríamos discutir en la cama, jijiji…
-Bueno vámonos ahorita mismo profe!, ay qué pena… y que pasara con don Juan, pobrecito, lo dejaremos aquí durmiendo?. --Este cojo de mierda, casi nunca se mide con el alcohol, dejémoslo aquí , él se sabe cuidar solo mi reina, jejeje…vamos afuera ay taxis
En el trayecto hasta la casa de la rubia colegiala, al viejo Tulio le faltaban manos para saciar sus ganas de sentir las curvas de la espectacular jovencita que se iba a ir a servir, el taxista ni el mismo se creía lo que había escuchado, cuando la pareja de pasajeros lo habían abordado, el hombre mucho más viejo que la mujer, asquerosamente feo y gordo, había solicitado ir a un motel, pero lo que más lo confundió fue escuchar a la misma hembra que era casi una adolescente, si no fuera por las marcadas curvas de su figura, solicitar que mejor se fueran para su casa ya que estaba solita, además que así podrían esperar a otra chiquilla que el parecer tenían que esperar. Ese viejo sí que un verdadero suertudo pensaba el pobre taxista.
Continuara…en la próxima entrega un relato solicitado con un lector, que me pidió algo sobre Raquel una maestra de secundaria que caera en manos de su atrevido alumno de secundaria.
2 comentarios - Las Aventuras de Lupita capitulo 13